El Palacio de Lecumberri, ubicado al oriente del Centro de la Ciudad de México, en la alcaldía de Venustiano Carranza, fue una penitenciaría y es, desde 1976, sede del Archivo General de la Nación.
Conocido popularmente en México como El Palacio Negro de Lecumberri, se inauguró el 29 de septiembre de 1900, durante el régimen de Porfirio Díaz, y sirvió como penitenciaría desde ese año hasta 1976. Su construcción surgió como consecuencia de la Reforma al Código Penal de 1871, mismo al que se anexó un proyecto arquitectónico para la creación de una Penitenciaría. Dicho proyecto fue elaborado por los ingenieros Antonio Torres Torija Torija, Antonio M. Anza y Miguel Quintana, quienes adoptaron el proyecto del arquitecto Lorenzo de la Hidalga en su "Paralelo de las penitenciarias", donde comparaba diferentes tipos de panópticos, retomando la idea original del filósofo inglés Jeremías Bentham. El edificio responde a ese modelo, con una rotonda o cuerpo central poligonal destinado al cuerpo de vigilancia de la penitenciaría, y radial, mediante galerías de forma estrellada que convergen en el espacio central, en el cual se erigía una torre de 35 metros de altura destinada para la vigilancia de todo el penal. Se inició su construcción el 9 de mayo de 1885, y lo inauguró el 29 de septiembre de 1900 el general Porfirio Díaz Mori, por entonces presidente de la República. El primer director fue el jurista Miguel Macedo. El 22 de febrero de 1913 fueron asesinados en las afueras de la penitenciaría el depuesto presidente Madero y su vicepresidente José María Pino Suárez.
Originalmente fue planeado para albergar una población de 800 varones, 180 mujeres y 400 menores de 18 años. Contaba con 804 celdas, talleres, enfermería, cocina y panadería. Tenía un área de Gobierno, sección de Servicio médico y Salas de Espera. Las crujías tenían celdas para un solo preso con cama y servicio de sanitario. En cada crujía existía una celda de castigo con puertas sólidas que tenían una mirilla. Se regía por un Consejo de Dirección que hacía las veces de jefe inmediato de todas las áreas. En 1908 se dio autorización para ampliar la construcción en donde originalmente tenía una capacidad para 996 internos y en 1971 tuvo una población aproximada de 3800 internos.
Entre los prisioneros famosos con los que contó el Palacio de Lecumberri destacan:
Durante La decena trágica, en 1913, el presidente Francisco I. Madero, así como el vicepresidente José María Pino Suárez, fueron asesinados camino a Lecumberri.
Durante sus 76 años como prisión, hubo dos escapes. Uno fue el de Alberto Sicilia Falcon, quien huyó a través de un túnel que cruzaba la avenida Héroe de Nacozari. El otro fue Dwight Worker, un narcotraficante estadounidense de cocaína, cuyo caso fue presentado por el canal de televisión estadounidense National Geographic, en su programa Preso en el Extranjero. Con la ayuda de su esposa Barbara Worker, Dwight escapó el 17 de diciembre de 1975 disfrazado de mujer. Posteriormente, publicó un libro acerca de sus experiencias, intitulado Escape. Cabe señalar que equivocadamente se asegura que también lo hizo el general de la Revolución mexicana Pancho Villa; sí escapó, pero de la cárcel de Santiago Tlatelolco, luego de haber sido transferido de Lecumberri. También se asegura equivocadamente que escapó de Lecumberri Joel David Kaplan, en compañía de Carlos Contreras Castro, quienes utilizaron un helicóptero para fugarse el 18 de agosto de 1971, aunque en realidad lo hicieron de Santa Martha Acatitla.
La sobrepoblación originó la mayor de las promiscuidades, desatención jurídica a los casos de los internos, pésima alimentación, corrupción en todos los niveles. Todas estas situaciones deja de manifiesto Franco Sodi en su nota "Por que fracasé en la penitenciaría", y su último director, Sergio García Ramírez (mayo a agosto de 1976) anota en su libro El final de Lecumberri:
Derivado de las historias macabras que contaban los presos a sus familiares y amigos, con el tiempo los capitalinos aunaron el adjetivo "Negro" al nombre, y pasó a conocerse como "El Palacio Negro de Lecumberri". La penitenciaria albergó a ambos sexos hasta 1954, cuando se puso en servicio la cárcel de mujeres.
La cárcel de Lecumberri también sirvió para encarcelar y asesinar a jóvenes durante el movimiento estudiantil de 1968, la mayoría de ellos torturados con golpes y descargas eléctricas en los genitales. Todo esto ocurrió a partir de agosto y hasta el 2 de octubre de 1968, día en que el gobierno mexicano ordenó la intervención, en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, que resultó en la muerte de muchas personas, sobre todo jóvenes estudiantes del Instituto Politécnico Nacional y de la UNAM.
El Palacio Negro concluyó su vida como prisión el 27 de agosto de 1976 al ser clausurado por Sergio García Ramírez, para posteriormente convertirse en la sede del Archivo General de la Nación (AGN) en 1982. El AGN es uno de los más antiguos archivos históricos de América, y constituye una fuente inagotable para la investigación histórica y para diversas disiciplinas. En seguida hubo críticas acerca de la inadecuación de la estructura del edificio para tareas archivísticas, además del riesgo de inundación por el desnivel respecto de la calle y la cercanía del Gran Canal de Desagüe, que favorecía el desarrollo de hongos y otros contaminantes nocivos para el papel. Después de varios proyectos que no alcanzaron a concretarse, se optó por construir un nuevo edificio para el AGN en el mismo predio, en las oficinas ocupadas anteriormente por el Registro Nacional de Población, que serían demolidas. El antiguo Palacio de Lecumberri pasará a ser un museo de sitio y centro cultural. Las obras estaban en proceso en 2011.
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