David de Trebisonda o David Gran Comneno (en griego, Δαβίδ Μέγας Κομνηνός, Dabid Megas Komnēnos; Trebisonda, c. 1408-Constantinopla, 1 de noviembre de 1463) fue el último emperador de Trebisonda desde 1458 hasta 1461. Fue el tercer hijo del emperador Alejo IV de Trebisonda y Teodora Cantacucena. En 1458 con el apoyo de los Kabazites dejó a un lado al legítimo heredero Alejo V Gran Comneno y se convirtió en emperador en un momento crítico para el Imperio, cuando su propia existencia estaba amenazada por la dominación otomana en Asia Menor. El 15 de agosto de 1461 se vio obligado a entregar Trebisonda al sultán Mehmed II y el 1 de noviembre de 1463, fue ejecutado en Constantinopla.
David había desempeñado un papel importante durante todo el reinado de su hermano mayor y predecesor Juan IV Gran Comneno. Él había recibido el título cortesano de déspota, que en Trebisonda se designaba al heredero al trono. David había participado con su hermano en los estragos contra los genoveses, y también cumplió diversas tareas diplomáticas. En 1458 él ratificó los tratados de su hermano con el sultán otomano Mehmed II en Adrianópolis, y después, el mismo año, llevó a su sobrina Teodora con su marido, Uzun Hassan de los Ak Koyunlu.
David ascendió al trono a la muerte de su hermano, en algún momento antes del 22 de abril de 1459. Aunque Juan IV había dejado un hijo pequeño llamado Alejo, la precaria situación del imperio de Trebisonda dictó que la corona debía pasar a un hombre con experiencia y David, ya reconocido como déspota, era la elección natural. La ascensión de David procedió sin oposición.
David se había casado con María de Gotia, la hija del gobernante semi-independiente de Teodoro (Mangup) en Crimea, una zona que había estado bajo el control de Trebisonda. Después de la muerte de María (en algún momento antes de 1447), él se casó con Helena Cantacucena, una bisnieta del emperador Juan VI Cantacuceno. Con la conquista de Constantinopla por los turcos otomanos en 1453 y la debilidad de Gotia (eclipsado por las colonias de genoveses y los restos de la Horda de Oro), estas alianzas matrimoniales fueron de poco apoyo para Trebisonda después la ascensión de David en 1459.
Las conexiones establecidas con los príncipes de Georgia y Uzun Hassan de los Ak Koyunlu fueron un poco más viables, y David parece haber contado con su apoyo. Con esto en mente, trató de atraer la atención del duque de Borgoña, Felipe el Bueno con la esperanza de promover una cruzada anti-otomana. Los esfuerzos de David fueron apoyados por una apelación por el papa Pío II, quien también envió emisarios a los borgoñones, así como a los príncipes cristianos en el Oriente en un intento de crear una liga cristiana. Los gobernantes musulmanes de Sinope y Karaman parecen haber sido reclutados como aliados de David o Uzun Hassan.
Con el apoyo de occidente contra los otomanos aún muy lejana, David prematuramente pidió al sultán por una remisión de los tributos pagados por su predecesor, y aún peor, solicitó la intercesión de Uzun Hassan. Los enviados de este último insultaron la sensibilidad de Mehmed II con sus propias demandas, y precipitaron su ataque en el verano de 1461. El sultán envió una gran flota desde el estrecho, y personalmente dirigió sus fuerzas de tierra a través de Anatolia, causando alarma a todos sus vecinos del este, que no estaban seguros sobre el objetivo inmediato de esta expedición, la cual se mantuvo en secreto.
Después de haber fingido estar listo para negociar con algunos de sus vecinos, Mehmed II sitió Sinope y obtuvo su rendición, enviando su flota a Trebisonda. Mientras tanto él dirigió el ejército de tierra contra Uzun Hassan, quien intimidado hizo una alianza con él. Esto privó a David de su aliado más eficaz, y Mehmed II se dirigió hacía Trebisonda. Su flota ya había llegado allí, derrotaron al ejército de David, y saquearon los suburbios, sitiando la ciudad por más de un mes. El comandante otomano Mahmud Pasha había abierto negociaciones con David incluso antes de la llegada de su señor, y el tesorero de David, Jorge Amiroutzes, aconsejó al emperador para rendirse con condiciones. A pesar de que Mehmed II estaba descontento con las negociaciones, él permitió continuarlas. David fue persuadido a rendirse inmediatamente, manteniendo su familia, su linaje, y riquezas, y se le prometió un retiro beneficioso en Tracia.
La rendición de David a fines de agosto o principios de septiembre marco el final del Imperio de Trebisonda y de la tradición imperial bizantina. El depuesto emperador, su familia, y los cortesanos fueron enviados a Constantinopla. La población fue dividida en grupos, algunos de ellos asignados al servicio del sultán y sus oficiales, otros fueron añadidos a la población de Constantinopla, y al resto se les permitió habitar en las afueras de la misma Trebisonda. Algunos jóvenes de la localidad fueron alistados en el cuerpo de jenízaros, mientras que un almirante otomano se quedó para guarnecer la ciudad.
David se estableció en Adrianópolis, junto con su familia, y recibió los beneficios de las propiedades en el valle del río Struma, que incluía un ingreso anual de alrededor de 300 000 piezas de plata. Las estrechas relaciones familiares y los continuos intercambios entre David y Uzun Hassan fueron delatados al sultán por Jorge Amiroutzes (que incluía un ambicioso plan para enviar a uno de los hijos de David o Alejo a crecer en la corte de Uzun Hassan en aparente oposición a Mehmed), proporcionando una excusa para encarcelar a David y sus hijos en marzo de 1463.
El 1 de noviembre de 1463 fue ejecutado en Constantinopla, junto con su sobrino (hijo de Juan IV) y tres de sus hijos. Sólo un hijo, Jorge, fue salvado debido a su corta edad, y se convirtió en musulmán, antes de escapar a Georgia.
Otros miembros de la familia tuvieron mejor suerte. María Gattilusio, la viuda de Alejandro el hermano mayor de David, se unió el harén del sultán, al igual que Ana la hija de David (a pesar de que después fue cedida al general Zagan Pasha). Alejo el hijo de María también se salvó, convirtiéndose en uno de los pajes del sultán. Sin embargo, la emperatriz viuda Helena Cantacucena fue multada pesadamente por el sultán para enterrar a su marido y sus hijos y pasó el resto de su vida en la pobreza.
Una de las hijas de David sobrevivió como la esposa de un Gurieli miembro de la familia Dadiani. Días después el Gurieli clamaba ser descendiente de David y de docenas de emperadores que fueron sus antepasados.
David aparentemente no tuvo hijos con su primera esposa María de Gotia.
Con su segunda esposa, Helena Cantacucena, él si tuvo:
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