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Concepción Guerrero



Concepción Guerrero fue una amiga y novia del escritor argentino Jorge Luis Borges, con quien mantendrá un noviazgo hasta finales de 1924. Esta joven de bella cabellera que su madre no aprobaba fue el amor de Borges durante tres años. Dada la oposición de los padres de su novia, sus encuentros se realizan en casa de Norah Lange.

A mediados de la década del 20 el creador de Ficciones frecuentaba la casa de la familia Lange, en Tronador al 1700. Centro de reuniones literarias, allí se leían poemas y se escuchaba música. En una de sus tantas visitas a la residencia conoció a Concepción Guerrero, una muchacha de 16 años con largas trenzas y grandes ojos oscuros. Se declararon su mutuo amor en las modestas calles que en aquel momento pertenecían a «Villa Mazzini». Este barrio, delimitado por las avenidas De los Incas, Alvarez Thomas, Olazábal y Melián, fue cortado en dos por la calle Pampa (hoy La Pampa). La mitad norte fue absorbida por Villa Urquiza y la mitad sur por Villa Ortúzar. La musa de los textos que configuraron Fervor de Buenos Aires (1923), primer libro de poemas de Borges, fue esta muchacha. El académico y poeta Angel Mazzei recuerda que Borges, para verse al atardecer con su amada, salía de Palermo a mediodía y caminaba hasta Villa Urquiza.[1]

A pesar de la oposición de ambas familias, la pareja formalizó un noviazgo que duró cerca de tres años y sobrevivió al alejamiento provocado por el viaje de la familia Borges a Europa. A ella le dedicó el poema Sábados (a mi novia, Concepción Guerrero), que se incluyó en Fervor de Buenos Aires, de 1923.

que se parece al alma... Tú que ayer sólo eras toda la hermosura

Borges también le dedicó la primera edición de El tamaño de mi esperanza: «A la señorita Concepción Guerrero, con la admiración y el respeto de Georgie».[2][3]​ Pero la relación no progresó y se disolvió.



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