Isabel de Dinamarca, Noruega, y Suecia (castillo de Nyborg, 24 de junio de 1485 – Berlín, 10 de junio de 1555) fue una princesa escandinava que se convirtió en electriz de Brandeburgo por su matrimonio con Joaquín I Néstor, príncipe elector de Brandeburgo. Fue la quinta hija del rey Juan I de Dinamarca, y de su esposa, Cristina de Sajonia.
En su infancia, Isabel tuvo una relación estrecha con su hermano, el futuro rey Cristián II, rey en la Unión de Kalmar. Escribía y leía en danés y alemán. El 10 de abril de 1502 contrajo matrimonio con Joaquín I Néstor, margrave de Brandeburgo, en una boda doble en la que también se casaron su tío, el futuro rey Federico I de Dinamarca, y Ana de Brandeburgo, hermana de su marido. Isabel y Joaquín tuvieron una buena relación durante los primeros veinte años de su matrimonio y vivieron en armonía. Ella recibió a su madre en Brandeburgo en 1507, asistió a la boda de su hermano Cristián en 1515, y le recibió posteriormente en 1523.
Joaquín era un ferviente partidario del catolicismo durante la reforma protestante. En 1523, Isabel asistió a un sermón de Martín Lutero junto a su hermano y su cuñada, y se convirtió al protestantismo. En 1527, recibió la comunión protestante, lo que significaba una ruptura pública con la Iglesia católica. Esto provocó un conflicto con su marido. En 1528, Joaquín consultó con un consejo religioso católico sobre si debía divorciarse de su esposa, encarcelarla o ejecutarla, si ella se negaba a renunciar a su nueva fe. El consejo de la iglesia respondió que debía encarcelar a Isabel.
Ella huyó a la corte de su tío, Juan de Sajonia. Esto provocó un debate público en el que los monarcas protestantes y su hermano, Cristián II de Dinamarca, así como el mismísimo Martín Lutero apoyaron su libertad para dejar a su marido con motivo de su religión. Isabel declaró que sólo regresaría con Joaquín si éste le permitía mantener su fe, renunciaba a su amante y a su interés en la astrología. De lo contrario, Isabel proponía el divorcio, haciendo referencia a la separación de sus propios padres en 1504. Se le otorgó una residencia cerca de Wittenberg, aunque Joaquín se negó a concederle una pensión y prohibió a sus hijos visitarla. En 1532, falleció su tío y su hermano Cristián fue encarcelado, perdiendo así a sus principales valedores.
En 1535, Joaquín murió y sus hijos le pidieron a Isabel que regresara a Brandeburgo, pero cambiaron de parecer cuando ella demandó que las parroquias situadas en las tierras de su dote se convirtieran al protestantismo. Isabel finalmente regresó en 1545, y vivió en Spandau.
El matrimonio de su hijo, Joaquín II de Brandeburgo, con Eduviges Jagellón no agradó a Isabel. Eduviges celebraba misas católicas en su capilla privada, y a Isabel tampoco le gustaba que su nuera no supiera hablar alemán.
Isabel falleció el 11 de junio de 1555, a los 69 años, en Berlín. Fue enterrada en la catedral de Berlín.
Isabel y Joaquín tuvieron cinco hijos:
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