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Sinfonía n.º 4 (Brahms)



La sinfonía n.º 4 en mi menor, op. 98, es la última sinfonía compuesta por Johannes Brahms. Se originó en las vacaciones de verano que disfrutó el compositor en Mürzzuschlag, en aquel entonces perteneciente al Imperio Austro-Húngaro, en 1884, aproximadamente un año después de la finalización de su tercera sinfonía. La primera mención que Brahms hace de esta obra es en una carta, escrita el 19 de agosto de 1884 a su editor, Fritz Simrock. Fue compuesta específicamente para la Meiningen Court Orchestra, y estrenada bajo la dirección del compositor el 25 de octubre de 1885 en Meiningen. Tuvo una acalorada acogida, a pesar de que Brahms tenía sus recelos sobre la buena recepción de la obra, y ha sido muy popular desde entonces. Una semana después el director Hans von Bülow acompañó a la Meininger Hofkapelle en una gira por Alemania oriental y Holanda.

Está considerada como su obra maestra, junto con Un réquiem alemán. Se caracteriza por el especial énfasis en la nota Do a lo largo de los cuatro movimientos, así como los encadenamientos de terceras que los violines tocan sigilosamente en el primer movimiento y que se van repitiendo a lo largo de la obra. Una marcha triunfal se yuxtapone con este tema, cosa que crea desconcierto y caos en el oyente.

La orquestación es para dos flautas (una de ellas doblada a piccolo), dos oboes, dos clarinetes, dos fagotes, un contrafagot, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, timbales, triángulo (solamente en el tercer movimiento) e instrumentos de cuerda.

La sinfonía está dividida en cuatro movimientos:

El primer movimiento es una forma sonata clásica. El primer tema abre la sinfonía y está conformado por una progresión de terceras descendentes (quebradas por saltos). El puente modulatorio comienza en el compás 19 y desemboca en la entrada del segundo tema en c. 56. Aquí Brahms hace una modificación ya que el segundo tema se encuentra en Si menor, es decir en el V grado menorizado, en vez de Sol mayor. Este segundo grupo temático se compone realmente de dos temas, ya que luego aparece una melodía en Si mayor llevada por las maderas. El desarrollo comienza en el c.145 con el primer tema en la tonalidad original, aunque rápidamente se aleja de su centro tonal principal. Luego de diversas progresiones armónicas sobre los motivos de los temas de la exposición llegamos a la recapitulación. Es interesante que el comienzo del tema se da dentro del desarrollo y rearmonizado con acordes de quinta aumentada, y con una figuración métrica mayor, logrando un buen efecto cuando se retoma el tempo del comienzo pero con el tema ya comenzado (c. 259). El segundo grupo temático se encuentra en mi, en la reexposición. La coda comienza en el c. 377 y tiene 70 compases de duración, con un aumento constante de la intensidad llegando a un gran clímax cinco compases antes del final del movimiento.

El segundo movimiento invita a un pensamiento más reflexivo e introspectivo debido a su tempo lento. Se inicia con la llamada de las trompas, que presentan el tema, una melodía de sabor exótico en modo hipofrigio, junto con la aparición del viento madera en el segundo y tercer compás. Se desplaza seguidamente a los clarinetes y los fagotes, donde se va modificando bajo un colchón de pizzicatos de las cuerdas. Después de un pasaje de transición, los chelos presentan el segundo tema, una cita del aria Gottes Engel weichen nie de J. S. Bach, y son acompañados delicadamente por los violines. La coda se construye a partir del primer tema, a pesar de que en el desarrollo ambos temas cobran especial importancia.

El tercer movimiento es el único scherzo propiamente dicho encontrado en las sinfonías de Brahms. La orquesta entera presenta el sujeto principal, del que más tarde surgirán los subsiguientes temas interpretados por los violines y el viento madera. La atmósfera alegre se mantiene mientras estos temas van reapareciendo. Tiene forma sonata con una recapitulación más corta de lo habitual, y con un tema secundario prácticamente ausente en el desarrollo y la coda. El tempo es más rápido, usa más articulación y el sonido es más ligero, aspectos que le conforman un aire más jovial que los dos movimientos antecedentes. Se podría decir que compite en exuberancia con el final de su segunda sinfonía.

El cuarto movimiento es un peculiar ejemplo de passacaglia sinfónica. Es similar a una chacona, con la particularidad de que el sujeto puede aparecer en más voces que el bajo. Se realizan 30 variaciones (y una coda) sobre el bajo inicial que presentan el metal y la madera, pues este tema se encuentra subyacente en cada una de las variaciones (tal como exige la forma passacaglia), ya sea como melodía, acompañamiento o en forma de contrapunto. El tema fue sacado del último movimiento de la cantata de Johann Sebastian Bach Nach dir, Herr, verlanget mich, BWV 150, y las variaciones suelen ser difíciles de identificar debido a las astutas transformaciones que Brahms realiza del material original. Cada una de ellas comprende ocho compases, y después de la decimoquinta variación vuelve a aparecer el bajo original. Las otras variaciones son más grandiosas y más rápidas, acercándose de esta manera al dramático clímax final. La coda se inicia con un rallentando, dando inicio a la última variación de manera muy solemne.

La sinfonía está repleta de alusiones a varias de las composiciones de Beethoven. Asimismo, podría haberse inspirado en la obra de teatro Antonio y Cleopatra, que Brahms había estado investigando por aquel entonces.



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