Sequillo

El río Sequillo, que en la documentación medieval se le conoce como "Rivulo Sicco, Rivo Sico y Torrente Sicca", mereció tal nombre debido a su escaso caudal. En su trayectoria entra en contacto con cuatro provincias castellanas y leonesas: León, Palencia, Valladolid y Zamora, donde desagua en el río Valderaduey entre Cañizo y Castronuevo, después de haber hecho un recorrido total de 123 km.

Este río es uno de los más característicos de la Tierra de Campos, por cuyo centro corre, y ha merecido por su escaso caudal el nombre de río Seco en otros tiempos y menor que el que actualmente tiene.

Nace en la provincia de León, en las fuentes de Consoveros de la localidad de San Martín de la Cueza a unos 900 m de altitud. Su dirección es de norte a sur. En primer lugar, atraviesa por la localidad leonesa de Riosequillo y luego por San Nicolás del Real Camino en la provincia de Palencia, para correr nuevamente por la de León, en el término de Escobar de Campos. Otra vez en Palencia, baña el término de Villada, donde recibe por la izquierda las aguas escasas del arroyo llamado De los Templarios, que trae un origen más alto hacia el norte en el término de San Andrés de la Regla.

Continúa en su primitiva dirección por Villacidaler y Boadilla de Rioseco, y entra en la provincia de Valladolid por Herrín de Campos, continuando casi al confín de esta provincia con la de Palencia por Villafrades de Campos, Gatón de Campos, Villabaruz de Campos y Tamariz de Campos, al sur de cuyo término atraviesa el ramal de campos del Canal de Castilla, que pasa sobre el río por un acueducto.

Al norte del pueblo de Villanueva de San Mancio, recibe las aguas del río Anguijón, que atraviesa los términos de Montealegre de Campos, Meneses de Campos y Belmonte de Campos, regando extensos pastizales. Con esta aportación, su caudal se ve aumentado y llega a Medina de Rioseco por fresca y jugosa vega. Baña esta comarca por el este y sur, pasando bajo cuatro grandes puentes y torciendo hacia el sudoeste con su caudal regularizado por el aporte de 2500 litros/segundo que el Canal de Campos vierte en él al terminar en una amplia dársena. Sigue después más recientemente encauzado por los términos de Villabrágima, Tordehumos, Villagarcía de Campos, Villanueva de los Caballeros y San Pedro de Latarce, atravesando, como siempre terrenos de labranza.

Por último, penetra en la provincia de Zamora con dirección oeste por el partido de Toro, riega los pastizales de Belver de los Montes y desemboca después en la orilla izquierda del río Valderaduey a 680 m de altitud, tras un recorrido de 123 km.

La diferencia de altura desde su nacimiento hasta su desembocadura es de unos 320 metros. Corre por tanto este río como su gemelo el Valderaduey por un lecho muy llano, en el que las aguas cargadas de légamo arcilloso marchan impulsadas por su propio peso. Los terrenos que atraviesa, fuertemente calizos, contienen abundante cantidad de carbonato cálcico en disolución.

Atraviesa el término de Herrín de Campos por un puente de piedra con tres arcos y barandillas de madera, situado en la carretera que conduce a Villalón de Campos y, más abajo de este, dos pontones de madera hacia la parte del norte, en un prado que llaman «de Arriba»; lo atraviesan otros dos puentes de ladrillo, con un solo arco, que sirven para el tránsito de ganados.

Generalmente el río Sequillo es de escaso caudal y de cauce poco profundo, pero muy temible en sus desbordamientos por los terribles estragos que causan. En 1793 destruyó completamente 70 casas de las 73 que formaban el pueblo de Villafrades y, en 1835, arrebató en el término de Herrín de Campos ganado lanar, mieses y granos limpios, aperos y otros enseres, habiéndose podido salvar muchos trabajadores por medio de las hacinas de mies, que les sirvieron de balsas.

A pesar de su nombre, es el único río de la comarca que no se seca en verano, gracias a los aportes continuos del Canal de Campos. Para evitar en lo posible los desastres que originaban sus enormes crecidas, se ha procurado regularizar y uniformizar su cauce.