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Catálogo de mujeres



El Catálogo de mujeres (Γυναικῶν κατάλογος: gynaikōn katalogos) es un antiguo poema griego. Los escritores antiguos lo atribuyeron a veces a Hesíodo, aunque el poema contiene unas pocas referencias a sucesos y cosas posteriores a la época de Hesíodo que podrían sugerir que fueron añadidas más tarde o que la épica es de un autor completamente diferente. Dado que Hesíodo sólo es conocido como el autor de los Trabajos y días y la Teogonía, que pueden no tener la misma fecha o autor, la distinción no está clara. Debido a que la datación del poema es uno de las cuestiones más problemáticas sobre él, su autoría permanece anónima.

En la antigüedad el poema también fue conocido como las Eeas (en griego antiguo, Ηοίαι o Ήοιαι; en latín, Eoeae, Ehoeae, Eoiae, etcétera), de la fórmula Η' οιή ē' hoiē, ‘o una mujer como...’, que introduce nuevas secciones dentro del poema, siendo también posible que se tratase de dos poemas diferentes del mismo estilo, pues sólo los conocemos por citas. También se aludía al poema en plural como Catálogos de mujeres, pero el singular es mucho más frecuente.

La monumental investigación de Richard Janko (n. 1955) sobre el lenguaje épico sugiere que el Catálogo es muy antiguo, quizá contemporáneo de la Teogonía, es decir, del 700 a. C. aproximadamente.[1]​ Se han propuesto otras fechas: Jacques Schwartz creía que el poema había alcanzado su forma definitiva entre el 506 y el 476 a. C., y Martin Litchfield West, por razones más literarias, lo fecha entre el 580 y el 520 a. C. La razón más importante para considerar una fecha más tardía es una referencia a la ciudad de Cirene (fr. 215 y 216 M-W), que fue fundada en el 631 a. C. Por otra parte, el propio West asigna fechas tan tempranas como el 776 a. C. a partes del contenido del poema.

Como sucede siempre con textos derivados de fuentes de la tradición oral (como las épicas homéricas), es difícil determinar la antigüedad de parte del material y la fecha en la que fue terminado el texto escrito tal como nos ha llegado. Más aún, un poema cuya principal etapa de composición fue completada en el 700 a. C. pero no fue transcrito hasta el 550 puede haberse transformado considerablemente en varios aspectos - como pueden ser el añadido de referencias a Cirene y la modernización del estilo -, y haberse conservado en otros - como pueden ser los rasgos de un estilo poético anterior.

El poema es fragmentario, lo que quiere decir que se conserva en citas, trozos de papiro antiguo y referencia de segunda mano en otros autores. Sin embargo, está mucho mejor atestiguado que la mayoría de las obras «perdidas», y los trozos supervivientes del texto original están bien por encima de los 1000 versos, más que cualquiera de los otros poemas hesiódicos, los Trabajos y días y la Teogonía.

Las referencias al poema tienen normalmente la forma de un número de fragmento en una edición concreta, con números de línea. Por ejemplo, «fr. 23(a).15» señala el fragmento 23(a) en la edición de M(erkelbach) y W(est), línea 15. Todas las ediciones tienen su propia numeración, por lo que es importante especificarla. En una edición (Merkelbach y West 1967, 1990) sobreviven casi 250 fragmentos, reduciéndose en la más reciente (Hirschberger 2004), por diversas razones, a 142. Más fragmentos no equivale a mejor edición; en cambio, una edición más reciente no es necesariamente mejor. Por tanto siempre coexistirán múltiples ediciones.

El poema completo constaba de cinco libros en hexámetros dactílicos, cada uno con hasta 1000 líneas. Esta métrica es la misma que la de Homero, y la obra se parece al catálogo de naves de la Ilíada al constar de una lista de elementos disjuntos, brevemente descritos. El Catálogo es una lista de mujeres famosas de la mitología griega, y sus descendientes tanto con hombres como con dioses. El poema empieza así:

Esta invocación a las Musas es estándar en el estilo épico.

En términos generales, la épica estaba dividida en varias genealogías clave, si bien son objetos de debate las divisiones entre éstas, y cómo estaban dispuestas en sus primeros cuatro libros. Entre las genealogías importantes estaban las de dos de los hijos de Deucalión y Pirra: Helén, Pandora y Tuya quienes con Orséis y Zeus engendraron a los progenitores de la nación greco-helena: Greco, Macedón, Magnes, Doro, Eolo y Juto (con sus dos hijos, Aqueo e Ion). Otras genealogías importantes son las de los eólidas, ináquidas, pelasgos y atlántidas (descendientes, respectivamente, de Eolo, Ínaco, Pelasgo y Atlas). El estilo de las genealogías es parecido al de los pasajes genealógicos de las épicas homéricas, como la genealogía de Glauco en el libro IX de la Ilíada, la de Eneas en el libro XXI o la de Teoclímeno en el XV de la Odisea. Se dan breves descripciones de algunas figuras de las genealogías, mientras otras están elaboradas y tienen sólidos argumentos a su alrededor. Como resultado, el poema es una mina de información sobre la mitología griega. Hay también fuertes semejanzas con el catálogo de heroínas que Odiseo ve en el inframundo en la Odisea XI.

El Libro V era diferente, y puede haber sido originalmente un poema separado: consistía en un catálogo de unas 200 líneas de pretendientes de Helena, parecido estilísticamente al catálogo de las naves de la Ilíada II, y probablemente encabezase un relato del comienzo de la Guerra de Troya (quizá incluso directamente la Cipria).

Como se ha señalado, el poema tiene similitudes con varios pasajes de Homero, lo que implica que comparten un género en varios aspectos: el Catálogo no existió aisladamente, sino que pertenecía a una clara tradición de poesía genealógica.

El Catálogo fue extremadamente influyente en el periodo helenístico. La Biblioteca mitológica (común y erróneamente atribuida a Apolodoro) parece haber sido moldeada en gran parte a partir del Catálogo, dándonos una valiosa prueba sobre la estructura de éste. La obra fue leída ampliamente: en Egipto, los arqueólogos han encontrado fragmentos de papiro de al menos 52 copias diferentes del Catálogo, más que para casi cualquier otra obra individual salvo las épicas homéricas, lo que implica que el poema fue una de las obras literarias más populares allí.

No se sabe cuándo dejó de leerse el poema. No se conservaron copias intactas del poema hasta la Edad Media, por lo que no hay vínculos directos entre el Catálogo y los catálogos de mujeres medievales como el De claris mulieribus de Boccaccio (1361) o el Cité des dames de Christine de Pisan (1405). La reconstrucción de las obras, a partir de citas en otros autores clásicos, comenzó con la investigación clásica del siglo XIX, y la primera edición impresa apareció en 1823, editada por Gaisford como parte de su colección Poetae minores Graeci, apareciendo dos años más tarde el Hesiodus de Dindorf. Las ediciones más importantes son las de Rzach (1913), Merkelbach y West (1967, 1990) y Hirschberger (2004).




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