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Pueblo hadiya



El pueblo Hadiya ( también conocido com Hadiyya, Hadia, Hadeya, Gudela o Gudella) es un grupo étnico etíope que habla el idioma Hadiyya, lengua afroasíatica, del subgrupo cuchítica del este.[1][2]​Históricamente ocupó las tierras comprendidas entre Harar y Gurage, en Etiopía centro oriental[3]​. Desde finales del siglo XX y el XXI mayoritariamente se encuentran al sur de Adís Abeba en la región de Gurage, Kambaata, Hadiya entre los ríos Omo y Billate, en la ciudad de Hosaina (también Hossana o Hossanna) y sus alrededores. El 93% de la población vive en áreas rurales.[4]​ Los hadiya eran musulmanes, pero se convirtieron al cristianismo en los últimos siglos.[5]​ Se estima una población de 1.269.382 personas, que se identifican con la etnia,[6]

El actual pueblo Hadiya es el resultado de un antiguo complejo étnico mucho más grande bajo el otrora poderoso principado musulmán llamado Sultanato hadiya. Se cree que son originalmente descendientes del antiguo Sidama del extinto pueblo Harla que vivió bajo el Reino de Harla en el siglo IX.[7]

Los hadiya aparecen mencionados en la leyenda imperial Kebra nagast. Esta tradición afirma que a principios del siglo XIV tenían sus comunidades en los montes de Tchertcher y en sus laderas meridionales. Pero los posteriores textos cristianos e islámicos no arrojan mucha información sobre lo que sucedió con el pueblo hadiya entre los años 1500 y 1700.[8]

Fundaron el sultanato de Hidiya en el tramo alto del río Omo.[3]​ Fuentes árabes y etíopes señalan la existencia de tres reinos musulmanes aparte del de Ifát: Dawáro (al oeste de la región de Harar), Sharka (en Arusi) y Bálí (al sur del Dawáro). En años posteriores se mencionan algunos Estados, como Hadyá, Arababnl y Darah. Hadyá en concreto se hizo famoso después del siglo VIl/Xlll como centro del comercio de esclavos.[9]

El reino o sultanato se asentaba en la zona norte del río Omo, al interior del Cuerno de África. Limitaba al sur con los walamo, al este con los daward, al norte gurage y al oeste los innarya. Todos pequeños reinos o comunidades que estarán involucradas en la zona de conflicto entre la expansión del Islam y el los pueblos nativos y cristianos.[10]

A finales del siglo XIII los Hadiyas pasaron a conformar una red de pequeños reinos o sultanatos islámicos que limitaban al sur y por la costa con el gran reino cristiano del norte gobernando por la dinastía salomónica. De estos pequeños reinos islámicos sobresalían entidades estatales bien organizadas como la mencionada Hadiya, Shoa, Awfat, Dawaro, Fetegar, BalI ·y Adal. A pesar de que las poderosas ciudades de la costa como Dahlak, Zayla, Berbera, Makdashaw  (Mogadiscio), Merka y Brava eran las más islamizadas, fueron estas comunidades del interior las que crearon un imperio musulmán en el cuerno oriental de África. Estos pequeños sultanatos del interior fueron conocidos como los siete reinos musulmanes de Abisinia, o los reinos del país de Zayla.[11][12]

A principios del siglo XIV, entre 1316 y 1337, la dinastía cristiana salomónica atacó los sultanatos musulmanes, entre ellos Hadiya y los sometió a su imperio, en esos momentos liderado por Amde Tsion (1314-1344). Tras su victoria, Tsion convirtió a Hadiya y demás comunidades en estados tributario del reino salomónico y sus gentes formaron parte de la reserva del ejército cristiano que siguió ampliando territorios y pudo controlar con esta campaña el comercio del golfo de Adén.[13][14]

La situación de pueblo o estado tributario del imperio salomónico se mantuvo hasta el siglo XVI. Los príncipes, reyes o sultanes de las comunidades musulmanas, incluida Hadiya, siguieron gobernando a través de sus descendientes, pero bajo nombramiento del imperio de la dinastía salomónica.[15]​Una red de puestos militares del imperio controlaba la situación con guerreros traídos de otras zonas del reino, que hablaban otros idiomas y pertenecían a otras etnias[16]​.

Además de pagar tributos y soportar la presencia colonial de militares, los hadiya debieron acceder a los pactos matrimoniales que el imperio gestionaba con familias poderosas de los sultanatos y miembros de su corte. La emperatriz Elena, de gran influencia en la corte etíope durante dos generaciones, era hija de un jefe hidiya.[17]

A lo largo del siglo XVI, el reino Hidiya se benefició de la paz del impuesta por el imperio, pero fue sufriendo un proceso de transformación que afectó el carácter monolítico islámico de sus sociedad. Varios grupos pasaron por influencia del imperio a cristianizarse, así como a adoptar la lengua y tradiciones oficiales.[18]

A partir de 1543 los pueblos musulmanes comienzan una revuelta que logra restablecer en parte su cultura y el dominio de sus territorio, incluida Hidiya, en perjuicio de un retroceso de las fuerzas cristianas.[19]

A finales del siglo XVI y principios del siglo XVII una parte del pueblo hidiya se integró a la sociedad de los oromo. Con ellos emigraron a la provincia de Wolega y con esta integración fueron poco a poco perdiendo su identidad étnica, asumiendo la de la cultura anfitriona.[20]​ El resto del pueblo hadiya trasladó su reino al noroeste,  a las orillas del río Bilate, al norte del lago Abbaya. [21][3]

A comienzos del siglo XXI la etnia hadiya se mantiene como una de las principales de Etiopía junto a los Oromo, Amhara, Tigray, Sidama, Somalíes, Afar, Gruafe, Gamo, Welaita y Argoba, dentro de una población estimada de 84.320.987 habitantes.[22]

La nación Hadiya está dividida aproximadamente en 16 subclanes. Cada uno de ellos mantiene una organización basada en un jefe de clan y un consejo de ancionos.Están organizados en clanes estructurados en grupos de edad. Los principales son el Marako, Sasago, Lemo, Soro y Badawacco.[3]

El censo nacional de Etiopía de 2007 informó que 1.269.382 personas (o el 1,5% de la población) se identificaron como Hadiya, de los cuales 150.087 eran habitantes urbanos. La Región de Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur es el hogar del 93,9% de esta población.[6]

El gobierno de Etiopía tiene una organización descentralizada, en la que las distintas regiones o provincias se subdividen tomando en cuenta las nacionalidades o etnias históricas. La autoridad local ha sido señalada en 2017 como responsable en varios delitos de corrupción, incluyendo el nepotismo, clientelismo político, malversación de fondos públicos, por parte de una comisión anti-corrupción de carácter nacional.[23]

En 2019 hubo enfrentamientos violentos entre miembros de la etnia sidama y hidiya por disputas territoriales en la zona. Los sidamas, etnia más numerosa, reclama un territorio propio.[24]

El área ocupada por el pueblo hadiyya y los grupos de ascendencia Hadiyya se extiende desde la parte superior de Gibe en el oeste hasta la curva de Wabi Šäbälle en el este. Transferido al mapa administrativo de Etiopía de la década de 1970, el área comprende el sur de Šäwa, todo el General Arsi y el norte de Bale. Con la actual administración territorial, cubre la Zona Hadiyya y partes de la Zona Gurage en el norte de la Región de Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNPRS) y algunas partes centro-sur de Oromia. La geografía de esta región se caracteriza por una división en una zona oriental y una occidental por el Valle del Rift de Etiopía, que es parte del gran Sistema del Rift de África Oriental. Las principales áreas habitadas por los Hadiyya, que han conservado su identidad étnica original, están situadas en el borde occidental del Valle del Rift; al este del eje sólo hay partes asimiladas por grupos étnicos que son conocidos con otros nombres. El Valle del Rift se extiende en dirección norte-noreste desde aproximadamente 6 ° de latitud norte como una estimación aproximada, y continúa a través de la depresión de Awaš hacia las tierras bajas de Afar en forma de embudo. Dentro de esta zona de ruptura masiva, que surgió en el período terciario medio, hay una diferencia de altitud de entre 1.250 m (lago Abbayya) y, en ocasiones, más de 2.000 m.[25]

A Tradicionalmente se dedicaron al cultivo de café  y el pastoreo de ganadería vacuna[3]​. A lo largo del siglo XXI la pobreza y la falta de servicios esenciales a convertido a los adhiya en uno de los pueblos que más ha emigrado en busca de mejor fortuna. Se destaca los desplazamientos a grandes ciudades y países vecinos. Las mujeres suelen emigrar para realizar trabajos domésticos y los hombres como mano de obra de la economía sumergida nacional o del país de destino. En todo caso, los informes hacen hincapié en la extrema juventud de los emigrantes, en su mayoría menores de 20 años.[26][27]

Históricamente los Hadiya pasaron de la etno-religión animista en sus orígenes, a integrar mayoritariamente la cultura islámica durante la época del sultanato y con la caída de este fue ganando espacio el cristianismo. En la actualidad el 89% de su población está integrada a alguna de las confesiones cristianas y un 10% practica la religión musulmana. [28]

Etnias de Etiopía



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