Valle del Nalón

Valle del Nalón nació en Asturias.

El Valle del Nalón o La Cuenca del Nalón es un valle situado en las Cuencas Mineras Asturianas por el que discurre el río Nalón. Lo componen los concejos de Langreo, San Martín del Rey Aurelio, Laviana, Caso y Sobrescobio, que conforman la Mancomunidad Valle del Nalón.^[1]​^[2]​

Antiguamente conocido como el Valle de Langreo, el Valle del Nalón, que recibe dicho nombre por estar bañado por el Nalón, el río más largo de Asturias, es un claro ejemplo de la historia minera y metalúrgica asturiana, siendo uno de los ejes más relevantes en la historia de la industria en España.^[3]​ El Valle del Nalón es un valle largo, escarpado y estrecho, que se extiende desde el Puerto de Tarna, en la Cordillera Cantábrica, hasta la meseta central asturiana donde si sitúa Oviedo. El concejo de Langreo, con 40.0000 habitantes, es el más poblado, aunque todos los municipios han perdido gran cantidad de población debido a la reconversión industrial, llegando a superar en los años 60 del siglo XX los 110.000 habitantes en su conjunto, cifra cercana al vecino valle minero del Caudal.

Desde el siglo XVIII se explota el carbón en numerosos yacimientos subterráneos y a cielo abierto, y desde el siglo XIX de manera profesional con la creación de numerosas empresas y la mejora de la infraestructura, como el Ferrocarril de Langreo (el tercero de la península ibérica).

A ello se unieron numerosas industrias, especialmente la siderurgia con la Fábrica de La Felguera a partir de 1850, que daría lugar al crecimiento constante de sus núcleos a las orillas del Nalón y su compleja cuenca fluvial. Estas actividades darían paso a una mayor diversificación industrial, especialmente en industrias metalúrgicas y químicas. Se desarrollaron así algunas de las empresas industriales más importantes de España durante el siglo XIX y XX, como Duro Felguera, Ensidesa y Uninsa, Explosivos Riotinto, Proquisa (hoy Bayer), Química del Nalón, Carbones de Langreo y Siero, Carbones de La Nueva, Laviada, Refracta, Derco, y con ellas algunos de los pozos mineros con mayor producción del país, como Sotón o Fondón.

El complejo sistema fluvial y lo escarpado del valle ha dado lugar a una gran riqueza de flora y fauna al igual que en el resto del Principado. El río Nalón discurrió durante décadas negro por el lavado del carbón y el vertido de residuos, siendo hoy un río recuperado. El Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras está presente en los cinco concejos del valle, así como numerosas rutas y sendas. El parque natural de Redes, Reserva de la Biosfera de la UNESCO, ocupa parte de Laviana y el la totalidad del territorio de los concejos de Caso y Sobrescobio.

La novela del local Armando Palacio Valdés, "La aldea perdida" (1903), refleja la ruptura entre el valle rural y el valle industrializado. Con la industrialización, crecieron numerosas localidades de tamaño medio, algunas de las cuales (pese a la crisis demográfica debida a la desindustrialización) aún están entre las mayores de Asturias. La proliferación de industrias, colegios, escuelas profesionales, líneas de ferrocarril, barrios obreros y casas para altos mandos, cines, tertulias, etc. fue muy significativa. El final de la industria tradicional trajo consigo una gran crisis social económica de la que aún no se ha recuperado.

Su cuenca alberga importantes recursos turísticos como el Museo de la Siderurgia de Asturias, el Museo de la Minería de Asturias, el Ecomuseo del Valle de Samuño, el Pozo Sotón, el Paisaje Protegido de las Cuencas y el parque natural de Redes. Está en proyecto el uso lúdico de los embalses del Alto Nalón.