x
1

Batalla del Fuerte de Tabarsí



La batalla del Fuerte de Tabarsí tuvo lugar en Persia, en la provincia de Mazandarán, desde el 10 de octubre de 1848 hasta el 10 de mayo de 1849, entre las tropas de la dinastía Kayar, dirigidas por Abdollah Jan y los seguidores del Báb, liderados por Hosein-e Boshruyé y refugiados en el mausoleo del jeque musulmán Tabarsí,[1]​ transformado en una fortaleza.

El mulá Hosein Boshruyé, uno de los babíes más prominentes, marchó con 202 de sus condiscípulos desde Mashhad, al este de Irán, hasta el mausoleo de Tabarsí al norte del país, junto al mar Caspio. La misión probablemente era más de tipo proselitista,[2]​ pero posiblemente también para rescatar a otro líder bábí, Hosein-e Boshruyé Qoddús, quien estaba bajo arresto domiciliario en Sarí. Al llegar al santuario musulmán, los babíes —ya bajo inminente ataque de las fuerzas del monarca Mohammad Shah Qayar[2]​construyeron una pequeña fortaleza y se refugiaron en su interior.[3]

Existen diferentes versiones del porqué del comienzo de la batalla. Fuentes bahaíes describen a la construcción de la fortaleza en defensa propia, mientras que el gobierno persa lo describe como un intento de iniciar una sedición y construir un estado babí.

Durante las semanas que siguieron, se sumaron a la fortaleza cerca de 600 babíes, incluyendo al mismo Qoddús tras su liberación por babíes el 20 de octubre.

Los bahaíes de la actualidad consideran la batalla como una resistencia heroica contra las fuerzas opresoras del gobierno persa, que duró varios meses, aunque no está claro si el sentimiento en el momento era la misma entre los defensores del fuerte.

Se estima que ocho de los discípulos del Báb, también llamados «Letras del Viviente» (en persa حروف حی, Horuf-e Hayy), murieron en la batalla, incluyendo al mulá Hosein de 36 años de edad.[3]​ Quddús fue arrestado y llevado a su ciudad natal Barforush, la actual Babol. Allí Qoddús fue entregado a una multitud que lo linchó hasta la muerte el 16 de mayo de 1849.[3]​ Lo que quedó del cuerpo de Qoddús fue recogido por un amigo y enterrado en las inmediaciones.

El babismo es un movimiento religioso reformador y milenarista fundado en Persia el 23 de mayo de 1844 por un joven comerciante de la ciudad de Shiraz llamado Seyyed Alí Mohammad Shírází (1819-1850) y apodado Báb («la Puerta»), quien reivindicaba ser el Qāʾim («alzado») prometido a los musulmanes al final de los tiempos.[4]

Este movimiento mesiánico fue la causa de un gran revuelo en la sociedad persa del siglo XIX.[5]​ Percibido en un primer momento como una simple tentativa de reforma de la sociedad, el babismo se reveló como una nueva religión independiente del islam y se expandió por toda Persia, llegando a todas las capas de la población.[6]​ El clero chií duodecimano, asociado al gobierno persa, respondió a este desafío al islam tradicional y a su autoridad con una persecución brutal,[2]​ con el encarcelamiento del Báb y la muerte de miles, probablemente decenas de miles de fieles babíes.[7][8][9][10]

En julio de 1848, el mulá Hosein-e Boshruyé, el primero y uno de los más eminentes seguidores del Báb,[11]​ recibió instrucciones del Báb de alzar la bandera negra de la guerra santa para proclamar la fe babí y liberar a un líder babí, Qoddús, que se encontraba bajo arresto domiciliario en la ciudad de Sarí:[12]

Así lo hizo el mulá Hosein el 19 de shaabán de 1264 h. (21 de julio de 1848 d. C.). La comitiva iba reuniendo partidarios en cada lugar donde paraba e incluso se les unían espontáneos.

Los babíes se pusieron en marcha hacia Sarí haciendo flotar el estandarte negro de la guerra santa, pero fueron atacados cerca del mausoleo del sheij Aḥmad ebn-e Abí Ṭaleb-e Ṭabarsí, situado a una veintena de kilómetros al sudeste de la ciudad de Barforush. Decidieron atrincherarse allí y fortificar el santuario para defenderse mejor contra las tropas de Mohammad Shah Qayar, que empezaron a sitiarles el 10 de octubre de 1848.[5][14]​ Las opiniones varían sobre las causas de esta batalla: algunos hablan de «legítima defensa», otros, de la tentativa de instaurar un «estado babí». Las fuentes babíes y bahaíes consideran el enfrentamiento en términos escatológicos:

Los babíes se encontraban dirigidos por el mulá Hosein, la primera persona que aceptó al Báb, y por Qoddús, uno de los primeros en sufrir persecución en Persia.

Las tropas gubernamentales estaban dirigidas por Abdollah Jan, quien murió en una salida de los babíes de la fortaleza y fue sustituido por el príncipe Mehdí Qolí Mirzá.

El gobierno persa consideraba a los babíes como un conjunto de herejes que se había rebelado contra el gobierno y que querían crear un estado babí. Impulsados por la enemistad entre el clero duodecimano y los babíes, decidieron acabar cuanto antes con estos últimos.

Los babíes consideraban que estaban anunciando la llegada del Qāʾim y que su yihad o guerra santa de resistencia frente a las tropas del shah era legítima defensa.

Durante las semanas siguientes, cada vez más babíes acudían al fuerte, que ciertos especialistas estiman el número en 600 fieles.[15]​ El mulá Hosein dirigió las operaciones al principio de la batalla pero más tarde Qoddús se puso al frente de los babíes desde su llegada al campo atrincherado, el 20 de octubre de 1848, justo después de ser liberado en Sarí.

Los historiadores bahaíes hablan de «eventos milagrosos» durante el curso de los meses siguientes, durante los cuales una pequeña tropa de defensores inexpertos resistieron con éxito contra los regimientos gubernamentales muy superiores en número y armamento.

En octubre, habiendo muerto el día 5 Mohammad Shah y cuando el heredero de 17 años, Nasereddín Sah Kayar, guiado por su sadr-e a'zam Amir Kabir aún no había afianzado su poder, el ejército real envió desde Teherán una fuerza de unos 2000 hombres a reprimir el alzamiento babí. Al principio, los babíes mostraron su preocupación a Quddús por los suministros de agua,[16]​ Qoddús les respondió:

Esa misma noche, los asediados pudieron recoger suficiente agua para aguantar durante un tiempo el asedio.[16]​ Las barricadas de las tropas del shah se destruyeron debido a la calidad del suelo, que al ser muy arenoso se convirtió en barro. La nieve dificultó aún más el movimiento del ejército del Shah.[16]

La noche siguiente, Qoddús anunció su voluntad de dispersar a las tropas del shah. Dos horas después de la salida del Sol, Qoddús, Hosein y unos cuantos babíes salieron del fuerte para enfrentarse a las tropas gubernamentales. Tan solo siete personas montaban a caballo, el resto iba a pie y el mismo número de personas tenían un rifle (los demás iban armados con espadas o dagas).

Salieron gritando Yā Sāhibu'z-Zamān y el ejército del shah se dispersó hacia la cercana ciudad de Afrá, lugar donde el comandante en jefe, Abdollah Jan y la mayoría de sus oficiales, se habían refugiado de la nevada.[16]

Esta salida de los babíes se saldó con la muerte de Abdollah Jan-e Torkamán y dos de sus oficiales, Habibollah Jan-e Afghán y Nurollah Jan-e Afghán, además de cuatrocientos treinta de sus hombres que habían perecido en la batalla.[17]

Qoddús ordenó que se hiciera un foso para proteger la fortaleza, trabajo que realizaron durante 19 días hasta completarlo.

Con la muerte de Abdollah Jan, el Mohammad Shah envió al príncipe Mehdí Qolí Mirzá al frente del ejército. El shah indicó que debían ser destruidos no solo por su rebelión contra el shah, sino por ser herejes. También envió cartas a las autoridades de Mazandarán para que aportaran tropas al príncipe.

Mehdí Qolí Mirzá envió un mensajero al mulá Hosein para preguntarle sobre sus intenciones, a lo cual él respondió:

Al día siguiente, el mulá Hosein y 202 compañeros suyos salieron cabalgando hacia Vás-Kas, lugar donde había acampado el príncipe Mehdí Qolí Mirzá. Las tropas gubernamentales abrieron fuego contra los babíes pero estos consiguieron entrar en las dependencias del príncipe, quien saltó descalzo por una ventana trasera a una acequia.

El 21 de diciembre fue liberado el mulá Yusof-e Ardebilí, uno de los «Letras del Viviente», y, a la mañana siguiente, los babíes fueron atacados de nuevo por tropas del shah. Qoddús recibió un balazo en la boca, que le hizo saltar varios dientes y le hirió la garganta y la lengua. Hosein tuvo que proteger a su jefe y puso en fuga al ejército del shah tras media hora de lucha. Volvieron todos al fortín sin más acontecimientos.

A lo largo del último mes de asedio, el hambre era tal entre los asediados, que tuvieron que sobrevivir comiendo el cuero de sus zapatos, huesos aplastados y hierbas hervidas.[13]​ Esta resistencia prolongada sumergió a las autoridades persas, ocupadas en la sucesión de Muhammad Shah, en un embarazo tal que el príncipe Mehdí Qolí Mirzá tuvo que ponerle fin enviando a Qoddús una proposición de paz inscrita sobre la página de la primera azora de una copia del Corán:[19]

Los babíes se confiaron con esta santa promesa y depusieron las armas el 10 de mayo de 1849.[5]

Los resistentes se rindieron pero fueron inmediatamente desarmados y tratados como prisioneros. El fuerte fue destruido hasta los cimientos por el ejército imperial y los babíes fueron ejecutados.

Ocho de las dieciocho Letras del Viviente[20]​ murieron durante la batalla:[21]

Qoddús fue acompañado por el príncipe a Barforush, donde la población festejaba la victoria. El plan del príncipe era llevarlo hasta Teherán para entregarlo al joven Nasereddín Shah, pero Saíd ol-Olamá, el ulema de más prestigio de Barforush, le negó la hospitalidad hasta que matara a Qoddús con sus propias manos.[22]​ El príncipe arregló una entrevista entre Qoddús y este dignatario, al cual entregó finalmente el prisionero. El 16 de mayo de 1849,[12]​ Qoddús fue entregado a la población, la cual lo linchó, despedazó su cuerpo y los trozos fueron quemados.[19]​ Los restos fueron recuperados por un amigo y sepultados en las inmediaciones.

Unos dos años después de la batalla, el general Abbás Qolí Jan Lariyaní rindió homenaje a los babíes y expresó su remordimiento al príncipe Ahmad Mirzá comparando la batalla a la de Kerbala, donde pereció el imam Hosein, y se comparó a sí mismo con Shimr ibn Dhil-Ŷawšan, responsable de la muerte del tercer imán chií:[13][23][24]

En los años posteriores a la batalla del fuerte de Tabarsí, hubo varios acontecimientos que marcaron a los babíes:



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Batalla del Fuerte de Tabarsí (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!