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Ufología



La ufología (calco del inglés ufology, palabra formada a partir de las siglas UFO, Unidentified Flying Object, en español "OVNI" por ‘Objeto Volador No Identificado’), también conocida en español como ovnilogía, es el estudio del fenómeno ovni a partir del análisis del material relativo al mismo: fotografías, vídeos, presuntos testimonios sobre avistamientos, informes de radar, etc., con el objeto de proponer hipótesis sobre su procedencia.

La ufología es un movimiento de investigación de fenómenos aeroespaciales anómalos, que pueden estar asociados a fenómenos meteorológicos, tecnología aeroespacial humana o posible tecnología espacial de origen extraterrestre; esta se encuentra relacionada con temas tales como los presuntos reportes de abducción, las visitas de dormitorio y los fenómenos de tiempo perdido, así como los círculos en los cultivos o Crop Circles (ya que una hipótesis atribuye su creación a tecnología extraterrestre), mutilaciones de ganado ocurridas en diferentes países, el proyecto Majestic 12, etc.

Si bien en algunos casos puede no haber de momento una explicación científica coherente, en muchos otros se ha demostrado que se trataba de hechos falsos o tergiversados, preparados para engañar a la sociedad y tener repercusión pública.[cita requerida]

Según la Real Academia Española Ufología proviene de la palabra inglesa UFO, en español OVNI, y la terminación griega logía, es decir "'tratado', 'estudio', 'ciencia'".[1]​ Por lo tanto, etimológicamente ufología significaría el "estudio de los ovnis" y su expresión correcta en español podría ser la de ovnilogía, pero este último término no lo recoge la RAE en su 23.ª edición.[2]​ La definición dada por la propia RAE es:[3]

La ufología, como la medicina o la biología, reporta casos positivos y negativos. Pero, cuando se trata del estudio ovni, un caso negativo es aquel del que se ha podido determinar su procedencia y un caso positivo, por lo tanto dentro de su ámbito de estudio, el que no se ha podido acreditar su origen.[4]

Apartándose de los barbarismos, los seres que viajan en los ovnis se denominan ovninautas[5]​ y no ufonautas, como correspondería a su derivación del anglicismo. El tener una palabra propia para dichos supuestos tripulantes es debido a que la ufología tiende a identificar a los ovnis con vehículos tripulados, sobre todo extraterrestres.

La ufología surgió poco después de la gran oleada de observaciones que trajo el final de la Segunda Guerra Mundial. El 24 de junio de 1947, Kenneth Arnold informó sobre nueve inusuales objetos volantes en formación sobre las Mount Rainer, en Washington. Trató de informar al FBI, pero al encontrar la oficina cerrada se dirigió al periódico local. El periodista Bill Bequette durante la entrevista confundió la forma de los objetos, parecidos a un búmeran, con la descripción del movimiento que parecían hacer, es decir, como platillos rebotando sobre el agua.[6]

La confusión sufrida por Bequette dio lugar al conocido nombre de platillo volante, pero dicha denominación no era del agrado de muchos científicos, entre ellos el astrónomo J. Allen Hynek.

Tras la observación de Arnold, muchos otros ciudadanos declararon haber visto también objetos sobrevolando el cielo de los Estados Unidos. Ante la posibilidad de que ingenios extranjeros, especialmente soviéticos, estuviesen violando el espacio aéreo estadounidense la administración de Harry S. Truman puso en marcha el Proyecto Singo en 1947, para conocer qué había de cierto en el creciente número de observaciones.[7]​ Dos años después los militares rebautizaron dicho proyecto con el nombre de Proyecto Fastidio, Project Grudge en inglés, por el sentimiento que tenían las fuerzas aéreas estadounidenses hacia él.[8]​ Al final del mandato de Truman, 1952, las investigaciones serían encuadradas en el Proyecto Libro Azul. Dicho proyecto persistiría durante los gobiernos de Dwight D. Eisenhower, John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, quien lo cerraría finalmente.

Uno de los directores de dichos estudios, J. Allen Hynek, dio una definición más genérica para las observaciones, llamándolas Objeto Volador No Identificado, del inglés "Unidentified Flying Object" o "UFO", de donde proviene la palabra "Ufology" y de esta el término español, como se ha dicho. Pese a que la USAF y la mayor parte de los científicos involucrados en el tema concluyeron que tras los ovnis no se oculta ningún fenómeno desconocido de la naturaleza ni son prueba de la presencia extraterrestres,[6]​ un pequeño grupo de investigadores como el propio Hynek, no estuvieron de acuerdo con estas conclusiones y siguieron investigando por su cuenta.

En el apartado Etimología se ha indicado que la ufología estudia los objetos volantes no identificados, por lo tanto es condición previa la existencia de un "identificador", una persona en la mayoría de los casos. Para tener cierta certeza de estar frente a un ovni se precisa de un informe o relato que no aclare la procedencia de lo visto. Ted Wilding-White[9]​ indicaba que dicho informe o relato debería contener al menos seis apartados básicos:

Dicho informe puede ser complementado con la grabación sonora con el o los testigos, para después transcribirla y repasarla las veces que sea necesario. Pero cuando la observación ha provocado reacciones, como la movilización de algún tipo de medio, resulta de gran importancia reunir los registros que puedan haber dejado dichos medios, caso del informe del radarista o el controlador aéreo, pilotos que hubieran salido en misión de scramble, el tacógrafo de vehículos terrestres si fuera posible y un largo etc.

Si el aparato ha dejado alguna huella, lo que Josef Allen Hynek catalogó como un "encuentro en la segunda fase", se pueden adjuntar fotografías, mediciones, análisis geológicos, biológicos, radioactivos...

Como en tantas otras disciplinas donde la información juega un papel esencial, un punto de gran importancia es la verificación de los datos recogidos utilizando varias fuentes, además de la principal. Esto es debido a muchos factores, entre ellos a las distorsiones que provoca la percepción y la memoria humana.

Se ha propuesto cambiar el nombre de ufología por el de ufolatría. Para los defensores de dicho cambio la ufología no es una ciencia ni una disciplina, sino una forma de fe religiosa.[10]​ Dicha petición se asienta en varios puntos, entre ellos un deseo confeso de que las observaciones sean visitas extraterrestres.[11]​ En cualquier caso la ufología es catalogada por varios autores, como Carl Sagan,[12]​ como una pseudociencia por los siguientes motivos:



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Comentarios
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buscadora de respuestas:
Es cierto que hay muchas personas que idolatran la ufología, sin embargo, son más los que están convencidos pero concientes que se deben buscar respuestas a través de la ciencia. Por lo tanto, considero que es muy atrevido que quieran cambiar el témino de "ufología por el de ufolatría". Por el contrario, debe tomarse muy en serio el trabajo de los investigadores.
2023-04-26 15:01:29
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