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Tienda de campaña



Una tienda de campaña en España y carpa en Hispanoamérica, del quechua karpa,[1]​ es una pequeña casa portátil destinada a ser colocada en el campo para albergar una o más personas.

La carpa ya era utilizada por las tribus nativas americanas, sobre todo en Canadá y las llanuras estadounidenses, en donde también se denominaban tipi o tipi y conocida por su forma cónica y su agujero de humo máximo. Se calcula que los nativos ya la utilizaban desde tiempos antiguos, aproximadamente desde el año 10,000 A. de C. al 4000.[2]

En los países de Hispanoamérica se utiliza el apelativo «carpa». En otros países el término «carpa» se refiere solo a las de gran tamaño, como la carpa de circo. En España se usa «tienda de campaña».

El nombre deriva de «campiña», que se refiere a las extensiones de tierra para labrantía. Por extensión se emplean en diversos medios naturales no acuáticos, incluso grandes paredes rocosas. A principios del siglo XX ya se hallaban ampliamente diseminadas en el excursionismo.

Las tiendas de campaña se utilizan también como albergues provisionales para los ejércitos en sus incursiones militares, mucho más comunes en la antigüedad.

Al acto de montar una tienda de campaña, con el fin de quedarse en ella un tiempo, se llama «acampar». Generalmente se acampa con uno o varios fines: pasar la noche, descansar, alimentarse, refugiarse de las inclemencias de la naturaleza, como punto de reunión, entre otros menos comunes.

Un campamento es el lugar donde se instalan varias tiendas de campaña, además de otras posibles instalaciones, que permitan albergar personas.

A la afición por acampar se le llama acampada, campismo, o camping.

El uso de las tiendas es de la mayor antigüedad. Los hebreos vivieron en el desierto por espacio de cuarenta años bajo tiendas.[3]​ En la escritura se habla de la tienda de Cedar, hijo de Ismael. En la tienda de Haber atravesó Jael, con un clavo, la cabeza de Sísara. Judit fue a ver a Holofernes en su tienda.

Los griegos parece que no hacían uso de esta especie de abrigos. Diferentes paisajes de Homero prueban que estos héroes no vivían bajo tiendas. Sus abrigos eran unas chozas o cabañas hechas de tierra y de madera cubiertas de cañas y de esta manera es como nos representa Homero la vivienda de Aquiles. Las tiendas se usaron por los ejércitos romanos, y se ven algunas en los bajorrelieves en la columna Antonina.

El uso de las tiendas es muy común entre los árabes, los cuales tienen necesidad de ellas en un clima tan caluroso como el suyo. Parece que el empleo de las tiendas entre los orientales se originó en la costumbre de los pabellones, doseles, palios, sombrillas, etc., que desde muy antiguo se han usado para manifestar respeto o veneración a personas de alta jerarquía representándolas o llevándolas en ellos. En los ejércitos europeos no parece ser muy antiguo el uso de las tiendas, pues antes de la reforma militar introducida por Federico II de Prusia y Luis XIV de Francia solo se albergaban bajo las tiendas los oficiales superiores, mientras que los soldados se guarecían bajo chozas o barracas construidas al efecto.[4]

Los hebreos vivieron bajo tiendas en el desierto por espacio de 40 años[cita requerida]. Los árabes tomaron de ellos esta costumbre. Luego la adoptaron los griegos en sus campañas, imitándoles los romanos.

Las de estos eran cuadradas y admitían ocho soldados cada una: las posteriores han variado en la forma y en las medidas. Desde la Edad Media, se conjetura, por el dicho de escritores respetables, que hasta el siglo XVII solo había tiendas para los reyes, generales y oficiales superiores y que los demás individuos se guarecían bajo chozas o barracas. Después de las reformas de Luis XIV y Federico II, las tiendas de lona o lienzo se hicieron extensivas a todas las clases. Napoleón I volvió a establecer los vivacs y desde entonces se conservan solo para los generales, jefes y oficiales y su forma varía, pues unas veces son cuadradas, otras octogonales y cónicas la mayoría, ya que su declive las expone menos durante las lluvias a inundar de agua el interior.[5]

Existen muchos tipos de tiendas de campaña, pero las más comunes son:

Por lo general, todas las tiendas de campaña cuentan con las siguientes partes individuales:

Las carpas pueden ser de tela o de algún material sintético. Actualmente se utilizan estos últimos debido a su mayor ligereza, durabilidad y resistencia a los elementos (agua, sol, lluvia, etc.).

De acuerdo con su capacidad para brindar comodidad y aislar su interior de los elementos naturales, las tiendas de campaña se caracterizan por estaciones, refiriéndose a las estaciones del año.[cita requerida]

Así una tienda puede ser de una estación particular, de dos, de tres o de cuatro estaciones, de acuerdo con su diseño y materiales.




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