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Rodezno



Término municipal de Rodezno

Rodezno es un municipio de la comunidad autónoma de La Rioja (España) situado en la Rioja Alta y a tan sólo 7 km de Haro. Está situado en pleno Valle del Ebro.

El origen del nombre Rodezno es bastante ambiguo. Se barajan diversas teorías sobre su etimología. La primera podría ser la más clara y posiblemente la menos errada; un rodezno es la rueda hidráulica vertical de un molino de agua, como el que hay en el municipio (actualmente derruido, por desgracia del legado del pueblo) y posiblemente el nombre proviene de tal parte del molino, que proviene del latín roticĭnus.[cita requerida]

También cabe destacar el origen del nombre de la Virgen de Olartia, patrona de Rodezno. Olartia es un topónimo vasco que quiere decir ola artean = entre cabañas. Por ende, se puede deducir que el asentamiento de Rodezno estuvo principalmente compuesto por pastores, ya que el pastoreo ha sido una actividad de gran importancia en la zona hasta el pasado siglo.

El término municipal de Rodezno está situado en el valle bajo Oja-Tirón, en La Rioja Alta. Limita al norte con el término de Haro, al este con Briones y Ollauri, al suroeste con Bañares, al sureste con Hormilla y al oeste con San Torcuato, Cidamón y Zarratón.

Las pendientes son muy suaves, destacando así la existencia de una extensa meseta situada sobre cota de 560 m., alcanzando incluso cotas de hasta 600 m. de altitud, y que se extiende hacia el sur por Cidamón y San Torcuato. Además, se inserta en la unidad morfológica de los glacis de Valpierre, que han generado terrazas aluviales muy propicias para el cultivo de la vid.

El término lo atraviesa el arroyo de las Fuentes a través de la hondonada existente entre la villa y el alto de las Bodegas. En tiempos pasados, su cauce debió de ser mayor, reduciéndose hasta el actual. El norte del término lo cruza el río Zamaca (nombre de origen vasco, significa a gran cantidad o abundante , con lo cual este río también ha perdido volumen con el tiempo) y por el sur el canal de la margen izquierda del Najerilla.

También, el pueblo cuenta con varias fuentes, de las cuales, tres son reseñables. Por un lado, en la plaza de la Constitución recientemente se ha reconstruido la fuente de tres caños que existió hasta mediados de la década pasada y que fue derruida por temas agrícolas. Por otro lado, en la avenida de las Cuevas, junto al lavadero público, se encuentra la Fuente del Rey. Esta fuente es la principal por excelencia del pueblo, ya que es el lugar al que todos los habitantes del pueblo iban y van a recoger el agua que fuera menester. Además, el agua que mana llega del arroyo de las Fuentes. Finalmente, en la ermita de la Virgen de Olartia existe una fuente que su uso se limita al día de la romería y a meriendas allí hechas.

El pueblo tiene un clima continental determinado por la influencia mediterránea que penetra por el río Ebro y la atlántica que proviene de los ríos Oja y Najerilla, así como de la sierra del Toloño.

La primera referencia documental a la localidad la recoge Sandoval en Historia de San Millán y aparece en un texto sobre la donación que en 1087 hiciera Doña Goto, por el alma de su marido Álvaro Díaz, consistente en el Monasterio de Santa María de Rodezno al Monasterio de San Millán.[3]

En 1182, Gonzalo Fernández, vecino de Castañares de Rioja, dio un solar a Santo Domingo de la Calzada en la villa de Rodezno.[3]

En 1293, Sancho IV otorgó privilegio real a favor de varios concejos castellanos, entre los que figura el de Briones, que comprendía las aldeas de Ollauri, Gimileo y Rodezno. En el siglo XIV, Briones y sus lugares, aldeas y términos, entre los que se encontraba Rodezno, pertenecieron a Sancho, hermano de Enrique de Trastámara.[4]

Las luchas internas entre los hermanos Enrique II de Trastámara y Pedro I el Cruel derivaron en cambios en la titularidad de la villa de Briones y sus aldeas. Pedro I fue asesinado en 1369 por su hermano Enrique II, que confirmó en ese año los fueros de Briones y sus aldeas.[cita requerida]

En lo espiritual Rodezno estaba unido a Briones, formando su cabildo beneficial unido a la iglesia de esta localidad, de donde ejercían funciones religiosas los mismos clérigos.[3]

Los derechos sobre el Señorío de Briones, después de haber pasado por numerosas vicisitudes, terminaron en 1459 en manos de los Duques de Osuna, herederos de Pedro Girón, que disfrutaron de ellos hasta 1837.[4]

El pueblo estaba dentro de la Junta de Valpierre con otros 43 pueblos.[5]

Con la entrada de los Borbones en España con Felipe V, el término de Rodezno (junto con Ollauri y Gimileo) logró su independencia de Briones, consiguiendo ayuntamiento propio y un término municipal en 1713.

En 1790 Rodezno fue uno de los municipios fundadores de la Real Sociedad Económica de La Rioja, la cual era una de las sociedades de amigos del país creadas en el siglo XVIII conforme a los ideales de la ilustración.[6]

Pascual Madoz en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar publicado entre 1846 y 1850, menciona que en aquel año la localidad tenía 80 casas, poniendo de relieve la existencia de un edificio de los señores de Tejada, llamado Torre de Santa Cruz, que fue reedificado en 1666 y en cuyas inmediaciones existen vestigios de fortalezas y fosos. También menciona que tenía una escuela de primeras letras a la que acudían unos 30 niños de ambos sexos. También el pueblo tenía tres fuentes. Producía en aquella época cereales, vino, legumbres y verduras, tenía ganado lanar y un molino harinero.[5]

Según indica Ángel Casimiro de Govantes en su Diccionario Geográfico-Histórico de La Rioja del año 1846, en Rodezno se han encontrado ollas de barro y monedas romanas.[3]

En cuanto a su población, según Ángel Casimiro Govantes en el diccionario de La Rioja de 1846 antes mencionado, en el siglo XVI tenía 51 vecinos y 255 almas y en el siglo XIX tenía 66 vecinos y 294 almas.[3]​ Según Pascual Madoz en su mencionado diccionario de España elaborado entre 1846 y 1850 la localidad tenía entonces 66 vecinos y 288 almas.[5]

El municipio, que tiene una superficie de 14,3 km²,[7]​ cuenta según el padrón municipal para 2017 del INE con 249 habitantes y una densidad de 17,41 hab./km².

     Población de derecho según los censos de población del INE.[8]      Población según el padrón municipal de 2017.[9]

Su economía se sustenta en la agricultura del cereal, remolacha y vid, que en esta zona riojana tiene gran importancia y tradición. El vino de Rioja, famoso en el mundo entero, es aquí el motor del pueblo, que cuenta con un barrio excavado en la roca caliza de más de 100 bodegas con sus respectivos calaos, cuevas con muchos años de historia (se especula que llevan allí desde antes del siglo XV). Además suele ser lugar de reunión en los merenderos o bodegas con todas las herramientas para hacer vino, con lagos, cubas, etc.

La deuda viva municipal por habitante en 2014 ascendía a 219,42 €.[10]

Construida de sillería, está formada por una nave de tres tramos, cabecera cuadrangular cubierta, último tramo por crucerías estrelladas con combados rectos y el central con terceletes sobre arcos apuntados y ménsulas.

En sus orígenes, iglesia de tres tramos del primer tercio del siglo XVI. Buena parte del abovedado, coro alto y sacristía son obra de Diego de las Landeras, realizados entre 1579-1589, terminados por Francisco de Solano en 1590. El cuerpo alto de la torre debe ser del segundo tercio del siglo XVI, siendo su coronamiento de hacia 1920. Las capillas y segunda sacristía son de hacia 1700. [12]

Tiene un característico tejadillo verde encima de la torre, que no es el original, puesto que el anterior, según dicen las malas lenguas, recibió el impacto de un rayo, lo que provocó que se torciera y de ahí viene el gentilicio que reciben los habitantes de la localidad: los torcidos. Esto tuvo como consecuencia el cambio en 1961 a la actual, coronado por un Sagrado Corazón, obra de Joaquín Lucarini. Además, conserva un buen retablo mayor del renacimiento (siglo XVII) construido por Hernando de Murillas.

No se sabe cuando se construyó por primera vez pero se sabe que fue derribada por su mal estado y fue reconstruida con piedra de sillería a principios del siglo XIX, tras la Guerra de Independencia. Aparte de tener un hermoso pórtico, en sus praderas se encuentran sepulcros altomedievales, lo que nos indica que en otro tiempo, existiera en sus inmediaciones un despoblado. En 1975, fue testigo del robo de la talla medieval de la Virgen de Olartia y de más objetos, con un valor histórico enorme.[12]

Es uno de los barrios de bodegas más singulares y bonitos de toda la Rioja. Está situado en el Cerro de la Encina y alberga unas 100 bodegas tradicionales. La mayoría datan del siglo XV y hay constancia de que muchas ya estaban antes allí. Los calaos están excavados en roca madre que mantienen la temperatura y humedad constantes para conseguir un ambiente ideal para criar el vino. También cuentan con tuferas, lagos de rocatinas de madera, prensas, botelleros, garrafones y merenderos. [13]​ Hasta hace pocos años se celebraba el Día de los Calados, día de carácter festivo en el que se abrían las bodegas para enseñarlas y recorrerlas.

Construcción del siglo XVIII o antes, de sillería, planta cuadrangular y dos plantas de altura. Tiene una fachada con portada adintelada, moldadura y balcón. También cuenta con una bodega subterránea del año 1609. Se especula que es el emplazamiento de la antigua y desaparecida Casa y Torrefuerte de Santa Cruz de Rodezno, pero no hay ningún descubrimiento que lo confirme.

Rodezno cuenta con uno de los guardaviñas más destacados de toda La Rioja, el cual data de 1899. Los guardaviñas son edificaciones pequeñas, redondas y de una sola planta, que utilizaban y siguen utilizando los agricultores de la vid para descansar o refugiarse en caso de tiempo adverso, ya que, antes no era fácil ni rápido volver a casa desde las fincas. Aparte del mencionado, existen más guardaviñas en la localidad, si bien no tan reseñables.

Situada en el barrio de Cuzcurritilla, en lo alto de una pequeña loma, se encuentra este edificio de piedra de sillería del siglo XVI. Está totalmente abandonada, vacía y en desuso. Durante el tiempo que Cuzcurritilla perteneció a la villa de Haro, cada 12 de noviembre (festividad de San Martín) la población de Haro iba en romería a dicha iglesia.

Situado en el barrio de Cuzcurritilla, se supone que fue el monasterio que dio lugar a este núcleo urbano en torno al mismo. Se conoce que perteneció a los Monjes Gerónimos de San Miguel del Monte y que este suntuoso edificio contaba con todas las comodidades de una casa de labranza, que era para los monjes, además de una fuente y bodega. El edificio se encuentra en perfecto estado, debido a una reciente reforma.



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