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Sitio de Khe Sanh



Intervención estadounidense

Vietnamización

Final de la guerra

Guerra aérea

Guerra naval

Operaciones encubiertas

El sitio de Khe Sanh fue una de las batallas más largas y sangrientas de la guerra de Vietnam, tanto por la cantidad de tropas desplazadas como de suministros y equipos que se movilizaron hasta la posición con el objetivo de resistir los ataques.

La base aérea de Khe Sanh se consideraba fundamental para poder atacar a las unidades del EVN que se infiltraban por la Ruta Ho Chi Minh, así como para proteger la retaguardia de la Zona Desmilitarizada.

Se hallaba situada en una meseta al final —o al principio, según el punto de referencia— de un valle considerado de los más bellos del sureste asiático, rodeado de colinas pobladas con selvas frondosas, donde la niebla flotaba con facilidad. Esta orografía no permitía la construcción de muchas carreteras, y las pocas que había eran fácilmente controlables desde la meseta central.

Junto con Lang Vei, eran las dos cuñas que podían detener la entrada de armas, suministros y hombres a esa parte de Vietnam del Sur.

Por sus especiales características, el general William Westmoreland la consideró de vital importancia desde muy pronto, razón por la cual fue preparada una pista de aterrizaje de varios kilómetros, un emplazamiento para varias piezas de artillería de 155 mm y otro para morteros de 107 mm; además estaba dentro del radio de alcance de los obuses de 175 mm, situados más hacia el interior.

En cuestión de medios aéreos, los estadounidenses dotaron a Khe Sanh de numerosos hangares para helicópteros, la gran pista anteriormente citada y aviones de distintos tonelajes. También se la equipó con un polvorín para varias toneladas de munición y depósitos de combustible.

A mediados de 1967, el Politburó de Vietnam del Norte preparaba la Ofensiva del Tet y como maniobra de distracción o apoyo a la misma, no se sabe muy bien, decidieron intentar la toma de la base.

Desde agosto hasta enero Vo Nguyen Giap comenzó a acumular tropas y pertrechos en los alrededores de la posición estadounidenses enviados por la Ruta Ho Chi Minh. Llegando a estacionar dos divisiones, además de los efectivos que el Viet Cong aportó a la operación, más varias decenas de piezas de artillería y tanques. En principio la situación no era igual a la vivida en 1954, cuando Giap en situación similar, derrotó decisivamente al ejército colonial francés en Điện Biên Phủ, porque ahora los vietnamitas están en inferioridad de efectivos y artillería, cosa que sabían; restando argumentos a los que opinan que el objetivo de Giap era repetir el éxito contra los franceses. Pero tampoco Khe Sanh está situada en un apartado valle de una apartada provincia como en la década anterior, era una posición más o menos estratégica en una zona de gran importancia para las infiltraciones de Norte, lo que hace pensar que quizá el objetivo del EVN era tomarla (en 1974 se reabrió para contribuir a la Ofensiva de Primavera).

Por su parte Estados Unidos tenía desplazados a la base algo más de una división; pero en el transcurso de la batalla llegarían a ser entre 15 000 y 30 000 hombres, incluyendo el apoyo aéreo, los refuerzos enviados en la Operación Pegasus y el personal de logística.

Poco antes de comenzar los bombardeos, apareció un oficial del EVN con una bandera blanca junto a las alambradas del recinto. Los marines lo interrogaron y les advirtió de un ataque a gran escala por algunas de las mejores divisiones del norte con apoyo artillero y que terminaría con asaltos en masa. Los oficiales no sabían si tomarlo como un desertor o como un infiltrado para intoxicar la información de que disponía.

Como fue habitual en toda la guerra de Vietnam los servicios de inteligencia no pudieron darles información precisa que confirmara o desmintiera las declaraciones del vietnamita; por lo que decidieron hacerle caso y reformar las defensas.

A las pocas horas comenzó el anunciado bombardeo. Al poco tiempo, una serie de grandes explosiones se produjeron en el polvorín, al ser alcanzado por un obús enemigo. Más de 850 t de municiones y explosivos —algunos autores elevan la cifra a más de 8000— saltaron por los aires, matando a varios soldados. En aquel momento, los estadounidenses estaban en una situación muy crítica, al haber perdido las municiones de reserva.

Pronto la pista fue inutilizada para ser usada por los aviones e incluso por los helicópteros. Ciertamente, los recuerdos de lo vivido por los franceses una década antes se hacían evidentes.

Lo sucedido a los franceses en 1954 no debía repetirse. En aquella ocasión las tropas coloniales disponían de muy pocos helicópteros y respecto a los aviones estuvieron siempre escasos de número o tonelaje.[1]​ Para el general Westmoreland y su estado mayor, lo sucedido en los años '50 no podía repetirse bajo ningún concepto. Para evitarlo, comenzaron los vuelos de todo tipo de aparatos, llevando cargas en lonas colgando de los helicópteros o en palets dentro de las bodegas.

Como en 1954, la pista pronto quedó inutilizada para los aterrizajes; por eso se desarrolló el sistema de extracción por paracaídas (la carga era colocada en palets y éstas eran extraídas de la bodega de los aviones por un paracaídas) y se hizo un uso intensivo del aprovisionamiento vertical por helicópteros.

Se dio la orden de tomar todas las colinas que podían cercar la base. Varios batallones salieron para cumplir la misión y los combates fueron muy encarnizados, pero finalmente las cotas fueron cayendo una tras otra. Fueron necesarias varias acciones muy heterodoxas para aumentar la moral de las tropas. Por ejemplo, se izó la bandera estadounidense cuando se tomó la cota 881, pese a estar prohibido por no ser territorio de aquel país; pero se toleró por ser necesario para la moral. Al mismo tiempo, se tocaba el himno nacional por las mañanas con los soldados en posición firme, pese al peligro que constituían los francotiradores vietnamitas.

A unos kilómetros de la base aérea, los boinas verdes tenían su campamento base de Lang Vei. Sabían que podían ser atacados y estuvieron preparándose a y reforzando las defensas. Pero todo resultó inútil.

De madrugada los norvietnamitas atacaron y los tanques que habían conseguido mover por la jungla dejaron asombrados a los estadounidenses que podían esperarse cualquier cosa menos armas pesadas. Las Fuerzas Especiales se defendieron con los pocos cañones sin retroceso de que disponían. Pidieron apoyo artillero y aéreo por radio. Tuvieron varias bajas mientras lograban destruir algunos blindados; pero finalmente toda la posición cayó y el masivo ataque de aviación, artillería y helicópteros artillados no llegó.

Tras la caída de Lang Vei, Khe Sanh estaba prácticamente aislado y sus defensores aguardaban el ataque por tierra. La situación en la base resultaba dantesca. Casi toneladas de excrementos a medio quemar, montañas de desperdicios, hombres durmiendo envueltos en sus ponchos para evitar ser mordidos por las ratas y otros untándose los dedos de mantequilla para ser mordidos, contraer una enfermedad y ser evacuados.

Finalmente el ataque terrestre no se produjo, la posición fue auxiliada y las fuerzas vietnamitas se retiraron. Para los estadounidenses fue una victoria, sin embargo no está claro cuales fueron las razones para este desenlace.

Para fuentes estadounidenses, la potencia de fuego y los bombardeos de los B-52 fueron los responsables, pues entre enero y marzo de 1968 se realizaron 2700 salidas con 110 000 kg de bombas lanzadas. Una fuerza de tres bombarderos llegaba a la sitiada posición cada 90 minutos arrasando trincheras, búnkeres y demás posiciones vietnamitas. Una de estas fuerzas presuntamente logró acabar con el 75 % de un regimiento vietnamita de 1800 soldados.[2]

Otra hipótesis es que el cerco había cumplido su misión de distracción, y no era necesario emplear más hombres y tiempo en ello.

El Sitio de Khe Sanh sigue presentando multitud de incógnitas, lo mismo que su operación hermana, la Ofensiva del Tet.[3]

No existe una respuesta clara para esta pregunta.

Dos cosas son ciertas:

Parece que desde un principio Westmoreland consideró a Khe Sanh como una oportunidad de reescribir al historia y así trató de corregir todos los errores cometidos por los franceses:

Ciertamente lo consiguió, pero al final la posición quedó totalmente aislada y se consideró que no merecía la pena seguir empleando hombres y recursos en ella. Fue otro golpe a la moral que llegó en uno de los peores momentos de conflicto.

Pese a su inutilidad, la defensa de Khe Sanh se convirtió en el imaginario popular de Estados Unidos como un ejemplo de resistencia y de heroicidad. Algunos ejemplos de dicha visión pueden ser:



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