Lituania, oficialmente República de Lituania (en lituano: Lietuvos Respublika), es uno de los veintisiete estados soberanos que forman la Unión Europea, constituido como un Estado social y democrático de derecho, cuya forma de gobierno es la república parlamentaria. Su territorio está organizado en diez condados. Su capital y, a su vez, la ciudad más poblada es Vilna. El pueblo lituano es étnica y lingüísticamente hermano del letón y tiene lazos históricos y culturales con los países nórdicos, aunque —a diferencia de estos— la mayoría de su población es católica.
Los primeros habitantes fueron una rama del antiguo grupo conocido como baltos, entre cuyas tribus se incluían también a los prusianos originales y a los letones. Los baltos o Aesti fueron una etnia de origen indoeuropeo única, siendo distinta de las etnias itálicas, griegas, celtas, eslavas, balcánicas y germánicas. Estas tribus bálticas fueron fuertemente influidas por los germanos, aunque también tuvieron lazos comerciales con el Imperio romano. Las primeras referencias conocidas sobre Lituania como nación (Litua) provienen de los anales del monasterio de Quedlinburg fechados el 19 de febrero de 1009.
El territorio que actualmente corresponde a Lituania se remonta en sus orígenes políticos al siglo XIII como Estado medieval. Fue primero un gran ducado independiente. Se considera que la fecha de la constitución del primer Estado lituano fue la coronación oficial de Mindaugas, el 6 de julio de 1253 en Vilna, que unió a los duques lituanos rivales en un único Estado. En 1241, 1259, 1275 y 1277 el reino fue invadido por los reyes mongoles de la Horda de Oro. Los mongoles fueron derrotados en 1377 en "Aguas Azules". En 1385 se unió a Polonia tras la coronación como rey de Vladislao II Jogaila.
En 1401 Vitautas, primo de Jogaila, se proclamó Gran Duque de Lituania y se disolvió la unión de los dos países. Gracias a la cooperación de ambos países, los ejércitos lituano y polaco vencieron a la Orden Teutónica en la Batalla de Grunwald en 1410. Fue la mayor batalla en suelo europeo librada en todo el siglo XV.
Después fue de nuevo anexionada a Polonia formando la República de las Dos Naciones o Mancomunidad de Polonia-Lituania en virtud de la unión dinástica de los dos estados en 1569, convirtiéndose así en el país más grande de Europa. Según el sistema de unión de los dos países, Lituania pudo conservar un auto-gobierno. Posteriormente fue incorporada a Rusia en 1795 bajo el reinado de Catalina II de Rusia, tras un proceso de desintegración que duró todo el siglo XVIII (particiones de Polonia).
A finales del siglo XVIII y hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, Lituania recobró su oligarquía, aunque siguió formando parte del Imperio ruso. La represión de los gobernantes rusos contra el pueblo y la cultura lituanas provocó dos grandes revueltas en 1836 y 1863. Tras el Levantamiento de Enero de 1863, fueron prohibidos los libros, periódicos y la enseñanza en general en idioma lituano durante los siguientes 40 años. Con el fin de ejercer un mayor control, las autoridades rusas sustituyeron el alfabeto latino del lituano por el alfabeto cirílico. (Véase en:Lithuanian press ban.)
Durante la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, Lituania estuvo ocupada por Alemania, declarando otra vez su independencia el 16 de febrero de 1918. Entre 1918 y 1921 libró una guerra contra la recién proclamada República de Polonia, que había intentado anexionarse el Estado Lituano. La guerra se saldó con la pérdida del 20 % del territorio lituano, con la capital Vilna incluida, por lo que la capital se trasladó provisionalmente a Kaunas.
Justificándose en los pactos germano-soviéticos, y tras un referéndum, en junio de 1940 las tropas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) ocuparon el país, y en agosto de ese año Lituania fue anexionada, convirtiéndose en la República Socialista Soviética de Lituania; pero desde 1941 y hasta 1944 la Alemania Nazi expulsó al Ejército Rojo, por lo que una parte de la sociedad lituana percibió a los alemanes como sus libertadores frente al imperialismo bolchevique, pasando muchos de sus jóvenes a integrarse como combatientes destacados de las SS para ayudar a los nazis en la persecución y exterminio de los judíos lituanos y polacos, siendo asesinados unos 100.000 judíos en toda Lituania, 70.000 solamente en Vilna. Sin embargo, no les duró mucho porque, con la victoria militar del Ejército Rojo, y posteriormente el resto de tropas aliadas, sobre el ejército nazi, Lituania pasó a formar parte de la Unión Soviética, tras haberse acordado en el tratado de Potsdam de 1945.
Frente a ello grupos patriotas lituanos continuaron la guerra contra la Unión Soviética, mediante guerrillas que lucharon hasta 1956 que fueron finalmente derrotados. Los países occidentales consideraron esta anexión un acto ilegal (siguiendo la Doctrina Stimson), por lo que continuaron manteniendo relaciones diplomáticas con los representantes del gobierno de Lituania en el exilio, y no reconocieron a la RSS de Lituania como parte de la Unión Soviética.
En 1988 se formó el Movimiento Lituano por la Sąjūdis, que triunfó en las elecciones de 1989 en el Seima lituano, todavía perteneciendo Lituania a la Unión Soviética. En 1990 Vytautas Landsbergis fue elegido presidente, proclamando la independencia de Lituania el 11 de marzo de 1990, apoyado por la llamada Revolución Cantada. Hubo una dura réplica soviética con la ocupación militar de Vilna y la matanza de 13 civiles (enero de 1991), que forzó la suspensión de la medida en mayo de 1990. Sin embargo, en el año 2000, el político lituano Audrius Butkevičius, uno de los líderes del Sąjūdis, movimiento que capitaneó las movilizaciones para la independencia de Lituania, reconoció que no fueron las fuerzas soviéticas las culpables que provocaron la masacre, sino los propios independentistas lituanos, sus propias fuerzas paramilitares, pro-independentistas y personas pagadas, con el uso de fusiles de caza desde una serie de azoteas. Tras el fallido golpe de Estado de agosto de 1991 en Moscú, la independencia del país fue reconocida internacionalmente.
Desde su independencia en 1991, el Estado lituano ha hecho grandes reformas económicas, logrando pasar de ser una economía en recesión en 1991, a tener un crecimiento económico del 10,3 % en 2003, con importantes niveles de crecimiento previos a la crisis económica de 2008-2009, que ha golpeado muy duramente al país. Durante sus primeros quince años de autonomía, Lituania ha avanzado en la recuperación de su cultura, desde la lengua hasta la reconstrucción de bibliotecas, museos, iglesias y castillos abandonados por los soviéticos. El 1 de mayo de 2004 Lituania se convirtió en miembro de la Unión Europea después de haber aprobado la medida por referendo en 2003.
Lituania es un país con democracia parlamentaria. El presidente, representante del Estado, es elegido para 5 años, dirige los asuntos exteriores y la política de seguridad. El presidente nombra al primer ministro y su respectivo gabinete cada cuatro años, con la autorización del Seimas, y otros funcionarios civiles. El presidente Rolandas Paksas, cuyo mandato empezó en enero de 2003, fue boicoteado y en 2004 Valdas Adamkus, anterior presidente, ocupó de nuevo su cargo hasta 2009, cuando fue elegida como presidenta Dalia Grybauskaitė. En 2019 fue sucedida por Gitanas Nausėda. El poder legislativo reside en el Seimas, un parlamento formado por 141 diputados elegidos por sufragio universal directo.
La República de Lituania es miembro de la Unión Europea, la OTAN, la OSCE, el Consejo de Europa, el Consejo de Estados del Mar Báltico, el NB-8 (Nord-Baltic 8), el Banco Nórdico de Inversiones, el Nordic Battle Group y el G8 (este último como parte de la Unión Europea).
En la actualidad, al igual que sus vecinos Letonia y Estonia, Lituania se encuentra en negociaciones para adherirse al Consejo Nórdico y a la NORDEFCO (Nordic Defence Cooperation), una organización similar a la OTAN cuya misión es la cooperación militar entre los países nórdicos. También, cabe mencionar que tanto Lituania como Letonia se encuentran en negociaciones para convertirse en miembros de pleno derecho de la OCDE a más tardar en 2018, organización a la que Estonia ya pertenece desde 2010.
En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Lituania ha firmado o ratificado:
El territorio lituano se encuentra dividido políticamente en diez condados (apskritys, singular - apskritis):
Lituania se ubica junto al mar Báltico que comparte con Suecia, Finlandia, Estonia, Letonia, Polonia, Alemania, Dinamarca y Rusia. Lituania limita al norte con Letonia, al sureste con Bielorrusia (antiguamente parte del Gran Ducado de Lituania), al sur con Polonia, al suroeste con el enclave ruso de Kaliningrado (antigua ciudad lituano-prusiana) y al oeste con el mar Báltico. Está al noreste de Europa.
Lituania erróneamente se clasifica a veces como parte de Europa del Este, debido a que en ocasiones la definición de Europa del Este suele ser ampliada para incluir a los antiguos Estados socialistas, llegando a abarcar el sureste del continente y los Balcanes. Pero lo cierto es que Lituania es más Occidental que Oriental ya que el centro geográfico del continente europeo se encuentra en Lituania. En el año 1989 el Instituto Nacional de Geografía Francés destacó que el verdadero y único centro geográfico de Europa se encuentra en el pueblo Purnuškės (54°54' de latitud norte y 25°19' de longitud este 54°54′N 25°19′E / 54.900, 25.317), a 26 km de Vilna, capital de Lituania, y esto ha quedado plasmado en el Libro Guinness de los récords. Sin embargo, el centro geográfico de la Unión Europea se encuentra en una localidad de Hesse, Alemania.
Lituania es un país que carece de montañas; la máxima altitud es el monte Medvėgalis en la poco notoria meseta de Samogitia en el occidente y centro del país lituano, y el terreno está marcado por pequeños y grandes lagos, además de grandes zonas boscosas que cubren cerca del 30 % del territorio lituano. En el noreste se encuentra el Lago Drūkšiai, el más grande e importante del país.
El clima, así como el relieve, son muy similares a los de los países escandinavos, por lo que la mitad del año nieva y se pueden apreciar grandes y bellos bosques, ríos y lagos en la mayoría del territorio lituano. Lituania es la más grande y poblada de las tres repúblicas bálticas. Es un país con una pequeña costa arenosa de 90 km, de los cuales sólo 40 están abiertos sobre el mar Báltico. Klaipėda es su principal puerto, está localizado en la desembocadura del golfo de Kuršių. La reserva natural del golfo de Kursiu, el parque nacional Kursiu Nerija, ha sido catalogado como Patrimonio Común de la Humanidad por la Unesco.
Su capital es Vilna y está considerada por los bálticos como "La Roma del Báltico". Entre 1920-1939 Polonia se hizo con la región en donde se encontraba Vilna (llamado por los polacos Wilno). Por esta causa, Kaunas pasó a ser la capital temporal de Lituania. Tras la anexión a la Unión Soviética de este territorio, Vilna volvió a ser la capital de Lituania.
El bioma dominante en Lituania es el bosque templado de frondosa vegetación. WWF divide el territorio de Lituania entre dos ecorregiones: el bosque mixto sarmático en la mitad norte del país y el bosque mixto de Europa central en la mitad sur.
Bosque cercano a Vilna.
El centro geográfico de Europa está en Lituania.
Dunas de arena en el istmo de Curlandia (Patrimonio de la Humanidad).
Se considera a Lituania la economía mundial número 87 por su PIB. En la actualidad, Lituania es el país con mayor renta per cápita de los países bálticos y de todos los países que conformaron la Unión Soviética (sin incluir a Rusia), superando ya a Portugal y Grecia con una renta per cápita de casi 24 000 dólares estadounidenses. Su tasa de crecimiento se encuentra entre las más altas de la Unión Europea. Está previsto que Lituania alcance el desarrollo de sus vecinos nórdicos en no más de dos décadas y que supere a todos los países del sur de Europa en una década.
El 1 de enero de 2015 Lituania se convirtió en el decimonoveno miembro de la Eurozona. De hecho, de los 19 países miembros de la Eurozona, solamente Luxemburgo, Eslovaquia, Finlandia y los tres países bálticos cumplen con todos los criterios de convergencia y pueden presumir de unas finanzas públicas totalmente limpias.
En 2013 Lituania alcanzó el estatus pleno de país desarrollado según el Banco Mundial, y en 2015 el de Economía Avanzada por parte del Fondo Monetario Internacional. Hoy en día el país báltico tiene un Índice de Desarrollo Humano muy alto y está a la vanguardia en diferentes campos, como por ejemplo en educación, que tiene un sistema de excelencia en el que el 93 % de la población tiene estudios medio-superiores (bachillerato) o universitarios, habla al menos dos idiomas extranjeros y sus estudiantes ocupan el primer lugar a nivel de la UE en Matemáticas, Tecnología y Ciencias, contando así con uno de los mejores sistemas educativos del mundo. También, los lituanos ocupan el puesto número uno a nivel de la UE en crecimiento de la competitividad, el puesto número 28 a nivel mundial en igualdad de género (superando a países como España, Francia, Estonia o Rusia), el puesto número 32 en libertad de prensa (superando así a países como EE. UU., Reino Unido o Rusia), y el puesto número 43 a nivel mundial en el Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por Transparencia Internacional, encontrándose así en mejor situación que países como Italia, Grecia o la República Checa, y muy lejos de países como Rusia, México o Brasil.
Lituania es un país con un reducido riesgo político y económico, y con una tasa de crecimiento que se sitúa entre las más altas de Europa. En la actualidad la República de Lituania tiene un alto nivel de vida como cualquier nación moderna, y tras un siglo de inestabilidad económica como consecuencia de distintos conflictos bélicos y a la ocupación soviética, el país báltico ha entrado a formar parte del club de los países desarrollados según el Fondo Monetario Internacional, que toma como referencia para dicha afirmación el Índice de Desarrollo Humano, Industrialización, PIB nominal, PIB per cápita y derechos básicos de la población en un país desarrollado. Los factores determinantes de este excepcional crecimiento son atribuibles no solo a la estabilidad en el plano macroeconómico, sino a la flexibilidad del trabajo, la fuerza de su comercio internacional, la política de incentivos para las innovaciones y su estratégica posición geopolítica, que convierte a la República de Lituania en un punto imprescindible en las relaciones entre Rusia y los miembros de la Unión Europea.
La República de Lituania es uno de los países que ingresó en 2004 a la Unión Europea y a la OTAN avalado por una excelente coyuntura económica, siendo desde entonces uno de los países con mayor crecimiento de la Unión Europea, y que supera la media europea. En 2003 registró el crecimiento más alto de toda su historia con un incremento en el PIB del 10.3 %. La economía lituana se basa fundamentalmente en las actividades agropecuarias y la explotación forestal (explotación forestal sostenible como en Canadá), aunque el turismo residencial está creciendo rápidamente y se está convirtiendo en parte importante del desarrollo económico. Tras su ingreso en la Unión Europea el país báltico también ha aumentado su industrialización. Uno de los fuertes de Lituania en materia de alta tecnología, son la biotecnología y el desarrollo de las tecnologías láser. También podemos mencionar que Lituania junto a Francia, son los países de la UE que más dependen de la energía nuclear, por lo que Lituania tiene previsto cerrar su actual planta nuclear (modelo soviético similar al de Chernóbil) y construir una planta nuclear de alta tecnología que abastezca a todo el país báltico, y que su superávit permita exportar energía a sus países vecinos: Estonia, Letonia, Polonia, Suecia y Finlandia.
Tiene alrededor de 2 400 000 ha de terreno cultivado, y es el primer productor de lino a nivel mundial.[cita requerida] Lituania tiene importantes industrias textiles. También podemos mencionar que el pequeño país báltico se jacta de una infraestructura moderna y bien desarrollada en ferrocarriles, aeropuertos y carreteras. El Banco Central Europeo prevé que en menos de 20 años Lituania será un país altamente desarrollado como Suecia, y estará a la par con sus vecinos del Norte de Europa, superando incluso algunos países de la antigua Unión Europea de los 15 como España y Portugal. Debido al crecimiento acelerado de la economía lituana que está muy por encima de la media europea, a mediados de 2004, se adhirió al Sistema Monetario Europeo II, lo que le asegura estabilidad cambiaria. Después de las distintas fechas establecidas para formar parte del euro, finalmente Lituania entró en la eurozona el 1 de enero de 2015.
Cabe mencionar que aparte de su alto incremento en el PIB, Lituania tiene otros factores que favorecen su crecimiento, algunos de estos son: el turismo, el crecimiento acelerado de la industria, la alta inversión extranjera, la privatización de empresas estatales, su baja deuda pública (casi nula), un déficit bajo y una sociedad moderna que ha dejado atrás la época comunista; lo que en conjunto hace que el país tenga un crecimiento económico alto, sostenible y con un índice de desarrollo humano elevado. Con su acceso a la OTAN, OMC, Banco Mundial y Unión Europea, Lituania terminó de consolidarse como un país libre y democrático, y en el que los servicios e instituciones públicas son eficientes, aunque todavía tiene un camino por recorrer a medio plazo para ponerse a la par con los países más desarrollados de la Unión Europea. En 2007 su PIB (nominal) per cápita fue de 16 472 US$ lo que lo convierte ya en un país desarrollado, aunque todavía se encuentra a la cola de la Unión Europea de los 27 ocupando el puesto 16º en mayor renta per cápita. A finales de 2008 Lituania fue afectada por una recesión muy fuerte al igual que toda la UE, sin embargo a pesar de las especulaciones de algunos analistas económicos, Lituania es uno de los países de la UE que más rápido está saliendo de la crisis y que mantiene un déficit muy bajo (incluso más bajo que antes de la crisis mundial).
En 2015, Lituania tiene una población de 2 888 400 habitantes. La esperanza de vida es de 75 años. El 99,6 % de la población está alfabetizada, lo cual lo coloca en el quinto país con mayor tasa de alfabetización del mundo. El promedio de hijos por mujer es de tan solo 1,21 lo cual provoca que su población se reduzca un 0,28 % cada año.
La composición étnica actual es la siguiente:
En 2007 Lituania tenía el índice de suicidios más elevado de Europa.
Cerca de dos terceras partes de la población vive en ciudades. De acuerdo a estadísticas de 2013, cuatro de las localidades más habitadas en Lituania superaban los 100 000 residentes. Estas son: la capital Vilna (526 356 habitantes), Kaunas (306 888 habitantes), Klaipeda (158 541 habitantes) y Siauliai (106 470 habitantes).
En 2005, más del 84 % de lituanos se autodefinía como cristiano y el 79 % pertenecía a la Iglesia católica. El catolicismo es la denominación mayoritaria, por la cristianización de Lituania hacia el final del siglo XIV y principios del siglo XV. Algunos sacerdotes lideraron la resistencia activa contra el régimen comunista (simbolizado por la Colina de las Cruces).
En la primera mitad del siglo XX la Iglesia cristiana luterana (una Iglesia protestante) tenía alrededor de 200 000 miembros, el 9 % de la población total, aunque el luteranismo se ha reducido desde 1945. Las pequeñas comunidades protestantes están dispersas por todo el norte y el oeste del país. Los creyentes y el clero sufrieron mucho durante la ocupación soviética, con muchos muertos, torturados o deportados a Siberia. Varias iglesias protestantes han establecido misiones en Lituania desde 1990. 4,9 % son cristianos ortodoxos orientales (sobre todo entre la minoría rusa), el 1,9 % son protestantes y el 9,5 % dice no tener religión.
La primera presencia notable del islam en Lituania comenzó en el siglo XIV. A partir de este momento se le asocia principalmente con los tártaros Lipka (también conocidos como los tártaros de Lituania), muchos de los cuales se establecieron en el Gran Ducado de Lituania, mientras continúan sus tradiciones y creencias religiosas.
El idioma lituano (lietuvių kalba) es el idioma oficial de Lituania y también está reconocido como una lengua oficial de la Unión Europea. Hay cerca de 3 millones hablantes del lituano dentro del país, y alrededor de 200 000 en el extranjero. El lituano es una lengua báltica, muy cercana al letón, aunque no son mutuamente inteligibles. Para su escritura se utiliza una versión adaptada del alfabeto latino. Se cree que el lituano es una de las lenguas vivas más conservadoras de la familia de lenguas indoeuropeas, ya que mantiene muchas de las características del proto-indoeuropeo.
Las minorías rusa y polaca hablan sus respectivos idiomas (la legislación lituana permite que ambas minorías puedan acceder a educación tanto en ruso como en polaco respectivamente), estando el ruso aún bastante extendido dentro de la población autóctona lituana.
La cultura de Lituania combina la herencia nativa, representada por el idioma lituano, con aspectos culturales nórdicos y tradiciones cristianas resultantes de sus vínculos históricos con Polonia. Si bien existen similitudes lingüísticas y fuertes vínculos culturales con Letonia, en varios momentos de su historia Lituania recibió influencia de las culturas nórdica, germánica y eslava. Varios cambios culturales adicionales se han dado en este país báltico a partir de la recuperación de la independencia en 1991, tras haber sido ocupado y anexado en 1940 por la desaparecida Unión Soviética.
Durante la Edad Media se escribió literatura en latín. Los edictos del rey Mindaugas son ejemplo de ello. Otro ejemplo son las Cartas de Gediminas. En el siglo XVI se editan las primeras obras en idioma lituano aunque la mayoría de las obras lituanas han sido escritas en polaco. En 1547 Martynas Mažvydas publicó el primer libro en idioma lituano, Las Simples palabras del Catecismo.
El baloncesto es el deporte más popular en Lituania. De hecho, la selección nacional ha logrado el Campeonato Europeo de Baloncesto en tres ocasiones (1937, 1939 y 2003), tres subcampeonatos (1995, 2013 y 2015), un bronce (2007); tres medallas olímpicas de bronce (Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sídney 2000) y un séptimo lugar en 1998 y 2006 y una medalla de bronce en 2010 en el Mundial de Baloncesto. Según la clasificación de la FIBA, la selección lituana ocupa el 3º lugar en el mundo.
El club de baloncesto más importante es BC Žalgiris de Kaunas, ganador de Euroliga (1999), una Eurocopa (1998) y 12 ligas lituanas (LKL). También fue un símbolo de resistencia contra Unión Soviética en los años 80, ganando 5 ligas contra el CSKA de Moscú. Otro club importante es Lietuvos Rytas de Vilna, ganador de Copa ULEB (2005, 2007), 4 ligas lituanas. También es digno de mención el BC Šiauliai, 6 veces ganador de bronce de LKL y 2 veces bronce de BBL (Baltic Basketball League) en 2005 y 2007.
Además, en la misma rama, Šarūnas Marčiulionis, Šarūnas Jasikevičius, Artūras Karnišovas, Arvydas Sabonis, Valdemaras Chomičius, Rimas Kurtinaitis, Arvydas Macijauskas, Ramūnas Šiškauskas son considerados algunos de los deportistas más importantes del Europa, y la mayoría han pasado por la NBA y España.
El fútbol es la disciplina que pasa a un segundo plano. Es practicado por ruso-lituanos, polaco-lituanos y extranjeros residentes en el país. Al igual que la mayoría de los deportes en Lituania, excepto el baloncesto, el fútbol no recibe ninguna ayuda por parte de la administración lituana para su fomento. Se empezó la construcción en Vilna de un nuevo estadio olímpico nacional para la selección pero se detuvieron las obras por falta de apoyos y corrupción. El club más laureado es el FBK Kaunas, que ha ganado ocho ligas.
Su selección de fútbol ha logrado escalar hasta el puesto 42 de la clasificación FIFA en 1997.
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