Una bigotera loca es un tipo de compás que se utilizaba para dibujar círculos muy pequeños con tinta china, empleando un tiralíneas. El intervalo de radios que abarca está comprendido entre alrededor de 0,1 mm hasta 15 mm y el grosor de línea podía ajustarse entre aproximadamente 0,1mm x 20mm y 1,0mm x 20mm.
Se trata de un utensilio de dibujo técnico habitual en el utillaje clásico de delineación. Sin embargo, la evolución de las técnicas de dibujo ha convertido estos instrumentos en poco menos que piezas de museo.
El nombre original en alemán nullenzirkel (literalmente "compás nulo"), hace referencia a su utilización para dibujar círculos muy pequeños. En español, la denominación bigotera loca se refiere a que se trata de un compás ajustable mediante un tornillo (una bigotera propiamente dicha), cuyo brazo giratorio debe pivotar libremente impulsado por un golpe suave (de ahí el adjetivo de "loca") para dibujar círculos.
La bigotera loca fue inventada en 1874 por el alemán Emil Oskar Richter, siendo registrada en la Oficina Real de Patentes de Sajonia. Su empresa, E. O. Richter & Co., radicada en la ciudad de Chemnitz, suministraba este instrumento tanto de forma individual como integrado en cajas con diversas configuraciones de compases.
Presente en los equipos de rotulación durante cerca de medio siglo, quedó obsoleto con la aparición de los tecnígrafos y las plantillas perforadas (a mediados de la década de 1930), y definitivamente convertido en un objeto para el recuerdo con la generalización de los programas de dibujo asistido por ordenador y las impresoras a partir de los años 1990.
La función de este útil de dibujo era rotular círculos muy pequeños (de menos de 1 cm de radio) con tinta china. Hasta que fue inventado, era prácticamente imposible dibujar este tipo de círculos completos de radios pequeños con los compases disponibles hasta entonces, debiéndose trazar a mano alzada. Su modo de utilización era sencillo, pero requería considerable práctica y habilidad para obtener buenos resultados: se cebaba el tiralíneas con una mínima cantidad de tinta; se regulaba el radio del círculo con el tornillo; y se situaba la aguja del brazo fijo sobre el centro del círculo a rotular, presionándolo con el dedo índice de una mano. A continuación se le daba un golpe suave al brazo móvil con el dedo índice de la otra mano, de forma que describiese al menos un círculo completo.
El resultado obtenido dependía tanto de la habilidad del delineante, como del buen estado del material utilizado, puesto que si la punta del tiralíneas no deslizaba con suavidad sobre el papel, lo más posible es que el círculo no se dibujara correctamente.
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