x
1

República de La Boca



República de La Boca es la denominación de varias asociaciones civiles culturales y recreativas que históricamente tuvieron como sede el barrio de La Boca de la ciudad de Buenos Aires.[1]​ Se conocían como micronaciones con un fin social y de entretenimiento. Al igual que otras similares, sus miembros (“ciudadanos”) utilizaban títulos rimbombantes y recibían “honores” ficticios. Tenían un “gobierno” que emulaba al de un verdadero Estado.[1]

La República Independiente de La Boca fue una organización casi legendaria de ciudadanos de origen italiano en el barrio porteño de La Boca.

Hay por lo menos tres versiones[cita requerida] sobre los orígenes de la República Independiente de La Boca.

De acuerdo a Ignacio Weiss en su libro “Gauchos, gesuiti, genovesi”,[cita requerida] en 1876 un grupo de vecinos de La Boca habría iniciado un movimiento separatista de carácter político-electoral para reclamar la autonomía administrativa del barrio (que entonces dependía municipalmente del Concejo Deliberante y electoralmente del Colegio de San Telmo). A este grupo se habría unido otra agrupación más drástica que se proponía convertir al barrio en República Independiente a fin de que los “ciudadanos” no se entrometieran en los asuntos boquenses.

Se dice[¿quién?] que Julio A. Roca se habría apersonado en el lugar y abortado el conflicto.[cita requerida] Dadas las fechas, es imposible que lo hiciera en condición de presidente, ya que ese cargo estaba a la sazón en manos de Nicolás Avellaneda; sí, en cambio, podría haberlo hecho como Ministro de Guerra de la Nación.

Por otra parte, Rubén Granara Insúa, en “La República de La Boca”,[cita requerida] cita una crónica publicada en 1904 en la revista porteña Caras y Caretas por el periodista Blas Vidal, quien atribuye el origen de esta República a “un comité de defensa del barrio”. Este comité habría quedado “desbaratado por la intervención de un grupo de italianos que quisieron torcer en otros sentidos los verdaderos motivos de la primera reunión, deseosos de que La Boca fuera una especie de sucursal de la Bella Italia en el Río de la Plata”.[cita requerida] Asimismo, Vidal no menciona a Julio A. Roca, sino al caudillo boquense Pepe Fernández como artífice de la solución del conflicto.

La Boca conquistó su propia jurisdicción y quedó legalmente separada de Barracas y de San Telmo en agosto de 1870, lo que también echa un manto de duda sobre las versiones anteriores.[cita requerida]

La versión más difundida[¿por quién?] habla de un conflicto laboral en 1882 que habría desembocado en una prolongada huelga y dado pie a que un grupo de extremistas genoveses declararan la República Independiente de La Boca y pusieran este movimiento separatista en conocimiento del Rey de Italia, Humberto I de Saboya.[cita requerida]

Tomando como modelo a la República de San Marino, habrían izado incluso su propia bandera, que superponía a la superficie albiceleste el escudo con la cruz blanca de la Casa de Saboya y estaba coronada por un gorro frigio, que posiblemente simbolizara el republicanismo del flamante “Estado”. Todo habría quedado en la nada cuando Roca, entonces presidente, habría acudido al lugar con el ejército, bajando la bandera izada por los separatistas.[cita requerida]

La declaración de una República Independiente de La Boca no figura en los diarios ni en los registros policiales de la época. Tampoco el gobierno italiano parece haber recibido ninguna comunicación oficial del grupo de fieles genoveses. Probablemente el imaginario haya magnificado uno de los habituales conflictos que surgían por ese entonces en el barrio.

Es cierto que fueron mayormente los inmigrantes italianos quienes poblaron la anegadiza región en la que desembocaban las aguas del Río Matanza-Riachuelo en el Río de la Plata. Entre 1830 y 1852 comenzó el establecimiento de familias genovesas, paralelamente a la construcción de astilleros navales y almacenes.[cita requerida]

La emigración italiana anterior a 1860 fue preponderantemente política. En general se trataba de simpatizantes de movimientos revolucionarios fracasados que huían en busca de protección y libertad. Fueron sobre todo ellos los que difundieron ideas liberales en La Boca. Las logias, las sociedades secretas, los carbonarios y el “garibaldismo” tuvieron asiento en La Boca.[cita requerida]

En 1907, parte de la elite boquense decidió fundar la República de La Boca. Era un grupo muy divertido y también muy crítico, conocido principalmente de 1904 a 1906 como “los contreras de Quintana”, que criticaba las actitudes del Presidente Manuel Quintana desde un periódico llamado "Quiquiriquí".[cita requerida] Fue durante su gobierno cuando más se reprimió a los obreros y por eso en La Boca ese apellido era sinónimo de represión y de todo lo desagradable.[cita requerida]

La I República de La Boca se constituyó el 13 de diciembre de 1907 y tuvo como presidente a Roberto T. Hosking.[cita requerida] Su escudo era una herradura (símbolo de buena suerte), en cuyo interior se veía una mano haciendo los cuernos (“contra la jettatura”).[cita requerida]

Las leyes promulgadas por este “gobierno” fueron curiosas. Había normas que exigían la aplicación de un impuesto a los solteros,u la expulsión de extranjeros procedentes de Barracas, Constitución o del Centro y el apoyo al movimiento feminista iniciado al otro lado de la “frontera”, en la Capital Federal. También regía la Ley del Canuto, que era una especie de caño hueco por donde soplaba el Presidente para hacer salir los decretos.[cita requerida]

Organizaban eventos festivos, como las reuniones en la Isla Maciel, un apéndice de La Boca. Esas reuniones tenían un aspecto musical y las partituras ejecutadas por los músicos y autores de la época eran todas de nombres curiosos. Estas fiestas se siguieron realizando a lo largo de varios años, hasta que todo quedó en el olvido. No se sabe si aquella I República de La Boca terminó voluntariamente o cayó en el olvido.[cita requerida]

En 1923 el pintor Benito Quinquela Martín decidió refundar la República de La Boca. José Víctor Molina fue elegido Presidente Dictador de esta II República de La Boca, en el que participaron entre otros boquenses ilustres como Juan de Dios Filiberto, Bartolomé Gustavino, el poeta Bartolomé Botto, los vecinos Amadeo Cichero y el joyero Rogelio Bianchi, todos investidos de rimbombantes títulos nobiliarios y engalanados con estrafalarios atuendos.[cita requerida]

Organizaron imponentes desfiles callejeros y grandes fiestas en las que participaba toda la gente de La Boca e incluso algunas figuras internacionales. En los primeros tiempos, el escenario era un famoso restaurante llamado “El Pescadito”, pero desde que en 1932 se inauguró el Rancho Banchero, las fiestas pasaron a celebrarse en el local dirigido por don Juan Banchero, quien pasó a ser integrante de la II República de La Boca como Emperador de la Fugazza.[cita requerida]

A su local, denominado “Casa de los Artistas”, concurría el mundo artístico de ese tiempo, que venía incluso de otros barrios para comer la célebre fugazza con queso y el fainá, ya que todavía no había aparecido la pizza originaria del sur de Italia.[cita requerida]

Tras el fallecimiento de Molina en 1960, lo sucedió como Presidente el escribano Victoriano Caffarena. Este gobierno decidió seguir adelante, pese al alejamiento de Benito Quinquela Martín, quien se separó y creó la “Orden del Tornillo”. Las reuniones continuaron con entusiasmo y dedicación pero, con el tiempo, todo fue palideciendo hasta quedar apagado un último grupo muy pequeño que se reunía de vez en cuando, tras el fallecimiento de Caffarena en 1972. Quedó como custodio de dicha República el destacado vecino don Federico Cichero.[cita requerida]

La III República de La Boca se fundó en julio de 1986 en el local del periódico “Versiones de La Boca”, dirigido por Roberto Álvarez.[cita requerida] El lanzamiento se hizo el 20 de septiembre de 1986 con todo el equipo de ministros, de gentili uomini y de cavalieri. Hubo un desfile con una banda de música que recorrió las calles en dirección al Rancho Banchero, que quedó chico ante la multitud que esperaba a la comitiva. Ante grandes personalidades como el historiador Enrique de Gandia y el profesor de la Universidad de Venecia, Meo Zilio, se entregaron las condecoraciones (medallas y cadenas de distintos colores según el rango) al cuerpo íntegro de la III República de La Boca, mientras que una orquesta típica ejecutaba el himno de La Boca, el célebre tango Caminito.

El principal objetivo de la III República de La Boca era conservar la memoria del barrio y crear el Museo Histórico de La Boca. El mismo se emplazó en el edificio del antiguo Nuevo Banco Italiano, que iba a ser demolido para construir una serie de edificios.[cita requerida]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre República de La Boca (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!