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Soifon



Suì-Fēng (砕蜂, Soifon; pinyin Fēng Shaolíng), llamada Shaolíng antes de adoptar el nuevo nombre y comenzar su servicio con Yoruichi, es un personaje del manga Bleach. Ella es una Shinigami que en la actualidad ocupa a un mismo tiempo el cargo de Capitana de la 2ª División del Gotei 13, el de Comandante Suprema de las Fuerzas Especiales y el de Comandante en Jefe de los Ejecutores, la 1ª División de las Fuerzas Especiales. Su nombre se escribe originalmente con caracteres mandarines, por lo que en las primeras traducciones fue llamada "Suifeng" o "Feng Sui".

Suì-Fēng es una mujer fuerte y dura, con un cuerpo atlético, especializada en operaciones especiales. Debido al "Respira" de Baraggan, perdió el brazo izquierdo. Bajo el uniforme estándar de capitán shinigami lleva el uniforme del comandante de los Ejecutores, caracterizado por no tener tela en la espalda ni en los hombros. Porta su zanpakutō a la espalda, costumbre poco habitual entre los shinigamis, como Harribel. Lleva el pelo largo azulado, el cual parece corto debido a que está atado con dos largas trenzas envueltas en tela con una anilla atada en el extremo de cada una.Al contrario de los Haori de los otros capitanes, el suyo está sin mangas y es de color blanco. Las únicas cualidades estándar de su uniforme son un cinturón sash de color amarillo anudado por encima del Haori y unos zapatos chinos tradicionales muy ligeros y adaptados especialmente para entrenar en artes marciales.

Suì-Fēng es leal y firme. Cree en el trabajo duro y en cumplir a rajatabla las órdenes, sin pararse a divagar en si éstas son justas o injustas. Es fría y reservada, pero de sentimientos muy intensos con respecto a los pocos que se ganan algún lugar en su corazón. Su máxima aspiración es cumplir con su deber y acabar con todo aquel que se interponga entre ella y su misión como oficial de la Corte de los Espíritus Puros, incluso aunque sean sus propios subordinados.

Suì-Fēng (cuyo nombre de nacimiento es Shaolíng Fēng) pertenece al clan Fēng, una familia de nobles menores afiliada al Clan Shihouin, al que servían como miembros del Cuerpo de Operaciones Especiales (o Cuerpo Secreto). De hecho, aquellos que no conseguían entrar en el escuadrón de los Ejecutores (el primer escuadrón del Cuerpo Secreto) eran expulsados del clan. Gracias a su esfuerzo Suì-Fēng consiguió entrar y, tras años de duro trabajo y el presenciar el trágico sacrificio de sus cinco hermanos mayores (sus 2 primeros hermanos murieron en su primera misión, los otros 2 en la segunda y finalmente su último hermano en la sexta misión), pasó a formar parte del destacamento de guardaespaldas de la Comandante Suprema, Yoruichi Shihouin un poco más de 100 años antes de la saga actual. Ésta acogió a la joven Suì-Fēng como su protegida, enseñándole muchas de sus técnicas y llevándola consigo a las misiones. A pesar de que Suì-Fēng se menospreciaba muy a menudo, su progreso fue muy rápido y la única queja que tenía Yoruichi de ella era su insistencia en llamarla con títulos honoríficos en vez de simplemente "Yoruichi". Suì-Fēng, que adoraba a su comandante como a una verdadera diosa, era feliz con esa vida pese a los peligros de su trabajo.

Esta felicidad se rompió cuando Yoruichi ayudó a escapar de la Sociedad de Almas a su amigo Kisuke Urahara, convirtiéndose ella misma en una exiliada y viéndose obligada a partir precipitadamente. Esa "traición" hirió profundamente a Suì-Fēng, que la sucedió en el mando del Cuerpo Secreto.

Suì-Fēng se vuelve a encontrar con su antigua líder después de que Ichigo aborte la ejecución de Rukia. Yoruichi se lleva a Suì-Fēng a un bosque donde ambas pelean usando todas las técnicas a su alcance. Suì-Fēng, para su ataque final, decide usar una técnica que proclama haber inventado hace poco y a la que ni siquiera ha dado nombre todavía. Para su desgracia, Yoruichi conocía esa técnica de mucho tiempo atrás y con un dominio superior al de Suì-Fēng, a la que neutraliza con facilidad. Entonces Suì-Fēng se derrumba y confiesa entre lágrimas que la verdadera razón de su odio hacia Yoruichi no es que ésta "traicionara" a la Sociedad de Almas o su supuesta arrogancia de creerse la mejor, sino que Yoruichi no la llevase con ella cuando se escapó 100 años atrás.

Después ambas intervienen para detener a Aizen, pero este se escapa gracias a un rayo de transporte utilizado por los Menos para llevarle a él y su grupo de traidores al mundo de los hollows. Para cuando Yoruichi vuelve al mundo humano con Ichigo y compañía, ambas han hecho las paces y Suì-Fēng ha pasado del odio a la admiración (como lo era antes) hacia su antigua maestra.

Tras ayudar a Yoruichi a recolectar datos sobre los Bound para la Sociedad de Almas, Suì-Fēng se encarga de aumentar paulatinamente la seguridad del Seireitei por precaución. También actúa como enlace entre Yoruichi y Urahara. Cuando los Bound atacan el Seireitei, los miembros de su división son los primeros en responder, pero caen derrotados. Mientras, Suì-Fēng se dirige a los agentes de las fuerzas especiales, pero varios de éstos han caído bajo el dominio de Rizu, la mascota del Bound Mabashi. Uno de ellos le lanza un bitto, que le inyecta veneno de fuerza espiritual corrompida. El veneno le impide pelear bien contra Mabashi que, no queriendo arriesgarse, la abandona para dejarla morir lentamente. Entonces Suì-Fēng recuerda que puede usar el veneno de Suzumebachi para contrarrestar el de bitto. Así, cuando Mabashi vuelve, Suì-Fēng finge estar moribunda y, rápidamente, clava su zanpakutoh sobre la houmonka que le había grabado antes. Tras dos minutos de agonía, Mabashi muere y con él su mascota, liberando de paso a todos los shinigamis controlados.

No se le vuelve a ver sino hasta que tiene lugar la batalla por Karakura en la que le hace un comentario sarcástico a su teniente instándolo a huir si siente que no puede hacer algo contra Aizen y sus secuaces. Luego, se dispone a luchar contra un Arrancar de la fracción de Baraggan, Ggio Vega, con el cual después de muchos envistes y golpes de gran potencia logra vencer a su contrincante de una forma poco habitual, para lo cual parece que se prepara para enfrentarse a Barragán; el espada logra arrinconar a una exhausta Suì-Fēng y a su teniente, después este le pregunta a su capitana por qué no se quitan los limitadores y poder enfrentarse con todo su poder, pero la shinigami le explica a Ōmaeda que desde el comienzo han estado usando todo su poder, a lo que el espada se decepciona del nivel de sus contrincantes y saca su enorme zanpakutō; después de que Baraggan deja herida a Suì-Fēng, le explica a la capitana que cada espada representa un aspecto de la muerte y que él representa el aspecto de la vejez (o sea el tiempo) y le enseña su habilidad tocándole el brazo y este se rompe ya que la habilidad del espada es controlar el tiempo de todo lo que lo rodea y decide ponerle fin a la batalla liberando su resurrección Arrongante; Suì-Fēng queda sorprendida al ver la esquelética apariencia del arrancar, a lo que éste ejecuta una técnica llamada "Respira" creando una especie de atmósfera que lo pudre todo, a lo que Suì-Fēng huye pero aun así le alcanza el brazo izquierdo que previamente Baraggan le había roto carcomiéndole todo el brazo reduciéndoselo hasta los huesos. Desesperada, Suì-Fēng le pide a Ōmaeda que le corte el brazo, a lo que el arrancar al ver la escena, ironiza que incluso un shinigami (que significa “Dios de la muerte”) le teme a la muerte;[1]​ Suì-Fēng le encomienda a Ōmaeda distraer al espada para tener tiempo de pensar una estrategia; para que luego Suì-Fēng libera su bankai logrando sacar a su teniente de grandes aprietos, y diciendo estas palabras: “yo no quería mostrar mi bankai por que daña mi orgullo; ya que es demasiado grande para ocultarlo, demasiado pesado para moverse, y su ataque es demasiado llamativo para ocultarlo al enemigo”, lanza un gran proyectil impactando en Baraggan.[2][3]​Después de que aparece Wonderweiss quién disipa con su grito la densa humareda de la explosión del Bankai, se comprueba que Baraggan no ha muerto.La situación parecía desfavorable para Suì-Fēng y el resto de capitanes Shinigami cuando en ese mismo momento llegan Shinji Hirako y el resto de los Vizards a salvar la situación aliándose en favor de los Shinigamis en contra de Aizen.Hachigen Ushoda, uno de los Vizards decide aliarse con Suì-Fēng, más ésta al llegar él, hace de cuenta que no le reconoce pero aun así, decide ayudar a su antigua amiga.Es entonces cuando se enfrenta con Baraggan encerrándolo en una barrera cuando para su sorpresa este usa su Respira, y cuando el Espada le argumenta que el Kidoh también envejece, este se ve en apuros y le pide a Suì-Fēng que le ayude con su Bankai, ésta le pregunta que quién le había dicho de eso, y piensa en Kisuke Urahara, al cual afirma que odia. El Visored le propone un trato para que lo pueda ayudar.

Hachi hace diversas Barreras para mantener encerrado a Baraggan y le dice que anteriormente se escapó del Bankai de la capitana porque había usado su Respira para hacer envejecer el ataque antes de que llegara a él, y así la explosión no lo pudiera alcanzar, y por eso lo encerró en las barreras, para que así la explosión lo pudiera alcanzar gracias a que descubre que Baraggan sólo puede usar su habilidad cada ciertos periodos de tiempo. Así pues Suì-Fēng libera el Bankai y le dice a Hachi que confirme su trato, el cual consiste en encerrar a Kisuke Urahara en una prisión de Kido durante un mes. Hachi acepta la oferta y así Suì-Fēng dispara su Bankai y el Espada los maldice, el ataque acierta tal como Hachi lo predijo, Baraggan no pudo usar su Respira para disminuir el daño del ataque de su enemigo y recibe de lleno el impacto más no llega a morir.No es sino hasta cuando Baraggan llevado por la furia, comienza a usar Respira sobre sus enemigos y en ese momento uno de los ataques de Baraggan alcanza el brazo de Hachi quién inteligentemente usa esta desventaja a su favor teletransportando su brazo infectado al interior del cuerpo del Arrancar matándolo finalmente.

Tras este combate Suì-Fēng admite que no puede usar su Bankai seguido ya que como ella dice, sólo puede utilizarlo una vez cada tres días y haberlo usado dos veces la dejó exhausta por completo.Aunque está físicamente agotada después de su combate con Baraggan, Suì-Fēng se dispone a combatir contra el propio Sōsuke Aizen, junto a otros muchos Shinigamis y Visored, con el fin de proteger a Ichigo Kurosaki, evitar que éste contemple el shikai de su enemigo y permitirle aprovechar cualquier descuido de Aizen para abatirle.

Antes de comenzar su lucha contra Aizen, Suì-Fēng le dice a Ichigo que cualquier apertura en la defensa de Aizen, solo durará breves segundos y que perderá cualquier oportunidad de acertar cualquier ataque. Así mismo le revela que el propósito de estar a esta guerra es meramente para sobrevivir y que la idea de proteger el mundo o ayudar a los demás son meras excusas morales para quedar bien con el resto.La Capitana de la 2ª División se enfrenta cara a cara con Aizen, quien critica una actitud tan impropia de alguien de su jerarquía dentro de las fuerzas especiales. Suì-Fēng se niega a tomar en consideración las palabras del Shinigami traidor y mediante su increíble velocidad, crea un gran número de clones con los que ataca de forma simultánea a su oponente. Antes de que Aizen pueda reaccionar, Suì-Fēng le golpea dos veces en el mismo lugar con su shikai. Aizen alaba una técnica como aquella, mas le da una enorme sorpresa a Suì-Fēng al decirle ominosamente que los combates de Shinigamis son combates de poder espiritual, y que con el suyo puede cancelar una habilidad tan letal como es el Nigeki Kessatsu. Aun así, los esfuerzos de Suì-Fēng combinados con los de Shunsui Kyōraku, Shinji Hirako y Tōshirō Hitsugaya parecen dar sus frutos, al ser Aizen atravesado por la espalda por la Zanpakutō del joven Capitán de la 10ª División. Desgraciadamente, todo resulta ser una ilusión proyectada por el propio Aizen, que había hecho que Hitsugaya atravesase en realidad a su amiga Momo Hinamori.Ante el cambio tan radical de la situación, Suì-Fēng no tiene tiempo de reaccionar y es herida junto con sus compañeros Shinigami por Aizen en un instante.

La primera aparición de Sui-Fēng en esta saga se produce cuando Ichigo interrumpe en la Sociedad de Almas para llevarse el cuerpo de Ginjo. Sui-Fēng aparece para replicarle que no todos los capitanes han acudido a su llegada, y que los ausentes son Mayuri y Ukitake. Cuando Ichigo habla con Yamamoto, interrumpe nuevamente para exponer todas las razones negativas por las cuales Kurosaki no debería llevarse el cadáver.

Cuando Akon y Mayuri reportan sobre la infiltración del Wandenreich, Sui Feng también está presente. Se le ordena (como a todos los Capitanes) prepararse para la guerra. Cuando los Stern Ritter inician la invasión en el seireitei, los demás capitanes y tenientes se dirigen al lugar donde aparecen los pilares de luz, detrás de ella se ve a un miembro desconocido del Stern Ritter.

A pesar de su conocimiento sobre la misteriosa habilidad del enemigo para "sellar" el Bankai. Suì-Fēng decidió usar su propio Bankai frente a su rival, con la esperanza de encontrar el punto débil del dispositivo con ayuda de su teniente Omaeda. Para su terrible sorpresa, el stern ritter que enfrenta no sella su bankai sino que lo "roba". En el momento en el que el capitán general Yamamoto sale a enfrentarse al líder del Wandenreich. Sui Feng comprende que todavía tiene esperanzas para derrotar a su rival, y junto a su teniente, se preparan para continuar su lucha.

Después de cierto tiempo Suì-Fēng se sorprende al sentir que el reiatsu de Yamamoto ha desaparecido. Poco tiempo después de que Wandenreich deja la Sociedad de Almas, Suì-Fēng se reúne con varios capitanes y escucha como Ukitake afirma que no pudo encontrar cuerpo de Yamamoto. Al escuchar más malas noticias dejadas por un agente del Departamento de Investigación y Desarrollo Suì-Fēng reacciona de una manera agresiva, a lo que Kensei la reprende por su actitud, Suì-Fēng responde que solo él está calmado porque le tenía rencor a Yamamoto, esto hace enojar a Kensei pero la situación es interrumpida por Komamura y posteriormente por Syunsui.

Luego junto a los demás capitanes observa la llegada de la Guardia Real; tras el arribo de la División Cero Suì-Fēng les reclama sobre su llegada tardía pero es ignorada y mientras continua su reclamo Tenjirō Kirinji aparece velozmente tras ella y la sujeta del brazo. El Guardia Real le aclara que los miembros del Gotei 13 son quienes deben proteger el Sereitei y por ende no deberían necesitar de su asistencia, ya que el deber de la División Cero es solo proteger al Rey, pero en ese momento Kirinji es golpeado en la cabeza por Hyōsube, permitiéndole a Suì-Fēng liberarse. Tiempo después, Senjumaru Shutara aparece con grandes orbes que contienen a Renji, Byakuya, Rukia y Tensa Zangetsu, lo cual impacta a Suì-Fēng y los otros capitanes. Tras la partida de la Guardia Real, Suì-Fēng se dirige a la cima de una montaña para comenzar un intenso entrenamiento físico. Posteriormente aparece para salvar a su teniente del ataque de BG9, quien queda soprendido por no haber podido sentir el reiatsu de la capitana. Suì- Feng ataca a BG9 con su Shunko ya completo. Pero parece que el ataque no surtió efecto. El Quincy ataca a Suì-Feng con los látigos de reishi, quien en una de esas atraviesa su brazo, y la tiene sujetada para darle un poderoso ataque que en los cielos se observa un estallido. Suì-Feng vuelve aparecer tirada en el piso y siendo examinada por el Quincy, el cual está obteniendo datos de ella, Omaeda se acerca para entregarle la píldora a su Capitana quien no duda en liberar su Bankai para atacar a un afectado y sorprendido Stern Ritter, generando la desaparición de una de las parte del edificio donde BG9 se encontraba y una explosión en el cielo.

Suì es llevada en uno de los brazos de Marechiyo, luego de esto ella es curada por la teniente Hinamori, luego ella acude al lugar de reunión de suma emergencia llamados por Kisuke y donde también golpea a su teniente por hacer mucho ruido ya que podría despertar a su hermana Mareyo, luego de esto se disculpa con Renji y le informa al Teniente que es hora de entrar y coloca su mano en la barrera para poder entrar, ya en el laboratorio se encuentra con el hermano de Yoruichi, por lo que Suì-Feng pone una cara de ternura al verlo y luego le da algo de dinero; mientras Kisuke explica la situación de cada uno de los Capitanes del Gotei 13 y luego de decir que invadirán el Palacio del Rey, la capitana Suì-Feng queda muy asombrada ante tal plan. Suì se molesta debido a la broma de Shinji por lo que le advierte que lo golpeara; luego Feng se molesta se indigna al saber que Kisuke siempre los subestima además de que ella desea volver y también le confiesa a Kisuke no soporta que él piense tan poco en él los demás miembros del Gotei13 además de decirle que él sabe muy bien las cosas que hace ya que el también es parte del Gotei13. Luego de sentir el breve temblor y ser testigo de la presencia de Mimihagi saliendo del cuerpo de Ukitake, ella muy preocupada le pregunta a Kisuke que cuanto va a durar esto entonces, ya que es probable que consuma la vida de Ukitake entonces Kisuke le responde que no lo sabe y que mientras esto pase deben aprovechar para establecer la puerta principal para ir al Palacio del rey. Feng se percata que algo no anda bien y decide ir a vigilar sin embargo al liberar su Bankai se percata que pequeños seres se aproximan entonces Marechiyo también la ayuda al igual que todo los miembros del gotei 13. Al ver a Aizen fuera del Muken, ella le dice a Syunsui que debería tener vergüenza ante semejante acto cometido.

Tratándose de una Capitana del Gotei 13, Suì-Fēng es uno de los Shinigami más poderosos de la Sociedad de Almas, con unas capacidades de lucha marcadamente superiores a las del resto de habitantes de la Sociedad de Almas. Al tratarse de la Comandante Suprema de las Fuerzas Especiales y la Comandante en Jefe del escuadrón de los Ejecutores, Suì-Fēng es una auténtica experta en ocultar su presencia y en asesinar con el más absoluto de los silencios, antes de que su objetivo sea capaz siquiera de darse cuenta de lo que ha ocurrido. Las condiciones de trabajo de las Fuerzas Especiales también han sido las causantes de que su líder sea una persona observadora y astuta, capaz de adaptarse a cualquier situación y tomando decisiones sobre la marcha con gran frialdad. Una de sus tácticas preferidas parece basarse en sumir a sus enemigos en una falsa sensación de seguridad, que les permita subestimar sus habilidades y poder atacarles por sorpresa, sumiéndoles en una rápida derrota.

Como antigua discípula de Yoruichi, Suì-Fēng ha adquirido un estilo de lucha muy similar al suyo, basado en una eficaz combinación del combate cuerpo a cuerpo y movimientos a altísimas velocidades. Al parecer, el Hakuda, o lucha cuerpo a cuerpo, es una disciplina obligada en las Fuerzas Especiales, y las habilidades de Suì-Fēng en este campo son tales que la convierten en una de las mejores en este aspecto, rivalizando con la propia Yoruichi. Su dominio del Shunpo también es tan extenso que puede seguirle el ritmo sin perder el resuello a Yoruichi, quien antiguamente llegó a ganarse el sobrenombre de "Diosa de la Velocidad". Durante su combate, incluso Yoruichi se daría cuenta de lo mucho que había progresado Suì-Fēng y no dejaría de reconocer sus progresos, que la convierten a día de hoy en uno de los luchadores más veloces de la Sociedad de Almas y, junto a Byakuya Kuchiki, quien parece servirse más del Shunpo a la hora de combatir. El nivel de velocidad que Suì-Fēng ha alcanzado es tal que ha sido hasta el momento la única Shinigami capaz de llegar a formar clones en sus rápidos movimientos, de forma similar al Gemelos Sonido de Zommari Leroux pero en un mayor número (en torno a unos 15, aunque fueron 22 en el anime) aunque menor duración.

Otra extensa rama de técnicas de lucha Shinigami en la que Suì-Fēng está muy versada es en el uso del Kidō, aunque lo use bastante menos que su letal combinación de Shunpo y combate cuerpo a cuerpo. Su nivel es tal que ha llegado a ser capaz de mezclar Kidō con Hakuda y desarrollar una técnica muy especial, llamada:

Su zanpakutō recibe el nombre de Suzumebachi (雀蜂 Avispa?) y el comando para liberarla es: Aguijonea a tus enemigos hasta la muerte (尽敵螫殺 jinteki shakusetsu?).En su primera liberación o shikai, Suzumebachi, antes una espada mezcla entre Wakizashi y sable chino, adopta la forma de un aguijón de color dorado y negro engarzado en su mano. Suzumebachi posee un ataque llamado Muerte en dos pasos (二击 决杀 Nigekki Kessatsu?) con el cual al golpear a un enemigo, tatúa en su piel y su ropa una marca en forma de mariposa denominada hōmonka (蜂紋華 marca de la abeja?) alrededor del punto del golpe. Si Suzumebachi vuelve a alcanzar ese mismo punto, el enemigo muere sin remisión, aunque, como demostró Aizen, si su oponente es notablemente más poderoso que ella, puede neutralizar esta habilidad. Si bien en su juventud las houmonka tenían un límite de tiempo, ahora sólo desaparecen cuando Suì-Fēng así lo desea.

La liberación completa de Suzumebachi recibe el nombre de Jakuhō Raikōben (雀蜂雷公鞭 Látigo de trueno de la avispa?) adquiriendo la apariencia de una armadura protectora sujeta al brazo derecho en forma de gran cañón el cual tiene adosado un enorme misil cuyo tamaño supera a la propia Suì-Fēng. La razón por la cual la shinigami no utiliza su bankai es porque en sus propias palabras "me ofende como integrante de la segunda división, ya que con su gran tamaño me es imposible esconderme, con su enorme peso me es difícil moverme y la forma en la que ataca es demasiado llamativa para ser considerada asesinato sigiloso " (dado que los miembros de la segunda división son especialistas en asesinatos sigilosos). A diferencia de Suzumebachi, Jakuhō Raikōben es un arma para atacar a larga distancia, al poder lanzar el misil en un inmenso despliegue de poder espiritual. Una vez disparado, del misil surgen algunas placas que aumentan más si cabe su velocidad, e impacta contra su objetivo formando una enorme explosión, que genera una ráfaga de energía tan potente que es capaz de lanzar a varios metros de distancia a todos los que se encuentran en su alrededor, el impacto es tan devastador que es capaz de romper la tela de acero que Suì-Fēng usa para evitar la fuerza de retroceso que provoca su Bankai al ser disparado, aunque no se sabe si esta es la primera vez que la utiliza. El nombre de esta tela es Ginjōtan (銀条反 Banda de plata invertida?). El disparo de Jakuhō Raikōben parece requerir un gran esfuerzo a la Capitana de la 2ª División, llegando a perder ésta el aliento una vez que ha efectuado su ataque. Según la misma capitana, sólo puede utilizar su bankai una vez cada tres días y durante la pelea contra Barragán lo usó dos veces seguidas, quedando casi exhausta.



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