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Toda Violeta Parra



El folklore de Chile, vol. VIII – Toda Violeta Parra, conocido también como Toda Violeta Parra[1]​ y Hace falta un guerrillero[2]​ es un álbum de la folclorista chilena Violeta Parra, editado a fines de 1961[3]​ en vinilo por el sello Odeón. Es el octavo volumen de la colección El Folklore de Chile, en la que Violeta había editado cuatro volúmenes de manera previa.

Toda Violeta Parra corresponde a un disco "antológico" en que se reúnen canciones que representan las distintas etapas de la carrera de Violeta como compositora folklórica. En efecto, se entregan nuevas grabaciones de sus primeras composiciones, como «Por la mañanita», «El hijo arrepentido», «Casamiento de negros» y «La jardinera» (fechadas por Isabel Parra como compuestas entre 1950 y 1954),[4]​ añadiéndose algunas de sus últimas composiciones, como «Hace falta un guerrillero», «Veintiuno son los dolores», «Qué te trae por aquí», «Yo canto la diferencia» y «El pueblo».[3]

El álbum contiene una portada con fotografías de Fernando Krahn, y una introducción en que Gastón Soublette presenta detalladamente las canciones acá incluidas, refiriéndose también a «La víspera de San Juan», que finalmente no apareció en el disco.[3]

Dada esta característica, varios temas aparecen en nuevas versiones: por ejemplo, «Por la mañanita», que, según las notas[5]​ corresponde a la primera canción que Violeta compuso, había aparecido en un sencillo (hoy inencontrable) de Las Hermanas Parra, editado en 1953.[6]​ Otro caso es el de «Casamiento de negros», que ya había aparecido en un sencillo en solitario de Violeta en 1955,[7]​ además de los discos franceses de Le Chant du Monde, en 1956. La versión que aparece en este long play corresponde a la voz de Violeta únicamente acompañada por su guitarra.

Especial mención merece «La jardinera», que aparece acá en su cuarta versión, luego del sencillo original de 1954 (acreditado a Las Hermanas Parra, aunque cantado por Violeta y su hija Isabel), la reedición en solitario de Violeta en 1955 y la grabación de París de 1956.

Entre las canciones nuevas, a varios críticos[8]​ les llamó la atención la aparición de las primeras canciones de contenido social de Violeta. Al respecto, ella misma reconoce en las notas del disco:[5]

En ese sentido, «Hace falta un guerrillero» expresa los deseos de Violeta de ser madre de un guerrillero "semejante a Manuel Rodríguez", lo que, según Soublette, indica que la autora "desea un conductor que sea capaz de cambiar el orden social existente.[5]​ Por otra parte, la mencionada «Yo canto la diferencia» hace referencia a un hecho del que la misma Violeta fue testigo: el parto de su vecina Luisa, que "ella vio con sus propios ojos y atendió con sus propias manos",[5]​ todo en el marco de la pompa de las celebraciones del 150° aniversario de la independencia de Chile. Teniendo en cuenta el mismo propósito "social" de la canción, Violeta musicaliza el poema «El pueblo» de Pablo Neruda (contenido en el libro Canto General de 1950).

Dos de las canciones corresponden a poemas de Nicanor Parra musicalizados por Violeta: «El chuico y la damajuana» es un poema que apareció en el libro de 1958 de Nicanor, titulado La cueca larga, del que Violeta ya había musicalizado buena parte del poema homónimo, empleándolo para dos de sus canciones: «Cueca larga de los Meneses» (en El folklore de Chile, vol. II – Violeta Parra Acompañándose en Guitarra) y «Cueca larga de los Meneses (segundo pie)» (en El folklore de Chile, vol. III – La cueca presentada por Violeta Parra). El segundo, «El hijo arrepentido» no aparece en ningún libro de Nicanor editado a la fecha de lanzamiento del álbum de Violeta, y las notas indican que se trata de "la primera melodía de tonada compuesta por Violeta".[5]

Otro tema destacado es «Veintiuno son los dolores», canción que da inicio a las "décimas numerales". En la tradición folclórica chilena, estas décimas llegan al número 10, pero como la autora indica en las notas:[5]

Finalmente Violeta escribiría décimas numeradas que al menos llegaron hasta el 300 y que han sido editadas en diversos formatos.

Finalmente, «Puerto Montt está temblando» es un tema en décimas, compuesto a partir de la terrible experiencia de vivenciar el terremoto de Valdivia de 1960 en un hotel en la sureña ciudad de Puerto Montt.

Una curiosidad que induce a errores es que en el Libro mayor de Violeta Parra escrito por Isabel Parra en 1985, aparece una discografía homologada, en que este álbum figura como: Toda Violeta Parra (El Folklore de Chile, Vol. V), siendo el verdadero nombre de este disco: Toda Violeta Parra (El Folklore de Chile, Vol. VIII). Este error es bastante posible debido al hecho de que Violeta Parra grabó los primeros cuatro volúmenes de la serie, siendo el conjunto Cuncumén quien en realidad grabó el quinto.

Existe una reedición de 2010 con distinto título, portada y repertorio, y sin las notas explicativas, que se encuentra disponible en el mercado. Entre las compilaciones de EMI, algunas incluyen temas pertenecientes a este disco.

Algunas de las recopilaciones editadas por EMI en CD que incluyen canciones de este disco, son:

Según este detalle, solo «Hace falta un guerrillero» y la versión original de «Yo canto la diferencia» no han sido editadas a la fecha en algún CD compilatorio perteneciente a EMI.

Con motivo de la reedición de una gran parte de la discografía de la folclorista en la compilación Obras de Violeta Parra: Musicales, visuales y poéticas lanzada durante 2010,[10]​ este disco fue relanzado al mercado en formato CD. Para esta instancia, el disco fue renombrado como Hace falta un guerrillero, y se eliminó del repertorio la canción «El hijo arrepentido», por motivos desconocidos. Adicionalmente, la portada fue modificada, reemplazándose el collage de fotos original por el manuscrito de la canción homónima. También se añadieron notas del periodista David Ponce.[11]



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