Santa Marta de los Barros es un municipio español, perteneciente a la provincia de Badajoz (comunidad autónoma de Extremadura). Tiene una población de 4204 habitantes y una superficie de 119,7 km². Santa Marta tiene un medio ambiente de calidad, al no poseer industrias contaminantes.
Pertenece a la comarca de Tierra de Barros y al Partido judicial de Almendralejo. Goza de una situación geográfica privilegiada ya que los núcleos provinciales más importantes se hallan a escasa distancia (Badajoz 45 km, Mérida 55 km, Almendralejo 25 km, Zafra 30 km, etc.) viéndose además favorecida por estar comunicada por la N-432 Badajoz - Córdoba - Granada y por tener acceso a las autovías A-66 y A-5 en no más de 25 minutos.
Se localiza entre los 38º 36’ de latitud y los 6º 37’ de longitud. Hoja del M.T.N. nº 828.
El término municipal de Santa Marta ocupa 119,12 km², lo que es igual a 11 912 hectáreas, y también podemos convertirlo a las 18 612,5 de las antiguas fanegas. Tiene un perímetro de 45 km, y limita con La Parra, La Morera, Villalba de los Barros, Corte de Peleas y Nogales. Los lugareños describen el perímetro de la siguiente forma: <<Arranca en el Cortijo del Palomar, sigue por la divisoria de aguas de la Calera, el Paredón, el Risco, circunda la Dehesilla, el Boo, los Giles, continúa hasta el km 2 de la carretera de la Corte a Villalba, hasta el Espartal, retoma hacia el Sur, atraviesa el km 36 de la N-432, pasando por la Cubana y hasta el Cortijo del Palomar>>. El término es llano, con leve pendiente en el sentido norte y con una altitud respecto al nivel del mar de 332 metros en la parte alta del pueblo y los 273 metros en la parte baja. El punto más alto santamartense está en el pico de Valdelagrana, con 511 metros. Otros puntos cercanos son Moncarche, con 548 m (perteneciente a La Morera), y también el Valdihuelo con 549 y la Madroñera con 667 metros, ambos en el término de La Parra.
El sistema fluvial de Santa Marta no es muy extenso, pero hay varios arroyos que circulan por el término santamartense:
Todos los arroyos se unen con otros en su final como independientes. El Arroyo de la Garandina procede del término de Villalba de los Barros. Todo el sistema fluvial de Santa Marta tiene un recorrido total de 53 km sin contar arroyos menores.
Los arroyos constituyeron en antaño sistemas muy abundantes en peces, como el barbo y el bordalo, y también pequeños cangrejos y ranas. También eran ricos en flora, ya que contaban con berros, adelfas, juncos y cañas (no es lo mismo). Antiguamente y también actualmente, Santa Marta cuenta con dos manantiales bien conocidos por la población: El Pilar del Valdihuelo y El Venero.
El clima es de tipo mediterráneo subtropical. Situado en una de las zonas de la región con menos registros pluviométricos. La temperatura media anual es de 16,4 °C. Los inviernos son suaves, con una media, estacional, de 8,6 °C, alcanzando las mínimas absolutas valores de -3 °C. El verano es riguroso, de tipo continental, y aunque su media sea de 24,4 °C, en julio y agosto pueden producirse episodios extremos de hasta 44 °C.
Respecto a las lluvias, el pueblo se ubica en la zona de más baja pluviosidad de la provincia. La precipitación media anual es de 468 mm. El número de jornadas que llueve al año es aproximadamente de 85.
Volviendo a tiempos anteriores, el 27 de julio de 1953, una gran tormenta arrasó el término municipal: melonares, viñedos y olivares destrozados; los postes de tendido eléctrico y de telégrafos derribados; la mayor parte de arroyos desbordados y casas inundadas.
La formación vegetal autóctona es del tipo durilignosa con un bosque esclerófilo mediterráneo representado por la encina, junto a otras especies que componen el matorral como la jara, aulaga, cantueso, etc.
Varios estudios sitúan diversos asentamientos romanos y más tarde árabes. En la Dehesa “Las Tiendas” situada en sus proximidades fue descubierta en 1925 una villa romana, denominada "La Atalaya", de la que se extrajo un mosaico de notable factura. Fue descubierto por el erudito don Virgilio Viniegra Vera, quien llegó a realizar unas pequeñas excavaciones en el curso de las cuales exhumó un importante pavimento musivo con la representación de Orfeo entre los animales. Con posterioridad al hallazgo, y a pesar de las precauciones tomadas por Viniegra y de ser declarada la villa como Monumento Nacional, al quedar el lugar huérfano de toda protección, el pavimento fue deteriorándose hasta que su estado motivó el arranque de sus restos y su traslado al Museo Arqueológico Provincial de Badajoz.
También existen datos de vestigios árabes existentes en el siglo XVII en el paraje denominado Argamasa.
El antecedente más cercano a la actual población de Santa Marta lo hallamos en una antigua aldea medieval, denominada “La Pontecilla”, que según todos los indicios debió surgir a finales del siglo XIII o principios del siglo XIV. Por estas fechas tenemos constancia de su existencia a través de documentación escrita, gracias a la que hemos podido saber que el Rey Don Sancho IV había donado unas tierras, en El Cincho y en la Pontecilla, a Sancho Martínez.
Abundantes documentos posteriores nos dan una idea bastante clara del lugar en el que debió estar enclavada la aldea de La Pontecilla: entre Valhondo y las antiguas dehesas de La Lancha y de Martín Gil (topónimos que se conservan en la actualidad), probablemente en el paraje que, quizás por esa razón, llega a nosotros con el nombre de El Asiento, muy cerca de la actual Santa Marta de los Barros.
La mayor parte de las veces en que se menciona La Pontecilla en las fuentes de las que disponemos es para hacer referencia a compras y ventas de tierras en torno a la aldea por parte de los señores de la época. De entre todos ellos los más importantes fueron los señores de Feria, que hacen su aparición en la zona a finales del siglo XIV, pero será en el siglo XV cuando concreten el pleno dominio que caracterizará los siglos posteriores.
A fines del siglo XIII se produce la despoblación de la aldea, aunque pervive en el recuerdo durante algunos siglos más, para posteriormente desaparecer casi sin dejar rastro.
Es muy probable que en este asentamiento esté el origen de la actual Santa Marta de los Barros. De hecho un informe de 1783 dice que la villa de Santa Marta se fundó sobre un solar de la antigua Pontecilla y que debe su nombre a la patrona de la iglesia del pueblo, indicando que se desconocía la fecha de poblamiento, pero que debió ser hacia 1430. La primera mención de Santa Marta se recoge en la Carta-puebla (1481) en la que Gomes Suárez II dicta una serie de disposiciones para favorecer la repoblación de la zona.
Aunque sigue siendo un enigma la fecha exacta de su fundación, el hecho de su mención escrita en 1481 permite pensar que ésta tendría lugar aproximadamente, medio siglo antes. Santa Marta debió surgir espontáneamente, para aliviar a los campesinos encargados del descuaje y cultivo de esas tierras, de largos y penosos desplazamientos.
En julio de 1646 la población resultó destruida por los portugueses, siendo reconstruida posteriormente mediante calles de trazado regular, amplias y rectas, y plazas despejadas. En el siglo XVIII aún se consigna en las corografías locales la memoria de un despoblado inmediato conocido como los Cotos.
A mediados del XIX se le anejó la vecina aldea de Corte de Peleas, que durante un breve periodo se mantuvo bajo su dependencia, hasta que poco más tarde este núcleo volvió a recuperar su autonomía. Por otra parte, Santa Marta, perteneció como lugar de Señorío con categoría de villa, a la jurisdicción del duque de Feria, en su condición de marqués de Villalba
Incluida en el término de Villalba, sabemos que Santa Marta dependía de las autoridades y justicia de esta población, al menos hasta mediados del Siglo XVI, y que a finales del mismo siglo contaba con un total de 317 vecinos, de los que 307 eran pecheros, 4 hidalgos y los seis restantes eran clérigos.
En el siglo XVI la población contaba con un hospital de pobres, posteriormente desaparecido. En la misma época aparece mencionada la Ermita de los Santos Mártires, única que las referencias históricas consignan en el enclave. En ella se veneraba desde la antigüedad una imagen de Ntra. Sra. de Gracia que hoy es la que da nombre a la fundación. El edificio, antes extramuros, ocupando uno de los extremos del pueblo, aparece en el presente embutido ya entre el caserío. se trata de una sencilla realización de sabor marcadamente popular, encalada de blanco, ante la que, hasta fecha reciente, se localizó el emblemático tranvía distintivo de la población, hoy colocado en otro emplazamiento no lejano.
A la caída del antiguo régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de Almendralejo. En el censo de 1842 contaba con 396 hogares y 1390 vecinos.
La población de Santa Marta de los Barros ha mantenido un crecimiento irregular, con constantes oscilaciones, hasta mediados del siglo XX que es cuando alcanza su techo demográfico. A partir de 1950 la emigración ha azotado este municipio llevándolo a perder, hasta 1981, casi la tercera parte de los efectivos demográficos con los que contaba. La población no está envejecida (13,4 % son ancianos).
Por Santa Marta pasan numerosos caminos, carreteras y una cañada real. Son los siguientes:
Nota: en total hay más de 53 km de caminos por todo el término sin contar otros caminos secundarios y principales. Los caminos citados son los más transitados.
El Cordel es la única vía pecuaria que atraviesa Santa Marta. Su tramo es de 15 km y su anchura de 37 metros y medio en todo el trazado. El Cordel es la Cañada Real de Madrid a Lisboa o Santa Justa. Esta vía no es de nadie, lo que significa que no tiene dueño. En su tiempo fue una vía muy importante para Santa Marta, porque mucha gente vivía del campo y en éste no como hoy. Llegaron a haber más de 130 casas distribuidas por el campo, de las que hoy están en un 75 % reducidas a escombros. Posiblemente el cortijo más popular seguramente fue el de "La Cubana", que se mantuvo en pie hasta 2013.
El sector agrario predomina la actividad económica, acogiendo el 45,1 % de la población activa, seguido por los servicios con el 39,9 %. La mayor parte de su superficie está cultivada por viñedos y olivar.
Santa Marta está situada en pleno corazón de Tierra de Barros, una comarca rica que se sitúa como la principal productora de vinos y alcoholes derivados de Extremadura —su denominación de origen es Ribera del Guadiana—. La economía local está, por tanto, basada en la agricultura, aunque en la última década el sector servicios ha experimentado un crecimiento espectacular.
Como población eminentemente agrícola ha sabido cuidar sus campos y sobre todo la calidad de sus caldos. Muestra de ello es la gama de vinos embotellados por la Cooperativa Santa Marta Virgen que agrupa a 690 socios —el 80 % de la población agrícola— y cuyos productos han obtenido numerosos premios. Pero también existen pequeños productores que hacen de la elaboración vinícola todo un arte.
De las 11 000 hectáreas que componen el término, unas 10 700 están destinadas a explotación agrícola. De éstas, 4000 son plantaciones de viñedos, 3000 de olivar, 2000 de cereales y 1700 de pastos.
La producción de sus tierras está representada de la siguiente forma:
El riego por goteo ha transformado buena parte de las plantaciones, llegando en algunos casos a duplicar la producción.
El escudo de Santa Marta de los Barros es una representación emblemática que incorpora y simboliza aquellos extremos con que una vieja Corporación Municipal perfilaba la identidad del pueblo. De contorno clásico, rematado por corona, está dividido en cuatro cuarteles y escusón central.
Las cinco hojas de higuera, en oro, del escusón central, son armas de los Suárez de Figueroa, señores del Estado y Señorío de Feria, y se incluyen porque Santa Marta es población que surgió en el territorio jurisdiccional de esta familia (Duques de Feria y Marqueses de Villalba), de quienes recibió el lugar las primeras normas de gobierno. Son varios los textos históricos en los que se afirma que antes de constituirse el Mayorazgo y Señorío de Feria en 1394, por don Gómez Suárez de Figueroa, hijo del prepotente Maestre de Santiago, don Lorenzo Suárez de Figueroa, no existía en estos parajes entidad urbana independiente con este nombre de Santa Marta, si bien 87 años después, ya aparece citada como aldea.
La espiga de trigo, representa la ocupación tradicional y antiguamente la más generalizada de los vecinos del pueblo, quienes con su tesonero laborar hacen fructífero y modélico el cultivo cerealista, hasta el punto de que se originaba en sus tierras paniegas un tipo de trigo con denominación de origen, al que se conocía como trigo fino de Santa Marta, alcanzando en el mercado la mayor cotización y sus muestras preciados galardones en certámenes nacionales y extranjeros. Así, el agricultor Francisco Cansado y Rodríguez obtuvo con una muestra de trigo fino de Santa Marta, medalla de plata en la Exposición Universal de París y el expositor D. Pedro Thomas García, de Montijo, consiguió medalla de oro, con otra muestra del mismo trigo, en la Exposición Regional Extremeña de 1892.
Reflejando el hondo abolengo de Santa Marta en cuanto a cultivo y producción se refiere, encontramos contratos de transporte hechos entre diversos consignatarios y carreteros de Navarredonda (Ávila), realizados ante escribano público en Badajoz en 1604, en 1609, en 1630, también se conoce el envío a Alcaçar do Sal, o a “el arrabal de Triana”, en Sevilla, de importantes partidas de trigo, desde la “silera de la Matilla, cercana al lugar de Santa Marta, del ducado de Feria”, paraje hoy conocido por la multitud de silos que aparecen socavados en el terreno, y cuya casa matriz, de recios muros, aún perdura como testigo resistiendo los embates del tiempo.
El racimo de uvas, representa, como la espiga, el trabajo, también antiguo y habitual de sus labriegos, quizás porque ya los señores del Estado de Feria, “exigieron a los pobladores de estos lugares como condición indispensable para otorgarles tierra el compromiso de plantar un mínimo de una aranzada de viña”, estimulándoles por tanto a su implantación; todavía uno de los parajes de los alrededores, frecuentemente citado en antiguas escrituras, recibe el nombre de “Viñas Viejas”. Hoy es gala y timbre de honor de Santa Marta, la próspera Cooperativa y Caja Rural “Santa Marta Virgen”, cuyos caldos, conocidos y estimados en lejanas regiones españolas, hablan del espíritu emprendedor de sus asociados, quienes, modestos labradores, al aceite, al pan y al vino dedican sus afanes.
El dragón y el acetre, se inscriben respectivamente en los cuarteles inferiores, como símbolo o representación de Santa Marta Virgen, patrona de la villa. Así, en el retablo del altar mayor de la iglesia parroquial, obra de Agustín Núñez Barrero, maestro tallista da la ciudad de Jerez de los Caballeros, hecho en los años 1762-64, figuran sendos motivos simbólicos.
La localidad cuenta con los siguientes servicios:
La Plaza de las Palmeras, La Perrunilla o La Plaza de Abajo, es el centro de Santa Marta. Ha sufrido al menos 3 remodelaciones completas. En un principio era un solar con un pozo en el medio y grandes eucaliptos. En 1950 se le hizo una reforma a fondo, siendo subido el suelo, cubierto de adoquines (al igual que las calles colindantes, que todavía siguen con adoquines), en el centro baldosas rojas y una farola con varios brazos.
La forma que tuvo hasta 2014 se realizó no hace mucho tiempo. El nivel se subió unos 20 cm en la parte más baja y más de 1 metro en la parte más alta. También se instalaron varias farolas, una cabina telefónica, polletes alrededor de toda la plaza, papeleras, una estatua de Cervantes, y lo más característico, sus 7 palmeras, de las cuales 2 son de menor tamaño.
En 2015, la Plaza se vuelve a reformar, siendo rebajado todo el suelo, eliminando los asientos y una de sus calles colindantes, haciéndola peatonal.
La Plaza de la Constitución, La Plaza Chica o La Plaza de Arriba, ha experimentado también una extraordinaria remodelación y ampliación. Aquí estuvieron las escuelas públicas, cuando solamente era una parcela con una delimitada con una barandilla. Hoy su formato ha cambiado muchísimo. Se ha subido el nivel, se ha pavimentado con granito y mármol, se ha instalado la única fuente del pueblo, se ha levantado el nuevo Ayuntamiento. Aparte del nuevo Ayuntamiento, en la plaza también se encuentra el antiguo Ayuntamiento, la sede de la Policía Local, la Universidad Popular y el Juzgado.
El Atrio de la Ermita Virgen de Gracia también ha sido remodelada enormemente. Fue un paseo de tierra delimitado por una pared de ladrillo, pequeños árboles y bancos de granito. Hoy en día ya no es así. Se ha creado una gran verja de hierro, se ha pavimentado todo el recinto, se ha creado un pequeño jardín, un quiosco, unos baños, una fuente, se han colocado farolas, bancos y árboles. Dentro del recinto se encuentra situada la Ermita de la Virgen de Gracia, donde se venera una imagen de la misma.
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