El Plan Nuclear Argentino es la estrategia que lleva adelante la Argentina en el sector de la energía nuclear en el que realiza desarrollos desde la década de 1950.
El Plan Nuclear Argentino surge con la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica en 1950, tras el fraude del Proyecto Huemul. Su primera actividad sería la construcción de la Central Nuclear Atucha I entre 1968 y 1974.
Entre 1974 y 1983 se construyó la Central Nuclear Embalse en la provincia de Córdoba. Además comenzaron las obras de Atucha II y se desarrolló el método de enriquecimiento de uranio.
Este período terminaría a comienzos de la década de 1990 cuando el entonces presidente Carlos Menem suspende el programa nuclear.
En 2006, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, se lanzó un plan de reactivación del sector nuclear que buscaba renovar y reactivar el desarrollo de la energía nuclear en Argentina. Los principales puntos del plan fueron anunciados por el ministro de planificación Julio de Vido durante una conferencia de prensa el día 23 de agosto de 2006:
En 2005, Carem fue seleccionado entre una docena de proyectos de mayor interés a nivel mundial de reactores de esa franja de potencia, por una comisión de expertos convocada por el Departamento de Energía de los EE. UU. El reactor, se encontraba en una etapa avanzada de diseño en 2006 y tras las el plan de reactivación se avanzó en la construcción de los primeros prototipos.
Se estimó en la fecha del anuncio una inversión de 3500 millones de dólares para llevar adelante el plan.
En el marco del Plan Nuclear Argentino, en 2009 se sanciona la ley 26.566 que estipula:
La extensión de vida de la Central Atucha I aumentó la potencia bruta de 357 MW a 362 MW.
La planta emplea una mezcla de uranio natural (0,72 %) y uranio levemente enriquecido al 0,85 %. A finales de septiembre de 2011 comenzaron las tareas de finalización de la Central Atucha II. El 3 de junio de 2014, Atucha II alcanzó su primera criticidad.
En el caso de la Central de Embalse durante este período se realizó la evaluación de estado, la determinación de los cambios que son necesarios, así como la compra todos los equipos y materiales necesarios. Se decidió que los componentes nucleares sean producidos en el país, beneficiando a la industria metalúrgica local. Argentina es uno de los pocos países del mundo que puede hacerlo por fuera de Canadá, lo que le permitiría instalarse como proveedor mundial esos materiales.
Además el país, a través de la empresa estatal INVAP, ha diseñado y exportado reactores nucleares para Australia, Perú, Argelia, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.
El 31 de diciembre de 2015 finalizó el primer ciclo operativo de la Central de Embalse y se dio inicio al proyecto de Extensión de Vida. La central alcanzó con éxito la puesta a crítico de su reactor el 4 de enero de 2019, iniciando el segundo ciclo operativo por un ciclo de 30 años.
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