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Tayra



El Tayra, también llamado viejo de monte, humayro, irará, eirá, cabeza de mate,[2]cabeza de viejo, sanjool o hurón mayor (Eira barbara) es una especie de mamífero carnívoro de la familia Mustelidae. Habita en selvas tropicales desde las planicies costeras de México hasta el norte de Argentina, incluyendo la isla de Trinidad.[1][3]​ Mide alrededor de 70 cm y pesa 5 kg. Tiene la cabeza blanquecina o canosa y es de hábitos arborícolas. Es omnívoro, se alimenta de frutos, insectos, carroña y pequeños vertebrados. En México se considera en Peligro de Extinción.

La longitud del cuerpo alcanza de 58 a 75 cm, la de la cola a los 42 cm. pesa en promedio 5 kg. La cabeza es ancha y de tamaño proporcionalmente grande con relación al cuerpo, en comparación con otros mustélidos. Las patas son relativamente largas. El manto es suave de pelo corto y de color sepia, negro o castaño uniforme.

La especie está distribuida por Argentina; Belice; Bolivia; Brasil; Colombia; Costa Rica; Ecuador; El Salvador; Guatemala; Guayana Francesa; Guyana; Honduras; México; Nicaragua; Panamá; Paraguay; Perú; Surinam; Trinidad y Tobago; Venezuela.

En Argentina se encuentra en Misiones, Formosa, Chaco, Jujuy, Salta y Tucumán. En el año 2018 se observó un ejemplar adulto en Córdoba, Luque, y en el Parque Nacional Quebrada del Condorito se observó en 4 ocasiones adultos de Eira barbara en el año 2017. Otras observaciones en ese país fueron en Catamarca en el año 2016 y 2018 se observaron 4 especímenes, y en Santa Fe en el año 2013 se observó otro ejemplar; esto quiere decir que el Eira barbara puede que esté presente en Argentina central.[4]

Los ejemplares de Eira barbara pueden ser identificados individualmente, gracias a la mancha de pelo que tienen en la garganta.[5]

Localizan a la presa principalmente por el olor, teniendo una vista relativamente pobre. Una vez localizada la persiguen hasta que esta se canse. El irará es un omnívoro oportunista, consumiendo una variedad de frutos, carroña, pequeños vertebrados, insectos y miel. En un estudio de la dieta del irará en Belice se recogieron 31 muestras fecales. El estudio mostró que se alimentan principalmente de frutas (67,7%) y artrópodos (58%). Otras presas incluían aves y sus huevos (19,4 %), zarigüeya común (9,6 %), rata de arroz (22,5%), rata algodonera (32,3%) y la rata negra (29%). Sunquist y otros ( 1989 ) analizaron las heces (18) de este mustélido en Venezuela; encontraron que se alimenta de tres especies de vertebrados, la rata espinoza (Echimys semivillous), ratas arborícolas (Rhipidomys) y la iguana (Iguana iguana), y cuatro especies de frutas (Genipa americana, Zanthozylum culantrillo, Cuazuma tomentosa, y Psychotria anceps). Ambos Echimys semivillous y Genipa americana se encontraron en el 50% de los estudios. Además, todas las presas eran de hábitats cerrados, apoyando la idea que el irará es un especialista forestal. En Sao Paulo se analizaron 10 muestras fecales e identificaron frutas y roedores, entre los cuales se identificaron Akodon, Oligoryzomys y Calomys, además de aves y insectos (grillos, langostas y hormigas). También se le ha observado alimentarse de frutas de uveña y cecropia sp. Azara fue un naturalista que vivió en Paraguay y por lo visto se informó bien sobre el hurón mayor, "Su dieta se compone de todos los pequeños mamíferos indefensos a los que pueda echar mano, como agutíes, conejos, ratones y cuises. Además caza inambues, murciélagos y los jóvenes ñandúes que andan por el campo, además sube a los árboles del bosque y atrapa a los pichones de aves"; Además Azara analizo una cueva que ocupaba una mama con sus crías, encontró restos de aves y cuises. Daniel H. Janzen también analiso una cueva ocupada por una mama con sus crías en Costa Rica (Santa Rosa), encontró piel y huesos de agutí centroamericano, conejo (de la familia sylvilagus) y 4 tipo de frutas (Malnikara chicle, ficus spp., ardisia revolta y alibertia edulis). En Reservas de Costa Rica, como el Parque nacional Corcovado, se ha observado como los hurones persiguen y cazan encarnisadamente a los peresozos y agutíes.

El día 29 de abril de 2020, en el parque nacional natural Chingaza, jurisdicción del municipio de La Calera – Cundinamarca, y más exactamente en la vía que conduce del municipio al área protegida (4,66128, -73,834075, WGS 84), por medio de un registro fotográfico y de video se logró observar e identificar a un individuo de hurón mayor (E. barbara) adulto que se encontraba cazando y alimentándose de un venado del páramo (M. rufina) adulto. Inicialmente los observadores pensaron que era un evento de carroñeo, pero durante el avistamiento se pudo evidenciar que el venado se encontraba con vida. Durante el evento, se observa cómo el hurón, de manera reiterada atacó al Venado en la parte posterior del cuerpo, arrojándolo al suelo en repetidas oportunidades, facilitándole el dominio sobre la presa. Se observó también que la Taira mordisqueó varias partes del cuerpo del Venado, concentrándose en especial en los miembros anteriores y posteriores, lo que suponemos permitió inmovilizar la presa. Una vez herido, el Venado tuvo dificultad para escapar, facilitando así su derribo y ayudando a que la Taira se posara sobre su cuerpo y con su peso impedir que se levantara, y consumir parte de sus miembros posteriores, la punta del anca y base de la cola.


A pesar de estos estudios se sabe muy poco de su alimentación y que lugar ocupa en la cadena alimentaria en comparación a otros mesodepredadores, conclusiones hechas por biólogos explican que es un depredador oportunista y que atrapa todo lo que esté a su alcance, aparte es un buen dispersor de semillas y controlador de poblaciones de roedores.

Los tayras son activos durante el día, especialmente al amanecer y al atardecer. Generalmente andan solos, aunque se los ha observado en pareja o en pequeños grupos familiares. Son muy ágiles para desplazarse, tanto en el suelo como en lo alto de los árboles, donde utilizan su cola para balancearse, y son capaces de subir y bajar con la cabeza por delante. También son muy buenos nadadores. Viven en sus madrigueras ubicadas en las horquetas, en algún agujero o en la base de los árboles. Estos nidos o madrigueras están cerca uno de otros, por lo que se deduce que no son territoriales.

Los tayras salvajes no son muy amigos del hombre. Son ariscos y no se dejan ver con frecuencia. Resoplan cuando están asustados; gruñen y chillan si se sienten amenazados o acorralados. Si son sorprendidos, son capaces de subir rápidamente a un árbol, gruñendo y escupiendo, mientras escapan corriendo por las ramas.

Las interacciones copulatorias de los adultos ocurren en el día en cautiverio y en la noche en libertad; los machos alcanzan su madurez sexual alrededor del año de vida, pero se aparean hasta los 18 meses, mientras que las hembras tienen su primer estro alrededor de los 22 meses. El ciclo estral dura 52.2 días en hembras primerizas y 93.9 en experimentadas; las hembras entran es estro varías veces al año en periodos de 3-20 días. La gestación dura entre 63-67 días y las camadas son de 1-3 crías con un promedio de 2. Los machos adultos no permanecen con la madre y los cachorros los cuales a los 3 meses de edad ya son capaces de cazar pequeños roedores y aves (Presley, 2000). Llegan a vivir hasta 18 años en cautiverio.

Las principales amenazas para su supervivencia son la deforestación y desintegración de su hábitat a través de la agricultura, la ganadería y los incendios forestales. También es perseguido y cazado por el hombre ya que se lo acusa de alimentarse de las aves de corral y otros pequeños animales de granja. Sin embargo, y afortunadamente, no es una especie que se encuentre en peligro de extinción, ya que puede sobrevivir tranquilamente en ambientes perturbados cerca del hombre. En muchos lugares incluso se domestica al tayra con el fin de que controle la población de roedores. En Colombia el tayra ataca y mata ardillas por lo cual está prohibido cazarlo ya que controla la población de ardillas.

El hurón mayor es principalmente diurno al igual que el yaguarundí, pero evita la competencia con este felino por la alimentación. Mientras que el yaguarundí se alimenta de una gran variedad de roedores y aves pequeñas, el hurón consume principalmente frutas y una gran variedad de animales medianos y pequeños. Konecny (1989) informó además que la diversidad de presas tomadas por yaguarundí y el hurón parecían ser altamente correlacionados. Aunque la proporción en ocurrencia de los elementos presa en la dieta de cada depredador se superponen aproximadamente en un 40%, el autor registró artrópodos en las heces del yaguarundí, un 20% más que en las heces de los hurones. El ocelote y el margay son principalmente nocturnos, aparte de que el ocelote consume una gran diversidad de presas y el margay consume animales arborícolas. El principal depredador del hurón es el águila harpía, se registró como presa de esta rapaz en Argentina, Brasil, Perú y Guayana Francesa. Se han encontrado esporádicamente en la materia fecal de ocelotes, pumas y jaguares.



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