Radio Umbral

Radio Umbral fue una estación radial chilena que funcionó desde 1986 hasta enero de 1994 en el 95.3 MHz en Santiago, a fines de la dictadura militar chilena, siendo reemplazada por Radio Finísima. Su lema era En el rescate y defensa de nuestra identidad^[1]​ lo que le daba un sonido distinto a las tradicionales radios que existían en la época.

Pertenecía a la Corporación Metodista de Chile. Durante su existencia su director fue David Stevens y uno de sus sellos estaba en su programador y locutor ancla, Pedro Henríquez.^[2]​^[3]​

Transmitía en la frecuencia 95.3 que era repetida en un estribillo característico.^[4]​

En 1977 la Corporación Metodista de Chile obtiene una concesión en frecuencia modulada en señal XQB-14, 97.7 en la ciudad de Santiago, frecuencia que pertenecía a Radio La Verdad, cuya denominación se mantuvo hasta 1980. Posteriormente, el proyecto cambia a radio Génesis, con un tipo de programación variado. ^[5]​

Es en 1983, en el mismo dial, donde se inicia Radio Umbral, con una línea musical de estilo tropical, única hasta ese momento en la frecuencia modulada. Su locutor más recordado en ese período fue Edmundo Soto.

En 1986 Radio Umbral realiza canje de frecuencia con radio Viva, quedando ahora ubicada en su señal más recordada, 95.3. Es desde esta frecuencia que la radio cambia su línea musical y de contenidos a la música chilena y latinoamericana, la nueva trova cubana, la nueva canción chilena, música de raíz folklórica latinoamericana, entre otras. ^[6]​

El 30 de diciembre de 1993, se realiza el último día de transmisión de Radio Umbral, cerrándose el proyecto En el rescate y defensa de nuestra identidad. ^[7]​ A partir de 1994, la frecuencia se entrega en arriendo, donde inicia transmisiones Radio Finisima.

Finalmente en 2006, la ilusión de reflotar el proyecto Umbral se apaga, con la decisión de la Iglesia Metodista de vender la frecuencia 95.3. La venta se concreta en favor de la Sociedad Radiodifusora Amadeus (Grupo Bezanilla). ^[8]​

A pesar de diversas campañas de financiamiento realizadas por los leales a la radio^[10]​ la falta de auspiciadores terminaron haciendo colapsar este medio. En general todos los medios que dieron la lucha contra la dictadura de Augusto Pinochet terminaron clausurados por asfixia económica durante los gobiernos de la Concertación, como por ejemplo los diarios Fortín Mapocho y La Época.