El Ejército de Salvación Rohinyá de Arakánbirmano, အာရ်ကန်ရိုဟင်ဂျာ ကယ်တင်ရေးတပ်မတော်; en inglés, Arakan Rohingya Salvation Army, ARSA), también conocido por su denominación anterior Harakah al-Yaqin («Movimiento de la Fe», en idioma árabe) es un grupo insurgente rohinyá activo en el norte del estado de Rakáin, en la parte occidental de Birmania.
(abreviado ESRA; enSegún un informe de diciembre de 2016 del Grupo Internacional de Crisis, está liderado por Ata Ullah, un hombre rohinyá que nació en Karachi (Pakistan) y se crio en la Meca (Arabia Saudí). Entre sus demás líderes, se encuentra un grupo de emigrantes rohinyás en Arabia Saudí.
Según el jefe de los interrogadores de sospechosos de pertenencia al ESRA encarcelados en Sittwe, el capitán de policía Yan Naing Latt, el objetivo del grupo es crear un «Estado musulmán democrático para los rohinyás» en Birmania. Aunque no hay pruebas firmes que vinculen al ESRA con grupos islamistas extranjeros, el gobierno birmano sospecha que el ESRA tiene vínculos y recibe financiación de islamistas extranjeros. El gobierno birmano también ha acusado al ESRA de asesinar a entre 34 y 44 civiles y secuestrar a otros 22 a modo de represalia contra aquellos que el ESRA consideraba colaboradores del gobierno. El ESRA ha negado estas acusaciones, respondiendo no tener «vínculos con grupos terroristas ni con islamistas extranjeros» y que su «único objetivo es el opresivo gobierno birmano».
El 26 de agosto de 2017, el Comité Central Antiterrorista de Birmania calificó al ESRA de grupo terrorista de acuerdo con la ley antiterrorista del país. El 28 de agosto, el ESRA emitió un comunicado en el que tildó de «infundadas» las acusaciones del gobierno contra el grupo y defendió que su principal propósito es la defensa de los derechos de los rohinyás.
Según el Grupo Internacional de Crisis (ICG, por sus siglas en inglés), el ESRA se formó tras los disturbios en el estado de Rakáin de 2012. Una afirmación compartida por el periodista español Alberto Masesoga quien considera a esta organización armada sucesora del Frente Patriótico Rohinyá de los años 1970 y de la Organización de Solidaridad Rohinyá de los años 1990. Además afirma que sus fundadores fueron emigrantes rohinyá a Arabia Saudí donde hicieron fortuna, entre ellos su líder Abu Amar Jununi, más conocido como Ata Ullah, que recibió educación religiosa en una madrasa de La Meca y que siempre inicia sus acciones con invocaciones a Alá en videos emitidos por You Tube. El grupo, cuyo nombre original es Harakah al-Yaqin (‘el Movimiento de la Fe’), según Masegosa mantiene relaciones con varias organizaciones islamistas radicales especialmente con Jamaat ul-Mujahideen de Bangladés, además de haber contado con el apoyo de la rama de Al Qaeda en el subcontinente indio.
A partir de la crisis de los refugiados rohinyá de 2015 recibió la aprobación de los consejos de notables rohinyá por lo que muchos jóvenes de las aldeas se integraron en la organización. Así se produjo su primera acción armada que tuvo lugar el 9 de octubre de 2016 y que consistió en el ataque simultáneo por parte de 400 combatientes de tres puestos de la Policía de Guardia Fronteriza birmana situados en el norte de Arakan y en el que resultaron muertos nueve policías y ocho atacantes. Con esta acción el ESRA consiguió apoderarse de más de cincuenta armas automáticas además de abundante munición. Al mismo tiempo hubo insurrecciones en algunos poblados rohinyá, que fueron reprimidas por el Tatmadaw ―produciéndose muertos entre los sublevados― y varias aldeas fueron arrasadas como represalia. El 15 de noviembre de 2016, el Tatmadaw (Fuerzas Armadas de Birmania) anunció que 69 insurgentes habían muerto a manos de las fuerzas de seguridad en el reciente enfrentamiento.
El 14 de diciembre de 2016, el ICG comunicó que había entrevistado a líderes de la organización, que habían dicho que tenían vínculos con individuos de Arabia Saudí y Pakistán. También afirmó que algunos grupos de rohinyás habían recibido «entrenamiento secreto» de guerrilleros afganos y pakistaníes.
El 25 de agosto de 2017, el grupo se declaró responsable de una serie de ataques coordinados contra puestos de policía y un intento de incursión contra una base militar. El gobierno anunció un saldo de 77 muertos entre los insurgentes y 12 de fuerzas de seguridad en el norte de Maungdaw, tras las incursiones. El gobierno declaró que los insurgentes habían atacado una comisaría en el distrito de Maungdaw con una bomba casera además de los ataques coordinados contra varios puestos de policía. El ESRA contestó que estaban tomando «acciones defensivas» en 25 puntos distintos y acusó al gobierno de violar y matar a civiles. El grupo también acusó al gobierno de bloquear Rathedaung durante más de dos semanas, sometiendo a la población rohinyá al hambre, y que las fuerzas de seguridad se estaban preparando para hacer lo mismo en Maungdaw. El gobierno birmano también acusó al ESRA de matar a 12 civiles, entre ellos hindúes y musulmanes, bajo la sospecha por parte del ESRA de que algunos de ellos eran informantes al servicio del gobierno. El ESRA emitió un comunicado el 28 de agosto en el que calificó de «infundadas» las alegaciones del gobierno y reclamó poder representar la causa rohinyá. Por otro lado, Bangladés propuso realizar operaciones militares conjuntas con Birmania contra el ESRA.
Según las autoridades birmanas en los ataques habían muerto trece policías y militares birmanos, mientras que había habido más de 400 bajas entre los atacantes, sin que las fuerzas gubernamentales hubieran disparado contra civiles.Médicos sin Fronteras estimó en cerca de 7.000 el número de muertos. También hubo violaciones masivas de mujeres rohinyá por parte de los soldados birmanos y milicianos rakéin. Según Alberto Masegosa, la respuesta al ataque del ARSA fue «un castigo colectivo al pueblo rohinyá». «Desde el genocidio del Jemer Rojo de los setenta del siglo XX en Camboya no se había visto nada igual en el sudeste asiático. Las atrocidades perpetradas en las semanas posteriores al ataque del 25 de agosto de 2017 compartieron estrategia con la Alemania nazi… Fue la versión local de… ‘la solución final’», concluye este periodista español.
Pero lo cierto fue que según los testigos miles de rohinyá desarmados o armados con aperos de labranza murieron a manos de las fuerzas gubernamentales y de las milicias radicales rakéin, unos a causa de disparos, otros calcinados al ser incendiadas sus casas.Los supuestos vínculos del ESRA con movimientos islamistas extranjeros son controvertidos y no están claros. El ESRA ha solicitado y obtenido fatuas (decretos religiosos islámicos) en países como Pakistán, la India, Arabia Saudí y Bangladés, con el objetivo de legitimar su campaña contra las fuerzas de seguridad de Birmania. Además, los reclutas tienen que pronunciar un juramento ante el Corán de lealtad a la causa rohinyá. De todas formas, el líder del grupo, Ata Ullah, ha negado cualquier vínculo con movimientos islamistas extranjeros.
El ESRA se califica a sí mismo de grupo insurgente rohinyá. Según ha declarado el propio Ata, «nuestro principal objetivo como ESRA es liberar a nuestro pueblo de la opresión deshumanizada perpetrada por todos los sucesivos regímenes birmanos».
El 17 de octubre de 2016, la organización, bajo el nombre de Harakah al-Yaqin, emitió un comunicado de prensa online. En un video de unos cinco minutos de duración, el líder del grupo, Ata Ullah, flanqueado por miembros armados, lee el siguiente mensaje en una hoja de papel:
Ya no es un secreto que los rohinyás son la minoría étnica más perseguida de la Tierra. A lo largo de las últimas seis décadas, hemos sido sometidos a matanzas genocidas y toda clase de atrocidades por parte de sucesivos regímenes tiránicos de Birmania.
Sin embargo, ¡el mundo ha elegido ignorarnos! Y bien, de nuevo, el mundo «lleno de recursos», aparentemente, ¡no ha conseguido salvarnos!
Nosotros, [Harakah al-Yaqin], los hijos de la tierra de Arakán, obligados por nuestra nefasta situación a seguir nuestro propio destino a través del levantamiento, la autodeterminación y la autodefensa, resistimos como un organismo independiente que está libre de todo elemento de terror de cualquier naturaleza, persigue derechos fundamentales pero legítimos y otras [formas de] justicia para todos los arakaneses, incluyendo a nuestros compañeros rohinyás inocentes y otros civiles que mueren por los continuos ataques militares.
Sostenemos categóricamente que nuestro pueblo ha elegido liberarse de sus opresores, de las trágicas muertes en el Golfo de Bengala, en las junglas tailandesas y a manos de traficantes de seres humanos. También hemos resuelto defender a nuestras madres, a nuestras hermanas, a los ancianos, a los niños, a nosotros mismos.
Otros seis videos fueron emitidos online por el grupo entre el 10 y el 27 de octubre de 2016.
El 29 de marzo de 2017, la organización emitió un comunicado de prensa bajo un nuevo nombre, el Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán. El documento incluyó exigencias al gobierno de Birmania.
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