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Strigops habroptila



alt=Distribución histórica del kakapo:      maxima Distribución desde 1840      Evidencia fósil
Distribución histórica del kakapo:      maxima Distribución desde 1840

Strigops habroptila

El kakapo o kákapu (del maorí kākāpō, que significa ‘loro nocturno’; Strigops habroptilus)[2]​ es una especie de ave psitaciforme de la familia de los loros de Nueva Zelanda (Strigopidae), nocturna y endémica de Nueva Zelanda. Es famoso por ser el único loro no volador del mundo, el loro más pesado y el único loro que tiene un sistema de cría del tipo lek. Es también uno de los pájaros más longevos. Es la única especie del género Strigops y de la subfamilia Strigopinae. A pesar de su incapacidad de volar sobrevivió a la introducción de especies invasoras y a la deforestación; otras aves como la huia (que podía volar) se extinguieron.

Los kakapos están en peligro crítico de extinción, con 205 ejemplares vivos reconocidos, todos ellos clasificados.[3]​ Antes del Terciario los ancestros del kakapo se hallaban en el territorio que hoy día son las islas de Nueva Zelanda. Debido a la ausencia de depredadores terrestres perdieron la capacidad de volar. Su mayor predador era un águila diurna gigante de la cual se refugiaba entre la vegetación y en madrigueras. Con la colonización polinesia y europea y la introducción de predadores como gatos, ratas y armiños, casi todos los kakapos fueron exterminados. Los esfuerzos por su protección y conservación empezaron en 1890, pero no tuvieron éxito hasta la implantación del Plan de recuperación del kakapo, en 1980. Los ejemplares vivos existentes crían en dos islas libres de predadores: en la isla Chalky, al suroeste de Fiordland, y en la isla Codfish, cerca de la isla Stewart, donde son controlados muy de cerca. Los kakapos también habitan en la isla Little Barrier. En las islas Sur y Norte ya se han extinguido.

El kakapo fue descrito originalmente por el ornitólogo inglés George Robert Gray en 1845. Su nombre genérico se deriva del griego antiguo strix, genitivo strigos «búho» y ops «cara», mientras que su epíteto específico viene de habros «suave» y ptilon «pluma».[4]​ Tiene muchas características inusuales por lo que fue colocado inicialmente en su propia tribu, Strigopini. Recientes estudios filogenéticos han confirmado la posición única de este género, así como la cercanía al kākā y al Kea, ambos pertenecientes al género Nestor.[5][6][7]​ En conjunto, ahora se consideran una familia separada dentro de los loros, Strigopidae.[8]​El ancestro común de los kakapo y del género Nestor quedó aislado de las especies de loros restantes cuando Nueva Zelanda se separó de Gondwana, hace unos 82 millones de años. Hace unos 70 millones de años el kakapo se separó del género Nestor.[5][6][7]

El nombre kakapo es la transliteración de kākāpō que deriva de los términos maorí kākā («loro») + («noche»).

Los kakapos son loros grandes y achaparrados: los machos pueden llegar a medir hasta 60 cm y pesar entre 3 y 4 kg una vez alcanzada la madurez. Los kakapos no pueden volar, ya que tienen unas alas pequeñas en relación a su tamaño y huesos pequeños y poco pronunciados en el esternón (que en otros pájaros afianzan los músculos de vuelo). Utilizan sus alas para el equilibrio y soporte así como para amortiguar sus caídas al saltar de los árboles. A diferencia de otros pájaros terrestres, y al vivir en un clima más frío que la mayoría de especies de loros, los kakapos pueden acumular grandes cantidades de grasa corporal como aislamiento y para almacenar energía.

Los kakapos poseen plumas de color verde musgo mezcladas con negro en la parte posterior que les permiten camuflarse muy bien con la vegetación de la zona. Ya que las plumas no necesitan la fuerza y rigidez requerida para el vuelo, estas son extraordinariamente ligeras, dando mayor relevancia al epíteto específico de habroptilus. El vientre, cuello, y cara son amarillentos, y existen grandes variaciones de unos ejemplares a otros. Es sabido (gracias a especímenes de museos) que algunos son de un color completamente amarillo. Los kakapos tienen una cara redondeada por finas plumas, que recuerda la cara de una lechuza; tanto es así que los primeros colonos europeos les llamaban loros lechuza. Sus picos están rodeados por delicados "bigotes", los cuales usan para tantear el terreno cuando caminan con la cabeza agachada. El final de las plumas de la cola suele acabar desgastado por el continuo roce con el suelo.

El pico de los kakapos está especialmente adaptado para machacar comida con mucha precisión. Debido a esto los kakapos tienen una molleja muy pequeña, comparada con las de otros pájaros de su tamaño. Las patas son largas y escamosas y, como en todos los loros, presentan zigodactilia (dos dedos hacia delante y dos hacia atrás). Tienen las garras pronunciadas, las cuales les son muy útiles para trepar.

Los kakapos tienen un sentido del olfato muy desarrollado, el cual complementan con su estilo de vida nocturno. Pueden también distinguir olores mientras hurgan; este comportamiento se ha visto además sólo en otra especie de loro. Una de las características más sorprendentes de los kakapos es su potente y agradable olor, que ha sido variadamente descrito como floral, miel, un ambientador, o el interior de la caja de un antiguo violín. Dado el desarrollado sentido del olfato de los kakapos, su olor puede ser una señal química. Por otro lado, el olor siempre ha conducido a los depredadores hacia el relativamente indefenso kakapo.

Los kakapos son los únicos loros del mundo que tienen una reproducción poligámica del tipo lek. Los machos se apiñan suavemente en un terreno y combaten para atraer a las hembras y emparejarse. Las hembras observan la exhibición de los machos y eligen una pareja según la calidad de la exhibición y no son perseguidas abiertamente por los machos. Las parejas se forman únicamente para la reproducción y después se separan. Estos pájaros sólo tienen cría una vez cada 10 años.[cita requerida]

Durante la temporada de cortejo los machos abandonan su territorio habitual por las cimas de montañas y cordilleras, donde cada uno establece su propio cortejo de apareamiento. Estos asentamientos pueden distar hasta 7 km del territorio propio del kakapo y están alejados un promedio de 50 m del área de lek. Los machos permanecen en esta región durante la época de cortejo. Al comienzo de la temporada de apareamiento los machos lucharán por asegurarse la mejor zona de cortejo. Se enfrentan unos con otros con las plumas y las garras levantadas, las alas abatidas, el pico abierto, y sonoros gruñidos y chillidos. La pelea puede dejar a algún pájaro herido.

Cada cortejo consiste en una serie de excavaciones en el suelo en forma de bola por parte del macho, con una profundidad de hasta 10 cm y lo suficientemente largas para que quepa el medio metro de longitud del animal. Los hoyos se suelen hacer cerca de caras de rocas, orillas, o troncos de árboles, para ayudar al rebote del sonido. Los huecos de cada macho están conectados.

A causa de que los kakapos tienen una esperanza de vida relativamente larga, tienden a disfrutar de una larga adolescencia antes de empezar a reproducirse.

Demás aves

Strigopoidea

Psittacoidea

Cacatua (Cacatua) alba (Müller, 1776)

Cacatua (Cacatua) moluccensis (Gmelin, 1788)

Cacatua (Cacatua) ophthalmica Sclater, 1864

Cacatua (Cacatua) sulphurea (Gmelin, 1788)

Cacatua (Cacatua) galerita (Latham, 1790)

Cacatua (Licmetis) sanguinea Gould, 1843

Cacatua (Licmetis) pastinator (Gould, 1841)

Cacatua (Licmetis) tenuirostris (Kuhl, 1820)

Cacatua (Licmetis) ducorpsii Pucheran, 1853

Cacatua (Licmetis) goffiniana Roselaar y Michels, 2004[10]

Cacatua (Licmetis) haematuropygia (Müller, 1776)

Lophochroa leadbeateri (Vigors, 1831)

Eolophus roseicapilla (Vieillot, 1817)

Callocephalon fimbriatum (Grant, 1803)

Probosciger aterrimus (Gmelin, 1788)

Calyptorhynchus (Zanda) baudinii Lear, 1832

Calyptorhynchus (Zanda) latirostris Carnaby, 1948

Calyptorhynchus (Zanda) funereus (Shaw, 1794)

Calyptorhynchus (Calyptorhynchus) banksii (Latham, 1790)

Calyptorhynchus (Calyptorhynchus) lathami (Temminck, 1807)

Nymphicus hollandicus (Kerr, 1792)


La actual Nueva Zelanda tiene un clima templado y en el pasado ha habido diversas épocas de clima tropical y glacial, desde su origen más próximo al ecuador a su actual deriva hacia el polo sur. La especie antecesora del kakapo y del género próximo Nestor quedó aislada en lo que hoy es Nueva Zelanda, cuando el territorio se separó de Gondwana, hace 82 millones de años. Hace alrededor de 70 millones de años el género del kakapo divergió del género Nestor.[5][6][7]​ En ausencia de predadores cuadrúpedos como los mamíferos (ya que sólo había predadores de sangre fría y aves que amenazaran su nicho nocturno en los bosques), y con el paso del tiempo, se hicieron más grandes, más pesados y perdieron la habilidad de volar. Vivieron en una gran variedad de hábitats. Especializándose en climas fríos, sobrevivieron a las diversas glaciaciones que ha padecido Nueva Zelanda. Las primeras especies de origen tropical fueron desarrollando un gran aislamiento térmico que estaba ausente, y se adaptaron a una nueva dieta, más dura y ecológicamente distinta: la ausencia de los grandes árboles tropicales con flores y frutos durante todo el año.

Los kakapos son primordialmente nocturnos. Como no pueden volar, son excelentes escaladores, ascendiendo a la copa de los más altos árboles. También son capaces de utilizar sus alas como paracaídas al lanzarse de grandes alturas, flotando majestuosamente hasta el suelo del bosque. Al haber perdido la capacidad de volar, los kakapos han desarrollado unas patas muy fuertes. Los kakapos son capaces de correr a una velocidad considerable, pero no pueden mantener esta velocidad durante largas distancias.

Los kakapos son generalmente herbívoros y comen una gran variedad de plantas, semillas, frutas y polen. Los kakapos son curiosos por naturaleza y, como viven solitariamente en lugares remotos, se sabe que se entretienen ante la compañía de humanos.

Un comportamiento que no le ha servido de mucho al kakapo es su reacción frente a una amenaza o un depredador. Cuando el kakapo se ve amenazado, simplemente se queda inmóvil tratando de pasar inadvertido en la vegetación, con la cual tienen un gran parecido. Esta fue una gran estrategia para evitar a su gran enemigo, la gigantesca águila de Haast, pero que no le protege frente a los mamíferos introducidos.

La población de kakapos en Nueva Zelanda se ha visto significantemente reducida a raíz de la colonización humana del país.

Entre 1999 y 2005 la población adulta creció de 62 a 86 ejemplares, de los que 52 eran maduros sexualmente (21 hembras y 31 machos). En 2009 la población llegó a los 124 individuos, pero de los cuales los adultos reproductores son muchos menos (55 en 2007).[1]​ Cada kakapo conocido ha sido clasificado por los oficiales del programa de recuperación del kakapo.



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