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Sufrimiento



El sufrimiento es la sensación motivada por cualquier condición que someta al sistema nervioso al desgaste. El sufrimiento puede ser por causas físicas o emocionales (psicológicas) y siempre es consciente. No se puede hablar de sufrimiento inconsciente, según el psicoanálisis, como tampoco se puede hablar de sentimiento o sensaciones inconscientes.[cita requerida]

Existen cuatro causas del sufrimiento consciente emocional: el temor, la frustración, la sumisión y el "No querer hacer" y el "No poder hacer". Cabe aclarar que estas cuatro causas del sufrimiento consciente pueden generar gran placer inconsciente a la persona.[cita requerida]

Cuando se manifiesta como dolor (sea físico o emocional) alguna estructura orgánica está en peligro, el cuerpo entra en estado de alerta y si es demasiado, el cerebro desconecta para evitar más daños. Cuando los daños son producidos en estructuras orgánicas ajenas al sistema nervioso central, se denomina como alerta física; cuando se produce una ruptura entre lo esperado y lo obtenido, genera una alerta emocional —véase Esperanza (estado del ánimo)—. Al no usar las conexiones sinápticas estas se deterioran por su ineficacia en el tiempo, obligando a la mente a rehacer un esquema alternativo para readaptar el antiguo esquema al nuevo, en función de lo conseguido.

Cuando uno se centra como algo exclusivo en conseguir placer, la parte psíquica que nos hace consciente de esas sensaciones acaba reportando un desgaste excesivo, el desgaste aumenta tanto en cuanto la capacidad de neurotransmisión aumenta. Al ser capaz de satisfacer los potenciales con mayor velocidad, la mente queda liberada con mayor prontitud; en consecuencia, si la prioridad es conseguir ese sentimiento, llegará un momento en el que el entramado psíquico reporte un mensaje de: 'Precaución, se está llegando al agotamiento somático del entramado neuronal'. Si persistimos y pasamos por alto esa advertencia, entonces la prioridad de sentir placer nunca llegará a ser satisfecha, pues en vez de enviar neurotransmisores a la zona de placer, se enviarán a la zona del dolor, la prioridad no se satisface y se dispara la primera alerta: Agotamiento, si la mente continua estableciéndolo como prioridad se dispara la segunda alerta: vehemencia, y si por último no se ha conseguido el objetivo, se dispara la tercera y última alerta: frustración.

Sufrimos en todo momento, y aun con más razón cuando nos estamos adaptando al medio que nos rodea. Dado que el medio es dinámico, el sufrimiento es más intenso cuanto más dinámico sea este. El sufrimiento es menos intenso en situaciones que ya tenemos controladas (esas situaciones pueden ser agotadoras, pero es difícil que nos causen dolor, a menos que lleguemos a un agotamiento extremo). Cuando se nos cambia una rutina, se generan diversas sensaciones: Ansiedad, estrés, deseo, vehemencia, todo dependerá del entorno y de la sensación de peligro, el cuerpo segregará más o menos adrenalina, elevando la capacidad del organismo de reaccionar más rápido.

La educación es la forma que tiene el hombre de adaptarse al sufrimiento. Da igual la forma en la cual se nos haya educado, pues no estamos exentos de encontrarnos con situaciones que nos lleven a nuestros límites, lo verdaderamente importante es que la parte racional nos capacita mejor o peor para afrontar esos cambios. Bajo nuevas condiciones o cualquier cambio que requiera un proceso de adaptación biológico, el hombre puede llegar a responder de forma exagerada por miedo al castigo, al no encontrar una salida razonable, acaba actuando de forma vehemente.

En estos casos, la selección natural indicará qué espécimen es el más apto, teniendo más tendencia a desaparecer aquellos que sienten dolor, pues esta sensación suele nublar las funciones racionales y ello es indicativo de estar violando alguna estructura biológica natural que por ontogenia se ha dotado al ser que experimenta ese dolor.

Usualmente el sufrimiento se asocia con el dolor y la infelicidad, pero no tienen por qué estar vinculados dado que cualquier condición puede ser sufrimiento y causar dolor si se es consciente del desgaste que se está teniendo. El sufrimiento cuando causa dolor obliga al individuo a adaptarse de alguna manera.

Razonar causa sufrimiento y puede llegar a causar dolor si la situación ha obligado a la mente a someter al cerebro a cambios que provoquen que las neuronas cambien sus esquemas sinápticos o establecer nuevas conexiones, por lo que hay un cambio biológico que permitirá al individuo resolver la situación y poner medios que le permitan adaptarse, para evitar sufrir.

El origen del sufrimiento es una cuestión puramente económica, el desgaste de los recursos aporta la sensación de sufrir, pero si al organismo le cuesta más energía de la que dispone a corto plazo resolver un problema, notifica al cerebro que la situación es inmediatamente inviable con la sensación de dolor. Esto es relevante cuando se agrede algún miembro físico, o cuando la situación es emocionalmente insostenible, causando herida física o emocional. Dado que la herida no es algo que el cuerpo pueda resolver de forma inmediata, se informa que está habiendo un desgaste que requiere de una reconstrucción. Cuando la reconstrucción es emocional, ello significa que ha habido una ruptura de algún esquema sináptico por confrontación directa entre lo esperado y lo obtenido, por lo que se requiere en ambos casos de un aporte energético extra, de continuar así, el cuerpo puede ver comprometida la integridad vital, por lo que se notifica con sensación de dolor. La sensación de dolor nos puede indicar que se necesiten de otros factores tales como el uso de la razón, el uso de instrumentos o sencillamente estar en reposo y esperar a que el propio organismo responda favorablemente. Si hay opción de evitarlo, el individuo evitará el dolor por pura ley natural, pero no tiene porque evitar el sufrimiento. Los niños son más tolerantes al desgaste psíquico, cuentan con un número mayor de conexiones sinápticas que les permiten razonar de forma más flexible.

El ser humano ha buscado las causas del sufrimiento desde hace milenios. En el budismo, la razón del sufrimiento es una mera cuestión mental, según palabras del propio Buda, escritas en el texto budista Dhammapada, dice: "El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional", de igual forma, "Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento y son creaciones de la mente. Si uno habla o actúa con un pensamiento impuro, entonces el sufrimiento le sigue de la misma manera que la rueda sigue la pezuña del buey." En general, en los suttas se asocia permanentemente el sufrimiento a no querer ver las cosas como son en realidad, impermanentes, insustanciales y, por tanto, insatisfactorias.

En realidad, el sufrimiento para el Buddha es la inadaptación de la mente a la realidad. Esa inadaptación se da por la presencia del apego, que trata de mantener estructuras rígidas frente a fenómenos siempre cambiantes, precisamente porque no se quieren ver las tres características. En este entorno la fe, por ejemplo, es una forma de apego que impide reaccionar frente a la realidad con racionalidad. Es por eso que en los suttas se indica una y otra vez que es la experiencia directa y no la fe el camino a la Iluminación. Curiosamente muchas sectas budistas han abandonado la razón y funcionan por fe.

Otra razón proveniente de la psicológica moderna, la cual dice que el sufrimiento es la tendencia de la mente, sea por naturaleza o condicionamiento, a identificarse con aspectos negativos: Esta es la conocida costumbre de ver "el vaso medio vacío", y no "el vaso medio lleno" en cada situación.

Según Albert Ellis, creador de la Terapia Racional Emotiva Comportamental, existe una tendencia humana al sabotaje, al dolor, a la crisis, a lo que denominó: la conducta neurótica. La conducta neurótica incluye formas de comportamiento autosaboteadoras que nos alejan, bloquean o impiden la vigencia de nuestros valores o el logro de nuestros objetivos.

Para Renny Yagosesky, Orientador de la Conducta y Escritor, el sufrimiento, visto en el contexto actual, tiene su base en la persistencia de la idea materialista egoísta, y en la incapacidad de las personas para contrarrestar el bombardeo de estímulos nocivos o triviales del medio circundante. La idea de que lo material nos dará bienestar duradero y nos protegerá contra los cambios internos y externos es probadamente caduca, aunque paradójicamente sobrevalorada, pese a que lo material es transitorio y en contra de nuestros apegos, los objetos del mundo se van, se degradan, se vencen, se dañan o mueren.

El antónimo del sufrimiento es la felicidad

En una frase como “sufrir de una enfermedad” el énfasis esta puesto en tener la enfermedad, y no tanto en la infelicidad que esta causa.

Términos relacionados son tristeza, pena y duelo. Bajo cierto punto de vista la ira es un tipo de sufrimiento. El aburrimiento también es un sufrimiento derivado de la falta de interés en las cosas (concretas o abstractas).

Es un tema frecuente en filosofía (especialmente importante en el estoicismo) y la religión (frecuentemente, como forma de castigo por el pecado).

The suffering, es un videojuego que describe la peor emoción existente.



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