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Tocata y fuga en re menor



La Tocata y fuga en re menor, BWV 565 es una pieza de música de órgano escrita, según sus fuentes más antiguas, por Johann Sebastian Bach. La pieza abre con una sección de tocata, seguida de una fuga que termina en una coda. Es una de las obras más famosas del repertorio de órgano.

Los especialistas difieren en cuanto a cuándo se compuso. Podría haber sido cerca de 1704 (cuando el supuesto compositor todavía estaba en su adolescencia), lo que sería una explicación de las características inusuales. Alternativamente, se ha sugerido una fecha tan tardía como la década de 1750 (año en el que Bach murió). En gran medida, la pieza se ajusta a las características consideradas típicas de la escuela de órgano del norte de Alemania de la era barroca con influencias estilísticas divergentes, como las características del sur de Alemania.

A pesar de las teorías y conjeturas, no hay mucho que decir con certeza sobre el primer siglo de existencia de la composición, aparte de que sobrevivió a ese período en un manuscrito escrito por Johannes Ringk. La primera publicación de la pieza, en la era del renacimiento de Bach, fue en 1833, gracias a los esfuerzos de Felix Mendelssohn, quien también interpretó la pieza en un aclamado concierto en 1840. La familiaridad con la pieza mejoró en la segunda mitad del siglo XIX, gracias a una versión de piano bastante exitosa de Carl Tausig, pero no fue hasta el siglo XX que su popularidad se elevó por encima de la de otras composiciones de órgano de Bach. Esa popularidad aumentó aún más, debido, por ejemplo, a su inclusión en la película animada Fantasía de Walt Disney (transcripción orquestal de Stokowski), hasta que esta composición llegó a ser considerada la obra más famosa en el repertorio de órgano.

La obra se conservó en un solo manuscrito hasta que Felix Mendelssohn la sacó del anonimato a principios del siglo XIX. Sus rasgos de originalidad y osadía han hecho a la crítica dividirse entre quienes la consideran una obra de juventud y quienes la consideran obra de su vejez. Incluso hay quien piensa que la atribución a Bach no es segura (el copista del manuscrito hallado por Mendelssohn fue Johannes Ringk, quien vivió entre 1717 y 1778).

No es muy difícil encontrar la fuente de ese tratamiento rapsódico evidente en las primeras piezas para órgano de Bach: éste era un gran admirador de Dieterich Buxtehude en sus primeros años. En 1706 incluso se ausentó varios meses de su trabajo para escuchar a Buxtehude en Lübeck.

Las obras para órgano de Buxtehude, como los de sus contemporáneos, están caracterizados por la presencia del stylus phantasticus, un estilo de interpretación derivado de la improvisación. El stylus phantasticus incluía elementos de excitación y bravura, con armonías arriesgadas y cambios bruscos de registro. Las obras para órgano de Buxtehude hacen gran uso de estos elementos. Estas obras suelen comenzar con una sección libre, seguida de una sección imitativa (a veces una fuga completa), luego otra sección libre, luego otra sección imitativa (normalmente basada en material motívico de la primera sección imitativa) y finalmente otra sección libre. BWV 565 deriva varios de estos elementos estilísticos a partir de esta primera forma de música de órgano, en particular del stylus phantasticus.

Se han ofrecido explicaciones para el excepcional número de calderones y acordes rotos en la Tocata y fuga BWV 565 (por ejemplo, Klaus Eidam —ver las referencias—) bajo la suposición de que Bach la compuso para probar el órgano de la iglesia de San Bonifacio, en Arnstadt, cerca de Weimar.[1]​ Se dice que la primera cosa que hacía Bach al probar un órgano era usar todos los registros y tocar con la máxima tesitura, para ver (según afirmación de Forkel, en su biografía del músico) si el órgano tenía "buenos pulmones", es decir, si soplaba lo suficiente como para proporcionarle viento a todo el instrumento. Si no había suficiente viento, la calidad de los tonos se veía afectada. [2]​ El inicio de la tocata, con sus tres semitrinos iniciales y el uso masivo de acordes arpegiados, serviría como una buena prueba para el sistema de viento de un órgano.[cita requerida]

En 1999 el musicólogo Peter Williams subrayó varios problemas de estilo presentes en la obra. Estos incluían, entre otros, varias cosas extremadamente raras y únicas para la época en que fue escrita la tocata:

Otros musicólogos atribuyen dichas diferencias de estilo al hecho de que es una pieza temprana en la obra de Bach.

Como indica el título de la pieza, la Tocata y fuga está compuesta en re menor. No está en re dórico como se desprende de la armadura de clave, ya que en el barroco era una práctica común escribir las alteraciones en las notas sensibles (si bemol en la relativa mayor) en lugar de la armadura de clave. Comienza con un semitrino a una voz en la parte alta del teclado, doblado en la octava. Luego cae hacia la parte inferior, donde aparece un acorde de séptima disminuida, construido nota a nota. Esto se convierte en un acorde re mayor, tomado del modo de la paralela mayor.

La fuga está escrita a dos voces sobre un tema hecho enteramente de semicorcheas. El tema se aparta en grados sucesivos de un tono pedal implícito.



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