El Salmo 130 (129 en la numeración septuaginta), es también llamado De Profundis (en español "desde el abismo"), un salmo de autor desconocido. Se trata de un salmo penitencial que suele emplearse principalmente en la liturgia de difuntos y en la Cuaresma.
De profundis clamavi ad te, Domine;
Domine exaudi vocem meam.
Fiant aures tuae intendentes
in vocem deprecationis meae.
Si iniquitates observaveris,Domine,
Domine, quis sustinebit?
Quia apud te propitiatio est,
et propter legem tuam, sustinui te, Domine.
Sustinuit anima mea in verbo eius;
speravit anima mea in Domino.
A custodia matutina usque ad noctem,
speret Israel in Domino.
Quia apud Dominum misericordia
et copiosa apud eum redemptio.
Et ipse redimet Israel
ex omnibus iniquitatibus eius.
Desde lo más profundo te llamo a ti, Señor:
¡Señor, escucha mi voz!
¡Que tus oídos atiendan
la voz de mis súplicas!
Si las culpas consideras, Señor,
¿Señor, quién resistirá?
Porque hay gracia en ti,
y por tu ley,
te busco, Señor.
Mi alma aguarda en su palabra;
Espera mi alma en el Señor.
Más que los centinelas la aurora
aguarda Israel al Señor.
Porque en el Señor hay misericordia,
y en Él habita la total redención,
Él redimirá a Israel
de todas sus culpas.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Salmo 130 (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)