El retrato (en ruso, Портрет, transliterado como Portret) es un cuento escrito por Nikolás Gógol (en ruso, Николай Васильевич Гоголь, transliterado como Nikolaj Vasil’evič Gogol’). Escribió una primera versión en 1835 y una segunda versión en 1842. Las novelas La avenida Nevski, El retrato y Diario de un loco son partes de la colección Los arabescos, más tarde el autor añadió dos novelas La nariz y El capote y publicó el ciclo Narraciones de San Petersburgo. Esas novelas enseñan funcionarios, oficiales y artesanos en gran la ciudad, donde los vicios y la codicia reinan y donde la cotidianidad se puede transformar en cualquier momento en algo demoníaco. El retrato, que tiene dos partes diferentes, trata de un retrato que surte efecto a los dueños. Cronológicamente los acontecimientos de la segunda parte preceden a la primera. El retrato tiene un desarrollo fatal en la primera parte y el autor describió en la segunda parte de la novela el principio de la creación del retrato.
El protagonista es un pintor de 22 años, que es descrito como un artista modesto y concentrado en su trabajo y que se llama Andrej Petrovič Čartkov. En el inicio de la novela se compra en una pequeña tienda de cuadros de San Petersburgo un retrato olvidado por un precio económico de 20 copecas. En ese retrato había pintado un hombre viejo en una túnica amplia que recuerda a un hombre asiático, cuyos ojos parecen tener vida porque fueron pintados terriblemente realistas e intimidan a todos los observadores. Por la noche el protagonista sueña que un viejo con una mirada penetrante sale del cuadro y cuenta sus ducados. Después de esa noche llena de pesadillas, causadas por los ojos de mirada terriblemente realista del motivo representado en el retrato, caen fuera del marco 1000 ducados envueltos en papel azul. En vez de concentrarse solo en el trabajo y convertirse en un artista famoso y serio porque tiene dinero para los próximos tres años, para el apartamento, para la comida y para los colores, los ducados lo llevan a una vida de lujo. Distraen a Čartkov de su tarea que se ha autoimpuesto, es decir, del arte. Se entrega a la codicia y se compra un piso lujoso en la avenida Nevski, nueva ropa y otras cosas innecesarias como los impertinentes (gafas). Paga a un periodista para que escriba un artículo sobre su talento. El protagonista se hace un retratista, desperdicia su talento y se adapta a otros pintores de moda. A Čartkov como miembro de la Academia de las artes se le pide juzgar un trabajo de su ex compañero, que se había formado en Italia. Su obra es impecable, agradable, divina y refleja el alma pura del autor. Cuando Čartkov ve esa pintura, intenta crear también una obra maestra pero en balde. Guiado por la envidia empieza a comprar las obras más estupendas de sus colegas talentosos y gasta todo su dinero en ellas para poder romperlas acompañado de risas locas. Al final murió dolorosamente de fiebre, tuberculosis y sufriendo de ataques de locura.
La primera parte de la novela tematiza la seducción por el diablo. El motivo del retrato personifica el diablo en esa novela. Entra a través de un retrato en el mundo y pervierte con sus ducados a Čartkov. Los nombres en las obras de Gógol nunca son elegidos por causalidad sino conscientemente. El nombre “Čartkov” ha sido diseñado de la misma manera. Recuerda черт transliterado čert que significa diablo o recuerda a los lexemas чарки y чары transliterado como čarki y čary que significa magia u obcecación.
Tampoco es causalidad que los ducados están envueltos en papel azul porque el color juega un papel muy importante. El color azul se refiere, según la iglesia, al mal y al diablo, al elemento de aire, que pertenece en la zona de oscuridad y del mal. La obra parece como un pacto con el diablo. Čartkov ofrece su alma a cambio de dinero.La segunda parte de la historia explica los antecedentes del misterioso retrato. El hijo del artista que creó la obra, contó la historia durante una subasta de arte. En Kolomna, un barrio pobre de Petersburgo, vive un demoníaco usurero que pide hacer un retrato de sí mismo antes de su muerte. En su opinión no moriría totalmente y podría vivir en el retrato. Debido a la mala influencia del usurero el carácter del pintor se cambia. El pintor, un hombre honrado y justo cayó en una previamente desconocida envidia contra sus colegas. Después de largos años de una vida abnegada en un monasterio pudo superar su envidia y hacerse un pintor respetado a la iglesia. Pide que destruyan el retrato del usurero con los ojos terribles, para que no causara más estragos. Cuando el narrador dice estas palabras se da la vuelta y el retrato ha desaparecido.
Según Koshmal, la hagiografía del pintor de iconos Santo Alpius de las Cuevas ha servido a Gógol como modelo para su novela.
El retrato es lo opuesto del icono. El usurero representa el diablo, porque su presencia, incluso si existe solo por el retrato, tiene consecuencias, el diablo está presente por el retrato así como los Santos están presente a través de los iconos. „¿Cómo presento el diablo como un bobo?” fue la idea principal en la vida de Gógol y de sus obras. Creía que el diablo era un ser místico y real. También creía en Dios que representa el infinito, el principio y el final. Consideraba que el diablo constituye al mismo tiempo, la negación de Dios y del infinito, la negación del principio y del fin. El diablo es la manifestación de la maldad absoluta, eterna y en todo el mundo. Cada uno de nosotros es capaz de ver la maldad en el crimen, delincuencia, en tragedias o grandes cosas. Gógol, sin embargo, tenía la capacidad de ver la maldad en la vida cotidiana, para descubrirla en las cosas más pequeñas. Gógol solo entiende que el diablo es lo más pequeño que existe. Solo parece grande, porque somos pequeños. También es lo más débil que existe. Solo parece fuerte porque el hombre es débil. La fuerza mayor que el diablo tiene, es que se transforma en algo que no es.
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