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Valladolid (Provincia)



Valladolid es una provincia española perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla y León, al noroeste de la península ibérica. Se encuentra geográficamente en la Meseta Norte, dentro de la cuenca del Duero. Tiene una población de 520 716 habitantes en un total de 225 municipios, una superficie[3]​ de 8111 km² y una densidad de población de 64,19 hab/km².

Su capital es la ciudad de Valladolid. Limita con las provincias de Burgos, Palencia y León por el norte; con Zamora, por el oeste; con las provincias de Salamanca y Ávila por el sur; y con la provincia de Segovia por el este. Se trata, por tanto, de la única provincia española rodeada solo y totalmente por otras de su misma comunidad autónoma. Es la única provincia peninsular que carece absolutamente de montañas.[4]

Precisamente por su llanura tiene una gran importancia estratégica porque es un importante nudo de comunicaciones. Desde el punto de vista nacional es la vía que conecta Madrid con todo el norte de España, desde Vigo (Galicia) hasta San Sebastián (País Vasco). Desde el punto de vista internacional por aquí pasa la ruta terrestre más corta que conecta Portugal con Francia, desde el norte de Portugal (Oporto) hasta el sur de Francia (Hendaya).

La provincia tenía en 2012 un índice de desarrollo humano de 0,978[5]​ (6.º lugar en España), resaltando como la provincia con mejor índice de nivel educativo del país.[6]​ En su gastronomía destacan alimentos como el lechazo, el cochinillo, morcillas, salchichas, panes, quesos, sopas y legumbres, además de contar con varios vinos con denominación de origen: Ribera del Duero, Rueda, Cigales, Toro y Tierra de León.

En esta provincia se instaló la capital de la corte castellana y antigua capital del Imperio español durante los reinados de Carlos I, Felipe II y Felipe III, posee una provincia preñada de castillos y fortalezas. Su capital dispone de un importante patrimonio histórico-artístico y uno de los museos de escultura más importantes de Europa. La provincia de Valladolid es especialmente célebre por sus procesiones de Semana Santa, tanto en la capital, como en las localidades de Medina de Rioseco y Medina del Campo. Además la provincia tiene dos patrimonio de la Unesco dentro de la categoría Memoria del mundo: el Tratado de Tordesillas y el Archivo General de Simancas.

La provincia de Valladolid se constituyó como tal mediante el Real Decreto de 29 de septiembre de 1833 impulsado por el ministro Javier de Burgos,[7]​ quedando adscrita a la región histórica de Castilla la Vieja.[8]

La primera población estable que se asentó en la actual provincia corresponde al pueblo prerromano de los vacceos (zona a la que se denominó "Región Vaccea"[9]​), que fueron pobladores de cultura muy avanzada y, como el resto de pueblos célticos llegaron a la península procedentes del norte de Europa (hay que indicar que también ocuparon territorios que corresponden a otras provincias). Ya entonces era definida por las crónicas como una región "libre y descubierta" y "un país abierto, de trigales, tierra desarbolada" y los vacceos se dedicaban a la ganadería y sobre todo la agricultura (cerealista). En el año 178  los romanos conquistaron el territorio aunque no consiguieron pacificarlo totalmente hasta el 29  Así pues las tierras que conforman la actual provincia quedaron bajo ocupación de estos, hasta las invasiones bárbaras de principios del siglo V d. C. El territorio quedó bajo el control del nuevo Reino Visigodo.

Tras la invasión de la península ibérica por los musulmanes en el año 711, estos llegaron a estas tierras tan solo un año después, en el 712. Sin embargo fue una zona relativamente despoblada. Posteriormente, durante la Reconquista, esta zona fue objeto de batallas entre los musulmanes y el cristiano Reino de León en los siglos IX y X. En 939, tras la batalla de Simancas se afianzó el dominio de la cuenca del Duero por los reinos cristianos. Valladolid fue repoblada en el año 1072 por el conde Pedro Ansúrez. A partir de aquí su historia quedó ligada a la de la Corona de Castilla. Ciudades como Medina del campo o Valladolid se convirtieron en importantes centros administrativos castellanos y además experimentaron un auge económico (mesta, ferias...). Tuvo una gran importancia en el Descubrimiento de América en 1492 (Colón acabará viviendo los últimos años de su vida hasta su muerte en 1506 en Valladolid) y la posterior colonización con personajes como Juan Ponce de León —descubridor de la Florida—. De hecho, en unas casas de Tordesillas, se firmó el Tratado de Tordesillas en el que se decidió el reparto del Nuevo mundo entre los Reyes Católicos y el Reino de Portugal dando lugar a Iberoamérica.

La sublevación de los comuneros en 1520 acabó con los cabecillas de esa revuelta ejecutados públicamente en Villalar de los Comuneros. Valladolid llegó a ser la capital del Imperio español entre los años 1601-1606. Cuando el Imperio español empieza a decaer debido a las continuas guerras en las que está involucrado y la aparición de nuevas potencias emergentes, se produce un retroceso económico en la zona, al igual que en el resto de la monarquía. En la guerra de sucesión española (1700-1715) se posicionó del lado del pretendiente borbón, que sería el que consiguió el trono. Durante la Guerra de la Independencia Española contra Francia (1808-1814) (Ver la Guerra de la Independencia en Valladolid), hubo una sucesión de batallas y la continua actuación de guerrilleros como "El empecinado". En el siglo XIX se inicia cierta industrialización relacionada con la agricultura, la ganadería y el ferrocarril.

Ya en el siglo XX desde el inicio de la guerra civil española (1936-1939) fue un importante núcleo de la sublevación (véase también: Guerra Civil Española en la provincia de Valladolid). Durante el franquismo se produjo el éxodo del campo rural a las ciudades industriales, y tras la llegada de la democracia en España, en 1983 la provincia pasó a formar parte de la nueva comunidad autónoma de Castilla y León. Inició un proceso de crecimiento económico que alcanzó su máximo con la Burbuja inmobiliaria en España y luego sufrió la crisis económica de 2008, al igual que el resto del país, hasta 2014. Posteriormente hay un cierto crecimiento económico hasta el año 2020, cuando la pandemia de coronavirus provocó la declaración del estado de alarma en toda España, dando lugar a un fuerte parón económico.

El escudo utilizado institucionalmente por la Diputación Provincial de Valladolid se emplea también como símbolo de la provincia. El blasón es similar al del escudo de Valladolid, excepto por la bordura. Según su descripción heráldica:

La bandera, al igual que la de muchos municipios de la provincia adopta el fondo rojo carmesí del pendón de Castilla con el escudo en el centro.

Desde 1957, con algunas interrupciones,[12]​ se celebra el "Día de la Provincia", también conocida como "Día de los municipios". No es festivo pero sí se homenajea a los alcaldes de los 225 municipios vallisoletanos y al resto de políticos vallisoletanos y demás personas célebres nacidas en esta provincia. No tiene un día fijo en el calendario, pero suele celebrarse a finales de septiembre o inicios de octubre.[13]

Valladolid es la provincia más poblada de Castilla y León,[14]​ con 520 716 habitantes a 1 de enero de 2020 (INE), lo que representa más del 20% del total de la población de la comunidad. En el conjunto de España, la provincia aporta algo más del 1,3% de peso sobre el total, siendo la vigésima novena provincia más poblada.[15]

La población de la provincia de Valladolid se caracteriza por ser una de las más longevas de España y de Europa. Sólo una ciudad tiene más de 100.000 habitantes, otras 2 superan los 20.000 habitantes y otras 8 tienen más de 5000 habitantes.

La mayor parte de la población de Valladolid, el 65,4%, tiene entre 16 y 64 años (INE 2006). A continuación se encuentra el grupo de edad de mayores de 65 años, con un 17,7% y por último los niños y adolescentes de hasta 15 años, con un 16,9%. Dentro del grupo mayoritario de personas entre 16 y 64 años, el rango predominante es el de 25 a 50 años, por lo que la estructura poblacional de la provincia de Valladolid es predominantemente adulto/joven.[16]

Población total de la provincia (2007)

Nº de habitantes por edades

Los inmigrantes en Valladolid representan el 4,74% de la población. En 2019 la población inmigrante residente en la provincia de Valladolid son 24 697 personas a los que hay que sumar los residentes sin tarjeta de residencia o ilegales.[17]​ La cantidad se ha ido reduciendo en los últimos años por la crisis económica (por ejemplo en el año 2008 eran 32 235 inmigrantes).[18]

Medina del Campo contaba con 1189 inmigrantes censados a finales de 2008, o lo que es lo mismo, suponen el 5,6% de la población de la villa, en la que destacan los procedentes de Rumanía, Bulgaria y Colombia. Íscar posee 768 habitantes nacidos en el extranjero (465 son búlgaros), es decir el 11,33% de su población.

Las mujeres representan el 50,77% del total. Por su parte los varones representan el 49,23% del total. De estos 24 697 inmigrantes:

El PIB per cápita de la provincia es de 25 100€/habitante por año (datos INE, 2011). Si se toma la media española como índice 100, la provincia obtuvo un 101%. El PIB total de la provincia ascendió a 13 208 4197 miles de euros (2011). La tasa de paro pasó del mínimo del 6'87% en 2007 a un 19,70% en 2013 debido a la crisis económica de 2008-2013 en España.

Agricultura dedicada al cultivo de cereales (trigo y cebada), leguminosas, remolacha azucarera, alfalfa, hortalizas y vid. Importante ganadería. Intensa actividad industrial especialmente concentrada en la capital, de derivados de la agricultura (pastas alimenticias, harinas, chocolates, azúcar, etc.), textiles, metalúrgica, fabricación de automóviles (FASA-Renault), químicas, de la construcción, de papel, artes gráficas, etc. Además de la capital Valladolid, destacan las poblaciones de Medina del Campo, Peñafiel, Tordesillas, Cigales, Cabezón de Pisuerga, Tudela de Duero, Laguna de Duero, Íscar, Olmedo y Pedrajas de San Esteban, esta última por su gran producción piñonera.

Es la provincia española con mayor producción de remolacha azucarera y patata. Es la segunda con mayor producción de maíz (detrás de León) y de centeno (detrás de Palencia) y produce más de medio millón de toneladas de cebada.[19]

A diferencia de otras provincias de Castilla y León (que es la primera comunidad autónoma española en potencia instalada y la segunda en producción) como Burgos o León, la provincia de Valladolid no dispone de grandes centrales de energía nucleares, térmicas o hidroeléctricas ni tampoco de muchos parques eólicos o campos solares. Esto se debe entre otros motivos a la ausencia de cordilleras y valles que pudieran favorecer la construcción de embalses para la obtención de energía. En La Mudarra se encuentra una subestación eléctrica, propiedad de Red Eléctrica de España, que distribuye electricidad a todo el noroeste español.[20]

La provincia de Valladolid tiene una gran importancia estratégica porque es un importante nudo de comunicaciones. Desde el punto de vista nacional es la vía que conecta Madrid con todo el norte de España, desde Vigo (Galicia) hasta San Sebastián (País Vasco). Desde el punto de vista internacional, por la provincia pasa la ruta terrestre más corta que conecta Portugal con Francia, desde el norte de Portugal (Oporto) hasta el sur de Francia (Hendaya).

El recorrido de la Alta Velocidad Española (AVE) tiene parada en la localidad de Valladolid como parte de la Línea de alta velocidad Madrid-Segovia-Valladolid y de la Línea de alta velocidad Valladolid-Palencia-León. Está previsto que en el futuro otras localidades como Olmedo y Medina del Campo dispongan de otras líneas de alta velocidad como la Línea de Alta Velocidad Olmedo-Zamora-Galicia, que se encuentra en diferentes fases de proyecto desde que se inició en 2006. El futuro Corredor Atlántico, que pertenece a la red básica de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T), será un corredor ferroviario de pasajeros y mercancías que conectará los puertos de la fachada atlántica con el interior y el resto de Europa. Debería estar finalizado antes del año 2031.

La provincia dispone de un aeropuerto; el Aeropuerto de Valladolid, situado en Villanubla. En el año 2014, el aeropuerto de Valladolid gestionó 223 587 pasajeros, 4388 movimientos de aeronaves y 21,7 toneladas de carga.[21][22]​ Ocupa el puesto 31.º en movimiento de pasajeros dentro de los 49 aeropuertos de la red de AENA a la que pertenece. Se ha convertido en uno de los núcleos principales de pasajeros de Castilla y León. Fue construido en 1938 y reformado en 1972 y 2000. Comparte el aeropuerto civil con una base militar aérea. Su código IATA es VLL y su código OACI es LEVD. Tiene viajes a destinos como Alicante, Barcelona, Palma de Mallorca, Ibiza, Menorca, Gran Canaria, Tenerife Sur, Lanzarote, Valencia, Málaga-Costa del Sol.

También dispone de una serie de aeródromos privados: el Aeródromo de Alcazarén, el Aeródromo de El Carrascal, el Aeródromo de El Carrascalejo, el Aeródromo de Matilla de los Caños, y el Aeródromo de Mojados.

El Gobierno y la administración de la provincia de Valladolid corresponde a la Diputación Provincial de Valladolid, según lo expuesto en el estatuto de autonomía de Castilla y León.[23]​ La sede se halla en el Palacio de Pimentel de Valladolid, desde 1875, cuando el inmueble fue adquirido por la Diputación Provincial.[24]

La Diputación tiene competencias en el ámbito del asesoramiento, cooperación y asistencia a municipios y localidad, prestando también servicios supramunicipales de carácter provincial.

La composición de la Diputación se establece por elección indirecta a partir de los resultados en las elecciones de los municipios. El número de diputados de la Diputación de Valladolid, que depende del número de habitantes de la provincia,[25]​ es de veinticinco, repartidos proporcionalmente entre los partidos judiciales que la componen.

La unidad administrativa básica en la que se divide la provincia son los municipios. Existen 226 en la actualidad. El municipio con más habitantes es la capital provincial. Entre el resto destacan municipios del centro de la provincia —principalmente del alfoz Valladolid— como Laguna de Duero, Arroyo de la Encomienda, La Cistérniga, Zaratán, Simancas, Santovenia de Pisuerga, Cigales o Cabezón de Pisuerga. En el sur de la provincia sobresale en cuanto a número de habitantes la ciudad de Medina del Campo (la tercera en este aspecto de la provincia) y Olmedo; al este de la provincia Peñafiel, al sureste Íscar y al oeste Tordesillas.

La provincia tiene dos enclaves en otros territorios: el más grande es el Enclave de Roales y Quintanilla, formado por los municipios de Roales de Campos y Quintanilla del Molar situados entre las provincias de Zamora y León y el más pequeño es la Dehesa de San Llorente, situado dentro de la provincia de León y que forma parte de la localidad de Mayorga. Ambos enclaves forman parte de la comarca de Tierra de Campos.

Los veinte municipios más poblados de la provincia de Valladolid son los siguientes (de acuerdo al padrón municipal del INE en 2020):

Valladolid
Valladolid
Laguna de Duero
Laguna de Duero
Medina del Campo
Medina del Campo

Arroyo de la Encomienda
Arroyo de la Encomienda
La Cistérniga
La Cistérniga
Tordesillas
Tordesillas

Teniendo en cuenta que la población de Valladolid, Laguna de Duero, Medina del Campo y Arroyo de la Encomienda representa casi el 70 % del total de la provincia o que los 23 municipios del área metropolitana de Valladolid aportan prácticamente el 80 % del peso demográfico total, se comprueba que existe un claro contraste demográfico con zonas altamente despobladas con un marcado carácter rural, sobre todo en la comarca de Tierra de Campos. Entre los municipios más despoblados de la provincia, están Aguasal, Torrecilla de la Torre, Almenara de Adaja, San Salvador, Roturas y Fontihoyuelo que no superan los 40 habitantes censados. Es la 3.ª provincia en que existe un mayor porcentaje de habitantes concentrados en su capital (57,49 %).

En la actualidad sólo existen 10 entidades locales menores (la denominación con la que se conoce en la comunidad autónoma de Castilla y León a las entidades de ámbito territorial inferior al municipio). Se tratan de Aldealbar (perteneciente al municipio de Torrescárcela), Calabazas (perteneciente al municipio de Olmedo), Foncastín y Torrecilla del Valle (pertenecientes al municipio de Rueda), Gordaliza de la Loma (perteneciente a Bustillo de Chaves), San Bernardo (Valbuena de Duero), La Santa Espina (Castromonte), Santiago del Arroyo (San Miguel del Arroyo) y Villamarciel y Villavieja del Cerro (pertenecientes al municipio de Tordesillas).[26]

En la provincia de Valladolid no existe una división comarcal consolidada a nivel oficial. Sin embargo, existen comarcas históricas más o menos arraigadas que engloban a varios municipios, pedanías y áreas residenciales que se unen para la gestión de servicios comunes como el de basura, limpieza o sanidad. Por ello debemos distinguir entre comarcas de división administrativa y comarcas de denominación histórica y turística.

Según algunas corrientes castellanistas y las fuentes aportadas por el periódico El Norte de Castilla, la provincia de Valladolid se dividiría en ocho comarcas históricas:[27]

La web turística de la diputación provincial divide la provincia en 5 comarcas:

Para ciertos historiadores, en la división comarcal, habría que tener en cuenta que algunas pertenecen también a otras provincias:

La provincia de Valladolid tiene una extensión de 8111 km²;[3]​ está situada en el centro de la Meseta Norte (mitad superior de la meseta Ibérica) y se caracteriza por la uniformidad de su orografía (777 m s. n. m. de media con un desnivel máximo de 300 metros[28]​) convirtiéndose en la provincia más homogénea geográficamente hablando de España. El río Duero, que la atraviesa de este a oeste, se convierte en una especie de columna vertebral del territorio.[29]

Está dominada por una extensa llanura en la que se distinguen: una zona de páramos calizos definidos por los valles de diferentes ríos, algunos de los cuales destacan en altitud originando un paisaje montañoso de cerros testigos, tales como los montes Torozos, cerro de Cuchillejo (932 m s. n. m.), cerro de San Cristóbal (843 m s. n. m.) y el Sardanedo (854 m s. n. m.); una zona de campiña, de suaves lomas; y separando una y otra, las denominadas «cuestas», profundos barrancos con laderas escarpadas, como las de Prado Ancho, Santovenía de Cabezón, de Pisuerga, etc.

Es la única provincia peninsular que carece absolutamente de montañas (evidentemente tampoco tiene costa), y también -junto con la provincia de Almería- la que menos superficie arbolada tiene (menos del 16 % del territorio).[30]​ El punto más alto está en Castrillo de Duero y es el cerro de Cuchillejo (932 m). El punto más bajo es el río Duero a su paso por Villafranca de Duero (626 m). Por ello, también se trata de la única provincia de Castilla y León que no alcanza los 1000 m de altura sobre el nivel del mar en ningún punto de su territorio.

Red hidrográfica dominada por el río Duero y sus afluentes (Pisuerga, Esgueva, Adaja, Eresma, Duratón, Zapardiel y Cega, entre otros) y completada con el canal de Castilla y el canal del Duero. Un único lago relevante: La Laguna de Duero. La provincia dispone de cuatro embalses: Encinas de Esgueva, San José, Bajoz y Valdemudarra, todos construidos en el siglo XX, salvo el último que fue construido en la primera década del siglo XXI.

Limita al norte con la provincia de Palencia, al este con la provincia de Burgos, al sureste con la provincia de Segovia, al sur con la provincia de Ávila, al suroeste con la provincia de Salamanca, al oeste con la provincia de Zamora y al noroeste con la provincia de León. Tiene un pequeño enclave entre las provincias de León y Zamora, los términos municipales de Roales de Campos y Quintanilla del Molar.

El clima mediterráneo continentalizado es propio de la Meseta Central, en la que se encuentra la provincia de Valladolid. Es parecido al mediterráneo típico pero con características de climas continentales, de temperaturas más extremas, aunque no llega a ser tan distinto como para ser clasificado aparte. Además este clima no recibe la influencia del mar, por eso las temperaturas son las más extremas de España, veranos con mucho calor e inviernos bastante fríos con una oscilación de 18,5 Cº.

La estación estival es la más seca y se superan con gran frecuencia los 30 °C, alcanzándose esporádicamente más de 35 °C. Sin embargo, en invierno es frecuente que las temperaturas bajen de los 0 °C, produciéndose heladas en las noches despejadas de nubes y nevadas esporádicas. Cuando a las heladas se le une la niebla se forma la cencellada, un fenómeno muy característico de la zona. Esta región norte de España junto con el resto de las provincias de Castilla y León es la región más fría de todo el sur europeo.

Las precipitaciones siguen un patrón muy parecido al del clima mediterráneo típico y están entre los 400 o 600 mm, con un máximo durante el otoño y la primavera. La menor influencia del mar, no obstante, hace que sea un clima más seco que el típico. En la provincia de Valladolid el clima mediterráneo continental presenta unas temperaturas de aproximadamente de dos grados más altas que en el resto de las zonas con este clima, motivado principalmente por la escasez de montañas que presenta esta provincia y por la altitud que es entre 50 y 200 metros menos de media que el conjunto de Castilla y León.

Por lo tanto la provincia de Valladolid tiene el clima más confortable de toda la meseta norte una temperatura media anual de 11,8Cº. Sus precipitaciones medias anuales oscilan entre 400 y 600 milímetros anuales, distribuidos a lo largo de todo el año con un mínimo bastante fuerte en verano y otro invernal muy atenuado.Las precipitaciones no suelen llegar en gran cantidad y de manera torrencial, las precipitaciones en la provincia de Valladolid llegan de una manera suave y a lo largo de varios días lo que favorece al campo.

Los valores climáticos extremos registrados en alguno de los dos observatorios de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMet) en la provincia son los 40.2 °C registrados el 19 de julio de 1995 en el observatorio de Valladolid y los -18,8 °C registrados en el de Villanubla el 3 de enero de 1971, en lo que respecta a las temperaturas. La racha de viento más fuerte registrada fue de 133 km/h el 24 de enero de 1971 mientras que el máximo de precipitación acumulada en un solo día fue de 90.8 l/m² el 5 de diciembre de 1951.[31]

En el territorio provincial hay 4 embalses: Encinas de Esgueva, San José, Bajoz y Valdemudarra, todos fueron construidos en el siglo XX salvo el último que fue construido en la primera década del siglo XXI.

Embalse de San José

Embalse del río Bajoz

Embalse de Valdemudarra

Embalse de Encinas de Esgueva

Vegetación reducida al monte alto, con distintas especies de pinos (pinus pinea y pinus pinaster), encinas (quercus ilex), robles (quercus pyrenaica y Quercus faginea), alcornoque (quercus suber), olmos, chopos, fresnos, sauces, alisos, álamos, madreselvas carrizos, espadañas, matorral y pastizales.[34]

En general, animales típicos que tienen de hábitat la meseta, como: el conejo, ardilla, erizo, topillo campesino, perdiz, avutarda, zancuda, pico picapinos, sisón, golondrina, petirrojo, cuco, ruiseñor, paloma, urraca, pato, oca, gorrión cigüeña, rana común, sapo, sapo corredor, galápago, lagartija, salamanquesa, garza real, garza imperial, garza, águila, águila real, musarañita, ciervo, gamo, aguilucho cenizo, aguilucho lagunero, aguilucho pálido, halcón peregrino, águila culebrera, cernícalo primilla, grulla, ganga común, murciélago ratonero, trucha, carpa, cangrejo de río, nutria, musaraña, liebre, corzo, jabalí, zorro, lobo, gorrion molinero, ganso, pavo real

La provincia cuenta con un total de 188 monumentos[35]​ considerados como Bienes de Interés Cultural. Una gran parte de ellos son castillos, iglesias o conjuntos históricos, aunque también hay yacimientos arqueológicos o archivos documentales. En el caso de las iglesias y monasterios se encuentran gran variedad de estilos arquitectónicos entre los que destacan el prerrománico, románico, mudéjar, gótico, renacimiento y barroco.

Iglesia de San Cipriano de San Cebrián de Mazote, de estilo prerrománico.

Iglesia de Nuestra Señora de la Anunciada de Urueña, ejemplo de arquitectura románica.

Iglesia conventual de San Pablo (Valladolid), ejemplo de arquitectura gótica.

Catedral de Valladolid, ejemplo de arquitectura renacentista de estilo herreriano.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Rueda, uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca.

La provincia de Valladolid es una de las regiones europeas con más castillos y que además están siendo mejorados para el uso y disfrute de todas las personas. La importancia de los castillos en este territorio fue tal que llegó a tener un tipo de modelo propio llamado Escuela de Valladolid. Estos son los castillos conservados en la provincia de Valladolid:

Los monasterios son otro de los patrimonios culturales más importantes que posee la provincia. Algunos de ellos se encuentran en perfectas condiciones y de otros solo se conservan ruinas. Algunos de los más importantes son:

Monasterio de Santa María de Valbuena.

Monasterio de Santa María de Palazuelos.

Monasterio de Santa María de Retuerta.

Monasterio de Santa Clara.

Monasterio de Santa María de La Santa Espina.

Monasterio de Santa María de Matallana.

La gastronomía de la provincia de Valladolid es típicamente castellana, aunque cada zona presenta rasgos diferenciados. En la zona norte de la provincia, especialmente en la comarca de Tierra de Campos, es tradicional la elaboración de queso de oveja, entre los que destaca el queso de Villalón, curado o semicurado; se trata de un queso fresco también conocido como «Pata de Mulo». Son habituales también las sopas de ajo, el cocido elaborado lentamente en puchero a la lumbre, las lentejas guisadas elaboradas con la variedad pardina propia de Tierra de Campos y el pichón o palomino realizado con diferentes técnicas. Dentro de la repostería típica destacan los bollos de la Virgen de las Fuentes propios de Villalón de Campos, las rosquillas de palo, orejuelas, tortas de aceite y chicharrones. En Medina de Rioseco se pueden degustar las tradicionales almendras garrapiñadas o las marinas, hojaldre relleno de crema y cubierto con azúcar.

Las carnes y los embutidos son de los productos que más fama tienen por su sabor. La provincia pertenece a la zona de los asados de tipo castellano. Forman parte de la cocina castellana desde la invasión del Imperio Romano en tierras de Hispania. De esta forma se tienen los corderos asados, el lechón asado, los asados al sarmiento (plato característico en Santibáñez de Valcorba y alrededores) (chuletones de buey, carne de lechazo), al ajillo (típicos en Peñafiel), así como el popular cochinillo asado. Es peculiar el embutido denominado chitas que se elabora con la carne de lechón en adobo. De la matanza del cerdo se elaboran algunos embutidos, siendo la morcilla de Valladolid (una especie de morcilla de cebolla), las salchichas de Zaratán. También se usa el chorizo en platos como la tortilla de chorizo. De la carne de vacuno se elabora un tojunto de Castilla (de influencia aragonesa). De la caza menor se tienen preparaciones como el conejo a la cazadora.

El pan elaborado en la provincia de Valladolid tiene una gran tradición que se remonta al siglo IX (véase también: Historia del pan). De hecho, a Carlos I, durante su retiro en el monasterio de Yuste, le hacían llegar el pan elaborado en Valladolid y durante el siglo XVI los maestros panaderos vallisoletanos fueron apoyados económicamente por la Corona.

El pan típicamente castellano recibe el nombre de pan candeal, sobao o bregado, ya que desde tiempos remotos en Castilla la variedad de trigo más utilizada es el trigo candeal. Es un pan de corteza fina y levemente tostada, de miga muy blanca y compacta con una textura fina y sabor característico. Este tipo de pan es adecuado para acompañar carnes rojas, guisos o legumbres acompañados de vinos de la tierra. Tradicionalmente se elabora a mano, con un amasado lento y una fermentación prolongada, terminado la cocción en horno de leña.

Bajo esta denominación, se engloban diferentes variedades; entre ellas la más destacada es la variedad de pan lechuguino, caracterizada por su dibujo típico y cuidado que otorga el nombre a la variedad, dado que antiguamente se denominaba, sobre todo en el medio rural, lechuguino a aquellas personas que iban excesivamente arregladas.

Otras variedades típicas son el pan de cuatro canteros, con un característico rajado de la masa en la que la parte central está separada de los cuatro canteros o bordes, el pan de cuadros, el pan de polea, con una hendidura realizada con una cuerda que imita a una polea, la barra blanca o de picos y la fabiola, creada en 1961 por un panadero de Valladolid en honor a Fabiola Mora y Aragón.

Otros tipos no tan tradicionales de la provincia pero muy consumidos en la provincia son la barra rústica y la barra de flama, que en Valladolid toma el nombre común de barra de riche.

La provincia alberga cinco denominaciones de origen vitivinícolas, considerados de gran calidad. Un ejemplo de la fama de estos vinos es la bodega Vega Sicilia. Los vinos de la denominación de Origen de Rueda eran considerados los vinos de la corte en la época de los Reyes Católicos. Para su elaboración se emplea la variedad de uva verdejo y en menor medida la uva sauvignon. Bajo esta denominación de origen hay vinos blancos, espumosos, tintos, rosados y de licor. Por su parte los vinos de la denominación de Origen Ribera del Duero se elaboran con la tinta del país y se pueden degustar vinos tintos de crianza, jóvenes, de reserva y gran reserva. Los vinos de la denominación de Origen Toro son principalmente blancos, rosados y tintos, los de la denominación de Origen Tierra de León son blancos, rosados y tintos y por último se encuentran los rosados de la denominación de Origen Cigales.

Denominación de Origen Cigales

Denominación de Origen Ribera del Duero

Denominación de Origen de Rueda

Denominación de Origen Toro

Denominación de Origen Tierra de León

El acontecimiento cultural más importante en la Provincia es la Semana Santa, siendo la única de España que cuenta con tres declaraciones de Interés Turístico Internacional.

Valladolid capital cuenta con una tradición que se remonta al siglo XV y que desarrolló su mayor esplendor en el siglo XVII, al ser Capital del Imperio Español, lo que motivó el asentamiento de los principales escultores de la época, como Juan de Juni, Alonso Berruguete o Gregorio Fernández. Ello le ha llevado a ser la sede del Museo Nacional de Escultura, que cede, como un hecho museístico singular en España, desde 1922, 104 imágenes de sus fondos, distribuidas en los correspondientes pasos. Sus procesiones y actos se caracterizan por su devoción, silencio y sobriedad.

Medina de Rioseco cuenta también con una importante colección de imaginería. Procedente del siglo XVI, de los gremios de artesanos, goza de un gran arraigo entre la población.

Medina del Campo tiene en su haber las Procesiones de Disciplina más antiguas de España, instauradas por San Vicente Ferrer en 1411, con caracteres propios que perviven hasta hoy.

La provincia de Valladolid es una de las más avanzadas en cuanto a museos se refiere teniendo algunos de los más importantes de Castilla y León y varios nacionales. Así pues los museos de la provincia de Valladolid están dotados de última tecnología y todos ellos cuentan con aclaraciones para sordos de forma escrita.La provincia de Valladolid y en colaboración con la Junta de Castilla y León ha puesto en marcha un programa para la difusión de estos y la creación de otros nuevos. La provincia de Valladolid y en concreto su capital cuentan con 3 de las casa museos más importantes de España en ellas vivieron importantísimos personajes de la cultura y la historia de España como Miguel de Cervantes o Cristóbal Colón.

Así pues los museos que operan a pleno rendimiento en la provincia de Valladolid son: Real Monasterio de Santa Clara, Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, Planetario de Valladolid, Museo Interactivo del Hombre, Museo Provincial del Vino de Valladolid, Museo Pedagógico de Ciencias Naturales, Centro de Interpretación de la Vida Rural de Castilla y León, Museo Oriental, Museo Nacional de Escultura, Museo Interparroquial de Arte Sacro, Museo de la Academia de Caballería, Museo Diocesano y Catedralicio, Museo del Monasterio de Santa Isabel, Museo de Valladolid, Museo de San Antolín, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, Museo de la Iglesia de Santa María, Museo de la Colegiata de San Luis, Museo Comarcal de Arte Sacro, Ecomuseo de Tordehumos, Centro Etnográfico Joaquín Díaz, Parque temático Mudéjar, Casa Museo de Zorrilla, Casa Museo de Colón, Casa Museo de Cervantes, Museo de las Ferias de Medina del Campo, Museo de la Ciencia de Valladolid, Fuenteungrillo, Museo de la Piedra de Campaspero, Museo del Cántaro, Museo del Pan, Museo de las Ferias, Yacimiento de Cerro de la Ermita, Villa romana de Almenara-Puras. En esta lista no están todos los museos de la provincia de Valladolid; se pueden encontrar más en la página web de la diputación provincial.

La provincia tiene varios archivos de documentos históricos entre los que destacan el Archivo de Simancas, el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, el Archivo Histórico Provincial de Valladolid, el Archivo Histórico Municipal de Valladolid, el Archivo General de Castilla y León y el Archivo Iberoamericano de Cetrería. Se dio el título honorífico de Villa del libro[36]​ a Urueña en 1975, ya en hay unas 11 librerías en todo el pueblo, gracias al apoyo que han tenido por parte de la diputación, motivo por el que está incluida dentro de la red de Villas del Libro del mundo.[37]

La Unesco otorgó la distinción de Patrimonio de la Humanidad dentro de su categoría Memoria del mundo al Tratado de Tordesillas en 2007 y al Archivo General de Simancas en 2017.

En la zona se habla una variedad local del dialecto castellano septentrional, que tiene rasgos diatópicos como el leísmo,[38]​ el laísmo y otros propios.[39]

Algunas personalidades vallisoletanas destacadas en el ámbito de la literatura son:

José Zorrilla

Jorge Guillén

Miguel Delibes

Rosa Chacel

Gustavo Martín Garzo

Los equipos más representativos de la provincia son:

El Real Valladolid con más de cuarenta temporadas en la primera división del fútbol español y siendo el 13º equipo de la clasificación histórica de la Primera División, campeón de la Copa de la Liga de 1984 y dos veces subcampeón de la Copa del Rey de Fútbol. El club disputa sus partidos locales en el estadio Nuevo José Zorrilla. Otros equipos destacables son: Atlético Tordesillas, Club Deportivo Laguna y Medinense. Anualmente se celebra el Trofeo Diputación de Valladolid.

Algunos históricos jugadores de fútbol vallisoletanos son: Adolfo Mengotti, Julio Cardeñosa, Gregorio Fonseca, Eusebio Sacristán, Onésimo Sánchez, Benjamín Zarandona, Rubén Baraja, Sergio Escudero o Fernando Calero.

El desaparecido Club Baloncesto Valladolid, uno de los equipos históricos de la liga ACB de baloncesto que llegó a militar en la Liga ACB y que ha dejado paso al actual Real Valladolid Baloncesto desde 2015, que inició su andadura en LEB Plata y actualmente milita en LEB Oro. El club disputa sus partidos locales en el Polideportivo Pisuerga. También destaca en el baloncesto en silla de ruedas el equipo BSR Valladolid, que disputa sus partidos en el Pabellón Pilar Fernández Valderrama.

Algunos históricos jugadores de baloncesto vallisoletanos son: José Luis Llorente, Lalo García, Nieves Lobón, Nacho Martín o Fernando San Emeterio (cántabro criado en Valladolid).

También destacan el BM Aula Cultural que milita en la máxima categoría del balonmano femenino español y el BM Atlético Valladolid creado en junio de 2014 (sustituyendo al Balonmano Valladolid) y que dos años después ascendió a Liga Asobal. Ambos equipos disputan sus partidos locales en el Polideportivo Huerta del Rey.

Algunos históricos jugadores de balonmano vallisoletanos son: Raúl González Gutiérrez, Chuchi Martínez, Fernando Hernández Casado o Juan Carlos Pastor (entrenador).

Valladolid destaca particularmente en la práctica del rugby, con dos de los equipos punteros de la División de Honor de rugby, El Salvador y el VRAC, que suman entre los dos, once Campeonatos Nacionales de Liga, ocho Copas del Rey y siete Supercopas de España. Estos 2 equipos han aportado históricamente un importante número de jugadores a la selección española de rugby como Diego Zarzosa Peña.

La oferta deportiva existente en la provincia se completa con destacados equipos de baloncesto en silla de ruedas (BSR Valladolid), fútbol sala, hockey en línea (CPLV) y varios importantes clubs de piragüismo con base en el Pisuerga. Cuenta la ciudad, además, con cuatro campos de golf, múltiples clubs de fútbol, baloncesto, balonmano, tenis, atletismo, natación, ciclismo, voleibol, artes marciales, deportes autóctonos, caza y pesca, así como clubs e instalaciones deportivas de otras disciplinas.[40]​ Además es la ciudad de deportistas históricos de alto nivel como Mayte Martínez, Laura López Valle, Isaac Viciosa, Miriam Blasco o Roldán Rodríguez y jóvenes atletas como Álvaro Rodríguez o Mohamed Elbendir y la nadadora paralímpica Amaya Alonso.

La provincia de Valladolid ha acogido varios eventos deportivos relevantes, habiendo sido sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1982, del Campeonato Mundial de Gimnasia Rítmica de 1985, de la final del Campeonato de Europa de Fútbol sub-21 de 1986, de la Fase Final de la Willi Brinkmann Eurocup de baloncesto en silla de ruedas en el 2009, de la Liga Europea de voleibol, así como de importantes pruebas ciclistas (entre ellas múltiples etapas de la Vuelta Ciclista a España), campeonatos de tenis, veladas de boxeo, concursos hípicos, etc.

Entre los diarios impresos se encuentran:

Radios generalistas:

Televisiones:

A eso se añaden páginas webs digitales como: Tribuna de Valladolid, Noticias Castilla y León, Europa Press Valladolid, Aquí en Valladolid, Último Cero o Agencia ICAL.



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