La número trece (título original: Number 13) escrito por M.R. James, es un cuento corto dentro de Ghost Stories of an Antiquary, antología publicada 1904.
Mr. Anderson viaja a Viborg en busca de algunos documentos para su investigación sobre la historia de la Iglesia de Dinamarca. Llega a una casa hotel, “The Golden Lion”, y se hospeda en el cuarto 12. Conoce al señor Kristensen, el dueño y gerente, y al señor Jensen, un abogado hospedado en la habitación 14, junto a la suya.
El primer día, Anderson ve que no hay registro de una habitación 13, lo que es costumbre en Dinamarca. En la noche, Anderson siente que su habitación es más pequeña que antes, y por un momento cree que es por la poca luz. Recuerda que olvidó su libro en la gabardina, en el comedor. Va por él y al regresar ve que la puerta tiene llave, pero nota que intentó abrir la habitación 13. Está intrigado, pero decide ir a dormir.
Al día siguiente, Anderson va a los Archivos Locales de Viborg a investigar, ayudado por el señor Scavenius. Una vez cerradas las oficinas, Anderson regresa a su habitación. Fuma en la tercera ventana de la habitación y busca su maleta para tomar algo, sin poderla encontrar, pero un día después, la camarista la ve en el mismo lugar donde él la había dejado. Además Anderson encuentra el cigarro en otra ventana. Sale y nota que la habitación 13, en realidad era la 14.
Regresa de nuevo al hotel y encuentra al señor Kristensen. Le pregunta por qué no hay habitación 13, aunque Kristensen niega que exista. Anderson intenta probar lo contrario, invitándolo a su habitación en la noche, con la excusa de enseñarle unos mapas antiguos de Inglaterra.
Esa noche, mientras Anderson espera, nota que el señor Jensen baila borracho en su habitación. Llega el señor Kristensen, y poco después, oyen al señor Jensen cantando agudamente. Tocan la puerta y ven al señor Jensen fuera, pidiendo que dejen de gritar, y se dan cuenta todos de que ninguno es responsable del ruido.
Mientras el ruido continuaba, Jensen comenta que había encontrado la misma puerta entre las dos habitaciones. Sentía que su habitación también era más pequeña de noche. En ese momento, el ruido desapareció, seguido de una risa macabra.
Deciden ver qué ocurre. Ven la habitación 13 cerrada. Deciden pedir ayuda para romperla. Cuando el dueño sale, una garra intentar atrapar al abogado, pero Anderson lo evita. En cuanto llega el apoyo, la puerta desaparece.
A la mañana siguiente rompen la pared donde había aparecido la puerta, y encuentran un pergamino y no saben si está en latín o en danés antiguo. Unos meses después, descubren que el pergamino decía que Daniel Salthenius, un profesor, se había vendido a Satanás.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre La número trece (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)