La Iglesia ortodoxa siriana (en siríaco clásico, ܥܺܕܬܳܐ ܣܽܘ̣ܪܝܳܝܬܳܐ ܗܰܝܡܳܢܽܘܬܳܐ ܬܪܺܝܨܰܬ ܫܽܘ̣ܒ̣ܚܳܐ, romanizado: ʿIdto Suryoyto Haymonuṯo Triṣat Šuḇḥo y en árabe, الكنيسة السريانية الأرثوذكسية), denominada en su constitución en español como Iglesia siro-ortodoxa de Antioquía y también conocida por siria de Antioquía, jacobita, sirio-ortodoxa, siríaca o católica apostólica siro ortodoxa, es una Iglesia autocéfala perteneciente al género de las llamadas Iglesias ortodoxas orientales, es decir, una de las que no aceptan las conclusiones del Concilio de Calcedonia.
El origen de la comunidad cristiana antioquena, según se narra en el libro bíblico neotestamentario de los Hechos de los Apóstoles (c. 11, vv. 19-25), se remonta al siglo I, a la era apostólica. Varios creyentes, huidos de Palestina debido a la persecución desencadenada tras la lapidación de san Esteban, se dispersaron por la región sirio-fenicia y llegaron a Antioquía, capital de la provincia romana de Siria, donde comenzaron a predicar a los judíos allí residentes, y después también a los paganos. También se nos dice que fue en esta ciudad donde por primera vez se llamó cristianos a los creyentes en Jesús. Poco después se integrarían en la comunidad antioquena los apóstoles Bernabé y Pablo; la ciudad fue el punto de partida y de regreso de los famosos viajes misioneros de este último. La consideración de Simón Pedro como fundador de la Iglesia y su primer obispo se debe a la tradición de que este apóstol, después de abandonar la comunidad de Jerusalén y antes de llegar a Roma, vivió un tiempo en Antioquía y estructuró definitivamente la comunidad local. Esta tradición vendría avalada por el testimonio del propio Pablo en su carta a los Gálatas (c. 2, v. 11), donde cuenta que, efectivamente, Pedro se trasladó a vivir a aquella comunidad no antes del año 50. El caso es que Antioquía fue la primera Iglesia cristiana fuerte establecida fuera de Palestina, y que se mantuvo como uno de los grandes centros de la cristiandad de los primeros siglos.
Efrén de Siria, también conocido como Efraín de Nísibe o Nisibis, fue un diácono y escritor, santo, padre de la Iglesia y doctor de la Iglesia sirio nacido en Nusaybin (hoy en Turquía) —entonces en la provincia romana de Mesopotamia— en 306 y muerto en Edesa en 373. Ya en su tiempo fue conocido como «el Místico», con el apelativo de «El arpa del Espíritu». De su obra teológica apenas quedan escasos fragmentos: escribió comentarios a todos los libros de la Sagrada Escritura y abundantes himnos litúrgicos. Poeta y teólogo, fue por excelencia el maestro de la Iglesia siria, de manera que se le llamó “profeta de los Sirios” y “arpa del Espíritu Santo”. Cuenta San Jerónimo que sus escritos se leían en las reuniones eucarísticas después de la Sagrada Escritura.
La Iglesia ortodoxa siriana en su tradición católica estuvo en comunión tanto con la Iglesia católica romana como con el resto de las Iglesias ortodoxas. Actualmente, maneja declaraciones conjuntas que la une en expresiones de fe y cooperación pastoral con la Iglesia católica romana. Aceptó el primer Concilio de Nicea del año 325 y los siguientes dos concilios ecuménicos, pero rechazó las decisiones del posterior Concilio de Calcedonia, en el año 451, que establecía las dos naturalezas (humana y divina) de Cristo. A los disidentes de Calcedonia se les denominó despectivamente monofisitas por ser partidarios de que en Cristo solo había una única naturaleza, compuesta por divinidad y humanidad. Aunque las decisiones conciliares fueron impuestas por las autoridades del Imperio bizantino, los disidentes se refugiaron en las zonas rurales semidesérticas sirias y árabes, y también fuera del imperio, especialmente en el vecino Imperio persa sasánida. Mantuvieron su propia liturgia en idioma siríaco (una variante del arameo), que era el usado por el común de la población rural.
A mediados del siglo VI aparece la figura del obispo sirio-ortodoxo Jacobo Baradai (después obispo de Edesa), quien, enviado a Siria en secreto por la emperatriz bizantina Teodora (que favorecía su causa) llevó cabo una inmensa labor de animación y reorganización de la que ya puede llamarse Iglesia siro-ortodoxa. Fue Baradai quien consagró en 544 a Sergio, el primer patriarca plenamente sirio-ortodoxo, haciendo así definitivo el cisma con el patriarca rival griego ortodoxo. Por causa de Baradai comenzaron a llamar jacobitas a los miembros de esta Iglesia oriental, denominación que ellos mismos aceptan, aunque por razones diferentes.
La conquista árabe en el siglo VII terminó con la persecución bizantina y favoreció el crecimiento de esta Iglesia. En la Edad Media poseyó escuelas de teología, filosofía, Historia y ciencias. La Iglesia ortodoxa siriana incluía 20 sedes metropolitanas y 103 diócesis, extendidas desde Siria hasta Afganistán, así como comunidades sin obispos en el Turkestán y en la hoy provincia china de Xinjiang.
Las invasiones de los mongoles a partir del siglo XIII, y especialmente el ataque de Tamerlán en 1399, destruyeron los templos y monasterios de los cristianos ortodoxos sirios y dispersaron sus comunidades. A partir de ahí el número de fieles se redujo. Un golpe mayor fue la persecución ejercida por el Imperio otomano durante e inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial. El patriarcado debió trasladarse en 1924 del monasterio de Der ez-Za´faran, donde se encontraba desde 1293, a la ciudad de Homs, en Siria. Desde 1959 estableció su sede en Damasco.
Actualmente tiene aproximadamente 8 millones de miembros; existen comunidades ortodoxas sirianas en Líbano, Siria, Irak, en la provincia turca de Mardin; asimismo, existen emigrantes y pequeños grupos de nuevos adherentes de está tradición cristiana en Europa, Argentina, Guatemala, Colombia, Venezuela, Brasil, Bolivia, Puerto Rico y Estados Unidos; y además en la India, donde una parte de la Iglesia ortodoxa malankara está bajo jurisdicción del patriarcado sirio, desde la llegada de los primeros cristianos a la zona de Kerala, a inicios de la era cristiana. El seminario ortodoxo siriano de San Efrén es el mayor instituto teológico del patriarcado. El líder de la Iglesia ortodoxa siriana es el patriarca Ignacio Aphrem II Karim, que reside en Damasco.
Desde la época apostólica hasta el cisma entre calcedonianos y no calcedonianos iniciado en 518 con el nombramiento de un rival calcedoniano de Severo el Grande y completado en 544. Durante el período arriano llegó a haber hasta tres prelados que ocupaban simultáneamente la sede de Antioquía (330-381).
Lista de patriarcas siro-jacobitas de Antioquía, que adoptaron el credo miafisita a partir del cisma de 518, consumado en 544, separándose así, de la Iglesia ortodoxa/Iglesia católica hasta la división del patriarcado entre siro-ortodoxos y siro-católicos en 1662. Los patriarcas residieron en diversos monasterios, tales como: Qartmin (cerca de Alepo) y Qenneshrin (cerca de Jarabulus).
Traslado de la sede a Mosul, Irak, en 1924.
Traslado de la sede a Homs, Siria, en 1933.
Traslado de la sede a Damasco, Siria, en 1959.
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