x
1

Sahel



El Sahel o Sáhel (pronunciado con "h" gutural, normalmente «Sajel», de modo similar a «Sajara» para Sahara) es la zona ecoclimática y biogeográfica de transición entre el desierto del Sáhara al norte y la sabana sudanesa al sur. Se extiende a través del norte del continente africano, entre el océano Atlántico y el mar Rojo. El término en árabe sāḥil (ساحل) significa, literalmente, «borde, costa», que describe la aparición de la vegetación del Sahel como una línea costera que delimita el mar de arena del Sáhara.

El Sahel cubre el territorio (yendo de oeste a este) del norte de Senegal, el sur de Mauritania, Malí, el norte de Burkina Faso, el extremo sur de Argelia, Níger, norte de Nigeria, franja central de Chad y de Sudán, Eritrea y parte norte de Etiopía. Está delimitado en el norte por el Sáhara y en el sur por la menos árida sabana.

El Sahel cubre una distancia de 5400 km desde el Océano Atlántico en el oeste hasta el Mar Rojo en el este, a través de un cinturón que varía entre varios cientos y mil kilómetros de ancho, cubriendo un área de 3 053 200 km². Es una ecorregión de transición de tierras de pasto semiáridas, sabanas, estepas y zonas de matorral espinoso que se encuentra entre la boscosa sabana sudanesa hacia el sur y el desierto del Sahara en el norte.[1]​ La topografía del Sahel es principalmente llana, y la región se encuentra principalmente en un rango de entre 200 y 400 metros de altitud. Existen multitud de mesetas aisladas y zonas montañosas, si bien suelen designarse como ecorregiones separadas dado que su flora y fauna son distintas de las tierras bajas circundantes.

Las precipitaciones anuales varían entre 200 mm en el norte del Sahel hasta alrededor de 700 mm en el sur.[1]​ A través de la historia de África, la región ha acogido algunos de los reinos más avanzados, quienes se beneficiaron del comercio que recorría el desierto. Colectivamente, estos estados fueron conocidos como reinos sahelianos (véase la sección Historia más adelante).

El Sahel se encuentra cubierto principalmente por tierras de pasto y sabanas, con áreas boscosas y de matorral. La hierba y el pasto se distribuyen uniformemente a través de la zona, dominada por especies de pasto anuales como Cenchrus biflorus, Schoenefeldia gracilis y Aristida stipoides. En cuanto a los árboles, las especies dominantes son diferentes tipos de acacia, siendo la Acacia tortilis la más común junto a la Acacia senegal y la Acacia laeta. Otras especies de árbol incluyen Commiphora africana, Balanites aegyptiaca, Faidherbia albida y Boscia senegalensis. En la parte norte del Sahel, diferentes tipos de matorral de desierto, como el Panicum turgidum y la Aristida sieberana, se alternan con las tierras de pasto y la sabana. Durante la larga estación seca, muchos árboles pierden sus hojas, y los pastos mueren.

El Sahel fue en el pasado hogar de multitud de poblaciones de mamíferos de pastoreo, incluyendo el Oryx dammah, la Nanger dama (gacela dama), Gazella dorcas (gacela dorcas) y la Eudorcas rufifrons (gacela de frente roja), así como el bubalo (Alcelaphus busephalus buselaphus), junto con grandes predadores como el Lycaon pictus, el guepardo (Acinonyx jubatus) y el león. Las especies más grandes han visto su número enormemente reducido por la caza excesiva y la lucha por el alimento, y varias especies son ahora vulnerables (la gacela dorcas y la gacela rufifrons), amenazadas (la gacela dama, el Lycaon pictus, el guepardo, el león), o extintas (el oryx dammah está posiblemente extinto en estado silvestre y el bubalo se ha extinguido). Las zonas húmedas estacionales del Sahel dan cobijo a aves migratorias que se desplazan en el continente africano y en los corredores aéreos de aves africano europeos.[1]

Su clima es tórrido y se caracteriza por la escasez de lluvias y dos estaciones marcadas: una larga, seca e invernal, y otra lluviosa, entre julio y septiembre, corta y estival. Destaca su abundante fauna, aunque dispersa por la acción antrópica, con la presencia de grandes ungulados, bóvidos y felinos.

Climáticamente, el Sahel es la franja limitada al norte por la isoyeta media de 100-150 mm de lluvia anual, y al sur por la isoyeta de 500-600 mm. A lo largo del siglo XX se ha podido observar un desplazamiento de ambas líneas hacia el sur:

Sin embargo, desde 1982 las lluvias han aumentado, y en algunos lugares, también la vegetación.

Los primeros ejemplos de domesticación de plantas para uso agrícola en África tuvieron lugar en la región del Sahel hacia el año 5000 a. C., cuando el sorgo y el arroz africano comenzaron a cultivarse [cita requerida]. Hacia esta época, y en la misma región, la gallina de Guinea fue domesticada.

Hacia el 4000 a. C. el clima del Sáhara y del Sahel comenzó a hacerse más seco a una velocidad cada vez más rápida. Este cambio climático provocó una significativa disminución del nivel de lagos y ríos, provocando una progresiva desertificación. Esto, a su vez, disminuyó la cantidad de tierra capaz de acoger asentamientos y contribuyó a la migración de poblaciones campesinas hacia zonas más húmedas de África Occidental.[3]

Los reinos sahelianos fueron una serie de monarquías ubicadas en el Sahel, entre el siglo IX y el siglo XVIII. Su riqueza provenía del control de las rutas del comercio transahariano a través del desierto, en especial del comercio árabe de esclavos. Su poder se basaba en la tenencia de animales de carga, como los camellos o los caballos, que eran suficientemente rápidos como para mantener un gran imperio bajo control y al mismo tiempo eran útiles en la batalla. Todos estos reinados e imperios funcionaban de modo muy descentralizado, teniendo sus ciudades un importante nivel de autonomía.

Los primeros reinos sahelianos surgieron a partir del año 750 EC en torno a importantes ciudades comerciales a lo largo de la región del río Níger, como Tombuctú, Gao y Djenné. Los estados sahelianos encontraron su límite en las zonas boscosas del sur, donde los ashanti y los yoruba se defendían bien, y las cabalgaduras de los guerreros sahelianos eran inútiles al no poder sobrevivir al calor y las enfermedades de la región.

El Sahel occidental cayó bajo el dominio francés hacia finales del siglo XIX, formando parte así del África Occidental Francesa. Chad se sumó en 1900 como parte del África Ecuatorial Francesa. Los territorios franceses se descolonizaron en 1960. El Sahel oriental, que comprendería la parte conocida actualmente como Sudán, no cayó bajo el dominio de las potencias europeas, pero fue anexionado por Mehmet Alí en 1820. Cayó bajo administración británica como parte del Sultanato de Egipto en 1914.

El Sahel sudanés formó parte del Sudán independiente en 1956, entrando en un largo período de inestabilidad y guerra, siendo su ejemplo más reciente el Conflicto de Darfur. La zona del extremo oriental del Sahel cayó bajo control italiano como parte de la Eritrea italiana en 1890. Eritrea fue anexionada por Haile Selassie de Etiopía en 1962, logrando la independencia en 1993 tras una larga guerra de independencia.

En 1915 tuvo lugar una importante sequía en el Sahel, causada por precipitaciones anuales muy por debajo de la media anual, la cual provocó una hambruna a gran escala. Durante los años sesenta se produjeron importantes incrementos en las precipitaciones en la región, lo que hizo las zonas del norte de la región más accesibles. Se produjo un empujón, apoyado por los gobiernos, para que la gente se desplazara hacia el norte. Cuando comenzó el largo período de sequías entre los años 1968 y 1974, el pastoreo pronto se volvió insostenible, y el terreno quedó pronto denudado. Como durante la sequía de 1914, esto condujo a una hambruna a gran escala, pero en esta ocasión se vio de alguna manera aliviada por la llegada de ayuda externa. Esta catástrofe dio lugar a la fundación del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.

Entre junio y agosto de 2010, la hambruna volvió a golpear el Sahel.[4]​ Las cosechas en Níger no lograron madurar durante la época seca, teniendo lugar la hambruna.[5]​ En Chad, la temperatura alcanzó los 47,6 °C el 22 de junio en Faya-Largeau, rompiendo un récord fijado en 1961 en la misma localidad. Níger alcanzó su máxima temperatura en 1998, también un 22 de junio, llegando a 47.1 °C en Bilma.[6]

La sobreagricultura, el sobrepastoreo y la sobrepoblación de tierras marginales, así como la erosión del suelo, han provocado una profunda desertificación de la región.[7][8]​ Además, con una frecuencia significativa ocurren importantes tormentas de arena. Durante noviembre de 2004, una serie de tormentas de arena golpeó el Chad, originando la Depresión de Bodélé.[9]​ Se trata de un área donde ocurren con frecuencia tormentas de arena, con una media de 100 días al año.

El 25 de agosto de 2008, importantes tormentas de arena asolaron las planicies de Somalia y el noreste de la afectada por la sequía Kenia.[10]​ El 23 de marzo de 2010, una gran tormenta de arena golpeó Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea Bissau, Guinea y las zonas interiores de Sierra Leona. Otro episodio posterior golpeó Argelia, el interior de Mauritania, Malí y el norte de Costa de Marfil.[11]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Sahel (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!