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Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo



El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) es un organismo autónomo del Gobierno de España que actúa como un órgano científico técnico especializado de la Administración General del Estado que tiene como objetivo el análisis y estudio de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, así como la promoción y apoyo a la mejora de las mismas, para conseguir una disminución de los riesgos laborales, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

El INSST, en el marco de sus funciones, se encarga de velar por la coordinación, apoya el intercambio de información y las experiencias entre las distintas Administraciones públicas y especialmente fomenta y presta apoyo a la realización de actividades de promoción de la seguridad y de la salud por las Comunidades Autónomas. Asimismo, presta, de acuerdo con las Administraciones competentes, apoyo técnico especializado en materia de certificación, ensayo y acreditación.[4]

En el ámbito europeo, actúa como centro de referencia nacional, garantizando la coordinación y transmisión de la información que deberá facilitar a escala nacional, en particular respecto a la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo y su Red.[4]

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales le otorga cinco funciones fundamentales:[4]

El INSST se crea en 1971 bajo la denominación de Plan Nacional de Higiene y Seguridad del Trabajo.[5]​ La creación de este Plan fue encomendada a la Dirección General de la Seguridad Social por parte del ministro de Trabajo Licinio de la Fuente.[6]​ Los trabajos de la dirección general acabaron al año siguiente, diseñando un Plan con gran autonomía y adscrito al mencionado órgano directivo que desplegaba en todo el territorio nacional un entramado institucional[5]​ destinado a, tal y como ordena la Ley de Bases de la Seguridad Social de 1963, eliminar o reducir los riesgos de los distintos centros y puestos de trabajo; estimular y desarrollar en los actores implicados en el ámbito laboral, una actitud positiva y constructiva respecto a la prevención de los accidentes y enfermedades que puedan derivarse de su actividad profesional; y lograr, individual o colectivamente, un óptimo estado sanitario.[7]

Igualmente, el Plan preveía la creación de estructuras como los Institutos Territoriales de Higiene y Seguridad del Trabajo, los Gabinetes Técnicos Provinciales y los Centros de Higiene y Seguridad del Trabajo para responder a la necesidad de extender las acciones preventivas a las pequeñas y medianas empresas y de contribuir a la formación de especialistas en Higiene y Seguridad del Trabajo, ya que la Medicina del Trabajo con mayor tradición tenía sus propios medios para la formación a través del Instituto de Medicina del Trabajo y la Escuela de Medicina para la formación de los médicos y ATS y enfermeros de empresa. La carencia de especialistas era especialmente acusada en la Higiene del Trabajo, rama que solo tenía un pequeño desarrollo en el Instituto Nacional de Medicina del Trabajo.[8]​ Además de lo anterior, el Plan Nacional, por delegación de la Organización de los Servicios Médicos de Empresa (OSME), asumió las competencias de inspección y asesoramiento de los Servicios Médicos de Empresa, labor que realizó hasta 1986, fecha en que se trasladan al INSALUD. En 1971 el Plan Nacional realizó la primera campaña de salud laboral de la historia de España.[9]

El Plan Nacional de Higiene y Seguridad del Trabajo tuvo una vida corta. En 1976 se crea, por el Ministerio de Trabajo, el Servicio Social de Higiene y Seguridad del Trabajo que viene a sustituir al Plan Nacional en todas sus funciones y competencias. En el Servicio Social se integraba el Instituto Nacional de Medicina y Seguridad del Trabajo, la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo y la OSME; es decir, todos los organismos de los que dependía la medicina del trabajo y los Servicios Médicos de Empresa.[8]

Más corta aun fue la vida del Servicio Social, que desaparece por el Real Decreto-ley 36/1978 de 16 de noviembre[10]​ y sus funciones son asumidas por el nuevo organismo que se crea por este Decreto, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, que se reorganiza posteriormente por el Real Decreto 577/1982 de 17 de marzo.[11]​ El proceso autonómico hizo que los Gabinetes Técnicos Provinciales con los correspondientes Centros sean transferidos a las Comunidades Autónomas que asumen las competencias en materia de Seguridad e Higiene en coordinación y cooperación con el Instituto Nacional que se configura como el órgano Científico Técnico especializado de la Administración General del Estado con la misión de análisis y estudio de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, así como la promoción y apoyo a la mejora de las mismas. Asimismo, el Instituto Nacional actúa como centro de referencia nacional ante la Marco institucional de la Unión Europea garantizando la coordinación y transmisión de la información que deberá facilitar a escala nacional, en particular respecto a la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo y su Red.[8]

Se ha mantenido igual desde entonces, si bien ha sufrido dos cambios de denominación. El primero fue en 2017, cuando se renombró como Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo, debido a que, de acuerdo con el gobierno, la sociedad actual estaba lo suficientemente sensibilizada con esta temática y era cada vez más exigente en lo relativo al bienestar laboral.[12]​ Este cambio no fue bien visto por la oposición, principalmente el Partido Socialista, que criticó el renombramiento del organismo al considerarlo un simple «cambio de concepto y una devaluación de las funciones de la Institución» al utilizar «términos procedentes del ámbito de la salud pública» para «desviar la atención sobre los graves problemas que tenemos en la actualidad como consecuencia de la Reforma Laboral».[13]​ Igualmente, en la carta de despedida de la directora del organismo, Dolores Limón, incluyó este cambio de denominación como una de las razones de su dimisión.[14]​ Efectivamente, y en coherencia con las críticas realizadas un año antes, la llegada al poder de un gobierno socialista en 2018 propició el cambio de denominación a Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.[15]

El INSST se estructura a través de órganos centrales y órganos territoriales.

Los servicios centrales tienen su sede en Madrid:[11]

Los órganos territoriales son órganos descentralizados para ejecutar las políticas del Instituto a nivel regional y/o provincial. Son:[11]

La Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST) creada por la Ley de Riesgos Laborales de 1995, es el órgano colegiado asesor de las Administraciones públicas españolas en la formulación de las políticas de prevención y órgano de participación institucional en materia de seguridad y salud en el trabajo. Está integrada por representantes de la Administración General del Estado, de las Administraciones de las Comunidades Autónomas y por representantes de las organizaciones empresariales y sindicales más representativas.[16]

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo ejerce la Secretaría General de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, prestándole la asistencia técnica y científica necesaria para el desarrollo de sus competencias.[4]



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