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Szózat



El Szózat (en español: Llamamiento) es el verso musicado de Mihály Vörösmarty, cantado también hoy como himno húngaro.

Vörösmarty lo escribió en 1836 y Béni Egressy compuso la música en 1843, cuando András Bartay, director del Teatro Nacional Húngaro lo sacó a concurso. La obra fue estrenada el 10 de mayo de 1843 en el Teatro Nacional Húngaro. Se dice del Llamamiento que es el segundo himno. Durante mucho tiempo fue objeto de debate cuál de los dos —el Himnusz («Isten, áldd meg a magyart...») o el Szózat— debería ser el himno nacional.

El Llamamiento de Vörösmarty planteó pensamientos similares a los versos de Ferenc Kölcsey, es más, era como si continuara sus razonamientos, pero su entonación es completamente distinta: mientras que el Himno es una oración, el Llamamiento da más la impresión de un discurso, el narrador en su papel retórico habla y se dirige al oyente/lector; así como en el Himno la plegaria casi se convierte en súplica en la última estrofa, el Llamamiento es mucho más inspirador y resuelto, más estimulante del patriotismo y la fidelidad. Pero cuenta con las preocupaciones del Himno y ve posible la muerte de la nación:

Al mismo tiempo considera probable la llegada de mejores tiempos:

Tiene en cuenta también la advertencia de Huszt: confundir el presente con messze jövendővel («el lejano futuro»). Tres estrofas de la composición se ocupan del pasado, seis del futuro.

Fue traducido al inglés por el escritor canadiense y académico Watson Kirkconnell.

Vörösmarty Mihály:

Szózat

Hazádnak rendületlenűl

Légy híve, ó magyar,

Bölcsőd az s majdan sírod is,

Mely ápol s eltakar.


A nagy világon e kívűl

Nincsen számodra hely;

Áldjon vagy verjen sors keze:

Itt élned, halnod kell.


Ez a föld, melyen annyiszor

Apáid vére folyt;

Ez, melyhez minden szent nevet

Egy ezredév csatolt.


Itt küzdtenek honért a hős

Árpádnak hadai;

Itt törtek össze rabigát

Hunyadnak karjai.


Szabadság! Itten hordozák

Véres zászlóidat,

S elhulltanak legjobbjaink

A hosszu harc alatt.


És annyi balszerencse közt,

Oly sok viszály után,

Megfogyva bár, de törve nem,

Él nemzet e hazán.


S népek hazája, nagy világ!

Hozzád bátran kiált:

„Egy ezredévnyi szenvedés

Kér éltet vagy halált!”


Az nem lehet, hogy annyi szív

Hiába onta vért,

S keservben annyi hű kebel

Szakadt meg a honért.


Az nem lehet, hogy ész, erő

És oly szent akarat

Hiába sorvadozzanak

Egy átoksúly alatt.


Még jőni kell, még jőni fog

Egy jobb kor, mely után

Buzgó imádság epedez

Százezrek ajakán.


Vagy jőni fog, ha jőni kell,

A nagyszerű halál,

Hol a temetkezés fölött

Egy ország vérben áll.


S a sírt, hol nemzet sűlyed el,

Népek veszik körűl,

S az ember millióinak

Szemében gyászköny űl.


Légy híve rendületlenűl

Hazádnak, ó magyar:

Ez éltetőd, s ha elbukál,

Hantjával ez takar.


A nagy világon e kívűl

Nincsen számodra hely;

Áldjon vagy verjen sors keze:

Itt élned, halnod kell.

A tu Patria, inquebrantable

Sé fiel, oh, Húngaro

Es tu cuna y luego tu tumba también

Que te cuida y te cubrirá.


En el gran mundo, fuera de este

No hay lugar para ti

Te bendiga o te golpee la mano del destino

Tienes que vivir y morir aquí.


Es la tierra en la que tantas veces

La sangre de tus ancestros corrió

Esta, a la que todos los nombres santos

Un milenio le unió.


Aquí combatierton por la Patria

Las tropas del heroico Árpád

Aquí rompieron yugo de esclavo

Los brazos de Hunyad.


Libertad! Aquí llevaban

tus banderas ensangrentadas

Y murieron nuestros mejores

Durante la larga batalla.


Y entre tantas desventuras

Después de tantas discordias

Aunque escaseada pero no rota

Vive la nación en esta Patria.


Y la patria de pueblos, el gran mundo!

A ti te grita:

"Mil años de sufrir

piden muerte o vida!"


Imposible es que tantos corazones

En vano sangrasen

Y tantos pechos en tristeza

Se hayan quebrado por la Patria.


Imposible es que mente y fuerza

Y tanta voluntad santa

En vano desvanecieran

Bajo una maldita pesadilla


Aún ha de venir y vendrá

Una era mejor, después de la cual

Una plegaria ferviente estará

De miles en la boca


O vendrá si ha de llegar

La muerte magnífica

Donde sobre los funerales

Un país entero en sangre está.


Y la tumba, en donde una nación se hunde

Rodeada por pueblos está

Y en los ojos de millones de gente

Lágrimas de luto hay.


Sé fiel, inquebrantable

A tu Patria, oh, Húngaro:

Esta te da vida, y si te cayeras,

Con su túmulo esta te cubrirá.


En el gran mundo, fuera de éste

No hay lugar para ti

Te bendiga o te golpee la mano del destino

Tienes que vivir y morir aquí.



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