Catalina de Cléveris o de Nevers (1548 – Castillo de Eu, 11 de mayo de 1633) fue la esposa de Enrique I de Guisa y matriarca de la numerosa e influyente de Casa de Guisa. Por matrimonio fue duquesa de Guisa desde 1570 hasta 1588. Fue condesa de Eu en derecho propio desde 1564.
Catalina fue la segunda hija de Francisco I de Cléveris, duque de Nevers, y de Margarita de Borbón-La Marche, hermana mayor de Antonio de Borbón.Fue prima hermana de Enrique IV de Francia, cuñada de Enrique I de Borbón-Condé, y tía abuela de María Luisa de Gonzaga, reina de Polonia.
A los doce años, Catalina contrajo matrimonio con Antonio de Croÿ, príncipe de Porcien (o Porcean), quien murió siete años más tarde. Después del luto tradicional de tres años, el 4 de octubre de 1570, se casó en segundas nupcias con Enrique, duque de Guisa, dos años menor que ella. Tuvieron catorce hijos, incluyendo a Carlos I de Guisa y Luis III, cardenal de Guisa. Catalina tuvo un famoso amorío con un joven noble, Saint-Mégrin, que fue asesinado por Enrique. El acontecimiento aparece dramatizado en la obra Enrique III y su corte (1829) de Alejandro Dumas.
Enrique de Guisa era el líder de la facción católica en las guerras francesas de religión. Desde 1584, el conflicto entre facciones dirigido por Enrique de Guisa, Enrique de Navarra, y Enrique III de Francia fue conocido como la guerra de los tres Enriques. En 1588, Enrique de Guisa fue asesinado bajo las órdenes de Enrique III.
Catalina nunca perdonó a Enrique III, quien se refería a ella despectivamente como la maîtresse de Saint-Mégrin ("la amante de Saint-Mégrin") por haber ordenado el asesinato de su marido. Se interesó profundamente por las intrigas de la Liga Católica y animó el asesinato de Enrique III en 1589. Tras finalizar la guerra de los tres Enriques, Catalina se ocupó de los intereses de su familia y apoyó a su hijo, Carlos, como candidato para el trono francés.
La reconciliación de Catalina con su primo, Enrique IV, no se efectuó hasta la conversión del rey al catolicismo. Ella inmediatamente se mudó a París y obtuvo un puesto honorable en el séquito de la reina, María de Médici. En 1613, Catalina intercedió por su hijo, Francisco Alejandro, quien había matado al barón de Luz en un duelo, rogando por su destierro en lugar de su ejecución.
Los Guisa continuaron apoyando a la reina durante la regencia, y Catalina acompañó a María al exilio en Blois después de que Luis XIII se convirtiera en rey en 1619. Después de regresar al Louvre, la duquesa viuda - ansiosa de promover los intereses de la Casa de Guisa - retomó sus planes en contra del Cardenal Richelieu.
La muerte de su hija menor, la princesa de Conti (quien había estado implicada en la conspiración del Día de los Engañados) fue un golpe duro para Catalina. Se retiró al castillo de Eu, donde falleció el 11 de mayo de 1633, a los 85 años. Fue enterrada en el castillo al lado de la tumba ornamentada de su marido.
Catalina y Enrique tuvieron catorce hijos:
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