Pere Maria Orts i Bosch (Valencia, 5 de julio de 1921-Valencia, 26 de febrero de 2015) fue un escritor, investigador y coleccionista español. Su obra se ha centrado en el estudio de la heráldica y la genealogía, especialmente, pero se ha interesado por otras disciplinas, como la historia, la geografía, la economía o la sociología.
Sus estudios de Bachillerato los cursó en el Real Colegio de las Escuelas Pías de Valencia y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia, donde se licenció en leyes en el año 1945. Sin embargo, nunca ha ejercido su profesión de jurista y no ha precisado de ingresos económicos para desarrollar su verdadero trabajo como investigador e historiador.
Mantiene una relación afectiva con la localidad de Benidorm, con la que existe además una consanguinidad por parte de su ascendencia paterna. De este modo, ha seguido de alguna manera los pasos de su abuelo paterno Pedro María Orts y Berdín, nacido en Benidorm en 1839, que también perteneció a la carrera judicial y fue historiador, además de magistrado territorial de la Audiencia de Valencia. Cuando cumplió los cuarenta y cinco años de edad, se retiró a su pueblo natal, donde se entregó por completo a indagar y escribir sobre la comarca de la Marina, siendo la más representativa de sus obras publicadas Apuntes históricos de Benidorm (1892).
El interés y motor principal de la obra literaria y labor artística global de Pere Maria, ha sido localizar prodigios documentales y obras de arte pertenecientes al Antiguo Reino de Valencia, que por causas exógenas hubieran abandonado su origen, con el fin de completar los fondos patrimoniales y rescatar parte de la historia del pueblo valenciano.
Como mecenas artístico, fue ampliando su herencia familiar con la compra de todo tipo de objetos artísticos, especialmente en las década de1950 y 1970; buscando ejemplares únicos que no contuvieran bibliotecas, archivos y museos de Valencia, dejándose aconsejar por expertos en sus decisiones pero, inevitablemente, guiándose asimismo por su criterio personal y su instinto, que le llevaron a conformar una colección calculada fríamente sobre la base de la oferta del mercado.
Sus escritos, aunque más bien escasos en número, son importantes en cuanto a calidad y profundidad investigadora. Así reúne una ingente cantidad de artículos publicados en revistas, especialmente localizados, como puede deducirse ya de sus títulos:
Entre sus obras más exhaustivas, encontramos:
Cartas Pueblas referidas a la comarca alicantina tan recurrente en su obra:
Cuenta en su producción además con algunas obras más distendidas, que describen acciones ficticias, pero, eso sí, a partir de hechos históricos constatados y que van desde ensayos teatrales a recreaciones literarias:
Pero es en sus textos sobre heráldica y genealogía, donde D. Pere Maria ha cosechado sus mayores éxitos, siendo indiscutible la relevancia de:
Del mismo modo, ha realizado multitud de prólogos y presentaciones para obras de otros historiadores y amigos personales, que han fomentado el mismo interés por las tierras valencianas:
Y colaboraciones en la Gran Enciclopedia de la Región Valenciana (1973-7), para la que ha aportado numerosas entradas a lo largo de sus 12 volúmenes.
Por fin, en 2006 se reunieron en un solo compendio gran cantidad de sus trabajos y entrevistas personales publicadas en prensa durante los últimos años, de la mano de Antoni Ferrando: Per la memòria històrica dels valencians.
Esta extensa labor le ha valido el título como Cronista Oficial de Benidorm e Hijo Adoptivo de esta localidad desde el 23 de diciembre de 1985 y Distinción Cultural “Ciutat de Benidorm”, el 9 de octubre de 2008. Es además Premio de Honor de las Letras Valencianas en 1996, Académico de Honor de la Real Academia de San Carlos de Valencia desde 1999 e Hijo predilecto, Medalla de Oro de la Ciudad de Valencia y Alta Distinción de la Generalitat Valenciana en 2006 Como miembro del Patronato del Museo de Bellas Artes San Pio V de Valencia y de la Acadèmia Valenciana de la Llengua desde 2001, hoy en día sigue desempeñando su cargo con diligencia y firmeza en la defensa de la cultura y lengua valencianas. Asimismo, ha sido nombrado vocal miembro del consejo de Bibliotecas de la Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia, propuesto en abril de 1987; Vocal de la comisión para la adjudicación de becas para el estudio de la cultura valenciana en 2000, 2003 y 2007; miembro del jurado del Premio Alfons el Magnànim “Valencia”, de poesía en valenciano en 2003; Premio “Importante” del Levante EMV (2005); destacado como personalidad de reconocido prestigio, en la reconstitución del nuevo Patronato “Luis Guarner”, y Premio “Valenciano del Año”, concedido el 14 de junio de 2008, de manos de la fundación Huguet y del alcalde de Castellón. También se le ha concedido este mismo año, la Gran Cruz de la Orden de Jaume I el Conqueridor con la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana, todos ellos en reconocimiento meritorio por haber destacado en el ámbito cultural y servir al desarrollo y progreso de la Comunitat Valenciana, recuperando y dignificando su cultura, identidad y símbolos, y difundiendo los valores autóctonos del pueblo valenciano.
La otra cara de la aportación a la cultura valenciana, consiste en las excelentes donaciones que D. Pere Maria ha llevado a cabo a las principales instituciones públicas de la Generalitat Valenciana. Por tanto, tres de las donaciones más importantes que ha protagonizado este ilustre coleccionista son, en primer lugar, la serie integrada por 229 pinturas de los más célebres maestros desde el Trecento al siglo XX y objetos artísticos de gran valor, como 10 esculturas de bulto redondo, efectuadas en materiales nobles como piedra, madera, bronce y mármol; 69 piezas de cerámica, en su mayoría platos, provenientes de Manises, Talavera, Alcora y Ribesalbes, o importados desde China, Japón y Francia, porcelanas de la Compañía de Indias y vidrio de Murano. 9 muebles, 3 tapices, 7 cálices, varios candeleros e incluso, una escribanía de plata. Todas ellas legadas a los fondos del Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia, y bajo la condición inexcusable de no abandonar sus propios muros.
En segundo lugar, la ofrecida a la Biblioteca Valenciana, que hoy tiene su sede en el Monasterio San Miguel de los Reyes, que consta de, prácticamente, 11.000 volúmenes, entre los que se encuentran ejemplares únicos en toda España, y un total de 13 incunables. Y, en tercer y último lugar, los legajos y documentos históricos, representativos de la tradición más localista, guardados hoy en el Archivo del Reino de Valencia.
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