Carbajales de Alba es un municipio español de la provincia de Zamora, en la comunidad autónoma de Castilla y León.
Carbajales de Alba es la capital de la comarca Tierra de Alba. De esta localidad, son muy conocidos sus bordados típicos, entre los que destacan los trajes de carbajalina, cuyos orígenes se pierden más allá del siglo XVI, y que destaca por su colorido, además de haber sido galardonado a nivel internacional. Cuenta con un notable patrimonio arquitectónico tradicional, del que existen numerosas muestras dispersas por la localidad. De sus inmuebles destacan la iglesia parroquial de San Pedro, el ayuntamiento, el Fuerte de San Carlos, la fachada del palacio del marqués de Tábara, la ermita de San Amaro, o el Museo Taller de Bordados.
Carbajal o Carbajales es un nombre de lugar relativamente común en el área del antiguo dominio lingüístico leonés. Los robles han recibido localmente el nombre de carbajos y carbizos. La forma patrimonial en el occidente leonés es carvayo < carvalio, con un valor genérico ‘roble’, cuya castellanización condujo a carbajo, nunca a carballo; en Zamora, sólo en áreas cercanas al gallego-portugués se registra, con regularidad, la forma palatal: carvalho, carvallo. Es abundantísima la progenie toponímica de esta base en Galicia. En cualquier caso, con este término se alude generalmente a la especie melojo (Quercus pyrenaica).
El pleno del ayuntamiento de Carbajales de Alba, en sesión ordinaria celebrada el 26 de octubre de 2001, acordó aprobar el escudo heráldico y la bandera municipal con la siguiente descripción:
Localidad situada a la orilla del embalse del Esla e inmerso en la Tierra de Alba, a 28 kilómetros de Zamora, la capital provincial.
En «Peñas Coronas», un crestón de cuarcitas situado a unos dos kilómetros al suroeste de Carbajales, fue uno de los primeros emplazamientos de este municipio. Se trata de un emplazamiento castreño, en altura y aprovechando el espigón fluvial que forma el arroyo de Alba al desembocar en el río Aliste. Se han localizado restos arqueológicos en el sector occidental y septentrional de la cumbre, precisamente en la zona que domina la confluencia, hoy muy desfigurada por la creación del embalse del Esla. Este municipio también estuvo ocupado durante la época romana, de la cual se han encontrado en las cercanías del pueblo varias estelas o miliarios romanos.
En la Edad Media, Carbajales fue repoblado por los reyes leoneses dentro de los procesos repobladores que llevaron a cabo en la zona, de cara a asegurar sus posiciones en el proceso de la Reconquista. En este sentido, el conjunto de la Tierra de Alba perteneció en los siglos XIII y XIV a la Orden del Temple, conformándose como una encomienda templaria una vez que el rey Alfonso IX de León otorgó a esta Orden la tierra de Alba, donación que se hizo efectiva en 1220 tras una posible entrega anterior.
En el siglo XVII, durante la Guerra de Restauración portuguesa, Carbajales, debido a su condición de villa cercana a la frontera, sufrió las embestidas de las tropas portuguesas, que llegaron a atacar la población, tal y como reflejaba el conde de Alba de Aliste en carta fechada en Carbajales el 31 de octubre de 1641. Precisamente debido a esta guerra fue fortificado Carbajales, construyéndose el Fuerte de San Carlos.
Durante la Guerra de sucesión española, Carbajales llegó a ser tomada en 1711 por las tropas portuguesas, recuperada posteriormente por las tropas de Felipe V, hecho por el cual llegó a ser sitiado en 1712 por las tropas portuguesas en el conocido como Sitio de Carbajales.
Ya en el siglo XIX, en la Guerra de Independencia, el duque de Wellington llegó a ubicar el 30 de mayo de 1813 su cuartel general temporalmente en Carbajales.
Finalmente, con la creación de las actuales provincias en 1833, Carbajales quedó adscrito a la provincia de Zamora, dentro de la Región Leonesa, la cual, como todas las regiones españolas de la época, carecía de competencias administrativas. Tras la constitución de 1978, este municipio pasó a formar parte en 1983 de la comunidad autónoma de Castilla y León, junto con el resto de municipios de la provincia de Zamora.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de España - Elaboración gráfica por Wikipedia.
Esta villa zamorana cuenta con una variada oferta turística para el viajero. Desde el turismo natural, disfrutando de los magníficos paisajes de su entorno, como los del río Aliste o el monte y la sierra de Cantadores, hasta la variada oferta monumental, de la que cabe destacar:
El bordado Carbajalino, cuyos orígenes se pierden más allá del siglo XVI,
ha situado al traje carbajalino entre las indumentarias artesanas más coloridas de España, además de haber tenido reconocimiento internacional, como el «Primer Festival Folclórico Mundial de Baviera 1985». El mejor paño de la salmantina Béjar, las doradas lentejuelas catalanas de Barcelona y los zapatos de Valencia adquieren vida para ser lucidos luego por la Virgen de Árboles. El bordado carbajalino aparece en una zona de fuerte personalidad cultural e histórica; dentro de una unidad geográfica, la comarca natural de Los Carbajales o Tierra de Alba, situada en el centro de la provincia de Zamora, ocupando los valles inferiores del Esla y del Aliste, a pesar de lo cual no es un hecho aislado en el contexto cultural de Alba, ni en el de la zona Oeste. Existen bastantes puntos de coincidencia entre el traje de Carbajales y el leonés o el charro salmantino. Además de contar con muchas piezas idénticas o similares, hay un rasgo que los hermana: el predominio de las flores y el color en el traje femenino, así como el empleo de lentejuelas, corales, gargantillas, etc.
En cuanto a las técnicas de realización, tradicionalmente el bordado se ha hecho sin “falsilla” ni dibujo previo, por lo que los bordados más antiguos parecen más toscos y poco cuidados. En la actualidad sí que se emplean plantillas, siendo frecuente la repetición de cuadros e incluso la copia exacta de piezas ya existentes. Se suele bordar sobre bastidor rectangular graduable, en el que se monta el tejido; después se trazan líneas auxiliares con hilvanes para dividir el espacio en cuadrantes, en los que se instalan las composiciones que constituyen la unidad o muestra.
Todas las piezas que forman el traje carbajalino son:
El 4 de mayo de 2013 se inauguró en Carbajales el 'Museo del Traje Carbajalino', situado dentro del edificio del Taller de Bordados de la villa.
La gastronomía comarcal exalta guisos tradicionales vinculados a ritos etnográficos locales como La Puchera –patatas con Bacalao- unida a la campaña de recogida del tubérculo en otoño. Jugosas carnes de ternera (Carabajales se integra dentro del ámbito de la marca de calidad Ternera de Aliste
), intensos embutidos y derivados del cerdo –jamón, chorizo, botillo, salchichón-, productos de temporada como carnes de especies cinegéticas, o el también ritual Magosto de castañas, junto a regalos del bosque como setas, moras y miel conforman un apreciado menú. En Carbajales la buena mesa es incomprensible sin el acompañamiento del crujiente y afamado Pan blanco cocido en Horno de Leña, y del remate con dulces tradicionales –rosquillas, bollos, pastas-, fruto de la sencilla combinación de ingredientes de calidad: harina, agua, huevos y un antiguo recetario. Las principales fiestas de Carbajales de Alba son:
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