Abelia

Abelia es un género de unas 70 especies descritas, de las cuales unas 30 están aceptadas, de arbustos pertenecientes a la familia Caprifoliaceae.^[1]​

Son arbustos caducifolios o semi-caducifolios, de hasta 4 m de altura, muy ramificados con ramas periféricas extendidas y algo arqueadas/péndulas, de hojas opuestas -o verticiladas por 3 a 5 en las ramas centrales erectas- cortamente pecioladas, de margen entero o ligeramente dentado o crenato-dentado. Las flores son axilares o terminales, solitarias o por grupos de hasta 3. Las 4-6 brácteas son pequeñas y no acrescentes. Los sépalos, en número de 2-5, son generalmente extendidos, estrechamente oblongo-elípticos o agudos, con o sin pelos y persistentes. La corola es penta-lobulada, con tubo cilíndrico o acampanado, bilabiada o no, de color blanco, amarillo, rosa o rojo. Los estambres dídinamos estén próximos al tubo de la corola, incluidos en esta o algo salientes, con anteras hasta el interior. El ovario es estrechamente oblongo, tri-locular -con 2 lóculos de 2 series de óvulos estériles, y un lóculo de un único óvulo fértil- con estilo filiforme y estigmas cabezudos, blancos. El fruto es un aquenio coriáceo coronado por los sépalos persistentes del cáliz.^[2]​

Originarios del este de Asia, en particular de China donde 糯米条属 nuo mi tiao shu es su nombre vernáculo, y de México; se distribuyen por Afganistán y desde el Himalaya hasta el este de Asia, con 2 especies en México^[3]​^[4]​

Las abelias son populares como arbustos de jardines y adornos urbanos, siendo el más ampliamente cultivado el híbrido Abelia × grandiflora (Abelia chinensis × Abelia uniflora). Reaccionan de forma diversa al frío, pudiendo las más resistentes vivir en condiciones adversas. Prefieren sol directo o semisombra y prosperan en suelos drenados. Se multiplican fácilmente por esquejes, admitiendo podas drásticas.^[5]​

El género fue descrito por Robert Brown in Clarke Abel y publicado en Narrative of a Journey in the Interior of China, p. 376, 1818.^[6]​

Abelia: nombre genérico otorgado por Robert Brown en 1818 en honor al médico y naturalista británico Clarke Abel (1780 - 1826) que lo introdujo en Europa desde China, donde descubrió el género.

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