Los juegos de persecución son juegos infantiles que gozan de alta popularidad entre los niños de todo el mundo, especialmente durante el recreo (tiempo de descanso entre clases en la educación primaria básica).
Existen muchas variantes del juego, principalmente cambiando lo que le sucede al jugador alcanzado por un perseguidor Según la variante, puede tener que quedarse en sitio hasta que otro jugador lo toque, tener que correr con el perseguidor sujetando su mano, o salir del juego. Es importante notar que en la mayoría de estas variantes, al tocar a otro jugador, el perseguidor no deja de ser perseguidor (o sea, de llevarla). También existen variantes en las que se puede evitar ser tocado si antes se consigue realizar una acción, como quedarse quieto con los brazos en cruz y decir tulipán, en el juego de este nombre; o llegar a una casa (lugar donde no puede entrar el perseguidor), o subirse a algún lugar elevado previamente determinado. En el primer caso, el jugador debe permanecer así inmóvil hasta que otro compañero le libere tocándole, con lo que «el que la lleva» puede optar por quedarse cerca esperando a que alguien se arriesgue a hacerlo para agarrarlo.
A algunas variantes se le añaden pelotas u otro equipo para deportes.
En Chile, este tipo de juego en particular recibe diferentes nombres a lo largo del país. Se le denomina “la pinta”, “la chola”, “la mancha”, “la tiña”, “las pilladas”, “pillapilla” o “jugar al pillarse”. Para hacer pausas dentro del juego, se utiliza la palabra “boli”, “bolaca”, “coto” o “pedir pío”.
Una de las variantes más conocidas (también denominada «polis y cacos», «pillo policía» «poliladrón» «rescate» o «AYUDA!»《chapas y choros》). Consiste en dividir a los jugadores en dos grupos iguales. Uno de perseguidores (denominado «policía») y el otro que huye (denominado «ladrón»).
Al ser atrapado un ladrón, es llevado a un lado del campo de juego en un lugar que se haya designado previamente como la «cárcel». De ésta a su vez existen variantes donde los ladrones pueden también atrapar a los policías, que los ladrones puedan liberar a los presos o donde el jugador atrapado debe hacerse el muerto hasta que todos los de un grupo hayan sido atrapados.
En Argentina, Venezuela y Uruguay se suele llamar a este juego «poliladrón». El título de la serie policial argentina Poliladron (los años noventa), hizo referencia a esta variante del juego. Como dato interesante, el nombre se acentuaba como grave [poliládron] para darle un matiz estadounidense. En Perú se le suele llamar "Policías y ladrones". En Chile se le denomina "Paco Ladrón". En España es más conocido como «polis y cacos»
Policías y ratones, la versión latinoamericana del título de la película The Great Mouse Detective (1986, Walt Disney Pictures) hace un juego de palabras con esta variante del juego.
Esta versión es casi idéntica a la original descrita anteriormente, solo que cuando el perseguidor está por tocar a otro jugador, el otro jugador puede evitarlo diciendo el nombre de un programa de televisión. Esto le da una inmunidad temporal, obligando al perseguidor a buscar otro objetivo. Si el jugador dice un programa que ya haya sido nombrado por otro en el mismo juego, no adquiere la inmunidad y el perseguidor puede tocarlo sin problemas.
Variante japonesa jugada entre dos o más personas, sin límite de edad. Se juega antes de practicar deportes u otras actividades. Literalmente significa ‘juego del oni’. Se escoge al ogro usando el método del janken (parecido al juego manual piedra, papel y tijeras). Todos deben huir del ogro hasta que el tiempo preestablecido se acabe o hasta que el ogro se rinda.
Koori oni (‘demonio congelado’): casi igual al onigoko, pero el que es pillado debe permanecer en el lugar donde fue pillado, hasta que alguien que no haya sido pillado lo toque. Este juego es muy difícil de acabar, y sólo ocurre eso cuando el oni se rinde.
Shippo-tori (‘Cola de pájaro o tomar de la cola’): la diferencia radical es que es un «todos contra todos»; todos son onis y deben llevar un pañuelo colgado en la ropa interior. Si se le arrebata el pañuelo, la víctima pierde. Ganan los que tengan el pañuelo intacto al acabar el tiempo prestablecido.
Es un juego común en México. El perseguidor dice: «dos por nueve dieciocho para dieciocho punto cero» y contará en voz alta hasta 18, dándoles ventaja a los demás para alejarse. Cada uno de los participantes que él atrape deberá ayudarle a atrapar a los demás hasta terminar el juego.
El juego consiste en hacer dos grupos, del mismo número de jugadores. Los capitanes de cada grupo se tiran al cachipun ( piedra, papel o tijeras ) el que gane su equipo correrá. H
El juego cambia cuando todos estén pillados y les toque pillar a ellos.
Es un juego tradicional de Venezuela, se basa en que un jugador "la es" toque a los demás, si un jugador es tocado por "la es" pasa a ser la nueva "es".
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