Eternamente tuya es una telenovela mexicana, historia original de la escritora Bethel Flores realizada por TV Azteca, bajo la producción de Óscar Guarín.
Protagonizada por Andrés Palacios, Fernanda Romero, Khotan Fernández y Marimar Vega, con la participación antagónica de Veronica Merchant.
Esta es la historia de dos niñas, Antonia y Sara, que viven en el pueblo mexicano de San Nicolás. Antonia siempre fue una niña pobre pero tuvo una infancia feliz, ya que creció con el amor de sus padres y su hermano. Sara, por su parte, era una huérfana enfermiza que quedó bajo la protección de sus tíos, Águeda Briseño y Humberto Castelán. Pese a ser tan distintas, ambas se hicieron muy buenas amigas, hasta el punto de hacer un pacto de sangre para estar siempre juntas. Pero la soberbia Águeda separa a las niñas mandando a Sara a estudiar a un internado en Suiza. Antes de partir, Sara le regala a Antonia su libro favorito, Romeo y Julieta.
Pasan los años, y las niñas ya son dos mujeres de veintiún años. Antonia sigue en el pueblo esperando el regreso de su amiga, pero quien llega a San Nicolás es David Abascal, un hombre de ciudad que trabaja en una de las aceiteras más importantes de país. Desde el primer momento, David se siente atraído por Antonia, pero ella no confía en él. Más tarde, Sara regresa al pueblo y también conoce a David, de quien se enamora.
Antonia y David se reencuentran y comienza a surgir el amor entre ambos pese a la desconfianza de Benjamín, padre de Antonia. Esta también se reencuentra con Sara y las dos comentan que han conocido al hombre de su vida sin sospechar que hablan de la misma persona.
La relación de Antonia y David se consolida pese al regreso al pueblo de Juan Pablo Tovar (el primer amor de Antonia, que se fue a EE. UU. y vuelve ahora para recuperarla) y los intentos de Sara por conquistar a David. Para zanjar el tema, David rechaza a Sara alegando que ya ama a otra mujer, pero sin revelarle su identidad; sin embargo, Sara no tarda en descubrir de quién se trata e intenta utilizar su amistad con Antonia para separarla de David, pero sin éxito.
Posteriormente, David debe realizar un viaje de negocios a México D.F., pero antes de partir tiene relaciones con Antonia. Aprovechando la ausencia de David, Sara logra separar a la pareja mediante mentiras y engaños. Además, Antonia es acusada del asesinato de Ramón Briseño, alcalde del pueblo y hermano de Águeda, al que mata cuando él intenta violarla. Ante las amenazas de Águeda, Antonia huye a la capital.
Mientras tanto, Sara finge sufrir amnesia a causa de un secuestro organizado por su tía; con ese pretexto, logra acercarse a David (que está sumido en una depresión por perder a Antonia) y acostarse con él, que la rechaza al día siguiente.
Antonia, que comienza a ir a la universidad en México D.F., se reencuentra con David, al que le cuenta todo lo sucedido. Él trata de reconciliarse con ella, pero no lo consigue. Poco después, Sara amenaza a Antonia con denunciarla por la muerte de Ramón si no rompe toda relación con David, pero Antonia no solo no cae en su juego, sino que acaba perdonándolo a él. Después de un tiempo, David pide matrimonio a Antonia y ella acepta, pero cuando Sara se entera de los planes de boda de ambos, enseguida informa a su antigua amiga de que tuvo relaciones con David. Cuando este confirma las palabras de Sara, Antonia vuelve a San Nicolás con el corazón roto.
Mientras tanto, Sara intenta quedar embarazada para hacer creer a David que es el padre de su bebé. Para ello, seduce a Tiburcio, hermano de Antonia, y tiene relaciones con él; finalmente, logra quedar embarazada.
David regresa al pueblo en busca de Antonia, pero sufre un grave accidente provocado por Ramón, que había fingido su muerte. En el hospital, Antonia cuida de él hasta que se recupera; los dos se reconcilian y retoman sus planes de boda. Sin embargo, el día de su enlace, la ceremonia es interrumpida por Sara, que afirma estar esperando un hijo de David. Con el corazón roto, Antonia vuelve a la capital; días después, descubre que está embarazada de David, pero decide mantener su estado en secreto.
Sara, que sufre bulimia, descubre que su bebé corre peligro de muerte debido a la enfermedad de su madre; al saber que Antonia también espera un hijo, traza un plan con ayuda de su tía. Cuando nacen los bebés, Águeda los intercambia, de modo que Sara se queda al bebé de Antonia y el bebé de Sara (que muere pocas horas después nacer) pasa a manos de Antonia.
Creyendo que su bebé ha muerto, Antonia se marcha a España a continuar sus estudios y olvidar su dolor, mientras que David acepta casarse con Sara por lo civil, pero solo por amor a su hijo, al que llaman Juan David.
Cuatro años después, Antonia regresa a San Nicolás y conoce a Juan David, el supuesto hijo de David y Sara, y más tarde se reencuentra con la pareja. Poco después, Antonia confiesa a David que después de su huida descubrió que estaba embarazada, pero el bebé murió. Los dos deciden investigar y descubren que ese hijo es Juan David, por lo que ambos se enfrentan a Sara. Además, Antonia hace otro sorprendente descubrimiento: Sara y ella son hermanastras, ya que ambas son hijas de Benjamín.
Al mismo tiempo, llega Iván, un antiguo compañero de estudios de Antonia, que está profundamente enamorado de ella e intenta conquistarla. Tiempo después, David logra divorciarse de Sara y reconciliarse con Antonia, que consigue ganarse el cariño de su hijo; al saber que Antonia es su verdadera madre, el niño reacciona con alegría y naturalidad.
La felicidad de la familia se ve interrumpida cuando David recibe una llamada misteriosa que lo cita en una bodega a las afueras de la ciudad. Allí, Ramón trata de matar a David, que logra esquivar sus disparos; sin embargo, una bala perdida disparada por Águeda mata a Ramón. David es arrestado y encarcelado por el asesinato.
El abogado contratado para defender a David resulta ser Rosario, una antigua novia suya que ahora intenta recuperar su amor; sin embargo, David la rechaza dejándole muy clara su situación actual. Al mismo tiempo, Iván intenta conquistar a Antonia aprovechando la situación de David, pero ante el rechazo de ella, decide unir fuerzas con Águeda para vengarse de ambos.
Poco después, Águeda, sabiéndose a punto de ser descubierta, secuestra a Juan David y jura que solo lo devolverá si David se declara culpable del asesinato de Ramón. Afortunadamente, se demuestra la inocencia de David, que es puesto en libertad, y su hijo vuelve sano y salvo a casa. Se emite una orden de busca y captura contra Águeda.
Iván incendia la fábrica de aceite con Águeda y él dentro. Él muere y todos creen que Águeda también, pero ella sobrevive y logra escapar con algunas quemaduras leves y la intención de destruir a Antonia.
Sara queda en coma debido a una enfermedad y necesita con urgencia un trasplante de riñón; al ser Antonia su hermana y compatible, decide someterse a la operación para salvar a Sara por a los buenos momentos que pasaron juntas, pero antes le entrega al médico una carta para que se la dé a David y a Juan David en caso de que ella falleciera. La operación casi le cuesta la vida a Antonia, pero logra recuperarse.
Justo cuando parece que ya no hay peligro, Águeda se infiltra con dos hombres en el hospital, disfrazados los tres de enfermeros y secuestran a Antonia aprovechando un descuido de David y Tiburcio. Los tres se la llevan en una ambulancia a las afueras del pueblo. Cuando se descubre el secuestro, David y la policía se ponen en marcha para rescatar a Antonia.
Mientras tanto, Águeda sigue con los preparativos de su plan: matar a Antonia con una bomba colocada bajo el tanque de gasolina de la ambulancia, de forma que la explosión no deje ningún rastro de ella. Cuando Antonia le pregunta por qué la odia tanto, Águeda le explica que ella estuvo enamorada de Benjamín en su juventud, pero él nunca correspondió su amor y eligió a la madre de Antonia. Esta intenta apelar a la compasión de Águeda recordándole la historia de su difunto hijo (que falleció en un accidente provocado por ella misma) y logra conmover su corazón.
David y los policías, que han seguido el rastro de la ambulancia, logran encontrar el vehículo y retirar el explosivo de la ambulancia. Águeda es arrestada y Antonia, que se está desangrando, llevada de nuevo al hospital.
De vuelta en el hospital, el doctor le entrega a David la carta de Antonia, en la ella les escribe a su hijo y a él que los ama y que, pase lo que pase, siempre sería "eternamente suya". Después de la segunda operación, Antonia queda en coma más de nueve meses hasta que despierta para gran alegría de David y de Juan David. Más tarde, Antonia hace las paces con Sara y renuevan su amistad.
Días después, finalmente se celebra la boda de Antonia y David en presencia de todos sus seres queridos. Ambos son muy felices con su hijo y además esperan una hija.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Eternamente tuya (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)