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The Thrill Book



The Thrill Book fue una revista pulp estadounidense publicada por Street & Smith en 1919. Su intención era presentar relatos «diferentes», es decir, historias inusuales o inclasificables, lo que en la práctica a menudo se traducía en relatos de fantasía o ciencia ficción. Los primeros ocho números, editados por Harold Hersey, eran una mezcla de relatos de aventuras y weird fiction. Entre sus colaboradores estaban Greye La Spina, Charles Fulton Oursler, J. H. Coryell y Seabury Quinn. Hersey fue reemplazado por Ronald Oliphant con la edición del número del 1 de julio, probablemente porque Street & Smith no estaba satisfecho con sus resultados.

Oliphant publicó más ciencia ficción y fantasía que Hersey, aunque entre sus publicaciones se encontraban dos relatos de Murray Leinster que Hersey había comprado antes de ser reemplazado. El relato más famoso de The Thrill Book es The Heads of Cerberus, de Francis Stevens, un ejemplo temprano de una novela sobre líneas temporales alternativas. Oliphant recibió un mayor presupuesto que Hersey y pudo adquirir material de escritores populares en la época como H. Bedford-Jones, pero solamente pudo publicar ocho números más antes del final de la revista. El último número tenía fecha del 15 de octubre de 1919; la revista probablemente dejó de publicarse a causa de las escasas ventas, aunque es posible que una huelga de impresores en ese momento haya sido un factor determinante.

Aunque The Thrill Book se ha descrito como la primera publicación pulp estadounidense especializada en fantasía y ciencia ficción, esta calificación no cuenta con el apoyo de algunos historiadores recientes de este campo, que la consideran más bien como un escalón en el camino que finalmente condujo a publicaciones como Weird Tales y Amazing Stories, las primeras revistas verdaderamente especializadas en los campos de la weird fiction y la ciencia ficción, respectivamente.

A finales del siglo XIX las revistas populares no solían publicar exclusivamente ficción, sino que incluían también artículos de no ficción y poesía. En octubre de 1896 la revista Argosy, editada por Frank Munsey, fue la primera en comenzar a publicar exclusivamente ficción y en diciembre de ese mismo año empezó a utilizar papel barato confeccionado a base de pasta de madera. Hoy en día los estudiosos de la historia de las revistas consideran que este fue el comienzo de la era de las revistas pulp.[3]​ Durante veinte años las revistas pulp tuvieron una buena acogida sin restringir su contenido de ficción a ningún género específico, pero en 1915 la influyente editorial Street & Smith comenzó a publicar títulos que se centraban en un segmento de mercado concreto, como Detective Story Magazine y Western Story Magazine, convirtiéndose así en pionera de las revistas pulp especializadas y de género único.[3][4]​ En medio de estos cambios, en algún momento de 1918 el director de distribución de Street & Smith, Henry Ralston, decidió lanzar una nueva revista para publicar historias «diferentes», esto es, historias que de alguna manera eran insólitas o inclasificables, lo que en la mayoría de los casos implicaba que incluían elementos de fantasía o ciencia ficción.[4][5][n 1]​ En su libro sobre la historia de Street & Smith The Fiction Factory, Quentin Reynolds afirma que la revista fue idea de Ormond G. Smith, uno de los editores, pero el historiador de publicaciones pulp Will Murray considera que es poco probable que sea la versión de los hechos completa, ya que el libro de Reynolds fue escrito casi cuarenta años después y fue una historia «autorizada», aunque Ralston ciertamente participó en la creación de The Thrill Book.[6]​ Walter Adolphe Roberts, el editor de la revista de Street & Smith Ainslee's Magazine, le dijo a su amigo Harold Hersey, que Ralston estaba buscando un editor para una nueva revista.[4]​ Hersey había vendido algunos trabajos a las pulps, pero su experiencia editorial se limitaba a no más de un año de trabajo en algunas revistas literarias.[7]​ Se reunió con Ralston a principios de 1919 y tras la entrevista fue inmediatamente contratado. Es posible que estuviera previsto que Eugene A. Clancy, editor de la revista de Street & Smith The Popular Magazine, fuera el editor de The Thrill Book, pero no pudo asumir el trabajo adicional, aunque Clancy colaboró con Hersey en algunos números de la revista.[8]​ La incorporación de Hersey como editor fue desafortunada; los historiadores del sector describen a Hersey como un escritor y editor sin talento.[9][10][11][12]

El primer número tenía fecha del 1 de marzo de 1919 y se publicó en un formato similar al de una dime novel,[13]​ una elección de formato que fue probablemente un error, ya que el público lo asoció con ficción de baja calidad dirigida a lectores de escaso nivel.[14]​ El planteamiento de publicar dos números al mes indicaba que Street & Smith confiaba en que la nueva revista tendría éxito.[15]

Con el número 9 de la revista, de fecha 1 de julio de 1919, Hersey fue reemplazado por Ronald Oliphant.[16]​ Las razones de este cambio no están claras, aunque se proponen varias explicaciones. Murray Leinster consideraba que Hersey fue despedido por publicar muchas de sus propias obras de ficción y poesía en la revista; según Leinster, parte de la poesía pudo haber sido escrita por su madre en lugar de por el propio Hersey.[16][17]​ El historiador pulp Richard Bleiler considera esta teoría poco probable, ya que aunque hasta dieciocho de los veinticinco poemas cortos de los primeros ocho números de la revista pueden haber sido de Hersey, solo dos relatos de esos números son sin duda suyos y solo hay otros cuatro relatos que pueden haber sido obra de Hersey publicados bajo seudónimo. Bleiler considera que como mucho Street & Smith habría reprendido a Hersey y que la verdadera razón de su despido es más probable que fuera que la editorial no estaba satisfecha con los resultados de la revista con él como editor; Bleiler también señala que Hersey puede haber iniciado el rumor de que fue despedido por adquirir demasiado material propio, ya que esto habría sido menos perjudicial para su reputación que un despido por fracasar.[18]​ Por su parte, Hersey afirmó que no fue despedido, sino que renunció: «Vi que la decisión ya era un hecho antes de tiempo. Pedí ser relevado de mis funciones... ¡y mi petición fue aceptada rápidamente!».[17]

Al mismo tiempo que se nombró a Oliphant como editor, el diseño de la revista se cambió al de una pulp estándar. Con sus 160 páginas ofrecía a los lectores una relación calidad/precio mucho mejor que el formato de novela de 48 páginas de los primeros ocho números, a pesar del aumento de precio de 10 a 15 centavos. Se inició un departamento de preguntas y respuestas, «Cross-Trails», imitando un elemento similar de Adventure, la revista pulp de mayor éxito de la época, y también es posible que el cambio de formato se hiciera para aumentar el parecido de las dos revistas, junto con un cambio en el aspecto de la página de contenidos de The Thrill Book para parecerse a la de Adventure.[19]

Street & Smith canceló la revista después de la publicación del número 16, de fecha 15 de octubre. A menudo se ha planteado como motivo una huelga de impresores existente en aquel momento, aunque Hersey lo negó en sus memorias, y está claro que las malas ventas fueron al menos parte de la razón de la suspensión. Street & Smith seguía adquiriendo relatos para la revista en noviembre y como el último número habría aparecido en los quioscos en algún momento de septiembre, esto implica que la revista se encontraba en un paréntesis (posiblemente debido a la huelga de las imprentas) con la expectativa de volver, tal vez con una periodicidad menor. Una nota en los archivos de Street & Smith registra la fecha de cancelación como el 1 de diciembre de 1919, lo que puede indicar el momento en que el retraso causado por la huelga convenció a Street & Smith de cerrar finalmente la revista.[6]

Hersey comenzó familiarizándose con el trabajo de los escritores que ya estaban en el mercado y que podían proporcionar el tipo de material que buscaba Ralston. Pronto llegó a la conclusión de que la nueva revista tendría que incluir algunas reediciones junto con material original. Su presupuesto no le permitía pagar tarifas que atrajeran a escritores de gran calidad, ni siquiera reeditar los relatos más conocidos del tipo que buscaba, y se vio obligado a utilizar autores relativamente desconocidos como Perley Poore Sheehan y Robert W. Sneddon. Hersey distribuyó un «Anuncio a los escritores» que describía lo que buscaba: «cuentos extraños, raros, ocultos, misteriosos... sucesos místicos, aventuras extrañas, proezas de prestidigitación, espiritualismo, etc... Si tienes una idea que has considerado demasiado estrafalaria como para escribirla, demasiado rara o extraña, déjanos verla». Este anuncio no restringía las aportaciones de fantasía o ciencia ficción, pero Hersey recibió (y publicó) todo tipo de ficción, incluidos misterios, aventuras e historias de amor,[15]​ aunque puede ser que simplemente no recibiera suficiente ciencia ficción y fantasía de buena calidad para completar la revista.[20]​ Hersey recordaba más adelante que el anuncio no proporcionó muchos escritos aprovechables: «¡Como resultado de los anuncios en las revistas de escritores, recibí mil manuscritos pero solo pude comprar diez!».[21]

El primer número incluía El lobo de las estepas (Wolf of the Steppes), un relato de hombres lobo de Greye La Spina que había remitido a The Popular Magazine pero fue comprada por Clancy para The Thrill Book en 1918, cuando Street & Smith comenzó a hacer planes para la nueva revista.[21][n 2]​ Este relato era el primero de Greye La Spina (de soltera Fanny Greye Bragg), quien publicaría varias historias más en la revista y más tarde se convirtió en una colaboradora habitual de Weird Tales.[21]​ Otra de las obras publicadas en el primer número fue The Thing That Wept, de Charles Fulton Oursler, que posteriormente fue editor de la revista de propósito general Liberty y escribió novelas bajo el seudónimo Anthony Abbot.[21][23][24]​ En el primer número se iniciaron dos series: «The Jeweled Ibis» de J. C. Kofoed y «In the Shadows of Race», de J. Hampton Bishop. Ambas contenían suficientes elementos fantásticos o de ciencia ficción para encajar en los planes originales de la revista; la primera trataba sobre adoradores de los antiguos dioses egipcios y el relato de Bishop sobre una raza perdida en África, que incluía simios inteligentes.[20]​ La portada del primer número fue obra de Sidney H. Riesenberg; Bleiler la describe como "cutre y de segunda categoría" en comparación con las portadas de revistas de éxito de la época como Adventure y Detective Story Magazine. La portada del primer número fue obra de Sidney H. Riesenberg; Bleiler la describe como «deslucida y de segunda categoría» en comparación con las portadas de revistas de éxito de la época como Adventure y Detective Story Magazine.[25]​ El número del 1 de mayo incluía uno de los primeros relatos cortos de Seabury Quinn, La imagen de piedra (The Stone Image), que presentaba a un personaje llamado Dr. Towbridge, que más tarde aparecería (rebautizado como Dr. Trowbridge) en las populares historias de detectives del ocultismo de Quinn sobre Jules de Grandin para Weird Tales, aunque por entonces Quinn todavía no había creado el personaje de Grandin. Tod Robbins, un reconocido escritor de fantasía, proporcionó varias obras cortas, todas «bosquejos triviales de humor» sin mucha sustancia, en opinión del historiador de ciencia ficción Mike Ashley.[13]​ Entre los colaboradores se encontraba Sophie Louise Wenzel, que más tarde publicó relatos en Weird Tales como Sophie Wenzel Ellis, pero la mayoría de los escritores de la etapa como editor de Hersey, como George C. Jenks o John R. Coryell (ambos autores de dime novel) ya no son nombres conocidos en la actualidad.[21]

Cuando Oliphant se hizo cargo de la publicación, puso anuncios en las revistas de escritores en busca de más colaboraciones.[26][n 3]​ Gran parte del material publicado bajo la dirección de Oliphant habría sido comprado por Hersey, lo que hace difícil juzgar su impacto como editor.[17]​ Lo que sí está claro es que Oliphant compró más narraciones de ciencia ficción y fantasía que Hersey;[13]​ en particular, Hersey no había comprado casi ningún relato de ciencia ficción propiamente dicho, aunque dos de sus adquisiciones, A Thousand Degrees Below Zero y The Silver Menace de Murray Leinster, aparecieron en los primeros números publicados por Oliphant.[17]​ Historias como The Lost Days de Trainor Lansing, que trataba sobre la percepción del tiempo y The Ultimate Ingredient de Greye La Spina, sobre la invisibilidad, publicadas en agosto y octubre respectivamente, eran una clara prueba de este cambio de enfoque editorial.[20]​ La obra de ciencia ficción más famosa publicada en The Thrill Book fue la novela de Francis Stevens The Heads of Cerberus, que fue una de las primeras representaciones ficticias de líneas temporales alternativas.[13][28]​ Además de incrementar el contenido de la ciencia ficción, Oliphant también incorporó a autores más conocidos que los publicados bajo la dirección de Hersey, como H. Bedford-Jones y William Wallace Cook.[29]​ Parece probable que el presupuesto para ficción se incrementó cuando Oliphant asumió el cargo y lo utilizó para pagar un precio por palabra más elevado a los mejores escritores; Hersey pagaba alrededor de un centavo por palabra por las obras de ficción, pero Bedford-Jones recibió 800 dólares por The Opium Ship, lo que supone unos 2,5 o 3 centavos por palabra, mientras que Francis Stevens cobró solo 400 dólares, menos de un centavo por palabra, por su mucho más extensa novela The Heads of Cerberus.[30]​ Continuó publicándose poesía, incluidos varios poemas de Hersey y también Dissonance de Clark Ashton Smith, con quien Hersey se había puesto en contacto en marzo para pedirle que presentara lo que Will Murray describe como «un extraño caso de previsión editorial de Hersey».[28]

Cuando dejó de publicarse, Street & Smith tenía numerosos obras en su poder que habían comprado para la revista, las cuales se ofrecieron en los años siguientes a otras publicaciones de la editorial, como Sea Stories. Greye La Spina recompró su original de The Dead Wagon en 1927 y se lo vendió a Weird Tales. Francis Stevens había vendido tres series y tres relatos cortos a la revista; una de las series, Serapion, fue publicada en Argosy en 1920, pero se desconoce el destino de las otras dos y tampoco hay constancia de que se hayan publicado los tres relatos en otras revistas. En 1940 John L. Nanovic, editor de Doc Savage y The Shadow, revisó los manuscritos remanentes de Thrill Book y le sugirió a Ralston que algunos relatos podrían ser publicados en la revista Love Story; también le propuso algunas historias que podrían interesar a John W. Campbell para Unknown. Al año siguiente Oliphant examinó diez de los manuscritos y se los envió a Nanovic con sus recomendaciones. Campbell evaluó tres de ellos y no aceptó ninguno; también rechazó el de Murray Leinster, The Great Catastrophe, que había sido enviado a The Thrill Book y considerado independientemente de la evaluación de Nanovic. Otras revistas que examinaron y rechazaron los relatos recomendados por Oliphant fueron Clues, Mystery y Detective Story Magazine.[31]​ La única obra del inventario de The Thrill Book que se utilizó de esta revisión fue The Speed Demon's Vendetta de Clyde Broadwell, que fue reescrita y publicada en The Avenger en marzo de 1942 bajo el seudónimo de «Denby Brixton», que Broadwell había utilizado para un relato que había vendido a The Thrill Book.[32][33]

En 1976 los manuscritos fueron revisados de nuevo por Will Murray; por entonces ya habían sido donados a la Universidad de Siracusa por Condé Nast, que había adquirido Street & Smith en 1961. Se encontraron las diez historias revisadas por Oliphant y se hicieron planes para que Odyssey Publications publicara una edición en rústica del material de Thrill Book con estos relatos junto con algunas reediciones. Al año siguiente se localizó otro grupo de manuscritos de Thrill Book en la colección de Siracusa, entre ellos The Great Catastrophe de Leinster y The Bracelet de La Spina, y se modificó el contenido previsto de la antología para incluir parte de este material. No se encontró ninguna de las narraciones de Francis Stevens en ambos grupos de manuscritos. Un relato, As It Is Written de De Lysle Ferree Cass, fue identificado erróneamente por Murray como obra de Clark Ashton Smith y esto provocó retrasos en la publicación ya que Odyssey hiciera planes por separado para publicar el relato con el nombre de Smith. La identificación errónea no fue descubierta hasta después de que apareciera impreso en 1982. Cuatro años más tarde Odyssey quebró y la antología con el material de The Thrill Book nunca se publicó.[34]

Debido a que la revista se vendía solamente en algunas partes de los Estados Unidos, los ejemplares son muy escasos y muy apreciados por los coleccionistas de revistas pulp.[35]​ A pesar de su rareza, o tal vez debido a ello, se ha descrito a menudo como la primera revista de ciencia ficción y fantasía publicada, aunque en opinión de historiadores de ciencia ficción y de la prensa escrita recientes coinciden en que la revista fue un intento fallido de lograr una especialización. En palabras de Will Murray, la idea de que The Thrill Book fue la primera revista de este tipo está «erróneamente sostenida por muchos» y añade que fue «tan solo un prólogo a la Erad Dorada de la weird fiction periódica», aunque considera que podría haberse convertido en un elemento dominante en el género si hubiera continuado su publicación.[35]​ Richard Bleiler afirma que «fue una revista que de alguna manera se convirtió en un símbolo para una generación de lectores de pulp... fue el primer destello eidético de un sueño que posteriormente se materializaría con Weird Tales».[36]​ En opinión de Mike Ashley fue solo «un paso hacia una revista de fantasía en toda regla».[20]

The Thrill Book fue publicado por Street & Smith. Inicialmente el formato era grapado en cuadernillo, tamaño 10 3⁄4 por 8 pulgadas, con 48 páginas y un precio de 10 centavos. A partir del número 9, de fecha 1 de julio de 1919, pasó a imprimirse en formato pulp, con 160 páginas y un precio de 15 centavos. Entre el 1 de marzo y el 15 de junio el editor fue Harold Hersey y después Ronald Oliphant.[13]​ El primer volumen lo compusieron ocho números, el segundo seis y el tercero y último dos.[13][37]​ Hersey recordó más tarde que había oído hablar de la publicación de Thrill Book Quarterly, pero no se ha encontrado ninguna prueba de la existencia de dicha revista.[38]

Wildside Press reeditó dos números de la revista en edición facsímil: el número del 1 de septiembre de 1919, publicado en 2005, y el primer número, del 1 de marzo de 1919, que apareció en 2011.[29]



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