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Bernard Lange



¿Qué día cumple años Bernard Lange?

Bernard Lange cumple los años el 7 de agosto.


¿Qué día nació Bernard Lange?

Bernard Lange nació el día 7 de agosto de 1754.


¿Cuántos años tiene Bernard Lange?

La edad actual es 270 años. Bernard Lange cumplió 270 años el 7 de agosto de este año.


¿De qué signo es Bernard Lange?

Bernard Lange es del signo de Leo.


¿Dónde nació Bernard Lange?

Bernard Lange nació en Toulouse.


Bernard Lange (Toulouse, 7 de agosto de 1754 - París, 28 de mayo de 1839) fue un escultor francés. Es famoso esencialmente por su función de primer restaurador en jefe de las Antigüedades del museo del Louvre desde su creación en 1793.

Aunque participó en numerosos Salones tanto en Toulouse como en París, Bernard Lange, Bernard Lange, no dejó un gran testimonio de su paso, conservándose sólo algunos trabajos. Esto se debe en parte a las ventas sucesivas, al deterioro, y especialmente al hecho de que su empleo en el Louvre le impidió componer muchas obras. Sin embargo, las que han sobrevivido dan testimonio de su talento y su gusto por el estilo neoclásico.

Bernard Lange nació el 7 de agosto de 1754 en Toulouse, en el distrito de Saint-Cyprien. Nacido en una familia de fabricantes de cuerdas de violines, Lange ingresó en primer lugar en la escuela de derecho que pronto abandonó para seguir los cursos de la Academia de Pintura, Escultura y Arquitectura de Toulouse,[nota 1]​ para seguir una carrera como escultor. Lange se formó junto a François Lucas, hijo de Pierre Lucas a su vez alumno de Antoine Rivalz. Abogando por un retorno a la antigüedad, Lucas da a sus estudiantes una formación de espíritu clásico. En 1775, Lange obtuvo en el Salón de la Real Academia de Toulouse, una medalla de 15 libras por el primer premio de anatomía. Dos años más tarde, en el Salón de 1777, ganó la medalla de oro,[1]​ mediante la presentación de cinco obras, las artes, el sacrificio de Flora, Niño sobre un carnero que Venus hace pasea con un Sylvain y dos bajorrelieves de arcilla[2]​· [nota 2]​, esta medalla le permitió considerar seriamente el viaje a Italia, necesario en aquella época para cualquier artista que deseara tener éxito en su profesión.

Al llegar a Roma, Lange se integró en el taller del maestro escultor Carlo Albacini, importante estudio donde se formó Antonio Canova, y siguió los cursos de la Academia de Francia, dirigida por Joseph-Marie Vien. El viaje a Italia le permitió además a Lange acrecentar su cultura clásica, buscar la inspiración en el estudio de los grandes modelos y le dio la ocasión de forjarse una red de relaciones y contactos en previsión de su regreso a Francia. También conoció al arqueólogo Ennius Visconti y frecuentó a sus compatriotas, algunos de ellos también toulousanos, como Vigan, Roques, Castex o Borelli.

En 1793, Lange se vio obligado a abandonar Italia a toda prisa después de la onda de choque causada por la Revolución Francesa. De hecho, tras el asesinato en la Via del Corso del secretario de la Legación, Basseville, las condiciones de vida en Roma se degradaron de día en día y la seguridad de los expatriados franceses ya no era firme.

Viajando solo para no exponer a su esposa e hija a riesgos innecesarios, Lange desembarcó probablemente en el puerto de Marsella y se instaló en la ciudad de Antibes por un corto período.

Alrededor de 1794-1795, fue nombrado "estatuario del Museo del Louvre" con la carga de restaurar las estatuas antiguas, más o menos mutiladas,[3]​ con el apoyo de Ennius Visconti. Los trabajos de restauración a partir de 1795 ocuparon la mayor parte de las actividades de Lange, a través de la creación del Museo Central de las Artes en el Palacio del Louvre en 1793 y la afluencia de obras de arte italianas, muy estropeadas por el transporte, tributo de la guerra en la campaña de Napoleón en Italia.[nota 3]

Su posición como conservador de antigüedades del Louvre ofreció a Lange la oportunidad de producir muchas reproducciones de calidad por moldeo a partir de las obras originales. Muy apegado a Toulouse, su ciudad natal, Lange no dejó de enviar de forma constante estas copias a la Academia de pintura, escultura y arquitectura.

Lange ejerció sus funciones como restaurador de estatuas antiguas con celo y una notable capacidad, pero lo más importante, continuó produciendo obras propias. Algunas de sus estatuas fueron reproducidas gráficamente en cada una de las exposiciones en el Louvre en que participó. Varios trabajos captaron la atención del público, especialmente dos bajorrelieves ejecutados antes de 1800, que se instalaron en una de las salas del Museo, uno titulado Egipto mostrando el Coloso de Memnon, el otro, Grecia mostrando el Apolo Pitio.[nota 4]​ Lange también participó más tarde en el trabajo de decoración del Patio Cuadrado del Louvre mediante la ejecución de uno de los "oculos" al lado de la obra de Jean Goujon, un bajorrelieve representando a la Lógica y la Elocuencia.[4]​ Del mismo modo, produjo para el cementerio del Père-Lachaise, varios adornos funerarios.

Durante los cuarenta y seis años que vivió en París, y a pesar de un innegable compromiso con la ciudad de Toulouse, Lange no regresó a su ciudad natal hasta 1826, cincuenta años después de dejarla, para erigir dos monumentos en la Iglesia parroquial de San Jerónimo.[nota 5]​ El primero dedicado a François Lucas, como muestra de gratitud eterna, el segunda a la memoria de Jacques-Pascal Virebent.

Durante su larga carrera, Lange supo ganarse el favor de los más grandes, a la princesa María de Orleans le gustaba trabajar en el mismo estudio que él y el rey Luis Felipe le visitaba a menudo y le elogió constantemente.

Bernard Lange terminó su carrera en París con el título de Conservador Jefe del taller de restauración de las estatuas antiguas. Agotado por una larga enfermedad, murió en su residencia, ubicada en el Palacio del Louvre, el martes, 28 de mayo de 1839 a la edad de 85 años. Su funeral se celebró el día siguiente a las 13 horas en la iglesia de Saint Germain l'Auxerrois.[nota 6]

A petición de Jean Suau en 1843, la Sra. Lange - única hija de Bernard Lange - donó al museo de la ciudad de Toulouse un monumento erigido en memoria de Bernard Lange. Se trata de un medallón de mármol que representa el perfil de Lange, de tamaño natural, y ejecutado por Antoine Etex. Este medallón se incrustó en un pedestal en el que se colocó la estatua de Philopoemen, igualmente de mármol realizada por Lange, que le valió una medalla de primera clase en una exposición en el Museo del Louvre durante el Consulado. El conjunto es ahora visible en la sala roja del Museo de los Agustinos de Toulouse.

Si el deseo más querido de Lange, que era morir en Toulouse no fue concedido, su ciudad natal, guarda un hondo testimonio del paso de este artista, del que ha conservado muchas de sus obras. Pagando un tributo final al dedicar una plaza y una calle, al mantenimiento de la memoria de este artista.

La idea de crear un taller de restauración de obras en el Louvre se impuso necesaria junto con la creación del Museo con el fin de que todos los ciudadanos disfrutaran de los tesoros de la nación y aprendiesen de las obras maestras de los antiguos. Los archivos del Museo del Louvre mencionan que las obras de restauración se dividieron en dos categorías. El primero concerniente a los trabajos de tipo mobiliario y el segundo a los trabajos de tipo estatuario.

La actividad del taller no se limitó sólo a los trabajos de restauración: se dedicó pues también a la producción de los elementos necesarios para la decoración de las nuevas salas del Museo y especialmente a la exposición de obras, tanto modernas como antiguas. Para ello, cantidad de peanas, pedestales, zócalos, bases de columnas, columnas, cimacios, basas, fajas, se realizaron en el taller. Asimismo, el taller estuvo involucrado en la decoración de las salas. Además a estos trabajos se añadieron los de restauración por roturas accidentales, que al parecer eran comunes en el taller, así como la limpieza superficial del polvo de las obras. El taller era pues responsable de todas las etapas preparatorias necesarias para la exposición de las obras.

La mayor actividad del taller fue la restauración de las estatuas. En ese momento, el término de restauración no implicaba las mismas acciones que hoy en día; en el siglo XVIII, restaurar era principalmente posibilitar la exposición y comprensión de la obra. Así, cuando una estatua entraba en el Louvre desmembrada o fragmentada, el taller era el responsable de subsanar estas deficiencias, recreando la parte que faltase.

Lange, como capataz estaba presente en cada una de las etapas de la restauración, del continuo control del estado de la obra, de la adquisición del bloque de mármol que permitiese restaurar la obra. Si algunos documentos muestran la magnitud del trabajo de Lange en el estudio, no hay duda de que él mismo llevó a cabo muchas restauraciones.



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