La muerte no es el final cumple los años el 19 de junio.
La muerte no es el final nació el día 19 de junio de 991.
La edad actual es 1033 años. La muerte no es el final cumplió 1033 años el 19 de junio de este año.
La muerte no es el final es del signo de Geminis.
La muerte no es el final es una canción cristiana compuesta por el sacerdote español Cesáreo Gabaráin Azurmendi (1936-1991). Su pasaje central fue elegido en 1981 como himno para honrar a los caídos de las Fuerzas Armadas Españolas, y se canta ante la llama eterna del Monumento a los Caídos por España.
Gabaráin compuso la canción tras fallecer Juan Pedro, un joven de 17 años que era organista en su parroquia. Dicho sacerdote compuso centenares de canciones, algunas mundialmente conocidas como «Pescador de hombres» («Tú has venido a la orilla...»).
Posteriormente, las Fuerzas Armadas Españolas adoptaron esta música como himno que se entona en homenaje a los miembros de las Fuerzas Armadas y los civiles con especial vinculación con la Defensa y las Fuerzas Armadas fallecidos en acto de servicio a lo largo de la Historia, dentro del Ceremonial en Homenaje a los Caídos por España.
Esta adopción tiene su origen en el año 1981, cuando el teniente general José María Sáenz de Tejada la escucha en el transcurso de un funeral e imagina en qué medida puede realzar el traslado de la tradicional corona de laurel hasta la cruz en los ceremoniales militares de homenaje a los Caídos.
La perfilación de la versión definitiva de la música para destino castrense fue llevada a cabo por Tomás Asiain, siendo la letra utilizada en la versión castrense una parte solamente de la letra original, y es la que se muestra en texto en negrita en la sección Letra.
Adicionalmente la palabra hermano, que figura en el original, es cambiada por la palabra "compañero".
En la versión de la BRIPAC se cambia la palabra hermano o compañero, por paraca. Denominación que reciben los soldados de la Brigada Paracaidista Española (BRIPAC) además de que se cambia el orden de las estrofas, se cambia una y se omiten otras
no es el final del camino,
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Cuando la pena nos alcanza
por un compañero perdido
cuando el adiós dolorido
busca en la Fe su esperanza.
En Tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
Ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz
Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo
nos regalaste la vida,
como en Betania al amigo.
Si caminamos a tu lado,
no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
Porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
por un paraca perdido
cuando el adiós dolorido
busca en la Fe su esperanza.
En Tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
Ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz
Tú nos dijiste que la muerte
no es el final del camino,
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino.
Yo no quisiera que un paraca
cuándo descienda del cielo,
éste soldado olvidara,
la forma de ir a Él.
Éste soldado olvidara,
la forma de ir a Él.
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