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Principado de Brunswick-Wolfenbüttel



Principado del Sacro Imperio Romano Germánico

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Escudo de Brunswick-Wolfenbüttel

Escudo

El principado de Brunswick-Wolfenbüttel (en alemán, Fürstentum Braunschweig-Wolfenbüttel) fue una subdivisión del ducado de Brunswick-Lüneburg, cuya historia se caracterizó por sus numerosas divisiones y reunificaciones. Varias líneas dinásticas de la Casa de Welf gobernaron sobre Brunswick-Wolfenbüttel hasta la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico en 1806. Como resultado del Congreso de Viena, su Estado sucesor, el ducado de Brunswick, fue creado en 1814.

Después de que a Otón el Niño, nieto de Enrique el León, le fuera dado la antigua sede alodial de su familia (localizada en la región de la actual Baja Sajonia y norte de Sajonia-Anhalt) por el emperador Federico II el 21 de agosto de 1235 como feudo imperial bajo el nombre de ducado de Brunswick-Lüneburg, el ducado fue dividido en 1267/1269 por sus hijos.

Alberto I (también llamado Alberto el Alto) (1236-1279) recibió las regiones alrededor de Brunswick-Wolfenbüttel, Einbeck-Grubenhagen y Göttingen-Oberwald. Así fundó la Antigua Casa de Brunswick y puso las bases de lo que sería, más tarde, el Principado de Brunswick-Wolfenbüttel. Su hermano Juan (1242-1277) heredó las tierras en torno a Lüneburg y fundó la Antigua Casa de Lüneburg. La ciudad de Brunswick permaneció bajo gobierno conjunto.

El área de Brunswick(-Wolfenbüttel) fue más adelante subdividida en las décadas sucesivas. Por ejemplo, las líneas de Grubenhagen y Göttinegen fueron separadas por un tiempo. De forma similar, en 1432 los territorios entre las colinas de Deister y el río Leine, que habían sido obtenidos en ese tiempo por la Casa Media de Brunswick, se separaron para formar el Principado de Calenberg. Hubo otras reunificaciones y divisiones.

En ese periodo los duques, hastiados de las constantes disputas con los ciudadanos de la ciudad de Brunswick, trasladaron en 1432 su Residenz al castillo con foso de Wolfenbüttel, que permanecía en una depresión pantanosa del río Oker a unos 12 km al sur de Brunswick. El castillo construido aquí para los duques de Brunswick-Lüneburgo — junto con la cancillería ducal, el consistorio, los tribunales y archivos— se convirtió en el nervio central de una enorme región, desde donde se gobernaba la parte de Brunswick-Wolfenbüttel de todo el ducado. Durante un largo periodo de tiempo también gobernó los principados de Calenberg-Göttingen y Grubenhagen, el Obispado Principesco de Halberstadt, grandes partes del Obispado Principesco de Hildesheim, los condados de Hohnstein y Regenstein, las baronías de Klettenberg y Lohra y partes de Hoya en el Bajo Weser. La importancia de esta corte era significada por el número de artesanos requeridos. Cientos de edificios con entramados de madera fueron construidos para la corte, para sus ciudadanos y para las instalaciones ducales, inicialmente al azar, después diseñados según los requerimientos ducales y con las condiciones de protección contra incendios. En el apogeo del desarrollo de la ciudad sus distritos fueron nombrados según los nombres de varios duques: el Aguststadt en el oeste, el Juliusstadt en el este y el Heinrichstadt.

Tras la duodécima división del ducado en 1496, en donde el Principado de Brunswick-Calenberg-Göttingen fue redividido en sus territorios componentes, el duque Enrique el Viejo recibió el territorio de Brunswick, al que se añadió el nombre de la nueva Residencia (Residenz) de Wolfenbüttel. En adelante el nombre del principado sería "Brunswick-Wolfenbüttel".

Siguieron los reinados de los duques Enrique el Joven, Julio y Enrique Julio, bajo cuyos señoríos la Residenz de Wolfenbüttel fue ampliada y el principado ganó anchura en toda Alemania.

En 1500 Brunswick-Wolfenbüttel se convirtió en parte del Círculo de Baja Sajonia dentro del Sacro Imperio Romano Germánico.

Desde 1519 hasta 1523 el principado fue a la guerra con los principados de Hildesheim y Luneburgo en la Disputa Diocesana de Hildesheim que, a pesar de la resonada derrota en la Batalla de Soltau, finalmente resultó en grandes ganancias territoriales obtenidas en favor de Brunswick-Wolfenbüttel.

En la Guerra de los Treinta Años Wolfenbüttel fue la mayor fortaleza en el Norte de Alemania, aunque sobrevivió a la guerra con graves daños. La línea dinástica de Wolfenbüttel se extinguió durante la guerra.

En 1571 el castillo y la villa de Calvörde pasaron a formar parte del principado gracias al duque Julio de Brunswick.

En 1635 el duque Augusto el Joven, de la línea dinástica colateral de Lüneburg-Dannenberg, tomó el control de las riendas del poder en el principado y fundó la Nueva Casa de Brunswick. Bajo su gobierno Wolfenbüttel alcanzó su zenit cultural. Uno de sus mayores logros fue la construcción de la Biblioteca de Wolfenbüttel, la mayor de Europa en su día. En 1671 un viejo sueño imposible de los duques de la Casa de Welf se hizo realidad cuando los ejércitos conjuntos de diferentes líneas dinásticas fueron capaces de capturar la ciudad de Brunswick y añadirla a sus dominios.

En 1735 cuando la línea dinástica se extinguió de nuevo emergió otra línea colateral: la línea de Brunswick-Bevern fundada en 1666.

En 1753/1754 la residencia de los duques de Wolfenbüttel retornó a Brunswick, al recientemente construido Palacio de Brunswick.

La ciudad así perdió la independencia de la que había disfrutado desde el siglo XV. En el proceso, el duque siguió con la misma tendencia y no interfirió con nada, ni siquiera en los trabajos del nuevo castillo, empezado en 1718 por Hermann Korb en el Grauer Hof que no estaba todavía finalizado. El efecto sobre Wolfenbüttel fue catastrófico, como puede verse en las casas con entramados de madera construidas desde entonces. 4.000 habitantes de la ciudad siguieron a la familia ducal y la población de Wolfenbüttel se hundió de 12.000 a 7.000 habitantes. Solo los archivos, la sede eclesiástica y la biblioteca permanecieron como un enlace con los tiempos pasados. Desde Brunswick existieron burlas según las cuales Wolfenbüttel se había deteriorado hasta ser la "residencia de una viuda" (Witwensitz).

Los extensos jardines delante de las tres puertas de la ciudad (las Herzogtor, Harztor y Augusttor) fueron dejados en arriendo a los anteriores jardineros como una enfiteusis. Como una consecuencia fueron fundadas varias fábricas de mermeladas que fueron características de Wolfenbüttel hasta el siglo XX. Delante de la Herzogtor el número de jardines creció, hasta que finalmente llegaron al Bosque de Lechlum (Lechlumer Holz). El límite sur fue agraciado con el pequeño Lustschloss de Antoinettenruh, construido en 1733 en lugar de una casa de jardín, un trabajo realizado por el maestro constructor Hermann Korb, quien fue tan importante para Wolfenbüttel. Wolfenbüttel se convirtió en una ciudad de escuelas. En 1753 se fundó la escuela de formación para profesores, que empezó en el orfanato y más tarde fue trasladada al edificio de la actual Escuela Harztorwall.

Políticamente Brunswick-Wolfenbüttel era uno de los aliados más cercanos de Prusia. Aunque poco antes el emperador Habsburgo había sido el punto focal más importante a través de matrimonios políticos, la línea de Wolfenbüttel de la Casa de Welf quedó estrechamente ligada a los Hohenzollern mediante el matrimonio del Príncipe Heredero Federico con Isabel Cristina.[1]​ El matrimonio fue concertado por Federico Guillermo I de Prusia y Fernando Alberto. También fundaron la "hermandad de armas" entre el pequeño Estado y el gran imperio prusiano. Numerosos oficiales de Brunswick-Wolfenbüttel sirvieron en altos puestos en el Ejército Prusiano, muy notablemente en la Guerra de los Siete Años. Los regimientos del principado cubrieron al ejército aliado en Prusia Occidental y, en particular, al Electorado de Brunswick-Lüneburg. Un representante destacado de la alianza militar entre Brunswick y Prusia fue el duque de Brunswick y Lüneburgo, el Príncipe Heredero Fernando de Brunswick-Wolfenbüttel.

Durante la era de Carlos I se consiguieron grandes logros en los campos científico y cultural: el teatro fue promovido y la educación alentada. En 1753 la colección ducal de arte e historia natural - antecesor del Museo de Historia Natural - fue fundada. Estas colecciones substanciales fueron amasadas por los duques de Brunswick. Esta empresa fue apoyada por el Abad Jerusalem, el fundador del Collegium Carolinum. Mientras que Wolfenbüttel declinaba, Brunswick ahora experimentaba un boom cultural.

En agosto de 1784 Johann Wolfgang von Goethe permaneció en Brunswick en una misión política, cuando acompañó al ministro Weimarsch, su duque, Carlos Augusto. En un tiempo en que la situación política entre Austria y Prusia había vuelto a tensarse otra vez, los pequeños y medianos Estados alemanes planearon la creación de un Estado principesco más grande como fuerza de contrapeso. El duque Carlos Guillermo Fernando de Brunswick fue interpelado a unirse a esta liga de príncipes (Fürstenbund) lo que hizo el 30 de agosto. Esta misión secreta fue disfrazada como una visita de familia para la Feria de Otoño.

Como resultado del proceso de mediatización alemana el 25 de febrero de 1803 el principado recibió los territorios de las abadías imperiales secularizadas de Gandersheim y Helmstedt. En 1806 el duque Carlos Guillermo Fernando fue herido mortalmente como general prusiano en la Batalla de Auerstedt. Después de un breve interregno Brunswick fue ocupada desde 1807 hasta 1813 por las tropas francesas y pasó a formar parte del Reino de Westfalia.

Después del fin del reinado napoleónico el Estado fue restablecido bajo el nombre de ducado de Brunswick.

El Principado de Brunswick-Wolfenbüttel-Bevern emergió de una disputa de herencia entre Fernando Alberto I y sus hermanos. En 1667 a Fernando Alberto le fue concedido el castillo de Bevern cerca de Holzminden. Él —y más tarde su hijo Fernando Alberto II— fueron príncipes de Brunswick-Wolfenbüttel-Bevern. En 1735 Fernando Alberto II tomó el control del Principado de Brunswick-Wolfenbüttel, volviendo el principado subordinado al Principado general de Brunswick-Wolfenbüttel.

Según Bornstedt[2]​ la servidumbre en el Estado fue abolida con el "Receso del 17 de mayo de 1433" por Enrique el Pacífico. Según Bornstedt, Brunswick-Wolfenbüttel fue por lo tanto el primer principado en el Sacro Imperio Romano Germánico en acabar con el feudalismo. El receso prescribía que todas las arbitrariedades (Willkür) en los gravámenes a los administradores, o Meier, de señoríos feudales, particularmente a la muerte de los agricultores, fueran cancelados. El Grundherr o 'señor feudal' continuaba siendo el propietario de la finca de los administradores (Meier), pero ahora estos últimos también podían desentenderse en cualquier momento. El cambio usualmente significada que la familia Meier no debía trasladarse cuando el contrato expiraba o cuando fallecía el agricultor; es decir que la familia no era prematuramente desalojada como hubiera sucedido antes. En 1563 fue decretado por Enrique el Joven que cada 6 años administrador (Meier) y terrateniente (Grundherr) tenían que negociar la extensión del arrendamiento de las fincas; después esto fue incrementado a 9 años. En su despedida del Landtag en 1597, el "duque" Enrique Julio hizo heredables todas las granjas.

Con la ley de redención de Brunswick (Ablösungsordnung) de 20 de diciembre de 1834 por el Estado sucesor legal, el ducado de Brunswick, fue abolida la dependencia de los agricultores. Los granjeros podrían ahora adquirir la plena propiedad de la tierra y el dinero requerido podría ser prestado de la oficina de préstamo ducal. A finales del siglo XIX tuvo lugar el Flurbereinigung o consolidación de la tierra.



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