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Gaia III: Atlantia es el octavo álbum de estudio de la banda Mägo de Oz, siendo este la última parte de la trilogía Gaia. Fue lanzado el 6 de abril de 2010 en distintos países de Europa y América excepto en México, donde fue lanzado el 19 de abril.
No se es sabido de una continuación a la línea Gaia de álbumes de Mägo de Oz. Desde un principio se dijo que iba a ser una trilogía; sin embargo, en la novela que acompaña el disco en su edición especial, se deja con un suspenso el final dando a entender que tal vez la historia no haya tenido fin (hablando sobre dos políticos que estaban sentados en su oficina tomando whisky, sin parar de reír, mientras el mundo era destruido). Según un comunicado de Txus Di Fellatio, después de Gaia III: Atlantia la banda se tomará un receso de tiempo sin determinar en su trabajo, no significando esto una disolución del grupo. En cuanto al futuro musical del grupo, el líder se refirió a que tal vez publiquen un álbum más simple e íntimo como La ciudad de los árboles aunque no cierra la posibilidad de continuar con una nueva línea conceptual igual de trabajada y "majestuosa" que la línea Gaia, y advirtió que tarde o temprano el grupo volverá a hacer un trabajo de este estilo.
Gaia III: Atlantia es considerado el último álbum de la época dorada de Mägo de Oz.
La gira en torno a este álbum fue llamada AGAIAte que Vienen Curvas Tour.
Introducción:
El mundo necesita poesía y canciones, necesita convertir los misiles en versos y lanzarlos al corazón de la miseria humana. Pero como la paz es muy flaca nos hemos construido un poncho antibalas hecho con sonrisas, y como la civilización moderna tiene Alzheimer hemos querido recordar a los hermanos del sol, del ciervo y de la pradera en esta modesta obra.
El espíritu de los incas, mayas, y aztecas nada en la sangre de estos rockeros españoles, que avergonzados por los crímenes que cometimos hace mas de quinientos años, hemos querido pedir perdón a nuestros hermanos americanos con esta trilogía.
El primer poema de la historia nació con la primera sonrisa de la primera mujer que habitó la tierra y el primer poeta fue el hombre que perdió a esa mujer. La soledad tiene labios de mujer. Para nosotros America es esa sonrisa y esperamos no perderla nunca. <<Hay gente que te quiere y gente que te U.S.A.>>
Barakaldo (Biskaia), 27 de enero de 2010
¡¡We must be over the rainbow!!
Txus Di Fellatio
El Príncipe de la Dulce Pena.
El latido de Gaia (Capítulo I):
Odiaba transpirar, odiaba esa sensación de húmeda incomodidad que le hacía añorar el viento de su fría ciudad en Inglaterra. Pero si algo le desesperaba era ese barrillo que se formaba en su piel al añadir polvo a aquellas detestables gotas de sudor. Llevaba cerca de cinco años arañándole a la Tierra vestigios del pasado sin éxito, robándole al desierto capas de polvo, misterio y arena -toneladas de arena-…
Howard Carter había dedicado más de media vida al descubrimiento y conservación de tesoros y tumbas reales en Egipto. Pero una idea fija le hacía seguir en su empeño de no tirar la toalla. Estaba convencido de que la tumba del faraón adolescente yacía en aquel valle -El Valle de los Reyes-.
Fue aquella mañana del veintidós de noviembre cuando por fin la Tierra decidió premiar el esfuerzo de Carter y dejó entrever una entrada semiderruida dentro de las tripas de aquel desierto milenario. Parecía como si aquel valle hubiera engullido toda prueba de aquella puerta a otra forma de entender la vida, a otra forma de entender la muerte.
Tras dos años de duros trabajos para rescatar la tumba de Tutankamón de su cárcel de arena, por fin pudieron robarle a la Tierra el fabuloso tesoro que escondía en su interior.
Los tesoros que yacían en aquella tumba eran de una magnificencia realmente fuera de lo humano. A la multitud de piedras preciosas, joyas y utensilios de fina cerámica, había que añadir más oro del que cualquier mortal pudiera imaginar junto. El resplandor que producía el reflejo de aquel codiciado metal era similar al tinte de luz con el que baña el sol a cualquier amanecer en el valle.
Y sin embargo, el momento más emocionante y remunerador tendría que venir dos años después, el 3 de febrero de 1924, cuando Carter y su cuadrilla finalmente abrieron la puerta en la última cámara, la dedicada a la tumba del faraón especialmente. Un grito de admiración escapó de la garganta en los pocos presentes. Estaban ante un masivo ataúd de granito de más de nueve pies de largo. Dentro del ataúd había otros tres más pequeños que a su vez se fijaban uno en el otro con pasmosa precisión. Los dos exteriores hechos de madera con incrustaciones de oro y piedras preciosas en la parte interna. Y el tercero y último conteniendo los restos del Faraón adolescente hecho de oro sólido. Allí estaba el cuerpo momificado del faraón Tutankamón. Su rostro cubierto con una máscara que semejaba sus facciones aniñadas y también de sólido oro. Carter y sus obreros no constituían los primeros violadores de la tumba. A las claras se veía que, ladrones del Valle de los Reyes habían penetrado en ella. Aun cuando ninguno de ellos se atrevió a tocar el ataúd real. Los sellos en las puertas habían sido rotos y arreglados nuevamente por los guardianes. Tutankamón fue violado en su descanso eterno por Carter. Estos históricos y maravillosos descubrimientos atrajeron la atención internacional en el acto. Cientos y miles de turistas llegaron al Valle de los Reyes desde todos los ámbitos del mundo. Caminaban por el polvo del desierto excavando, pateando y apartando cuanta piedra había en su camino con la esperanza de encontrar algún objeto precioso perdido.
Eso hacía que Carter tuviera que mantener continua vigilancia veinticuatro horas al día sobre su descubrimiento. Pero aún más que los tesoros había algo que atraía la morbosidad de la multitud. Se corría entre los egipcios una leyenda. Se decía que todo aquel que violara la tumba del faraón Tutankamón encontraría la muerte por su profanación. Una maldición ancestral, mítica y horrenda que escapaba de las gélidas paredes de la tumba subterránea y que detenía a todo aquel que se acercara a ella con la excepción de Carter y su equipo.
Pero alguien sí consiguió infiltrarse en el equipo de Howard: un taciturno y misterioso hombre llamado Otto Rahn -un alemán perteneciente a una oscura sociedad secreta llamada <<La sociedad de Thule>>-. Rahn había conseguido burlar la seguridad que rodeaba la tumba y, lejos de la mirada curiosa del resto de la expedición, encontró un medallón en forma de pirámide con un sello que acariciaba con aire ausente mientras miraba a través de la ventanilla del avión que debía devolverle a Alemania. Otto Rahn sonreía…
Universidad de Emery (Atlanta), 2010.
Anthony Dexter no podía dar crédito a lo que le indicaba su equipo en el observatorio astrológico de la universidad de Emery. Paracía imposible, pero tras comprobar los datos por tres veces consecutivas no cabía ninguna duda: un meteorito había cambiado el rumbo y estaba en la órbita terrestre, y no tardaría mucho tiempo en impactar contra la tierra.
Cerro del Uritorco (Argentina).
Rafael Santa Cruz estaba acostumbrado a las leyendas acerca de misteriosas luces que desde años sobrevolaban la montaña que estaba a pocos kilómetros de su humilde granja.
El Uritorco es muy conocido actualmente por las prácticas esotéricas frecuentes y, en décadas pasadas por los avistajes OVNI referidos por locales y turistas. En enero de 1986 el gobierno local difundió fotografías y artículos sobre una zona del Cerro <<El Pajarillo>>, donde la vegetación resultó quemada, sosteniendo, en base a testimonios, que un OVNI lo había provocado. Desde la década de 1950, existe el mito de que una ciudad subterránea yace sobre el Cerro y alrededores. Un grupo de profesionales y místicos de La Plata exploraron la zona extensivamente, entre ellos el fallecido antropólogo Guillermo Terrera, en pos de esta ciudad subterránea. En los años 80 periódicos sensacionalistas como <<9diario>> y otros medios creron la mitología extraterrestre. Sin embargo, luces anómalas han sido observada por testigos cualificados (aviadores, geólogos, ingenieros, físicos) en más de una oportunidad. Sin embargo a partir de 1993 las noticias de avistamientos parecían haber disminuido ostensiblemente.
Pero esa noche algo inusual sucedió. Junto a las ya conocidas luces que sobrevolaban con dirección incierta los alrededores, la vieja radio que dormitaba en su mesilla de noche cobró vida y empezó a escupir lamentos en forma de noticias…
Dies Irae (Dia de la Ira) (Capítulo II):
Extracto de “CivilationLost – Theconquest of Incas” de Marc J. Holsten.
Jamás se recalcará lo suficiente que la conquista de los Incas por parte de los conquistadores españoles representa, quizá, el mayor choque de culturas en la historia de la evolución humana.
La nación más poderosa de la tierra, con los últimos avances armamentísticos de Europa a su disposición, contra el imperio más poderoso que haya existido nunca en América.
Por desgracia para los historiadores, y gracias en gran medida a la insaciable ansia de oro de Francisco Pizarro y de sus conquistadores sedientos de sangre, el mayor imperio del continente americano es también del que menos sabemos.
El Saqueo del imperio Inca por parte de Pizarro y su ejército de secuaces en 1532 debería ser considerado como uno de los más brutales de la historia. Armados con la más poderosa de las armas coloniales, la pólvora, los españoles se abrieron camino a través de las ciudades y pueblos incas con, según palabras de un comentarista del siglo veinte, <<una falta de principios que habría hecho estremecer al mismísimo Maquiavelo>>.
Las mujeres incas fueron violadas en sus hogares u obligadas a prostituirse en mugrientos burdeles improvisados. Los hombres fueron sometidos a torturas constantes; les quemaban los ojos con carbón al rojo vivo y les cortaban los tendones. Los niños fueron llevados en barcos a la costa para después embarcarlos en aterradores galeones de esclavos y enviarlos a Europa.
En las ciudades, los conquistadores saquearon los templos. Fundían las láminas y los ídolos sagrados de oro en lingotes sin ni siquiera parase a pensar en el significado cultural de los mismos.
Quizá la más famosa de todas las historias de búsquedas de tesoros incas sea la de Hernando Pizarro, hermano de Francisco, y su viaje hercúleo hasta la ciudad costera de Pachacámac en busca de un legendario ídolo inca. Tal como los describe Francisco de Jerez en su famosa obra <<Verdadera relación de la conquista del Perú>>, las riquezas que saqueó en su marcha hacia el templo de Pachacámac (no muy lejos de Lima) alcanzaron proporciones casi míticas.
De lo poco que queda del imperio Inca (edificios que los españoles no destruyeron, reliquias de oro que los incas lograron llevarse consigo valiéndose de la oscuridad de la noche…), un historiador contemporáneo sólo puede percibir breves destellos de una otrora grandiosa civilización.
Lo que emerge de esos breves destellos es no obstante un imperio lleno de paradojas.
Los incas no conocían la rueda y, sin embargo, construyeron el sistema de carreteras más extenso jamás visto en el continente americano. No sabían el mineral de hierro y, sin embargo, los trabajos con otros metales, en concreto con el oro y la plata, son insuperables. Carecían de un sistema de escritura y, sin embargo, su sistema de registro numérico, un sistema de cuerdas de lana o algodón de uno o varios colores llamado Quipus era increíblemente preciso. Se decía que los quipucamayocs, los temidos recaudadores de impuestos del imperio sabían incluso cuando se perdía algo tan ínfimo como una sandalia.
No obstante, la mayoría de la información y datos de la vida diaria de los incas de que disponemos proviene, inevitablemente de los españoles. Al igual que veinte años después hiciera Hernán Cortés en México, los conquistadores llevaron a Perú clérigos para difundir el evangelio entre los indígenas paganos. Muchos de estos monjes y sacerdotes regresaron finalmente a España y consignaron por escrito lo que vieron. De hecho, muchos de sus manuscritos todavía pueden encontrarse en la actualidad en algunos monasterios europeos, fechados e intactos.
Extracto de <<Verdadera relación de la conquista del Perú>>, de Francisco Jerez (Sevilla, 1534).
El capitán Hernando Pizarro se hospedó con sus hombres en unos grandes aposentos situados en una parte del pueblo. Dijo que había venido por orden del gobernador (Francisco Pizarro, su hermano) por el oro de aquella mezquita y que estaban allí para cogerlo y llevárselo al gobernador.
Todos los principales del pueblo y los pajes del ídolo dijeron que se lo darían, y anduvieron disimulando y dilatando. En conclusión, que trajeron muy poco y dijeron que no había más. El capitán dijo que quería ir a ver aquel ídolo que tenían y que lo llevasen allá, y así fue llevado. El ídolo estaba en una buena casa bien pintada, decorada con el típico estilo indígena; estatuas de piedra de jaguares custodiaban la entrada, tallas de demoníacas criaturas con aspecto felino se alineaban contra las paredes. Dentro, el capitán encontró una sala muy oscura y hedionda, en cuyo centro se alzaba un altar de piedra. Durante nuestro viaje, nos hablaron de un ídolo legendario que se encontraba en el interior del templo santuario de Pachacámac. Los indígenas dicen que ese es su dios, que los creó y los sustenta, la fuente de todo su poder.
Pero no encontramos ningún ídolo en Pachacámac, tan sólo un altar de piedra en una sala hedionda. El capitán ordenó entonces que se tirara abajo la bóveda donde se había guardado aquel ídolo pagano y que se ejecutara a los principales por haberlo ocultado. Así se hizo, también con los pajes del ídolo. Una vez hubieron terminado, el capitán enseñó a los habitantes del pueblo muchas cosas de nuestra santa fe católica y les enseñó la señal de la cruz.
Había llegado hace unos meses a Nueva España como parte de la expedición del gobernador don Alonso de Ojeda. Atrás quedaban veinte años de devastación, saqueo y muerte desde que el sádico Hernán Cortés conquistara y cristianizara el Imperio Azteca. Pedro Alcázar sólo tenía un pensamiento: vengar la muerte de Azaak e intentar por todos los medios minimizar los daños que sus compatriotas sin duda harían también al imperio inca.
Pero una vez más y, tal como ya pasara en tierras aztecas, la ciudad sagrada de Cuzco se envolvió con el mismo manto de terror, muerte y codicia que el imperio azteca. Los comeoros (nombre por el cual eran conocidos los españoles por su hambre y codicia del preciado metal), una vez más, pisotearon todo cuanto les era sagrado al pueblo inca.
Pedro Alcázar, entre lágrimas, no lograba distinguir entre los cuerpos mutilados y bañados en sangre cuales de aquellos montones de carne deformes pertenecían a animales, y cuales habían sido personas con sus sueños, sus quehaceres y sus amores.
Sentado en lo alto de un montículo, una de las esposas de Atahualpa (último jefe del imperio Inca asesinado por Pizarro) dirige un cántico al cielo. Oculto entre sus manos puede adivinar la figura de una pequeña estatua con rasgos de hombre blanco, todo ello rodeado por una pirámide y un símbolo.
Für Immer (Capítulo III):
Otto Rahn era hijo de una familia de clase media. Aunque cursó estudios de derecho y filología germánica, lo que siempre llamó su atención, fueron los grandes misterios históricos. Su fuerte interés por la cultura Cátara le llevó a viajar por Francia, Italia, España y Suiza. Rahn estaba convencido que el símbolo que había encontrado en la tumba del faraón Tutankamón, de alguna manera, tenía una relación con el Santo Grial y con la búsqueda de los antepasados de la raza aria (o al menos esa era una de las creencias de la oscura sociedad de Thule, a la pertenecían muchos padres de la enfermedad que asolaría Europa pocos años más tarde: el nazismo).
La sociedad Thule fue una sociedad ocultista alemana fundada en 1912 por el noble alemán Rudolf Von Sebottendorf. A ella pertenecieron importantes personalidades del III reich como el propio Adolf Hitler y su lugarteniente Rudolf Hess. Al parecer, el partido nacinalsocialista (y por tanto el III reich) tuvo su origen en esta sociedad esotérica, siendo el DAP (Deutsche Arbeiter-Partei) , después trasformado en NSDAP, su brazo político.
Como escudo de la sociedad Thule se eligió una esvástica (símbolo solar que luego adoptarían los nazis) colocada detrás de una reluciente espada dispuesta verticalmente. El nombre de Thule fue elegido en recuerdo del legendario (y para ellos existente) reino de Thule, que es simple y llanamente otro nombre para designar la mística Atlántida.
Sus delirantes ideas sobre el fuego y el hielo, de un remoto pasado de hombres-dioses, introducía en el pensamiento de una nación de altísimo nivel científico-técnico, como era Alemania, todo un universo de profecías y leyendas que impresionó a hombres como Hitler, obsesionado con el poder de los mitos y el destino de los pueblos y que consideraba que <<hay una ciencia nórdica y nacionalsocialista que se opone a la ciencia judeo-liberal>>.
Entre los miembros de la sociedad Thule se encontraban, además de los paganos Heinrich himmler y Alfred Rosenberg, también sacerdotes (como el confesor de Hitler, BernhardStempfle), monjes cisterciences (como Guido Von List) y miembros de la orden del Temple refundida, además de nacionalistas, patriotas, antimarxistas y antijudíos.
La tarde del 23 de octubre de 1940, un hombrecillo cargado de complejos y con sueños de poder esotéricos, visita la montaña de Monserrat, convencido de que es la mismísima Montsalvat, del cielo artúrico; la montaña donde se encuentra el Santo Grial. Este hombre de baja estatura, gordinflón y aquejado de miopía, no es otro que Heinrich Himmler (jefe de las SS, amante del ocultismo y asesino en su tiempo libre). Himmler fundó la AHNENERBE, -oficina del ocultismo con el fin de localizar y obtener objetos simbólicos sagrados-. Tras inspeccionar las cuevas de la montaña Monserrat junto con sus oficiales de la SS, historiadores y científicos del Reich, en una roca semioculta por la vegetación encontró lo que andaba buscando; el mismo símbolo que años atrás robara Otto Rahn en Egipto, y una frase en latín que le inquietó por no saber su significado:
Memento homo, quiapulvis es,
et in pulveremreverteris.
Cuyo significado es: <<Recuerda hombre, que polvo eres, y al polvo volverás>>.
De camino a Berlín, Heinrich Himmler iba rememorando uno de los discursos que su idolatrado Hitler pronunció una noche en Munich. Aquel discurso, hecho por uno de los mayores criminales que haya conocido nunca la humanidad, estaba lleno de odio, locura y magia. Himmler se estremeció y una lágrima resbaló por su cara mientras apretaba fuertemente su ejemplar dedicado de <<MeinKampf (mi lucha)>>.
Vodka 'n' Roll (capítulo IV):
Rasputín era un hombre muy alto de estatura, de hábil y elocuente poder oratorio, personalidad abrumadora, de aspecto un tanto tosco, grosero a veces, violento, tenía una mirada muy penetrante y era poseedor de un carisma profundo. Amaba y odiaba efusivamente. Era un actor soberbio y convincente, se sabía poseedor de estas habilidades y las usó inteligentemente en su provecho.
En su época había rumores de que era una persona licenciosa y de que se le había visto numerosas veces borracho y en compañía de prostitutas. Sus relaciones con sus discípulos, sus visitas de alcoba, en su mayoría mujeres de la alta sociedad rusa, también eran polémicas. Una de sus máximas era: ” Se deben cometer los pecados más atroces, porque Dios sentirá un mayor agrado al perdonar a los grandes pecadores”.
Ingresó poco después en una secta cristiana condenada por la iglesia ortodoxa conocida como Khlysty (flagelantes). Los Khlysty creían que para llegar a la fe verdadera hacía falta el dolor. En las reuniones de esta secta las fiestas y orgías eran constantes y Grigori se convirtió en un acèrrimo integrante. El ingresó en esta congregación marcó al profeta siberiano de por vida, y explica la notoria vida sexual que tuvo en años posteriores y que acabó ennegreciendo su reputación de hombre santo.
Gracias a estas aparentemente milagrosas curaciones la zarina Alexandra confió ciegamente en él curandero, ya que las pruebas de sanción que le producía a su hijo eran inexplicables. Confió también en los vaticinios del monje sobre los destinos de la santa Rusia, a la cual veía Rasputín en sus visiones <<envuelta en una nube negra e inmersa en un profundo y doloroso mar de lágrimas>>.
En una de estas orgías alcohólico-esotéricas cuenta la leyenda que <<el brujo del Zar>> profetizó el nacimiento de un movimiento sociocultural rebelde, libre y basado en una música poderosa y contestataria, que habría de venir en un futuro no muy lejano.
Cuentan que todas estas visiones las tuvo tras ingerir ingentes cantidades de su bebida favorita, el vodka, a la que él, ante la extrañeza de todos, la denominaba con un misterioso nombre: <<Vodka’n’roll>> (la bebida de los atlantes).
Rasputín fue asesinado en 1916, y cuentan que días más tarde fue encontrada una nota al pie de su tumba escrita en aymara (el idioma de los antiguos incas): <<Ama usa, ama ulula, ama aquella>> (No robes, no mientas, no seas perezoso). La nota estaba firmada por <<La Atlantia que está por llegar>>.
El Príncipe de la Dulce Pena IV (Capítulo V):
Madrid, 2010.
Cuando terminó de leer la primera parte del informe que le había preparado el licenciado en historia y escritor de cierto éxito Jesús Castejo, Rafael Haro empezó a tener claro que había un nexo en común entre diferentes civilizaciones en distintos periodos de la historia; ¿Cómo es posible que imperios tan lejanos en distancia y tiempo como el egipcio, el maya y el inca tuvieran en la construcción de las pirámides un centro neurálgico de ceremonias espirituales? ¿Quién o quienes construyeron las pirámides? ¿Hubo una sola y única civilización que enseñara al resto la utilización y construcción de dichas pirámides…? Todas estas preguntas se agolpaban en su interior mientras las respuestas se amotinaban y atrincheraban en su ya de por sí lleno cerebro.
-Deberías de ver esto- exclamó Inés Santiesteban (subinspectora del distrito centro de la Policía Nacional Española). Inés Santiesteban era una atractiva cuarentona de figura atlética y mirada tan dura y fibrosa que, cada vez que posaba sus enormes ojos en ti, pareciera que te desnudara e interrogara el alma.
-¿De que se trata?- contestó distraído Rafael.
-Abajo tenemos a una de esas colgadas como si se hubieran escapado de la saga esa de Crepúsculo, o como se llame. Creo que se llama, o se hace llamar, Suburbia o algo así. Dice que es gótica y la verdad que da grima verla, tío. Parece la Morticia Adams esa de la serie <<Los Monsters>> de la tele.
-Sintetice, Inés- al inspector le molestó los adjetivos utilizados por la subinspectora, pues su hija mayor Katty era exactamente idéntica a esa <<colgada>> a la que haría mención de una manera tan despectiva. Katty era una adicta a las novelas de Anne Rice y a grupos como Him, To Die For, New Church o DepecheMode.
-Bueno, el caso es que anoche una patrulla la encontró en el cementerio de San Isidro, totalmente desnuda dormida sobre una lápida. Asegura que un tal <<Príncipe de la dulce nosequé>> se le apareció. Todo esto es muy raro -sentenció Inés-. Pa’ mí que va hasta el culo.
Mi hogar Eres tú (Capítulo VI):
Aquella revelación le hizo a Rafael Haro añorar a su preciosa mujer. Durante los últimos años el caso de Alma Echegaray y el senador Joe Hamilton le había robado demasiados besos, le había robado demasiadas conversaciones junto al fuego cómplice de una chimenea…
Fuerza y Honor (El Dorado) (Capítulo VII):
A la mañana siguiente, después de desperezar su ánimo bañándolo con un generoso mar de café, el inspector continuó leyendo el informe que el historiador Jesús Castejo había redactado contrastando datos históricos con manuscritos escritos por un monje español en 1548.
Selva de Perú, 1532.
Pasaron varias semanas y muchas lunas acompañaron a Pedro Alcázar y a Zara (última amante del inca Atahualpa) en la búsqueda de la montaña donde, según rumores extendidos por todo el imperio, los <<principales>> incas habían escondido lejos de la codicia del hombre blanco todo el oro y tesoros del imperio. Los españoles creían en la existencia de una ciudad cubierta de oro con una riqueza que jamás habrían imaginado, a la que llamaban <<El Dorado>>.
Cuando por fin llegaron al Lago Titicaca una anciana, el ser preguntada por la ciudad de oro, sonrió y de forma misteriosa exclamó:
-Fuerza y Honor.
-¿Perdón?- Preguntó Pedro.
-Los tesoros de todo pueblo no están en una ciudad, ni caben en un baúl, ni tan siquiera este lago es lo suficientemente grande como para albergarlo. Lo que buscáis -continuó- está en la memoria, en el corazón de un pueblo, cada persona es poseedora del tesoro de su pueblo. Su propio <<El Dorado>>. Fuerza y Honor…
<<Cuanta razón tenía>> pensó Rafael Haro, y mientras se encendía un cigarrillo recordó el poema que su padre una vez le hizo aprenderse:
El Violín del Diablo (Capítulo VIII):
Una tarde, mientras Rafael se disponía a abandonar la comisaría, escuchó el sonido de un violín. Parecía que llorase. Al dirigir sus pasos hacia el origen de aquella lastimera melodía, ante su sorpresa se encontró con Suburbia en uno de los cuartos de declaraciones tocando un andrajoso violín.
-¿Te gusta?- preguntó divertida
-Es… raro.- contestó el policía.
-Este violín tiene una vieja historia, y aunque no te lo creas, en el mundo real, es decir en tu mundo, hay más de una cosa inexplicable…
Cuenta así la leyenda que, en una noche de 1713 un profesional del violín, Giuseppe Tartini, obsesionado con la composición perfecta, tuvo un sueño con el Diablo. En el, el diablo se le aparecía con un atuendo hermoso y perfecto, proponiéndole un pacto. Le otorgaría un violín con el cual tocaría la melodía perfecta pero a cambio Giuseppe le ofrecería su alma. Giuseppe, ansioso y cegado por su ambición aceptó el pacto sin pensárselo dos veces. Entonces el diablo empezó a tocar una melodía fascinante. ¡Gloriosa! con tal destreza y facilidad, que dejó al músico impresionado al oír una composición tan perfecta y hermosa de tal ser tan horrendo y malicioso según decían, porque él, lo que veía, era un hombre de una belleza deslumbrante que disfrutaba tocando el violín, del cual salía una melodía plácida y pacífica. Si así era el demonio, ¿cómo serían los ángeles? Parecía más bien un ángel.
Al día siguiente al despertar recordó perfectamente tal melodía y empezó a escribirla con tal habilidad que no daba crédito a lo que experimentaba. Cuando terminó de completar la sonata se dio cuenta de que había un nuevo objeto en su habitación. Se trataba de un violín precioso, violín color caoba que destellaba. Era como si el violín le hipnotizara, tenía algo que le hechizaba, algo mágico. Entonces cogió el violín y se dispuso a tocar, y tocó una y otra vez la sonata hasta que llegó la noche. Pero algo pasaba, no salía como él deseaba, como la había oído tocar. No paró de tocar en todo el día, olvidándose así de sus obligaciones. Pero no era igual, no transmitía la belleza y bondad que transmitió el Diablo tocándola. Al final Giuseppe enloqueció y se suicidó al verse imposibilitado de repetir la sonata.
El violín que le dio el Diablo fue heredado por los familiares de Giuseppe, y pasó de mano en mano. Aún sigue existiendo y circulando por algún lugar de este mundo. Incluso hay quien dice que si el violín cae en manos de un joven músico, el Diablo se presentará ante él para ofrecerle el mismo pacto que a Tartini. Giuseppe tituló esta sonata -El Trino del Diablo-y hoy en día somos muy pocos los músicos que nos atrevemos a tocarla.
Siempre (Adiós Dulcinea, parte II) (Capítulo IX):
Lago Titicaca, Quito, 1534.
<<La poesía le escribimos los perdedores>>, pensó Pedro Alcázar<<y es una forma de desenvainar palabras para batirte en duelo con la pena y la melancolía. Es como echar cuentas con la vida, tanto me dio, tanto me debe. Son las arrugas del alma, cada marca en la cara de un hombre cuenta algo de él, y los poemas son las arrugas de la piel que recubre el alma de cualquier perdedor. Muchas heridas sin cerrar sangran sonetos en algún papel>>.
Pedro dejó escapar alguna que otra lágrima mientras recordaba a Azaak. Pedro se dio cuenta de que la soledad tenía labios de mujer.
Mis Demonios (Atrévete a Vivir) (Capítulo X):
Rafael intentó apartar de su mente la congoja que le producía la melancolía y añoranza de los suyos. Sacó una botella de brandy que guardaba en el tercer cajón de su mesita auxiliar.
Los últimos años la bebida y las drogas había actuado de analgésico (le dolía el alma y en estas sustancias él encontraba el olvido del dolor y algo de calma…). Pero realmente era prisionero en una cárcel llena de demonios.
Que el Viento Sople a tu Favor (Capítulo XI):
Selva del Perú, 1532
En algún lugar de la selva amazónica de Perú, tanto Zara como Pedro Alcázar en su huida de los españoles, fueron encontrando cada vez más pruebas de que los antepasados, tanto europeos como precolombinos, no eran de este mundo. Al llegar a las inmediaciones de un poblado, vieron a un hombre atado y amordazado a un árbol, y con las vestimentas más coloridas, extravagantes y andrajosas que los ojos de Zara jamás vieron.
-Es un pirata inglés- sentenció Pedro, y dirigiéndose al árbol donde se encontraba maniatado aquel personaje, le liberó y esto es lo que contó aquel aventurero amigo de lo ajeno:
<<Me llamo Bernardino de Talavera. Desde hace unos años todas las naciones europeas excepto España y Portugal nos hemos quedado fuera del reparto de tierras y comercio con las colonias americanas; éste sólo lo podía realizar la casa de contratación con sede en Sevilla.
Durante estos años aparecimos una serie de aventureros que llenamos las costas americanas en busca de fortuna. Somos mercaderes, negreros, bandidos y contrabandistas. Navegamos por iniciativa propia pero con dispensa pública de nuestros gobiernos. Nos hemos dedicado casi exclusivamente al saqueo de las riquezas obtenidas por los españoles para nuestro propio provecho. Pese a que durante muchos años los monarcas hispanos trataron de mantener en secreto el descubrimiento de América, en 1521 piratas franceses a las órdenes de Juan Florín, lograron capturar parte del famoso tesoro de Moctezuma, abriendo toda una vía para asaltos y abordajes en busca de fabulosos botines. Tan es así, que, al Cabo de San Vicente, los españoles lo comenzasteis a llamar “El Cabo de las Sorpresas”.
Pero los tesoros más preciados por nosotros siempre han sido las mujeres que en cada puerto adornaban con su belleza tanto paisaje árido y descuidado.
Sueños Dormidos (Capítulo XII):
Residencia Miramar (Sevilla), 2010
Valentín era un catedrático octogenario que desde hace varios años sufría una de las más crueles enfermedades, la del olvido. Una enfermedad traidora que te va robando los recuerdos: el Alzheimer.
En los pocos momentos de lucidez que tenía, Valentín dibujaba en las paredes extraños símbolos y de forma autómata repetía: Nazca, principio y fin.
Aun Amanece Gratis (Capítulo XIII):
Imperio Inca (Actual ciudad de Cochabamba, Bolivia), 1534.
La noche acude a su cita diaria con las sombras. Cuando el día bosteza y cierra los ojos es momento de reflexionar. Por mucha miseria, hambre, y miedo que sientas, piensa que la vida todos los días nos regala una nueva oportunidad. Todavía no cuesta dinero ver un nuevo día, aun amanece gratis. Pedro Alcázar al calor de una hoguera, canta esperanzas.
La Soga del Muertos (Ayahuasca) (Capítulo XIV):
Selva de Perú, 1532
Mientras Pedro cantaba, Zara cocinaba algo con un olor espantoso. Misteriosamente, Zara se dirigió a Pedro y le advirtió…
-Esta es <<La soga del muerto>>, la Ayahuasca, la hierba sagrada de mi pueblo. Antes de que la tomes, quiero contarte algo sobre esta sustancia…
La Ayahuasca o bebida sagrada maestra, es originaria de la cultura amazónica. Se obtiene de mezclar y cocer la liana Ayahuasca con otra planta llamada Chacruna. El resultado es una infusión de sabor fuerte y amargo que, al beberla, te permite conectar con una realidad más allá de las palabras. La ingestión de la mezcla de estas plantas sagradas no tiene efectos secundarios sobre el organismo, ni provoca adicción a ellas. Normalmente se acercan a ellas hombres y mujeres, adultos, que desean tener una experiencia individual de amor y conocimiento.
La Ayahuasca no es para todo el mundo. Cuando te acerques a una experiencia con plantas sagradas debes darte cuenta de la etapa de la vida en que te encuentras, recapitular tu trayectoria vital y tener claro que es lo que te apetece ser en este mundo, y cómo quieres vivir el resto de tu vida. La experiencia con la planta te dará muchas pistas de lo que has hecho mal hasta el momento y te aconsejará qué debes hacer en adelante. La liana te cura.
Si eres primerizo, es muy importante que no lo tomes solo. Es aconsejable que seas guiado por un maestro o chamán con experiencia. Te vas a adentrar en una ceremonia que requiere compañía y consejo. La primera vez vas a experimentar sensaciones, visiones y emociones a las que no estás habituado. Te vendrá muy bien estar asistido por alguien que haya tomado muchas veces y sepa orientarte, si te sientes confuso.
La planta sagrada es la maestra: ella te guía.
La Ira de Gaia (Capítulo XV):
Desierto de Nazca, 2010
Avisados por el observatorio de la Ciudad de Emery, astrólogos, científicos y fuerzas armadas se dirigen hacia el lugar exacto en el que creen que impactará el supuesto meteorito detectado meses atrás.
Las líneas de Nazca, se encuentran en las Pampas de Jumana, en el desierto de Nazca. Fueron trazadas por la cultura Nazca. Están compuestos por varios cientos de figuras que abarcan diseños tan simples como líneas hasta complejas figuras zoomorfas, fitomorfas y geométricas que aparecen trazadas en la superficie. Lo asombroso es que estas líneas solamente pueden ser observadas en su integridad desde el aire.
A la mañana siguiente y ante el espanto de cientos de personas allí congregadas, un objeto amorfo y con una luminiscencia jamás vista por el ojo humano descendió lentamente… Una silueta de mujer se deslizó por la parte frontal de aquel objeto volante. ¡Era Alma Echegaray! Con voz muy dulce empezó a hablar. Paulatinamente fueron rodeándola seres de luz de aspecto humano pero bastante más altos de lo normal. Su morfología era exacta a la descrita por innumerables leyendas sobre el pueblo atlante. Sobre su pecho se podía observar el mismo símbolo que tantas veces se había repetido en la historia.
Atlantia (Capítulo XVI):
Madrid (Agencia de noticias E.F.E.), enero 2010.
El terremoto de Haití fue registrado ayer, 12 de enero, a las 16:53, hora local. Con epicentro a 15 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital de Haití. Según el servicio geológico de Estados Unidos, el seísmo habría tenido una magnitud de 7.0 grados y se habría generado a una profundidad de 10 kilómetros. También se han registrado una serie de réplicas, siendo las más fuertes de 5.9, 5.5 y 5.1 grados. La N.O.A.A. descartó el peligro de tsunami en la Zona. Este terremoto ha sido el más fuerte registrado desde el acontecido en 1770, siendo perceptible en países cercanos como Cuba, Jamaica y República Dominicana, donde provocó temor y evacuaciones preventivas.
Los efectos causados sobre el país más pobre de América Latina han sido devastadores. Los cuerpos recuperados hasta ahora superan los 150 000, calculándose que el número de muertos podría llegar a los 200 000. También habría producido más de 250 000 heridos y dejado sin hogar a un millón de personas. Se considera una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia.
Universidad de Emery, Atlanta, departamento meteorológico.
Algo iba mal. En el sur de España, concretamente en las provincias de Jaén, Málaga y Tenerife, las inundaciones más graves en cincuenta años teñían el paisaje de muerte, desolación y fango. En Bruselas, Bélgica, los destrozos por la inundación y las continuas tormentas pusieron al país en alerta roja. En la isla de Madeira, Portugal, el caos causado por el agua fue tal que la isla pasó de ser el jardín del Atlántico a ser el jardín del fango. En Concepción, Chile, la tierra volvió a rugir, cobrándose más de setecientos muertos en un nuevo terremoto.
Esa misma noche, pudieron observarse luces no identificadas que salían del estómago de la tierra rumbo al infinito. Los atlantes dejaban este planeta condenado a su extinción. Rafael Haro llora angustiado por la suerte que haya podido correr su familia… ¡Es el fin! Un grupo de católicos rezan en una iglesia mientras el agua va ganando terreno. En su huida, Rafael observa en el cielo con horror cómo las nubes forman una frase:
<<Memento homo, quiapulvis es, et in pulveremreverteris>>
En un lujoso despacho, en penumbra, un primer ministro y un alto cargo militar ríen… (Pero esa es otra historia y en otro momento será contada)...
El disco se compone de dieciséis canciones en su totalidad originales, que vienen distribuidas en dos discos compactos.Todas las letras escritas por Txus Di Fellatio, excepto "El violín del diablo", por Patricia Tapia.
Mägo de Oz conseguiría disco de oro por más de 50.000 copias vendidas.
El sonido del álbum se caracteriza por ser más oscuro que los anteriores trabajos de Mägo de Oz, cobrando mayor protagonismo las guitarras altamente distorsionadas y la utilización de una orquesta para dotar a los matices musicales de mayor profundidad acordes al contenido oscuro de las letras. Se pueden encontrar referencias líricas a varias canciones de los anteriores álbumes de la trilogía Gaia, también hay continuaciones de canciones tanto de la trilogía como de proyectos aparte de ella (Por ejemplo: "Siempre", que es la segunda parte de "Adiós, Dulcinea", perteneciente al álbum El cementerio de los versos perdidos.). Txus di Fellatio llama a este disco como un "álbum maduro" acorde con la trayectoria del grupo, que ha estado actualizándose con sonidos modernos sin quedarse en el pasado para abrirse musicalmente y experimentar un cambio en su sonido como banda.
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