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Teatro del Libertador San Martín



¿Dónde nació Teatro del Libertador San Martín?

Teatro del Libertador San Martín nació en Argentina.


El Teatro del Libertador General San Martín,[n. 1]​ conocido anteriormente como Teatro Rivera Indarte, es el principal teatro de la ciudad argentina de Córdoba y se destaca como sala de conciertos, ópera y ballet.

Está ubicado en la Avenida Vélez Sarsfield, entre Duarte Quirós y Boulevar San Juan, es actualmente considerado uno de los teatros con mejor acústica del país.

La superficie actual del predio donde está emplazado este teatro es de 3640 m², y de superficie cubierta es de 11.700 m². Cuenta con una capacidad de 1077 ubicaciones.

En la actualidad, en este sitio se encuentra la sede de los cuerpos estables de música, canto y danza de la provincia de Córdoba.

Nuevas reforma para el teatro, el gobernador Juan Schiaretti y la presidenta de la comisión nacional de monumentos, Teresa Anchorena, firmaron un convenio para la restauración y puesta en valor del Teatro del Libertador San Martín. Para el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, que se realizó en marzo de 2019.[1]

En el año 1891 tomando nota de la ausencia de una sala estable e importante de conciertos en su natal provincia de Córdoba, el entonces ministro de justicia –luego sería gobernador– Ramón José Cárcano propuso la creación de una sala con tal fin al gobernador Ambrosio Olmos. Para asegurar la aprobación del proyecto y la financiación de la Legislatura de Córdoba, Cárcano encargó al arquitecto italiano establecido en Argentina Francesco Tamburini (uno de los creadores de la célebre Casa Rosada y del segundo y presente edificio del Teatro Colón de Buenos Aires) el proyecto de diseño para el coliseo cordobés. En los planes de Tamburini colaboró el ingeniero italoargentino Giuseppe Franceschi, único especialista en hormigón armado, hasta ese momento, quien dirigió la construcción. El edificio fue elevado sobre un terreno con forma de polígono irregular.
Según la arquitecta Marta Deltrozzo la arquitectura de este teatro "corresponde al modelo de teatro lírico dentro de los lineamientos de la Ópera de París", de Charles Garnier; según el arquitecto Rodolfo Gallardo, Tamburini y su equipo trazaron el proyecto "en las líneas del Manierismo Palladiano".

En la arquitectura del teatro predomina entonces un estilo italianizante ecléctico. El uso principalmente decorativo de columnas, arcos de medio punto, almohadillados, y esculturas traídas de Europa, permite afirmar que el edificio fue concebido desde la corriente llamada "influencia italiana", en boga en el momento de su construcción.
Al diseño de Tamburini se yuxtaponen diseños interiores y exteriores de Arturo Nembrini Gonzaga, que se observan principalmente en los relieves de la fachada y la neoclásica escultura de la gran cuadriga que triunfalmente corona al frontispicio sobre la parte superior central del ático, así como en las pátinas de cardenillo de los elementos de bronce, Arturo Membrini Gonzaga decoró principalmente la bóveda central en un estilo llamado pompeyano a Membrini Gonzaga también se deben los frescos del cielo raso y el grupo de estatuas neoclásicas ubicadas en el ático.
Casi la totalidad de los materiales (por ejemplo: mármol de Carrara), tejidos y maquinaria con que fue edificado el teatro fue importada desde Europa. Actualmente no hay teatros históricos en el mundo que conserven su maquinaria escénica original y “menos en funcionamiento” como ocurre con el Teatro del Libertador General San Martín.http:[2]

La gran sala de conciertos fue diseñada para una capacidad de 1000 espectadores. Su sala de conciertos está en un piso sobre el nivel de base del acceso, el edificio posee cinco plantas y un subsuelo aunque la fachada parece poner en evidencia, por criterios de proporcionalidad, solo dos pisos; las cinco plantas o pisos reales se elevan con cuatro líneas de palcos sobre la platea y el proscenio principales.

En los 1990 se le añadió una cúpula en cuyo interior se destacan pinturas del mendocino –radicado mucho tiempo en Córdoba– Carlos Alonso. La cúpula del techo que se encuentra en el centro de la platea aún no ha sido intervenida, en esa cúpula central –para la que existió un diseño del pintor Carlos Alonso, quien hoy por su edad y salud no lo puede realizar– se instalará en el 2019 una lámpara con aplicaciones de aluminio y un sistema de luces que imitan los rayos del sol; ya fue aprobada por el CIAL[3]​ porque no altera la acústica.

En el 2005 la capacidad máxima ya era de 1077 personas, distribuidas en el siguiente orden: 382 en platea, 88 en 22 palcos altos, 80 en 20 palcos bajos, 174 en cazuela, 152 en tertulia y otras 200 en el "paraíso" y el escenario de 650 metros cuadrados mantiene las galerías laterales u “hombros”.

El teatro, además, alberga las salas Luis de Tejeda (que ocupa parte de un antiguo patio) y Rafael Grisolía, cada una con capacidad de alrededor de cien personas estando principalmente reservadas para seminarios, así como para el teatro de la Orquesta Académica de la provincia. También posee un museo en el cual, entre otros valores se preservan utilerías y vestuarios. El Teatro del Libertador posee, desde la segundo lustro del s. XXI, el Edificio Anexo Carlos Guastavino cuyo frente tiene como dirección a la calle Duarte Quirós al 165. Ese nuevo anexo contiene dos bloques que proveen de nuevos espacios y que se conectan con el núcleo original del Teatro del Libertador. El Anexo Carlos Guastavino posee un bloque "A" en donde funcionan oficinas, el taller de luminotecnia, de vestuario y el sector de dirección y depósito de vestuario. En el bloque "B" se encuentran dependencias para artistas y un importante patio, con un gran taller de maquinarias que posee un puente-grúa y un portón de acceso directo al escenario, a este Teatro (el original y el de comienzos de siglo XXI) se encuentran unidos a través de una vieja torre del tanque de agua, que incluye escalera y ascensor para personal, en el primer lustro del siglo XXI este nuevo anexo constituye la más importante expansión del teatro cordobés desde su creación a fines del s. XIX, aunque el límite de expansión cualicuantiva de este teatro se propone para un proyecto global mayor en el presente siglo.

Es notable la posibilidad que tiene el piso de la platea de horizontalizarse totalmente mediante un sistema mecánico de subsuelo, quedando a nivel del escenario, con lo que al destornillar las butacas la sala podría ser empleada, excepcionalmente, como suntuoso salón de baile para algún evento festivo de alto nivel.

La histórica institución fue inaugurada el 26 de abril de 1891 con el nombre de Teatro Rivera Indarte. Popularmente conocido a fines de siglo XIX y principios de siglo XX como "El Teatro de la Calle Ancha" ("La calle ancha pasó a ser llamada más tarde Avenida Vélez Sársfield) o el "Teatro Nuevo".

Entre los primeros importantes directores y actores de teatro se destacó María Guerrero, quien popularizó el teatro de España en Argentina a partir de 1897. En los siguientes años actuaron en este teatro numerosos artistas clásicos de renombre internacional, por ejemplo: Enrico Caruso, Tito Schipa, Titta Ruffo, José Palet, Arthur Rubinstein y Camille Saint-Saëns, entre otros, y albergó el Festival Internacional de Música Contemporánea Córdoba (Argentina).

Actualmente este teatro es sede de la Orquesta Sinfónica de Córdoba, la Banda Sinfónica de la Provincia de Córdoba, la Orquesta Provincial de Música Ciudadana, el Coro Polifónico de la Provincia de Córdoba, el Coro de Cámara de la Provincia de Córdoba y el Ballet Oficial de la Provincia de Córdoba.

La institución fue rebautizada en honor del General José de San Martín en 1950 por orden del presidente Juan Domingo Perón con motivo del centenario de la muerte del Libertador. Su nombre se cambió nuevamente a Rivera Indarte en 1956 (tras el derrocamiento de Perón) y recuperó la denominación de San Martín en 1973.



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