x
1

Scelorchilus rubecula



Pteroptochos rubecula (protónimo)[2]

El chucao (en Chile y Argentina) (Scelorchilus rubecula), también conocido como tricao (en Chile),[3]tapaculo chucao,[4][5]​ o tapacola chucao,[2]​ es una especie de ave paseriforme perteneciente a la familia Rhinocryptidae, una de las dos del género Scelorchilus. Es endémica de los bosques templados del centro-sur de Chile, y en áreas fronterizas de Argentina.[6]​ En la isla Mocha (Chile) existe una subespecie, el chucao de la Mocha, que se caracteriza por ser un poco más grande.[5]

Se distribuye en el centro sur de Chile, desde Bío Bío (ocasionalmente ocurre más al norte en las estribaciones andinas tan lejos como Colchagua) al sur hasta Aysén, y en las zonas inmediatamente adyacentes de Argentina (desde Neuquén al sur hasta el oeste de Chubut).[7]

Habita exclusivamente en la parte más densa y húmeda del sur de Argentina y Chile, en los bosques subantárticos, en la llamada selva valdiviana. Es localmente común en el suelo o cerca, de bosques dominados por Nothofagus hasta los 1500 msnm de altitud.[8]

Mide entre 18 y 19 cm de longitud aproximadamente. En el lomo tiene un color pardo rojizo con los loros y una lista pos ocular anaranjado rojizo, los auriculares y lados del cuello son grises. El vientre presenta líneas transversales blancas y negras, los flancos son grises.[8]

Es un ave que vive en el sotobosque y se desplaza caminando o dando saltos con su larga cola levantada o mediante vuelos muy cortos. Raramente salen a los bordes del bosque.[8]

El chucao es omnívoro, se alimenta de insectos de la familia Curculionidae (Coleoptera) y Formicidae (Hymenoptera), entre otros y también de frutos carnosos de Amomyrtus luma, Myrteola numularia y Drimys winteri.[6]

Nidifica cuando el suelo todavía está húmedo y fangoso por las lluvias invernales, en una cueva que cava en el suelo, en alguna barranca o ladera escarpada con mucha vegetación. Pone de 2 a 3 huevos blancos de tamaño relativamente grande en relación al ave, que miden 28 x 23 mm.[3]

Durante la temporada reproductiva se escucha su canto, mucho más que se lo ve, un resonantemente alto y abrupto “chuu, chu-chu-chu-caou” que emana en todo el alrededor.[8]

En la creencia popular, su grito anuncia la suerte de quien lo escuche: para algunos el oírlo a la derecha es señal de buena suerte y oírlo a la izquierda una mala señal; mientras que para otros, anuncia mala suerte oír el grito habitual ("huithreu", "huithrothroy") y un buen augurio si se oye el grito menos frecuente ("chudec").[9][10]

La especie S. rubecula fue descrita por primera vez por el naturalista alemán Heinrich von Kittlitz en 1830 bajo el nombre científico Pteroptochos rubecula; localidad tipo «Concepción, Chile».[7]

Según la clasificación del Congreso Ornitológico Internacional (IOC) (Versión 6.3, 2016)[11]​ y Clements Checklist v.2015,[12]​ se reconocen 2 subespecies, con su correspondiente distribución geográfica:[7]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Scelorchilus rubecula (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!