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República Democrática Popular de Etiopía



La República Democrática Popular de Etiopía (RDPE) fue un Estado socialista establecido en Etiopía, luego del derrocamiento del emperador Haile Selassie en 1974. Formalmente la denominación República Democrática Popular de Etiopía se hace oficial a partir de 1987, cuando entra en vigor la nueva constitución política. El régimen, con anterioridad era conocido como Derg, comité o consejo en lengua Ge'ez, que era el nombre simplificado que recibía la Junta de Gobierno, oficialmente denominada Comité de Coordinación de las Fuerzas Armadas, la Policía y el Ejército Territorial de la Etiopía Socialista.[1]

El estado socialista de Etiopía llegó a su fin en mayo de 1991, al finalizar la Guerra Civil Etíope, cuando el presidente Mengistu abandonó el país, y las tropas del Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope entraron en Adís Abeba.

Dada la ausencia de una formación política de carácter nacional, se creó una comisión para la organización de un partido único, denominado Partido de los Trabajadores de Etiopía (PTE), el cual fue establecido en 1984 con Mengistu como Secretario General. Tres años más tarde, en 1987, fue aprobado en un plebiscito la primera Constitución de la república (la tercera en la historia de Etiopía) por el 81% de los sufragios.

En la Constitución se instituía oficialmente el nombre de República Democrática Popular de Etiopía, y se aprobaba el papel del PTE como "fuerza directiva de la sociedad". Establecía además, la convocatoria de elecciones al Shengo (Asamblea Nacional) las cuales se celebraron ese mismo año, cuyos candidatos no necesitaban ser miembros del PTE. Entre las obligaciones de esta Asamblea Nacional, estaba la de elegir al presidente de la nueva república, cargo que recayó en Mengistu.

El gobierno creó un instituto especializado con etnólogos, juristas, sociólogos y economistas para conocer y codificar los asentamientos o nomadismos, idiomas, símbolos, estructuras familiares, políticas, clánicas, los modos de producción y la historia de las ochenta y dos nacionalidades del país, compensando así la represión del antiguo Imperio Etíope. De estas minorías, surgieron algunos de los más radicales dirigentes revolucionarios. Siguiendo el modelo de nacionalidades aplicado por Lenin en la Unión Soviética, se crearon regiones autónomas y parlamentos regionales.[2]

Hacia fines de la década de 1980, en virtud de la glasnost y la perestroika de Mijaíl Gorbachov, la Unión Soviética aplicó reducción drástica de la ayuda de los países del bloque socialista. En consecuencia la ayuda militar prestada por la Unión Soviética y Cuba, y gracias a la cual el país había logrado la victoria en la guerra de Ogaden, desapareció. Además, esta ayuda militar no había sido suficiente para derrotar a las milicias eritreanas, con quienes combatía el gobierno desde 1983, cuando decidió iniciar una ofensiva para acabar con la guerrilla de Eritrea, presentes en el país desde 1969, y que controlaba la mayor parte de su territorio.

Con la evacuación de los soldados cubanos en 1988, y cortada la ayuda militar de la Unión Soviética en 1990, la posición de Mengistu al mando del país se debilitó. El ejército etíope perdió todo el territorio que había ganado en Eritrea a manos del Frente Popular de Liberación de Eritrea, que se apoderó de la ciudad de Afabet y destruyó tres divisiones enteras del ejército etíope. En 1990 los rebeldes eritreanos conquistaron el estratégico puerto de Massawa en el Mar Rojo.

Hacia finales de enero de 1991, una coalición de fuerzas rebeldes agrupadas en el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (FDRPE), inició la Operación Tewodros, la cual condujo a la captura de Gondar, la antigua capital imperial, así como de las ciudades de Bahir Dar y Dese.

Mientras tanto, el Frente Popular de Liberación de Eritrea había adquirido el control de todas las ciudades de Eritrea a excepción de Asmara y Assab en el sur. Las fuerzas leales a Mengistu se vieron virtualmente encerradas en Adís Abeba, asediadas por la coalición de fuerzas rebeldes. Ante este escenario, el gobierno de Mengistu fue finalmente derrocado por sus propios funcionarios el 21 de mayo de 1991.

Tras su derrota, Mengistu solicitó asilo en Zimbabue, donde reside hasta el día de hoy. Luego de la entrada en Adís Abeba, el 28 de mayo de 1991, el FDRPE inmediatamente disolvió el gobierno, deteniendo a casi todos sus prominentes funcionarios.

La tasa de desnutrición, pese a que el estado etíope era un neto exportador de productos agroalimentarios era alta, según los reportes de las naciones unidas sobre el estado de la niñez e infancia en Etiopía comunista, que según el informe del año 2007, aún son palpables los efectos del destino de las enormes exportaciones de granos a otros países, dejando al mercado interno desabastecido, y por ende; provocando hambrunas tan nefastas como la de 1984, que aún hoy día muestra sus secuelas, donde el más del 50% de la población actual (quien era el 15% de la población infante de dicha generación) muestra elevados estados de desnutrición y por consiguiente, de retardo en el crecimiento y desarrollo.[3]​ Cabe citar que, el número de habitantes aunque no ha decrecido, si sufrió grandes mermas por los desastres naturales (sequías) sus consecuencias (hambrunas), así como la participación en las diferentes guerras sostenidas con las naciones vecinas.[cita requerida] Aparte de las notables emigraciones al exterior.[cita requerida]




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