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Ubalá



¿Dónde nació Ubalá?

Ubalá nació en Cundinamarca.


Ubalá es un municipio colombiano del departamento de Cundinamarca, ubicado en la Provincia del Guavio, a 126 km al oriente de Bogotá, y a una altura de 1949 m s. n. m. La vía de acceso más usual es la que toma la ruta La Calera, Guasca, Junín y Gachetá.

El topónimo Ubalá, en muysc cubun (idioma muisca), significa «lugar de la falda» o «lugar de la pendiente».

En la época precolombina el territorio del actual municipio de Ubalá estuvo habitado por los chíos, pueblo que hacía parte de la Confederación Muisca, y que estaban asentados en lo que hoy es el caserío de Pueblo Viejo. Tras la llegada de los españoles, fueron habitados los sitios de Pauso, Siatala, Tualá, Zaque, Cusio, Guavio, Juiquín, Chusneque, Mámbita y Sueva; estos dos últimos sobrevivieron constituyéndose en veredas.

El primer cura doctrinero de esta comarca fue Fray Alonso Ronquillo por los años de 1614 a 1620, hasta su muerte en 1642. A fines del siglo XVIII el poblado atravesaba ya una marcada decadencia debido a la migración de las familias hacia otras poblaciones y a una epidemia que azotó a la villa de Mámbita, que hizo que los sobrevivientes se trasladaran a Pueblo Viejo.[4]

De 1833 a 1836 se desempeñó como párroco de Ubalá José Hilario Pachón, quien también ejerció el cargo en Gachalá.

El abandono definitivo del poblado se inició en 1845, a raíz de una disputa pasional derivada del adulterio de Catalina Rojas, quien era esposa del alcalde del poblado, Caledonio Urrego, la cual se enamoró de Pedro Daza e intentó abandonar a su esposo. El propio alcalde, disfrazado de mujer, dio muerte a la adúltera, por lo que fue condenado al fusilamiento.

Los moradores del pueblo resolvieron dejar Pueblo Viejo y trasladarse a un terreno de propiedad de Pastor Ospina Rodríguez, hermano del presidente neogranadino Mariano Ospina Rodríguez, ambos oriundos de Guasca. El 13 de mayo de 1846 se erigió el distrito parroquial. El terreno, que era muy admirado por los viajeros del llano, era propicio para el levantamiento del pueblo, que fue posteriormente efectuado el 23 de octubre de 1846.

A fines del siglo XIX se produjeron descubrimientos de oro y plata por parte de pobladores de la región en varias fincas del municipio como Australia, San Rafael, La Victoria, El Curí, Los Cristales y El Milagro. El señor Indalecio Camacho descubrió minas de oro en el sitio El Píngaro, vereda de El Juncal.

En 1888 Fabián González B. denunció minas de Filón de galena argentífera entre la Quebrada Grande y el Río Guavio, cuya cesión pidió para él y sus compañeros, Celestino Castro y Demetrio Díaz. El 12 de mayo de 1909, ante la Gobernación de Quesada, fueron denunciadas minas de galena argentífera y otros metales en las fincas de Ubalá denominadas Australia, San Rafael, Victoria, El Curí, Los Cristales y el Milagro.

El templo parroquial de la Inmaculada Concepción de Ubalá fue construido en el año de 1846 por el señor Fernando Amezquita y la primera celebración fue realizada por su reverendo hijo. En 1910 se inició una reconstrucción de la iglesia, terminada en 1934, con la cual se consolidó la población. En la actualidad, la parroquia de Ubalá hace parte de la Diócesis de Zipaquirá.

En el cerro de Las Letras existe una laguna cargada de leyendas y mitos en cuyo fondo yacen los ritos secretos del antiquísimo pueblo chío, que hacía parte de la Confederación Muisca. En las aguas de la Laguna Verde los chíos celebraban ceremonias y ofrendaban a la diosa de la laguna.

Se dice que allí existen ricos tesoros procedentes, unos, de los rituales que los aborígenes hacían a la deidad de la laguna, y otros a la enorme cantidad de oro y esmeraldas que en su seno arrojaron los chíos para librarla de la codicia de los españoles. Por esa causa, según cuentan los pobladores de la región, existe un embrujo desde aquella época, y cuando un profano se acerca a sus orillas, las olas de la laguna, como mecidas al principio por un blando céfiro y al compás de extraños pero armoniosos ruidos, atrae a su indeseado visitante hasta donde más le es posible, para luego, después de tornarse enfurecida y violenta, atraparlo en sus mismas ondas y devorarlo en si profundidad ignota; otras veces los visitantes son alelados por la presencia de una gallina de oro y de tamaño más que el natural, a cuyos cloqueos sus polluelos corren tras ella para perderse en sugestiva visión entre los juncos y los lotos y las hierbas ribereñas. Hay ocasiones en que los rizos de la laguna son surcados por barcas solitarias movidas por fuerzas misteriosas o por el mohán, que transformado en acuático dragón, lanza sórdidos rugidos, a cuyo eco las nubes del cielo raudas se acumulan para caer tempestuosas sobre la laguna y sus contornos, hasta anegarlo todo e impedir que el curioso regrese sin su castigo merecido.

Como esta, muchas más son las leyendas que se tejen alrededor de la Laguna Verde, que alguna vez intentaron desecar por medio de una acequia, y cuando ya casi lograban el objetivo, se desató una violenta tempestad que permitió que las aguas volvieron a su nivel acostumbrado.

Cuentan las leyendas que en Ubalá existieron las cuevas del Nitro y de Batatas, donde se han encontrado objetos de gran valor arqueológico, particularmente en la primera, en donde al lado de valiosos objetos de orfebrería aborigen se han visto huesos humanos que por su gran tamaño, se concluye que hayan correspondido a individuos de gran talla. En cambio, muchos individuos deben su relativa fortuna a las finísimas y abundantes esmeraldas encontradas en la cueva de Buenavista, agrupadas en una forma especial que los favorecidos han convenido en denominar “nidadas”.

El municipio de Ubalá es el único del departamento que está dividido geográficamente en dos zonas: Ubalá A y Ubalá B. Para viajar a Ubalá desde Bogotá se toma la vía que conduce a los municipios de La Calera - Guasca -Gachetá en un recorrido de 126 km. Ubalá A se encuentra a 1949 m s. n. m., posee una temperatura promedio de 18 ºC y cuenta con las inspecciones municipales de Santa Rosa, creada mediante el acuerdo número 12 del 12 de septiembre de 1907; Laguna Azul, La Playa y Peñas Blancas.

Ubalá B está integrada por la jurisdicción de tres inspecciones: Mambita, Soya y San Pedro de Jagua. Para viajar a este sector desde Bogotá existen varias alternativas: vía Villavicencio - Medina - San Pedro de Jagua; otra por la autopista Norte - Sisga -Machetá - Guateque - Santa María - Soya - San Pedro de Jagua - Mámbita.

El municipio presenta un potencial excelente para desarrollar este sector, teniendo en cuenta elementos como el embalse, su belleza paisajística y valores culturales. Algunos de los principales atractivos turísticos son los siguientes:

En jurisdicción del municipio se encuentran minerales como esmeraldas, hierro, barita, cuarzo, malaquita, arena, pirita y sal, que están bajo derechos de explotación de entidades privadas.

Ubalá cuenta con la mina de Fe de explotación abierta y subterránea ubicada en la vereda Santuario, administrada por Acerías Paz del RíoVotorantim, donde se extrae el hierro de mejor calidad en Colombia. El mineral es transportado en volquetas desde la mina de hierro Santuario de Ubalá hasta Belencito, Boyacá, para ser procesado.

Como hecho importante es necesario incluir dentro de su proceso de desarrollo la construcción de la Central Hidroeléctrica del Guavio, sobre el río Guavio, el cual produjo unos efectos socioculturales, económicos, ambientales y de transformación en sus relaciones comunitarias y en la infraestructura circundante, ya que en la Zona A quedó establecida la presa y el área de inundación cubrió zonas altamente productivas del municipio, y en La Zona B se construyó la casa de máquinas.

La base del desarrollo económico municipal lo constituye el sector primario, con actividades agropecuarias con sistemas de producción primordialmente de autoconsumo y pequeños excedentes destinados para los mercados locales y regionales con énfasis en Bogotá. En la actividad agrícola los cultivos más representativos son la caña panelera, el maíz, la yuca, la arracacha, el café, frutas y verduras, de los cuales muchos podrían producirse aprovechando la potencialidad de las tierras y clima del municipio, con el objeto de abastecer la demanda interna y otros mercados de la provincia.

La mayor parte de la ganadería es extensiva y de doble propósito. La producción permite atender la demanda local y ofrece excedentes para los mercados regionales de Zipaquirá, Bogotá y Boyacá. Las especies menores se enmarcan en un sistema productivo de autoconsumo que cubre la demanda local y genera algunos excedentes de porcinos para los mercados de Gachetá y Bogotá.

El municipio cuenta con importantes reservas o yacimientos de minerales como esmeraldas, barita, hierro, cuarzo, malaquita, mármol, calizas, pirita, cobre, yeso, petróleo y materiales para construcción.

El comercio y los servicios tienen mayor actividad por su función abastecedora de la demanda local. Los servicios financieros los presta el Banco Agrario.

El transporte público de pasajeros a nivel intermunicipal con destino a Bogotá y municipios de la región, lo prestan las empresas Flota Valle de Tenza, Transportes Guasca, Transportes Alianza y actualmente una cooperativa de taxis intermunicipal, Coointransubalá, por lo que este tipo de transporte se ha consolidado en los últimos años.

La mayor ocupación de la población económicamente activa la tiene el sector agropecuario en los diferentes sistemas de producción de economía campesina. La población dedicada a estas actividades y la población que ocasionalmente se ocupa en obras de construcción, representan la mayor cantidad de empleos en el municipio.

El municipio de Ubalá posee 6 carreras y 5 calles definidas, angostas en su mayor parte y de fuertes pendientes debido a las condiciones topográficas de la región.

Las principales vías departamentales son:

El servicio de transporte departamental y municipal lo prestan las empresas de Transportes Guasca, con 6 recorridos diarios hacia Bogotá, la Flota Valle de Tenza y Transportes Alianza, con rutas de Bogotá hacia Gachalá cruzando por Ubalá, siete recorridos diarios, dos recorridos diarios de Bogotá - Ubalá - Santa Rosa y dos recorridos diarios Bogotá - Ubalá - Laguna Azul. Además existe el servicio de camperos particulares los días sábados que desplazan a los campesinos de sus veredas al casco urbano haciendo los recorridos que estimen necesarios.

Desde 1988 cuando comenzó a regir el acto legislativo No. 01 de 1986, por medio del cual se reglamentó la elección popular de alcaldes en Colombia. En Ubalá los alcaldes elegidos por voto popular y democráticamente han sido:




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